sábado, 24 de mayo de 2008

INTRODUCCION


Notas:

- “Con una filosofía propia; creo, que se puede revelar, aún más, sobre el Creador; acerca de lo que se sabe de Él. - (Tomado de "La Sabiduría del Cuerpo", de Sherwin B. Nuland. Ed. Norma. 1991.)

- A propósito; Nietzsche, nos recuerda que: - "Cada filosofía, es la auto-confesión de su originado; una especie de memoria, no intencional e inconsciente". - (Tomado de "La Sabiduría del Cuerpo", de Sherwin B. Nuland. Ed. Norma. 1991.)

- "Cabalgando a la velocidad de la luz; la distancia se acorta y el tiempo se detiene". - (Albert Einstein.1879-1995.)

- "La sensación mística, es como, el semen de la Ciencia verdadera; quien sienta, esta emoción, como algo exterior, estará, espiritualmente, muerto". - (Albert Einstein.1879-1995.)

- “El tiempo, es la forma de la intuición “interna”, del “yo”; mientras que el “espacio”, es la intuición “externa”, del mundo exterior, llamado naturaleza”. - (E. Kant. 1724-1804.)

- “Encontremos, la manera, de desaprender las cosas que nos distancien, de la percepción, de la verdad profunda”. - (Nicolás de Cusa. 1401-1464 “Docta Ignorancia”.)



El *Sombrero Cibernético... “Ente luz”.

Nota:
- Denomina, el Diccionario de la "Lengua Castellana", al * "Sombrero"; como prenda de vestir, que sirve, para cubrir la cabeza. La misma palabra, también se denomina, en el Diccionario, como el techo del púlpito. -

He querido titular a esta obra, “El *Sombrero Cibernético”: “Ente-luz"; o, El Yelmo de la Salvación. Y finalmente: “El roquete fotónico.”: Y/o, “La Gran Evacuación”. Principalmente, porque: “Enteluz”. - Histriónicamente, será un auxiliar veraz, durante la lectura de este trabajo. Además, porque, él trata de ser (iniciación de la) fuente del saber, al viajar imaginariamente (por el espacio-tiempo.) Y también, al estar siempre encasquetado sobre el andante; ya que, por alguna circunstancia mágica, le manifestará sus pensamientos (de cuando, en cuando) con danzas etéreas; con ejemplos literarios unos; y líricos otros. Igualmente, le acompañará con anécdotas y charlas cortas y de todo carácter; para distraerle, alegrarle y “bombardearle” su "alma" (tanto individual, como colectiva; y la que, además; resulta ser el personaje principal de este libro) en su camino de capacitación inicial y robustecimiento espiritual; para su futura transformación; o, transcendencia interdimensional a: "Ente-Luz"; o, (Ser-fotónico) de las fuerzas del bien, directamente (por ser justa); cuando deje el cuerpo; o, por que, una parte de ella (el intelecto); lo haga por iniciativa onírica; o, fugaz. O, íntegra; porque le ha llegado su momento (la muerte); y quede así, a la espera, del inexorable (o, prolongable) “Juicio Final”; si “Dios”, así lo quiere. Espera, que será para el justo, como de un día; porque en el momento de morir; se pierde el sentido del tiempo y luego (sí somos salvos) despertaremos transformados – inter-dimensionados - en el crepúsculo (de un eterno presente; o, en la séptima dimensión) del sitio, de Dios (el tercer cielo) allá; en el vecindario del universo; donde, el transcurso del tiempo, no existe; o, está congelado. - A.G.

Habla: El Sombrero “Ente luz”.

- Cuando la esposa (el alma); entrega al esposo (el espíritu); la capacidad, de viajar (o, transcender) al centro de la Galaxia; o, afuera del universo, en el séptimo / octavo; espacio-interdimensional. -

Habla: El Sombrero “Ente luz”.

A la usanza antigua, el poder, se deparaba representado principalmente por el adminículo, que portaba sobre la cabeza, el poderoso. “La testa”, coronada exigía así, obediencia y respeto; con base en esta prenda; pero ésta, fuera de lo estético y emblemático, no le aportaba nada más. Pero, hoy, la “Cibernética Inteligente”; ha transformado al “sombrero” en un “robot” protector; con múltiples unidades, utilidades y funciones; y así, lo emplearemos en esta obra; será pues, también, el “amigo”; el consultor; el consejero y el soporte lírico. Que, con pinceladas literarias de variados colores, matices y temas; dibujará y representará, (o, tratará, al menos) lo que él cree, que representa a la verdad; tan esquiva y profunda; pero a la cual, hay que al menos, tratar de entrar; o nos quedaremos afuera de todo; perdiéndonos de ese todo, sin por lo menos saborearlo. De pronto por pereza mental; o, por un nihilismo cómodo e ingrato, con el mismo Creador.

