viernes, 4 de junio de 2010

Notas Varias...

“Cuando el yo… se volvió, el nosotros”
(Abril de 2010-04-14)

Tomado, en paráfrasis, de “El Último Verano” de Hermam Hesse. Ed. Oveja Negra 1984.

(A mi padre.)

- “Tomaremos todos los acontecimientos en un solo tiempo y lugar; y los personajes serán las mismas “Naciones”… del Planeta. Se actuará siempre en plural, yendo de un sitio a otro, primero con alma de niño; luego, de adulto y finalmente de viejo”. A.G. -

Alma de niño.
Desde los mismos principios de la humanidad, poco después de ser expulsados del “Paraíso”… nada nos resultó fácil, aunque todavía pensábamos, que sin embargo, nos sería diferente y hasta rumiamos que dependeríamos del destino. Así, nuestros actos; aunque no serían fáciles fueron olvidados con absoluta rapidez. «Los otros, de los que raramente hablamos, no los olvidamos nunca, nos pertenecen más, y su sombra cubre todos los días de nuestras vidas». … Nuestro “País” de origen, para nosotros luminoso… (hoy, con grandes puertos y/o, aeropuertos; estaciones de ferrocarril o, centrales de buses interestatales); algunos lóbregos, pero con sitios de oración, visitados por nosotros mil veces, donde volcábamos nuestra culpas y pedíamos perdón por ellas. «En semejantes días, parece que cada perturbación y trastorno de nuestra alma, se reflejaba en el mundo circundante y lo alteraba». Empezamos a conocer impotencia y desazón; lo que nos forzó, a entender el tiempo y nuestra propia infinitud.
Pero, empezamos a tratar (y a guerrear) con otros “Países” vecinos; unos malos y otros buenos; y hasta los admiramos y nos asociamos. Y también, llegamos a sentir envidia por sus adelantos y fortaleza; y muchas veces quisimos arrebatarle sus secretos. Al sentirnos inseguros, muchas veces desesperados; viendo que actuaban con (aparente) perfección, fueron como semidioses; y soportamos calladamente, todos los dolores y humillaciones. «Pero, siempre volvíamos a levantarnos, ardientes y devotos, para consagrarnos a Dios; y para ir por la senda ideal, limpia y noble, hacia la altura; para ejercer la virtud, para sufrir silenciosamente el mal y para ayudar a los demás».
Y siempre ocurría algo malo, triste y humillante; que nos permitía forjar promesas y altas determinaciones… de alejarnos del pecado y la infamia que conlleva; y que permite, que el triunfo de lo sórdido y vulgar, penetre nuestra alma. Por eso, hincados, oramos muchas veces. Pero (como humanos) volvimos con risas seductoras, a traicionar juramentos y promesas; preguntando, sin embargo, el porqué de nuestro comportamiento, débil y casi que perdido. Volcados en el pecado, nos volvimos altaneros y hasta desconocimos nuevamente a Dios.
Al pasar el tiempo, claramente volvemos a ver ante nosotros, la casa (toda ella… rincón por rincón) de nuestros padres. Recordamos, su ejemplo y nos turbamos ante visión tan tierna. Qué lejos están, entonces, aquellos instantes, en los cuales fuimos tan felices (quizás como nunca); «sentimientos que permanecían en nuestros corazones, que quedaron idénticos; dudando del propio valor; vacilación, entre la autovaloración y la cobardía; entre la idealización despreciativa del mundo y la vulgar sensualidad». Recordamos… tanta despreciable enfermedad que nos asfixia, creyendo, a veces, que Dios, permite tal iniquidad de carácter y neurosis, que a la vez arrastra a millares de almas. Procurándonos inseguridad, miedo y castigo; sentido a toda hora. «Miedo al castigo, miedoa la propia conciencia, miedo a los impulsos de nuestra alma; que ya se nos considera prohibidos y criminales». Pensamientos, que fueron cortados, al pasar por nuestra imaginación, el brutal impacto de su muerte… (la de nuestro padre) cuando nos dijo: ¡Dile a esos tres señores que pasen! Y exhaló… cerrándole sus grandes ojos, para que estos no se volviesen a abrir jamás; dejándonos en la más absoluta soledad.