Así, como la “Cibernética Inteligente” (sin espíritu invariable y sin alma variable); como ciencia. del tratamiento racional, principalmente; a través, de las máquinas automáticas de la información; entendida, como la base de los conocimientos humanos y de las comunicaciones, en los campos: Técnico, económico y social; aprende y efectúa una ejecución predeterminada; como “Ser” material (del barro puro, sacada, sin extraer sus componentes); con inteligencia matemática; y con “códigos de seguridad”; como la “Ley” (en los humanos sus creadores); que, los condiciona y dirige. El hombre de hoy, conforma sus instrumentos y/o, partes y les da utilización. - Le "enseña" (transmite) a conjugar; a funcionar, solo con el verbo “to be”; - con, un lenguaje (el binario) unos programas, de su comprensión como máquina. Paradójicamente, con un “Ente” material (o, estructura) cambiante y - fáustico - ; (ordenado a lo anhelante de infinito) dotado de una dinámica muy activa, pero, condenado a solo, contemplar programas incesantes de “esencia” material y permanente. - En forma de un devenir, sin descanso, en la creación de espacios, puros y serenos; y desde luego, que delatadores. - Ya que, de pronto, sea lo único que revele (en el espacio-tiempo) tan siquiera, algo... sobre nuestra existencia como civilización. -

Será pues, la “Cibernética Inteligente”; dotada de (los principales) “sentidos”, y capacitada para manifestar su propio “ego” informático y si, esto, resulta posible, será, la única “cosa” inteligente y material, existente en el futuro, que sea auto renovable, y por lo tanto, perdurable, mientras tenga energía, que la haga funcionar. Así, en el transcurso de la lectura de esta obra; como si fuésemos protagonistas; o, viajaremos, con la imaginación, por el camino de la vida; y por el “espacio-tiempo”; con el “Sombrero Cibernético Ente-luz”; pendido; danzando y cantando; o, pensando, pensamientos (como diría mi padre...) sobre, lo que tiene gravado en su disco duro; e interpreta, con ideas, esotéricas, trascendentes, de unidad y de progreso; con los ideales de ayer: libertad, igualdad y fraternidad; hoy: Democracia, cooperativismo, globalización e integración. Planteando además, bruscos cambios y contra-sentidos; pero que con ellos, creo, se hallará, la tan buscada: verdad-secreta y profunda; investigada, como una meta; o, como un destino. Es precisamente, con el cognocimiento del “Ser” y del cómo llegar a “Ser”; como sabremos sobre, el porqué allegar al “Ser”; para evitar dejarlo en el vacío. - Será entonces, a través de la comparación de la “tradición mística”, de los hechos históricos (con “La Biblia”) como se confirmará, lo ya promulgado, en los “Libros *Sagrados”: - En forma, tanto científica, como, doctrinaria; del cómo, el ayer se confirma con el hoy; y con acontecimientos cíclicos, en el mañana. – Como, lo veremos, en el transcurso de la lectura de este libro; confirmando a cada paso; que la ciencia hoy, está siendo ratificada; cada vez más, por “La Biblia"; o, a la inversa.

Solo, cuando la “Cibernética Inteligente”, esté al alcance de todos (tal y como debe ser) y cuando se haya formado una conciencia colectiva, gobernada por “Dios”; el hombre, cambiará, para bien de toda la humanidad. Entonces, su “alma” colectiva, se tornará receptiva a las cosas de “Dios”; y así, podrá cognocerlas; porque al fin, su “intelecto fusionado”, le permitirá comprenderlas; tanto las del bien, como las del mal; y las sobrepondrá con equilibrio, conociendo, las buenas y malas, (materiales) que Satanás, le dispensa, a todo momento, al “ego”; para así, engañarla; apresarla y dominarla, (a la alma) con emociones y sentimientos, desde luego, que falsos. Se fundirán así, (en el sueño de Sócrates y Platón) las grandes “culturas”; en una sola (¿teológica?) y universal; en un universo infinito como su creador; y en, una continuidad evolutiva del pensamiento, ya, para entonces; sin fin; eterno, también, como su creador. Es este, el destino, de quienes se llamaron “salvos” en Jesucristo; patentizando así, la continuidad; e ínter dimensionalidad, en el pasado, presente y futuro; en el “Tercer Cielo”; o, en la misma: “Inter-dimensionalidad” (la séptima dimensión) que se encuentra fuera del universo; y a la cual, ahora; o, muy pronto, regresaremos transformados. (Gén. 3:4-5.)

Habla El Sombrero Ente luz:

- Es cierto, que la historia, la escriben los hombres, sumergidos en una corriente común, en época que a todos arrastra; y en la que, de cuyos sentidos, íntimos; rara vez son conscientes; esa historia concebida, de antemano condenada; y modelada previamente; porque se tomó del exterior, solo, lo que proporciona material bastante y suficientemente dócil; para plasmar, el modelo que rechaza y elimina a los demás; y así la historia, desfila airosa, creyéndose perfecta; acabado producto de la elaboración del mundo; por la muerte de la cultura occidental; pues la elaboración del mundo, en consonancia con las formas peculiares de cada una, es el último sentido, que se atribuye a la vida de las nuevas culturas. - (Tomado, parafraseando; de la obra: “Después del Socialismo” de P. Casaseca Jambrina. Ed. Artes Gráficas. Benzal. 1968.)

No se trata, de interpretar qué edad tenga “La Biblia”; o sea, la edad de la historia que narra; se trata, de establecer la edad de su influencia; o, de la inspiración directa de la palabra de “Dios”; sobre los hombres, por medio de los “Libros *Sagrados”; dicha influencia directa (al parecer) ha sido establecida durante “seis mil años”; repartidos así: Casi, cuatro mil años; del *A. T. ; y, un poco más de dos mil años; del *N. T. En ella, por ejemplo: “Dios” nos revela, que - desde el “principio” no había nada (solo Él.) - Sin fecha ni tiempo; tanto para el “principio” como para el “fin”; luego, estas (fechas) al parecer, son elásticas ( y simbólicas) ; y por voluntad divina; haciendo suponer entonces, que, ésta cronología antagónica, tiene una fecha (de pronto, ubicada en el espacio-tiempo) muy anterior; o, posterior respectivamente: y, que por lo tanto, es relativa. Igualmente, podemos, entonces, conjeturar, la edad de la creación del hombre; mucho más precedente; ya que, tal y como lo dice “La Biblia”; fue en el día sexto; calculado científicamente, en 2.833 millones de años (tiempo terrestre); como tiempo promedio, según el dato total, teórico; o, sea: El resultado de dividir por seis; los 13.700 millones de años, que tiene de edad el universo (edad, calculada por A. Einstein.) Luego, está bien, dividir por *seis, ese total; o sea, los días que dice “La Biblia”, que empleó “Dios”, para “La Creación”. Que, además, como en el día séptimo descansó; y como no sigue (o narra) otro día; se supone, que este, no ha terminado todavía. Lo que además, hace deducir, que este, es precisamente el tiempo “cero”; como, lo es también, el que marcó, la primera venida de Jesucristo, a “La Tierra”; luego, es de suponer, además, que solo llevamos en esta historia; cerca de seis mil años; contados a partir del día séptimo o, “día cero”; ya que este día, prácticamente, no tiene tiempo ni espacio. (¿Luego, estamos a 233 años, - más de dos siglos - del fin del tiempo? ; ¿O, estamos, a solo 5 años del 21 de Diciembre del 2012; cuando se cumpla, un próximo ciclo Solar; de cada 26 mil años.); - Asi, que finalmente, el séptimo día !Es el Día del Señor! - ; es “El Sabat”. Siendo así las cosas; y dejando de lado que “Cronos”, sea solo, mítico, imaginario; o, simbólico; la interpretación bíblica de la cronología que nos presenta, es científicamente correcta. Luego, “bíblicamente”, un día del Señor, en “El Cielo” – séptima dimensión - son millones de años en “La Tierra”. Para terminar; en esto, debemos también, tener muy en cuenta; que: Una cosa, es el fin de los tiempos (**3.5); (que hablando estrictamente, para “La Biblia”, sería el año 3.500; que según cálculos modernos; estos, ya se cumplieron; o sea, que verdaderamente, estamos en los últimos tiempos); y otra cosa es el fin del mundo; para el cual estamos muy lejos; pero, que advirtiendo a la mitología, como fuente de verdad; sino es el fin del mundo, ahora; si, es el fin de una época.(*2ª. , de Pedro 3-8.);(**Dan. 12-7.)

Nota del autor:

*Según la fecha tradicional hebrea, estamos en el año 5772; que corresponde al 2008 del calendario moderno. En esto, debemos tener en cuenta: Que según “La Biblia”; para el sexto milenio (porque, el séptimo milenio, será de Cristo); para esa fecha, solo faltan 229 años (menos de dos siglos y medio; o sea, en el S. XXIV); y que, además, el año seis mil; es otra fecha cero; para el pueblo de Dios. O sea, el próximo: 2240 para nosotros. ¿Es también, esta, la historia del principio y del fin; del bien y del mal? A.G.

Ya, desde la separación de las tinieblas (los ángeles buenos de los malos; o, las fuerzas del bien, de las fuerzas del mal); en el tercer cielo (ubicado fuera del universo, en el séptimo espacio interdimensional, allá por sus mismos linderos); y la formación, del segundo cielo (cosmos / estrellas); y más acá, en el primer cielo (atmósfera); y de sus consecuentes dimensiones, tanto físicas e isotópicas, como espirituales; donde: - “La existencia, despojada de todo atributo corpóreo, predomina, por ser mental; o, fotónica”. – Así, lo vivido y no experimentado; es lo que cuenta, como principio primordial, para entender la creación de los “Entes” primarios (básicos) como son; el espiritual primero y el material después; reunión, con la que “Dios”, formó al hombre o, sea: “Espíritu” de vida, más “Alma”; e inteligencia, con voluntad, individualidad y razón; más materia (barro común) al infundirle “espíritu” de vida, a la carne; o, terro-minero-carbono-espiritualizarlo en la carne, evolucionada del barro y modelada por la divinidad; al darle (transmitirle) de su substancia. Desde ese preciso instante, se dice que, todas nuestra obras, han sido registradas en la “memoria divina”; para ser juzgadas al final de los tiempos; o, sea, en la segunda venida de Cristo Jesús (la parusía.) Luego, su “alma” (substancia divina) integrada con el “espíritu” (escencia divina) transcenderá, así “trasformada”, al “Tercer Cielo” (el séptimo espacio interdimensional) donde está – la casa de “Dios”. - Entonces, redimido y perdonado el hombre; dejará de ser terrícola (de tierra formado); para ser transformado, por la eternidad, en “Ente-luz” (ser fotónico) de las fuerzas del bien. Porque, una “alma”, del justo y santificado; deberá transcender a “Dios”, conexa con el espíritu; inmediatamente, cuando el cuerpo muera o, se separe del espíritu (escencia divina) dador de vida. Entonces, la alma (substancia divina) del pecador, se quedará a la espera del “Juicio Final”, después de la parusía (la segunda venida de Cristo.) ; (Gén. 1:2; Núm. 23:10.)