Con nostalgia… percibimos sus regaños y hasta los extrañamos (instalado en su biblioteca); y lo llamamos en voz baja ¡Papá! Pero todo permanecía silencioso y hasta sus libros callaron… para siempre. Permanecimos impávidos, ante tal recuerdo; y sobretodo al pensar que seguiríamos infringiendo y pecando, dedicados a los placeres mundanos con nuestras almas adelgazadas y aterradoramente flácidas. Viendo que se dejaban, diabólicamente, arrastrar a la perdición eterna; atadas al Diablo. Hasta que conocimos el “Adventismo” y nos entregamos a ello; dejamos los vicios, y logramos experimentar otra vida; esa que hoy (en la senectud) llevamos, dedicados a la lectura. Sollozando… ya no queremos recordar (y soñar) más con esto, pues nos lastima y empequeñece; y con miedo, recordamos aquello: de que la historia se repite. Y así fue, como olvidamos tantas guerras e iniquidades, que quizá, ya nunca más se renueven. Ahora soñando con nostalgia… pero con esperanza… e idealizando… un mudo mejor. A.G.

FIN








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MUERTE DE SÓCRATES. (Quién, fue condenado a muerte, por pretender el gobierno de los sabios.)
Y le preguntaron a Sócrates:
¿Qué encargo, hace usted, a cerca de los hijos o, de cualquier otra cosa, cuyo cumplimiento podíamos agradecerle?
- Lo que siempre digo… nada nuevo. Que se cuiden de ustedes mismos, en cuanto hagan; en cuanto a mí; y a los míos; y a ustedes mismos. Pero si se olvidan de ustedes mismos; y no quieren vivir siguiendo las huellas, según lo dicho ahora o, en el pasado; por mucho que prometan en el presente; con todo encarecimiento, no se hará otra cosa que valga la pena. –
¿Bien, dada las circunstancias, díganos cómo quiere ser enterrado?
- Como quieran… si es que me cogen, y no me puedo escapar. Pero, nada… amigos. No logro persuadir… de que yo soy… ese Sócrates que ahora les está hablando y ordenando uno por uno sus razonamientos; sino, que se figuran que soy aquel a quien van a ver en seguida cadáver; y se empeñan en preguntar, cómo me van a enterrar. Y lo que otras veces he estado explicando, que bebiendo el veneno (cicuta, principalmente, por haber predicado que solo los sabios… deberían ir al poder); ya no estaré con ustedes; sino que partiré a la gloria de los bienaventurados, lo cual lo digo a propósito, para consolarlos… y de paso a mí también. Volviendo a mi entierro; lo dejo a su opinión, de cómo se deba hacer; pues lo contrario, hace daño al alma.
Diciendo esto, se levantó y se fue a bañar. Nosotros nos quedamos pensando y reflexionando en lo dicho… Y pronto, pasamos a comentar la desgracia que caería sobre nosotros; tan grande que sencillamente, nos pareció que viviríamos en el futuro como huérfanos.