Habla El Sombrero Ente luz:

Entender, la arquitectura de la alma y la ingeniería del espíritu; la alma, con substancia divina y el espíritu, con escencia divina; la una (la alma) individual, variable, según su carácter y libre albedrío, con razón y voluntad; y el otro, (el espíritu) invariable, por su – “Ley”, - en amor y justicia. Así, la alma (al espiritualizarse; o, acceder a la escencia divina) y el espíritu; adquieren un carácter cambiante y responsable de sus actos; que a la muerte, al permanecer pura; se quedará a la espera, del “Juicio Final”; mediante el cual, transformada y re-espiritualizada; trascenderá al 7º Cielo. Y el espíritu, escencia divina, dador de vida, irá directamente a Dios. (Apo. 13:13-14.)

Es necesario, además, al estudiar “Historia de La Humanidad”; que recordemos la gran influencia de la civilización “Greco-romana”; y de las demás creencias religiosas en general; y que, desde luego, las debemos (comparar y) diferenciar de las palabras “bíblicas”; inspiradas directamente por “Dios”. Que lo uno, es humano y lo otro, es divino; que lo uno, es de origen astrológico, como lo son también sus Dioses y lo otro, es de carácter monoteísta y por lo tanto verdadero; y perteneciente a las fuerzas del bien (más adelante veremos por qué.)

Habla el Sombrero Ente luz:

Son por ejemplo: Paradigma de tal afirmación: (Arriba mencionada.) Las denominaciones dadas a los días de la semana: Lunes = Luna; Martes = Marte; Miércoles = Mercurio; Jueves = Júpiter; Viernes = Venus; Sábado = Saturno y Domingo = Día del Sol. Tan importante, es la apreciación anterior; que así, tenemos una gran diferencia, por ejemplo: En el caso del día Sábado; que en “La Biblia”, viene de Sabat = Día de descanso, !Día del Señor!

Así, van apareciendo heterogeneidades, en los cientos de credos existentes hasta hoy. Por ejemplo: En “La Biblia”, en su *N.T., que es también el mismo “santoral” católico; que no es otro, que el mismo pagano, traducido al “Latín”; del Catolicismo Apostólico y Romano. - Fue así como, dentro del “renacer” de la civilización; y como, dentro del vaivén de sus (7-8) culturas; que con (“vientos” de guerra) invasión y conquista; y que gracias a las reformas y contrarreformas; se fueron propagando, las diferentes creencias, que se sellaron hoy, en un libro denominado “La Biblia”. - El cual, en su *A. T.; se ha mantenido intacto, a pesar de todo; y lo ha hecho, también, con su pueblo (el Judío, ya que lo ha mantenido unido.) Pero, además, la historia del pueblo Judío; que es la del “Pueblo de Dios” (Israel) y desde luego, la de todos los creyentes; que aún cuando no desciendan directamente de Abraham; ni que hayan nacido, en sus tierras (curiosamente) hoy “Irak”; y que por el solo hecho de creer; ya son (somos) parte del pueblo de “Dios”; partícipes de su señal, como pacto; el “Sabat”; para, finalmente; tener en cuenta, a la famosa advertencia de Jesucristo: «De que le sirve al hombre, ganar todo el mundo, si pierde su alma». Finalmente; luego, de la unión de las cuatro grandes religiones monoteístas del mundo: El Judaísmo; El Cristianismo; El Budismo; y El Islamismo; se conocerá el verdadero “Integrismo”; que, prevalecerá, en la nueva etapa que nos espera.

“De que le sirve al hombre, ganar todo el mundo, si pierde su alma”.

Habla El Sombrero Ente luz

Debido es, propagar hoy más que nunca el “amor” divino y la aplicación y obediencia de a su “Ley”; como principales características de “Dios”; lo contrario, es ayudar al enemigo a convencer al hombre, de que el pecado, será perdonado siempre; y que por lo tanto, llegará el momento, en que no será castigado. Escondiendo así, la paciencia divina, que lo único que está haciendo hoy, es prolongar el día del “Juicio Final”; alargando, así mismo; el tiempo de gracia (del perdón) debido, principalmente, a la oración y el ayuno de los creyentes. No olvidemos, que nuestros actos están registrados en la memoria divina y están simbolizados, corrientemente, como escritos, en tres libros sagrados así; El de la vida (de los hechos); el de la muerte (del perdón); el de las obras de caridad realizadas; además, las en pro de la expansión de su “palabra” y de su “Ley”.

Debemos testificar la palabra de Dios; relatando escenas de la lucha entre los agentes del bien y los del mal; tanto del pasado, como del presente y simbolizar los del futuro. Luchas por la verdad y las causas del error, con el objeto de desenmascarar al enemigo. Buscar soluciones que ayuden, en la lucha eterna del bien contra el mal. Con, unidad de pensamiento; pues, se logrará, además, la evolución del mismo, hacia el bien, al desarrollar así, un efecto multiplicador, entre los creyentes y por lo tanto, prolongable colectivamente a los no creyentes; tal y como lo predicó Jesucristo. Y como, el nuevo espacio (finito hoy) tampoco, es ni mucho menos, la retroversión al primitivo espacio aparente. - El ejemplo resultante es contundente, para permitir la afirmación de la personalidad irreducible de las antiguas grandes culturas (siete); y para, hacer ver que en algún momento, de cualquiera de ellas, la evolución del pensamiento anterior y la aparición de una nueva fase del saber; en continuidad con el pasado, son posibles. Así, no solo la permeabilidad de las culturas; sino, la unidad de todas ellas, queda patentada. - Así, ese logro, hará que desde el punto de vista cuantitativo; cuando, los tres “Libros” (simbólicos) apocalípticos, sean computados; no tanto, en el nivel personal; como, sí, en el nivel cultural y social, al lograr la unidad, la continuidad y la comunidad; tanto del bien, como de la justa aplicación de la verdad; lo que redundará, en la inmortalidad de la historia humana; una resurrección de las culturas y una continuidad del pensamiento religioso; desarrollarán, entonces, por el poder de la oración y el ayuno; quizá, una perenne época de gracia y de perdón; o, por lo menos; por Jesús, prolongada... al máximo. ¡Para la gloria de Dios!



La historia; el alma y el ego.

Habla el Sombrero Ente luz:

- “Solo, sí, miramos a la *historia, como por un catalejo, que nos proporcionará diferentes visiones sobre ella; pero, que también con base en ella, y por unos instantes; en vez de ver, oiremos voces y vientos de guerra; murmullos, en los cuales distinguiremos quejidos del llanto de gentes; que por culpa de sus pecados, no vieron, ni oyeron, la voz de Cristo Jesús”. -

*Nota del autor:

Me propongo, creo, tratar de cubrir con este libro, a la furia maligna, haciendo caer en la cuenta, a sus lectores, de que el bien se encuentra, solo oteando a Dios, por medio de la oración; el arma más eficaz contra el pecado. Que estamos, a tiempo, de arrepentirnos por ello; de obtener el perdón y esperar la parusia; o, el “Juicio Final” que la sigue; tan próximo o, tan distante, según logre aplazarlo, el arrepentimiento, y el ayuno de los creyentes. Que solo tenemos que creer; y así tendremos, dentro, al Espíritu Santo, quien nos protegerá. A.G.

Los programas por computador, traducen el comportamiento de los guarismos para reproducirlos; operación que éste (el computador) repetirá y hará, siempre que tenga potencia; la cual hoy se puede auto-generar y así, demostrar que es “auto-suficiente”. - Esto, actualmente se llama... “La Era de la Cibernética Inteligente”. - En un mundo, que se multiplica, en 78 millones de seres por año; en un mundo, cuya mayor parte poblacional, se encuentra en poder de Satanás; en un mundo, que si la hubiese conocido (a la “Cibernética Inteligente”...) antes de pronunciarse otras culturas y antes, del descubrimiento de América... quizá, no habría experimentado la esclavitud generalizada; hoy más que nunca, por el pecado. - En un mundo paranoico, del que solo, una sexta parte, vive mejor y cuyo resto, vive mucho menos que peor; si es que a esto se le puede llamar vivir; en un mundo, que ha confundido lo extraterreno y lo extra dimensional; con lo esotérico y trascendente; en un mundo, en el que se cree, que si “Dios” existe; éste se encuentra inalcanzable, allá, en las regiones más altas del cielo; en el que, en las regiones medias, se encuentra Satanás; y en el que, hoy solo el hombre, como único ser inteligente, ocupa las regiones bajas.

Esto, es, precisamente, lo que nos hace pensar (añorar a veces); en épocas antiguas del reino del pensamiento filosófico y religioso, combatiente y combativo; del y por, el mal; épocas en las cuales, el mal, era perseguido (por aplicación directa de la “Ley”, en la parte material; y con la oración y el ayuno, en la parte espiritual) hasta, su casi “desaparición”; por lo menos aparente. ¿Posición, en la cual, hoy, son actuales tales medidas? Cuando asistimos a las puertas de la “gran guerra”. A la prevalencia del mal y sus consecuencias; el dominio de la droga, la pornografía y la economía subterránea, que esto implica; ya que ahora, no impera la libertad; sino, solo el libertinaje; con el consecuente dominio desaforado del poderoso; o, del maligno. La guerrilla desmedida; y el terrorismo incontrolable (por el poder del Narco-dólar, en unas regiones del planeta; y del Petro-dólar, en otras); o, por negocios tales como: la trata de blancas; o, la prostitución, el juego y la bebida, en la escala mundial; que finalmente, se considera la urgencia de “apoyar” indefinidamente; en todo y con todo, a los que sí, están combatiendo, al mal, en sus cabales manifestaciones. En la seguridad, de que esto redundará, no solamente en la futura - espiritualización generalizada - de la “alma” (tanto individual como colectiva); sino, también, en el bienestar material y espiritual de la humanidad; porque al re-espiritualizar la alma, ésta, re-adquiere la escencia y la substancia divinas; de la suprema fuerza y la suprema energía; con aún más renovada firmeza.