Estaba cerca la puesta del Sol, y él había pasado un tiempo adentro de su casa. Vino… y sentó (ya bañado) y nos habló sobre muchas cosas. Estando en esto, vino un mensajero de los once y dijo:
- A ti. Sócrates… no tendré que reprocharte, como reprocho a otros. El que se irriten contra mí y me maldigan, cuando les comunico la orden (a Sócrates) de beber un brebaje forzándome a ello, los que mandan. En cambio, tú; como he visto mil veces, en todo tiempo, eres el hombre más noble, y más pacífico; en fin, el mejor de cuantos acá han entrado; y especialmente, en estos momentos, estoy seguro de que no te irritarás contra mí, pues sabes ahora ya lo que vengo a anunciarte; adiós, y procura sobrellevar lo mejor posible… esto que es inevitable. –
Y llorando… dio media vuelta y se fue. Sócrates, alzando los ojos hacia él… dijo:
- Adiós tú también… que cumpliré lo que me encargas. (Y dirigiéndose a nosotros exclamó) ¡Que hombre tan atento! Toda esta temporada venía a visitarme y conversábamos a ratos, se mostraba ser de lo mejor. Y ahora ¡cuán delicadamente llora por mí! Así, que ahora… traigan la droga… si es que ésta, ya está machacada. –
Platón, tomó la cicuta, muy serenamente, sin temblar ni inmutarse lo más mínimo; solo, elevó una oración por (según él) el feliz cambio de residencia de acá a allá; y pidió que con tal motivo sacrificaran un gallo; y con esto, se lo apuró con facilidad y suavidad; de un solo trago, y hasta el fondo; y fue muriendo poco a poco (enfriándose) hasta que se quedó como dormido; y le cerraron los ojos y la boca. Tal fue la fin de nuestro amigo; el hombre mejor, de los de su tiempo; y el más prudente y justo.



NACIMIENTO DEL ESTADO DE ISRAEL.
Por David Ben Gurión.
La creación de un estado judío, había sido una vieja aspiración sionista que empezó a activarse a comienzos del Siglo XX. Tras la declaración Balfour, por la que Gran Bretaña, auspiciaba la constitución de un estado israelí, en el antiguo territorio de los judíos, el movimiento sionista internacional, presionó con gran fuerza, hasta conseguir la proclamación del nuevo estado, una vez concluida la Segunda Guerra Mundial. Pese a la oposición de las naciones árabes, los aliados lograron de las Naciones Unidas, un mandato por el que se propiciaba la decisión del territorio de Palestina, en dos estados: uno árabe y otro judío.
El 14 de Mayo de 1948; cesó el mandato británico sobre Palestina y se proclamó el nuevo estado de Israel. Las hostilidades, entre judíos y palestinos, que ya se habían iniciado en 1947, se agudizaron con la intervención militar de tropas de los países árabes vecinos. Fue la primera guerra árabe-israelí.










ECONOMÍA JUSTA.
Por: J-E Meade. Ed. Ariel. 1982. Tomado en paráfrasis.
La distribución de la renta y de la riqueza, es el tema a examinar aquí en forma resumida.
- “No es posible que los ricos, decidan vivir en una sociedad no igualitaria (en la cual puedan seguir disfrutando de sus riquezas con tal desembarazo); y que, los pobres decidan vivir, en una sociedad igualitaria (en que parte de las riquezas de los ricos, se transfieran a los pobres, para su disfrute.) Todos los ciudadanos han de vivir en una sociedad igualitaria; o, no igualitaria. Pues, ha de existir alguna elección política pública; acerca del grado de progresividad de los tipos impositivos; sobre la renta, de los ricos y la graduación, de los subsidios, de un tipo u otro, a las rentas de los pobres”. –
“Bueno, después ver tantas… y tantas… fórmulas matemáticas de la economía, que prueban los casos particulares (que si las materias primas y los vestidos; que si las materias primas y los alimentos) y sus respectivos contrastes; propongo que nos apartemos de ellas y hagamos algunos apartes… debidamente numerados de la cuestión:
1) Puede resultar imposible dejar que la “planificación frente a un futuro incierto, dependa sólo del mecanismo competitivo, de los mercados de futuros. El coste de mantener en funcionamiento, el número astronómicamente amplio de mercados potenciales de futuros necesario, para cubrir todos los “bienes y servicios” de todos los tiempos futuros y para todos los futuros estados del medio ambiente, sería completamente prohibitivo. Pueden resultar deseables algunas medidas de “planificación centralizada”.