Habla el Sombrero Ente luz:

- En varios pasajes famosos, de la historia, de la decadencia del Imperio Romano. Edwar Gibbson, describía el equilibrio, entre credulidad y escepticismo; a finales de la antigua edad clásica. La credulidad, ocupaba el lugar de la Fe; se permitía, que lo fantástico, asumiera el lenguaje de la inspiración; y se atribuían los efectos de accidente o, ingenio, a causas sobrenaturales. -

En historia comparada, las grandes culturas (7-8); se hacen y deshacen; cuando sus respectivas civilizaciones, se derriban unas a otras; y cuando surgen de sus ruinas; nuevas formas económicas y sociales; o, nuevos movimientos filosóficos; y por lo tanto, nuevas formas del pensamiento; e inspiradoras de nuevas formas de gobernar; dando pié a revueltas, levantamientos y verdaderas revoluciones; que a su vez, dan lugar a gobiernos, unos legítimos, otros ilegítimos; que fueron formando la historia; con ya, dos grandes guerras (con solo 25 años de separación.) - Que si no cambian, de ruta, para siempre (después de más de medio siglo de relativa paz; o, por lo menos, sin guerras generalizadas; exactamente 62 años); nuestra forma esquizofrénica y pecaminosa de pensar; ya entonces, al terminarse el “tiempo de gracia”; de nada servirá la Fe, en las aspiraciones, anhelos y creaciones; porque a la sazón; ya no habrá un mañana; sino, un sueño, del cual no despertaremos; como lo atestigua, las ruinas encontradas; y las que seguramente se encontrará, en este planeta. - (¿Y muy próximamente... en otros?)

Cultivemos, pues, nuestra “mente”; pero, también espiritualicemos nuestra “alma”; primordial, “entidad” de la creación divina; dando, profundidad y significado verdadero a nuestras vidas; separándola de la patética soledad y del vacío materialista. Ahondemos también, en la “Mitología” – principal fuente de la verdad; - para también conocer, desde su comienzo; la ética cosmológica, la sicología y la sociología de los pueblos. No separándola nunca, de las religiones; o, de las sectas desprendidas. Esto, nos ayudará, a entender la salud del “pensamiento” y de la “alma” (tanto individual como colectiva); por la intensidad del contacto con “Dios”. - Es lo que el mundo de hoy necesita; tanto, del conocimiento de la historia de la humanidad; como, de su ética, sicológica y sociológica; - dándole, un tratamiento preferencial, en ese conocimiento histórico, a la “alma”; para que asi, ésta, llegue pronto al cognocimiento de las cosas de Dios. -

Habla el Sombrero Ente luz:

- Des-cebremos, pues, a la “alma”; entendamos que el “Ente” (espiritual) no es parte del cerebro. Que una cosa es, que esté a sus órdenes (de la alma, dada por Dios al nacer) y otra, que pertenezca a ella. Al cerebro, lo instruye, lo que recopila su memoria, la que constituye y alimenta el “ego” (material.) Luego, es lógico pensar porqué - Sigmund Freud (1856-1939) - realmente no tenía nada que ver en esto; como tampoco, los primeros pensadores del mundo Greco-romano: Sócrates, Platón y Aristóteles. - En otras palabras: No confundir “mente” con “alma” y ésta, con “espíritu” (soplo, escencia de vida cognoscitiva del creador.) Solo son (de la alma) sus instrumentos, como lo es el cuerpo; que recibe directamente las sensaciones registradas y transmitidas, por y al, cerebro; el cual, necesita de nutrientes y de oxigeno, para vivir; emociones y sentimientos, que solo fortalecen a la imaginación y al “ego”; o sea, al “intelecto”; (o, “Disco Duro”.) Una “alma”, solo necesita, para no perecer, (no le demos más) de una muy fuerte conciencia espiritual; perdiéndose por el contrario (al no ser re-espiritualizada y sin la gracia divina) al entregarse, debilitada y turbada, a Satanás.

- Igualmente: Al, estudiar los elementos constitutivos del “Ser”; para así, poderlos integrar, sin confundirlos. Entendemos, además, el porqué no debemos dejar, que el mundo exterior (material); domine muestro mundo interior (espiritual); reconciliando (y equilibrando) de una vez por todas; al “ego” con la “alma”; y así, unir lo interior, con lo exterior; con base, en el bien; y en el previo análisis, de estos dos componentes por separado: - Una “alma” se alimenta y revitaliza, con el “amor” de Dios; o, de la espiritualidad que le demos; de lo contrario, “muere”; debilitada y vacía de la gracia divina y de la escencia divina. - Una alma, no requiere de ciencia, emociones, fantasías, recuerdos materiales, ni terrenales. Una “alma”, es substancia de Dios; de Él viene y a Él va; si se salva; y luego, se transforma revitalizada (re-espiritualizada por la gracia de Dios); con escencia de divina; y en la “Luz Espiritual”. Si lo inverso, muere debilitada; en la obscuridad; y en el vacío eterno del cosmos. Dos cosas, son directamente (consubstanciales) de y con, Dios: Una, el “espíritu” de vida (escencia divina); dado, en el momento de la concepción y la otra; la “alma” (substancia divina) dada al nacer. Tan cierto es esto, como lo es, la misma existencia de su creador. Un principio, que solo niegan hoy, los materialistas; los desorientados y los “ateos”; en parte, por no saber; o, por no querer saber: (Por orgullo pérfido; en tanto, averiguan aquello: De qué fue primero: Si la pata o el huevo. O, aquello: De qué pata, puso ese huevo.) Diferenciar éstos conceptos. - Quienes además, curiosaqmente, viven, negando a Dios; pero que, en el nano-momento de morir; ellos (los ateos) sí, ven a Dios; y luego, enloquecen; puesto, que ya no alcanzan a arrepentirse; por ser ya tarde para ello. - Asimismo, porque en su locura; no lo hacen; puesto que, así han vivido y así mueren; principalmente, desesperados, por no saber a donde irán; por no saber que va a pasar, ahora, con su alma (la que siempre han negado; y en ese preciso, nano, instante; confirman, que si la tienen); experimentando un vacío y una desprotección absoluta; sabiendo también, que han desperdiciado, miles de oportunidades para salvarla; y sobre todo, que han desestimado el amor de Dios; brindado por Él, a todo momento. Lo contrario, del justo; que al morir, y ver a Dios; una Luz, ilumina su rostro y muere; en la felicidad; en la compañía y de la mano del Espíritu Santo; su Angel de la Guarda y Jesús. Entonces, su espíritu, (escencia divina) desconectado del cuerpo; va directamente a Dios; y su alma pura y serena; se queda a la espera (*en cuestión de mini-segundos cósmicos) del “Juicio Final”; en la seguridad de que será transformada, re-espiritualizada (su alma); y renovada; para tolerar la presencia divina; viajará, entonces, a *exa-velocidades (en Klmtrs./Seg.); al tercer cielo; a la casa de Dios. – (*2ª de Pedro 3:8.)

Nota del autor:

Finalmente, (reitero) amigo lector; esta obra, presentada, en dos tomos; y expresamente escrita a pinceladas, de diferentes tópicos; no fue redactada para *fanáticos; dogmáticos y fundamentalistas, de toda laya; sino, para los no creyentes; con el objeto, de presentarles, en su idioma y jerga; un libro, basado en una interpretación libre, de “La Biblia”; que los baje de la nube en la cual se mantienen; que los desarme, de su cientificismo y los haga “re-pensar” a tiempo para salvarse. SOLAMENTE, OBEDECIENDO LOS DIEZ MANDATOS DE LA LEY DE DIOS. Además, está basada, en el concepto de la antigüedad de las civilizaciones; y en su orden cronológico; como armazón e influencia entre ellas; según, su aparición en la historia. A.G.

Con “La Biblia”, como derrotero; que compruebe que lo científico; es y siempre ha sido, posterior, en la “Historia Mística”; tanto, en la Pre-adamita; como, en la Pos-adamita; y, en el *AT.; como en el *NT.; procurando así, una síntesis científico-espiritual; que atraiga a las mentes difíciles; para que, de pronto, disminuya, considerablemente, el número de los no creyentes; y sea aún más alto, el número (simbólico) y apocalíptico; de los humanos (los 144.000 simbólicos, que representarían ⅓ ; de la humanidad; osea, más de mil mil millones de almas); que lleguen a la salvación el día, ya muy próximo, del “Juicio Final”; mediante una *religión verdadera y pura. Que no sea, un vulgar remedo, de ella, por saber (por tradición); de donde viene y por permanecer intacta, debido las costumbres y por el ejemplo, de sus (por siempre... necesarios) pastores. Lo cual, en lo social; facilitará indudablemente, viajar en el futuro, hacia otro “planeta”; con un gobierno platónico y mundial (necesaria unión de la política con la sabiduría.) - Fundamentado, pues, en un esquema federal globalizado; y en el que las etnias, recuperarán derechos ya perdidos; a causa, de la dominación de los grupos políticamente más poderosos. - “Planeta”, en el cual, los ciegos verán; los sordos oirán; los cojos andarán y los mudos hablarán; ya que la ciencia médica; experimentará, avances espectaculares, en el área de la cirugía láser; la tomografía y la radiología en general. - Nace, entonces, además, y así; la medicina espacial; que permite, alargar la vida del hombre; deteniendo, considerablemente, los efectos de la vejez; y, principalmente, se conocerá su centro motor; o, su cerebro; hasta límites insospechados. - Además un planeta; en el que, la educación, incluye nuevas técnicas revolucionarias; de modalidad didáctica sorprendente; que tiende, cada vez más, a hacerse, más especializada y privada; y que, finalmente, permite el nacimiento de la nueva “Era de la Mente”.

Habla El Sombrero Ente luz.

- “El creyente no *filosofa; intuye, por la Fe y con la Fe.” - (J.G.F. Hegel. 1770-1831.)

- Al tratar de resolver los enigmas de la vida; también debemos resolver, los misterios que combinan la Luz y la Obscuridad; en la grandeza, de lo que pueden llegar a ser, la vida y la cultura humanas. - Si el padre (Dios); parece ausente, en la familia (comunidad) de hoy; puede deberse, a que está ausente en la sociedad, como figura del alma. A que, hemos reemplazado la sabiduría secreta, (La Biblia) por la información (la informática); y esta no evoca la paternidad, ni efectúa la iniciación. Entonces, si la educación hablara, al alma; tanto como lo hace, a la mente; entonces, podríamos constituir la paternidad, mediante nuestro aprendizaje. - (Thomas Moore. 1779-1852.)