2) Puede resultar necesario, introducir controles sobre el sistema económico en conjunto, para estabilizarlo a un nivel que permita el pleno empleo de los recursos disponibles, sin tendencias inflacionistas explosivas.
3) Puede resultar deseable adoptar medidas que redistribuyan entre los ricos y pobres, de cada generación, la riqueza y renta real total, que el sistema competitivo produzca.
4) Puede resultar deseable tomar medidas que influyan en la distribución de la renta, entre las generaciones presentes y futuras, influyendo sobre la cuantía de recursos que ahorrará la generación presente, en beneficio de las generaciones futuras.
5) Puede resultar deseable, tomar medidas que influyan en el tamaño y composición de las generaciones futuras, influyendo, sobre los niveles de fecundidad de la generación actual.
6) Puede haber defectos importantes del mecanismo de precios competitivos que den lugar a economías y des-economías externas, en el sentido de que los costes y precios del mercado privado, no tomen en consideración algunos de los costes y beneficios sociales marginales provocados por dichas actitudes.
7) Debido a indivisibilidades y economías de escala, puede resultar imposible la competición completa, entre todo el abanico de todos los productos disponibles. Por este motivo, puede ser tema de preocupación social, como influir sobre la estructura de actividades económicas, es decir, influir sobre la elección de cuáles productos producir y cuáles no.
Entonces, por el momento; analicemos los problemas económicos, bajo el supuesto, de que todos los individuos, tienen las mismas funciones de utilidad; pero que para cada uno de ellos, disminuye la utilidad marginal del consumo, a medida que éste aumenta. En este caso, para maximizar, la suma de las utilidades individuales; se precisa, una distribución por igual, de la cuantía total dada, de consumo real. Por ejemplo: La transferencia, de consumo, por valor de una peseta; de un hombre rico (cuya utilidad, marginal del dinero, es baja); a un hombre pobre (cuya utilidad, marginal del dinero, es elevada); aumentará siempre la suma total, de utilidad. La igualdad, es un instrumento eficiente de elevación, de la utilidad total.
Igualmente, hagamos una consideración, acerca de la influencia de la competición sobre los diferentes objetivos políticos, y consideremos los siguientes objetivos alternativos posibles, de un política distributiva.
1) Igualdad de oportunidades.
2) Igualdad de la renta y la riqueza fácticas (reales.)
3) Maximización del nivel mínimo de consumo.
4) Igualdad de disfrute.
5) Maximización del disfrute total.
Podemos concluir entonces, que si la gente estuviera dotada por igual, de activos generadores de renta; tuvieran libertad para desplazarse ellos y su patrimonio; sin coste, de cualquier ocupación, poco retribuida a otra de retribución más elevada; y todo el mundo, tuviera los mismos gustos y necesidades; entonces, la competición libre, lograría de forma simultánea; la satisfacción, de los cinco objetivos distributivos, antes enumerados. Desgraciadamente, en el perverso mundo real, no se satisfacen, esas condiciones. De ahí, la necesidad de elección entre los diversos objetivos, quizá conflictivos, de las diversas políticas distributivas; y la necesidad, de equilibrar los efectos distributivos, y los efectos sobre la eficiencia, de cualquier conjunto de políticas.
Pero, el ciudadano de esta estilizada sociedad competitiva del “dejar hacer y del dejar pasar”; recibirá de sus padres algunas dotaciones que le ayudarán a determinar la cuantía de la renta que pueda ganar y de la propiedad que pueda acumular, a lo largo de su vida. Esto a su vez afectará a las dotaciones que pueda traspasar a si hijos. Las dotaciones iniciales de que vamos a ocuparnos, pueden enumerarse bajo cuatro encabezamientos:
1) Un ciudadano, se verá dotado de una cierta composición genética. Hay algo de componente genético en la inteligencia, que puede afectar a la capacidad ganancial. Pero, sería un error, olvidar otras características que probablemente tengan un componente genético en la inteligencia, que puede afectar a la capacidad ganancial. Pero sería un error olvidar otras características que probablemente, tengan un componente genético y que muy bien pueden ejercer una mayor influencia sobre esa capacidad ganancial.