Así, la historia interna de la civilización, la historia de las manifestaciones culturales propiamente dicha: - Tomará el camino que ya ha tomado, la historia de las manifestaciones externas; al restablecer relaciones recíprocas íntimas entre lo político, lo social y lo económico; entonces, nos evitaríamos, esa especie de colección mineralógica, que es hoy la historia del pensamiento; el arte; la religión; la ciencia y la filosofía; con su brillante exposición, de pulidos ejemplares individuales; distribuidos, en vitrinas herméticamente cerradas y separadas entre sí. - Poner en comunicación, ejemplares y vitrinas; adentrarse en las conexiones íntimas, que en el fondo de cada alma, individual; o, colectiva; se llevan a cabo, entre las diversas facetas de su actividad; y que se expresan en un libro; en la ciencia; en la religión y en la música; para llegar a comprender, en su compleja estructura, el alma popular, de cada siglo; de cada sector; de cada zona. – Notar, en toda su trascendencia, las corrientes que han dado origen y poder; de este modo destacar con nitidez, la obra individual de cada personalidad; seguir el curso de la corriente; e intuir su acción, sobre las épocas siguientes, a las que habría de aplicarse el mismo método. - Cuando todo esto estuviera ya realizado: Volcar pues, todo, sobre aquellas otras manifestaciones de tipo más externo; cuya trabazón va siendo más establecida; para enlazar unas con otras y esculpir así, una imagen dinámica del proceso histórico total; una escultura en movimiento, cuyos miembros conservan su propia movilidad; pero que constituyen, todo un organismo de subordinación armónica; con relaciones genéticas, entre cada ademán y cada gesto; entre cada paso y cada mirada. (Apartes, tomados parafraseando, de “Después del Socialismo” por Pablo Casaseca Jambrina. Ed. Benzal. Pág. 167. 1968.)

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- Las interpretaciones vagas y fantásticas de las Sagradas Escrituras; así como muchas teorías contradictorias respecto a la Fe religiosa, que se advierte en el mundo cristiano; son obra de nuestro gran adversario, que trata así, de confundir las mentes; de suerte que no puedan descubrir la verdad. La discordia y división que existen entre las iglesias de la cristiandad, se debe, en gran parte, a la costumbre tan general, de torcer el sentido de las Sagradas Escrituras, con el fin de apoyar alguna doctrina favorita. En lugar, de estudiar con esmero, con Fe y humildad de corazón; la “Palabra de Dios”; con el objeto, de llegar al cognocimiento de su voluntad; muchos, procuran descubrir algo curioso y original. - (Tomado de “El conflicto de los siglos” de H de W. Ed. Seri.1981.)

Así, hoy nos hemos percatado de que la historia no está acabada, como piensa: Francis Fukuyama. (1952) - El acontecer, encierra infinitas posibilidades; toda configuración de la historia como un todo conocido, se derrumba, porque lo recordado, muestra, por virtud de nuevos datos; una verdad antes no percibida; lo que primero fue puesto de lado, como esencial; cobra después un carácter absolutamente esencial. Cerrar la historia, parece imposible, transcurre de lo infinito, a lo finito; y solo una catástrofe exterior, puede acabar absurdamente con todo. Pues, la historia, siempre nos dejará insatisfechos. – Quisiéramos pues, penetrar a través de la historia; hasta un punto situado antes, y sobre toda historia; hasta el fundamento del “Ser”; ante el cual, la historia entera; no es más que la mera apariencia, que nunca puede concordar consigo mismo; hasta ese punto, donde en una especie de con saber con la “Creación”; y, ya, entonces, no dependamos, de una manera radical de la historia. - Pero para nosotros, nunca puede haber el punto arquimédico conocido fuera de la historia. - Siempre estamos dentro de ella. Penetrando en el antes, el medio; o, en el después, de toda historia; en lo que envuelve todo, en el “Ser” mismo; buscamos en nuestra existencia y en la trascendencia; lo que sería este punto arquimédico, si pudiera tomar la forma de un saber objetivo. - (Tomado parafraseando, de “Origen y meta de la historia” por Karl Jaspers Ed. Altaya. 1992. Pág. 348.)

Nota del autor:

Finalmente. - Así, como los “caballeros” de la antigüedad, vestían en sus batallas, trajes con mallas y cremalleras de hierro; hoy, simbólicamente, un caballero cristiano, debe armarse con “La Biblia”; y forrarse con (las mallas de) la oración. Para ganar, por medio del “Espíritu Santo”; la gran guerra, de; o, contra Satanás. - Como humanistas de hoy, que deben buscar la trascendencia espiritual; con la verdad esotérica y profunda. Para que de pronto, no sea éste, un libro más; sino, que quizás, aporte y trascienda, algo; que nos ayude a cambiar; y sobre todo, a transformarnos. A salir de la intransigencia y volver a la transigencia; pero, con sabiduría; sin dejarnos llevar, por exageraciones incomprensibles y enredadoras: Como decir que evolucionamos del mico; para lo cual, se fundamentan, en la paleontología; que dá nuestras, de miles de animales, que fueron evolucionando; pero que, nunca se convirtieron en hombres; y dando a entender que nuestro origen, no viene de Dios; sino (para ellos) que se produjo por accidente, como la vida. Tenaz equivocación, esa que sobre todo niega nuestra alma y nuestro espíritu. Pues, en el fondo, de esto, es de lo que se trata. Nada mas, ni nada menos. Luego, tenemos que proceder con mucho cuidado; dando, a las palabras, toda la fuerza de su verdadero contenido; omitiendo, desde luego, traducciones falsas e inconclusas; que les dan fuerza inusitada e inacabada. Por ejemplo: Decir que “cronos”; no es el tiempo real, sino algo desconocido y aún apocalípticamente, metafórico; haciendo del hoy, una muestra tan inexacta, como el mismo ser, y/o, estar. O, poniendo a Dios, en un sitio, en el cual, se hace solitario e inalcanzable; profundamente ocupado y extraño. Cuando, por el contrario, para llegar a Él: ¡Solo basta, con amarlo! - A.G.

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