Aparte de la fuerza directa del cuerpo y de la salud, puede haber otras diferencias físicas relevantes. Por ejemplo, puede haber influencias genéticas que afecte a las cuerdas vocales, que ayudan a explicar la capacidad para ganar renta. También puede haber componentes genéticos en la determinación de ciertas cualidades del carácter, que cuenten con un potencial de ganancia de renta, aunque de ahí no se siga, que todas esas cualidades sean deseables de por sí. Una cierta fuerza en la rudeza y la agresión, pueden ayudar a la acumulación de riqueza, sin que en ningún sentido básico ético o, estético, puedan considerarse cualidades buenas o, deseables de por sí.
2) El ciudadano, puede heredar de sus padres una cierta cuantía de propiedad productora de ingresos de un tipo u otro.
3) El ciudadano, habrá recibido, cuando chico, una cierta educación y formación. En una sociedad competitiva, de estricto “dejar pasar” ; “dejar hacer”, esa educación y adiestramiento le habrá sido proporcionada privadamente, financiándola sus padres, aunque, claro está éste es uno de los puntos en que resulta, especialmente, significativo, nuestro olvido actual de las intervenciones públicas.
4) Hay otras ventajas o desventajas, bastante menos tangibles que le llegan al ciudadano, a través de los contactos sociales que realiza con otras personas, viéndose afectados esos contactos sociales, sobre todo por el origen social en que se ha nacido.
Ahora, en cuanto a la fecundidad diferencial, cabe resumir, que esperar un descenso de la fecundidad de los menos afortunados contribuya:
1) En forma inmediata a elevar el nivel de vida medio y a reducir desigualdades de nivel e vida, por reducirse las tasas de dependencia, de los menos afortunados.
2) A aumentar el promedio de los patrimonios poseídos y a reducir las desigualdades entre estos patrimonios, por reducirse la fragmentación de pequeños patrimonios, en cada transmisión entre generaciones.
3) A elevar las dotaciones genéticas medias y a reducir el grado de desigualdad, en la distribución de dotaciones genéticas, por disminuir el número de los peor dotados.
4) Finalmente, a hacer aumentar la media, de las dotaciones sociales y a reducir el grado de desigualdad, en lo relativo a tales dotaciones, en parte por hacer disminuir el número de los peor dotados y en parte por hacer que se reduzca la fragmentación de las dotaciones menores en cada transmisión entre generaciones.
Para el caso, de las políticas redistributivas, consideremos, por ejemplo, los posibles efectos de una política de impuestos y subsidios ideada para transferir renta actual directamente de los ricos a los pobres. Los posibles efectos de esta política fiscal redistributiva, pueden enumerarse en los siguientes puntos:
1) Habrá los efectos directos proyectados de redistribución de renta, entre los ricos y pobres, de la generación actual.
2) La política fiscal redistributiva, puede afectar a la demanda total de bienes y servicios, cambiando por ejemplo. Los incentivos para ahorrar renta, en lugar de gastarla en forma de consumo, o modificando los incentivos para tomar fondos a préstamo, para gastar en inversión en nuevos equipos de capital. Si debe estabilizarse la demanda total, estos efectos en los gastos totales, habrán de ser compensados por el contrapeso de cambios inflacionarios o, deflacionarios, de las políticas monetaria o, presupuestaria generales, cuyos efectos deben tenerse en cuenta en la evaluación final.
3) Incluso en el caso de que la política fiscal redistributiva no tenga efecto neto, en la demanda total de “bienes y servicios”, puede afectar a la relación, entre consumo e, inversión; causando por ejemplo: que se gaste una mayor proporción de la renta nacional en consumo.; y se ahorre e invierta una menor proporción en equipo de capital, en detrimento de las futuras generaciones. De esta suerte, la política fiscal redistributiva, originariamente concebida, para transferir renta, entre ricos y pobres, de la generación actual, puede tener efectos en la distribución de la renta, entre las generaciones actual y futuras.
4) Esta política fiscal redistributiva, puede tener efectos en los incentivos para el trabajo.
5) Puede, entre otros, tener efectos en los incentivos para asumir riesgos.
6) Puede tener efectos, en la asignación de esfuerzos y de otros recursos, entre distintas ocupaciones, sectores de actividad económica y regiones.
7) Puede tener efectos, en la fecundidad o, mortalidad y, por tanto, en el tamaño y composición de la población futura.
8) Finalmente, la aplicación de la política en cuestión, conlleva costes administrativos, tanto para las autoridades fiscales, como para quienes está sujetos a la intervención fiscal.





























INICIOS DE LA UNIDAD ECONÓMICA EUROPEA.
Por Konrad Adenauer.
La devastación, causada por la “Segunda Guerra Mundial”; en los países, centro-europeos; obligó, a éstos, a desarrollar unos importantes planes de recuperación económica; para lo cual, contaron con el apoyo económico norteamericano:
El “Plan Marshall. Junto a esto, se fue patentizando, cada vez más la ineludible necesidad de iniciar un proceso de integración económica, al menos entre los países de Europa occidental. Así nació en 1948 y en 1950; la OECE. Organización Europea de Cooperación Económica y en 1950, la UAE. Unión Aduanera de Europa.
En 1950, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Robert Schumann, elaboró un plan de construcción de una Comunidad Europea del Carbón y del Acero, la CECA: fue el primer intento de envergadura para unificar la política económica de los países occidentales, en lo referente a tan importantes productos.
La CECA, constituida un año después; resultó un éxito total, que facilitó que unos pocos años después, las mismas potencias europeas, se propusieran avanzar, aún más, en el terreno de la unificación económica europea: en 1957; se constituyó en la Comunidad Económica Europea, el llamado “Mercado Común”.
A, primeros de abril de 1951; fue confeccionado el proyecto del “Tratado” para la creación de la “Comunidad Europea del Carbón y del Acero”; tras casi nueve meses de deliberaciones de los dirigentes de los seis Estados que querían formar el “pool”. La firma del “Tratado”, tuvo lugar en París, el 18 de Abril de 1951.

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“NOTAS AL MARGEN” I
Por: Alberto Galindo Jr.
Medellín, 22 de Abril de 2010.
- (Tomado en paráfrasis… de mis “notas al margen”; y/o, subrayados, hechos durante la lectura del el libro: “PASOS LEJANOS”. de: Richard Rudgley. Ed. Grijalbo. 2000;)
Dedicatoria:
- “Dedico este trabajo: a mi hijo Jhon Alexander, a su esposa Lady Yulima y a mi nieta Lisset Andrea; quienes fueron mis leales amigos, compañeros y verdaderos báculos en mi vejez; y finalmente, a la familia de: Don Jairo Arturo Atehortúa, por quienes no conocí la soledad. Gracias, y que Dios les pague por su paciencia para conmigo. A.G. -
Prefacio:
- “Nueva interpretación de la prehistoria. O sea, que tenemos algo positivo, que ellos no poseen: ciencia y tecnología; y ellos tienen algo negativo, que nosotros, ya no poseemos: magia y superstición”. -
Nota:
- “Las fechas, en esta materia, se atrasan cada vez más; pues, de los diez mil años (acostumbrados); para establecer la vida del hombre – homus erectus; como integrante de una sociedad avanzada - en el planeta. Según el - carbono 14 - , ya van en el doble, con miras a duplicarlas y hasta triplicarlas… Y no escasean, también, insinuaciones, de hasta millones de años. Aquí… veremos por qué. Igualmente, nuestra procedencia e idioma – único - (del África); y nuestra descendencia: de un primer hombre y una primera mujer. Así como la llamada “explosión” cerebral, que diera lugar: a los actuales, más de dos mil gramos, de masa encefálica humana” más 1.700 gramos de red nerviosa que lo conectan al resto del organismo. Y que diera lugar a especular, que ya vivían en complicadas y verdaderas – urbes - . Y que tenían una escritura compleja y sistemas contables”.
-
- “Ahora, el problema de una visión convencional de la - edad de piedra - , es que principalmente, no explica adecuadamente; cómo surgieron las civilizaciones históricas, a partir (al parecer) de una herencia prehistórica – tan primitiva - . Si la humanidad anterior a la época histórica… era tan arcaica; ¿cómo, pudieron surgir las civilizaciones, de unas raíces culturales tan pobres? - “En general, los historiadores, de las civilizaciones antiguas, han prestado poca atención, a los antecedentes prehistóricos de las culturas que estudian; y como consecuencia de ello, han surgido numerosas teorías descabelladas que merecen explicar los orígenes de la civilización. Se argumenta, además, que los conocimientos astronómicos y la avanzada tecnología del mundo antiguo, es evidente que no pudieron haberse heredado de las culturas de la - Edad de la Piedra - ; y en consecuencia, solo se pueden explicar, recurriendo a los atlantes; o, a los extraterrestres... como también, bíblicamente se establece. (Ver en el Génesis.) Estos puntos de vista, resultan extremadamente populares e influyentes, y ello se debe, en parte, a la insatisfacción de la gente, ante la visión académica corriente, que no explica los orígenes de la civilización, de un modo conveniente”. -

EDAD DE LA PIEDRA.
El estudio de la “muestra de restos esqueléticos” del sur de Asia, reveló que, con la adopción de la agricultura y la ganadería; se produjo una disminución en la estatura, el tamaño del cuerpo y la esperanza de vida. Un resultado bastante similar en términos generales, arrojó el análisis realizado con esqueletos de poblaciones prehistóricas en Georgia (E.U.); es decir, la salud de los cazadores resultaba ser considerablemente superior.
La “Edad de Piedra”, recibe este nombre, debido al hecho de que la piedra, fue el material básico, utilizado para fabricar herramientas, a lo largo de este extenso período de la prehistoria. Los arqueólogos, la dividen en tres períodos principales: el paleolítico (o, edad de la “piedra antigua”); y el neolítico (o, edad de la “piedra media”); y el neolítico es, con mucho, el más largo de los tres: se inicia con las herramientas de piedra más antiguas conocidas, en África, hace 2.4 millones de años, y termina hace unos diez mil años con la aparición de la “escritura”. Dado que se trata de un espacio de tiempo tan largo, los pre-historiadores, han considerado útil subdividirlo a su vez en tres períodos: el paleolítico inferior (que termina hace dos cientos mil años); el paleolítico medio (desde hace dos cientos mil años; hasta hace cuarenta mil años); y el paleolítico superior (desde hace cuarenta mil años; hasta hace diez mil años.) El paleolítico inferior fue la época en la que vivieron nuestros primeros ancestros (conocidos como homínidos.) Todos los homínidos, pertenecen a la familia “Hominidae” y se dividen entre los del género Australopithecus y los del género Homo. Los restos fósiles de Australopithecus, procedentes de África Oriental, datan como mínimo, de hace tres millones de años, aunque es posible que sean mucho más antiguos.
En este breve resumen, podemos hallar el origen del punto de vista convencional, sobre el progreso humano. Según esta visión corriente, los homínidos del paleolítico inferior y medio, exhibían una habilidad para fabricar herramientas, mucho más desarrollada, que las de otros “primates”, aunque su expresión quedaba casi completamente limitada a la esfera utilitaria; es decir, se les considera carentes de la capacidad de pensamiento simbólico, desprovistos de habilidades artísticas y faltos de sensibilidad religiosa. Solo con el “Big Bang Cultural”; de hace unos cuarenta mil años; surgieron los hombres conductualmente modernos, como seres plenamente humanos y con una conciencia artística y religiosa. El neolítico, constituye, la siguiente etapa de desarrollo significativa, en la que la producción de alimentos, la cerámica y otros avances tecnológicos, así como los asentamientos urbanos; se añadieron al repertorio humano. Pero aun a las comunidades neolíticas más desarrolladas se las considera carentes del ingrediente esencial de la civilización, es decir, de la escritura.
Aquí, demostraremos también, que los elementos culturales que constituyen la civilización, sí existían en la “Edad de Piedra”; y que las civilizaciones del antiguo Egipto, y otras sociedades igualmente antiguas, tenían sus precedentes prehistóricos. Igualmente, se darán las pruebas, de la existencia de civilizaciones organizadas en la “Edad de la Piedra”. Tomando como punto de partida… el origen de la civilización en el antiguo Egipto.
Nota:
- El uso del término “civilización”, requiere una explicación. Los arqueólogos y los historiadores, han supuesto que civilización implica una organización política y religiosa jerárquica, la guerra, la estratificación en clases, y una compleja división del trabajo. En realidad, este esquema, es típico de las sociedades androcráticas (dominadas por los machos) como la indoeuropea, pero no se aplica a las culturas ginocéntricas (centradas en la madre-mujer.) La civilización que floreció en la misma Europa: entre los años seis mil quinientos; y tres mil quinientos A.C., y en Creta, hasta el año 1450 A.C., disfrutó de un largo período de vida pacífica ininterrumpida, que produjo expresiones artísticas de elegante belleza y refinamiento; demostrando una calidad de vida superior a la de muchas sociedades androcráticas estratificadas. –
La desigualdad sexual, la violencia militar, el pensamiento dualista y una creencia fundamental, en la sucesión lineal (todos ellos, rasgos que forman parte integrante de nuestra propia civilización) se encuentra en la cultura de los Kurgán; así como entre los posteriores indoeuropeos. La filosofía de la antigua Europa de la “Edad de la Piedra”, con su énfasis en el tiempo cíclico y el pensamiento social y ecológico holístico; se vio desplazada en la misma medida, en que la nueva ideología se fue haciendo dominante. Las creencias de la antigua Europa, sobrevivieron como una corriente oculta, pero se habían empezado a sentar las bases de una nueva y salvaje civilización.
El yacimiento de Catal Hüyük, situado a unos cincuenta kilómetros de Komya, en la parte meridional, del centro de Anatolia (actual Turquía); constituye uno de los más espectaculares ejemplos de civilización neolítica, descubrieron hasta el presente. Con una superficie de más de veinte hectáreas; este gran asentamiento neolítico – algunos, incluyendo a James Mellaart, el arqueólogo responsable de su excavación, lo han calificado de auténtica ciudad; - se calcula que llegó a albergar a una población de siete mil personas. Fundada hace más de ocho mil años; Catal Hüyük, parece haber sido una comunidad floreciente durante mil años o más. Constituye el mayor asentamiento humano del neolítico descubierto hasta ahora. También, hay que descartar el hecho, de que la mayor aglomeración urbana de la “Edad de la Piedra” conocida, pertenezca a la primera parte del “neolítico”; y no a su etapa final, cuando, si se sigue un modelo de progreso simplista, parecería más lógico que hubiera surgido.
La llamativa naturaleza del yacimiento, llevó a Mellart a exclamar que «la civilización neolítica de Catal Húyúk, representa algo único en la larga historia de los esfuerzos humanos: un vínculo entre los remotos cazadores del paleolítico superior y el nuevo orden, entre los remotos cazadores del paleolítico superior; y el nuevo orden de la producción de alimentos que sentó las bases de nuestra civilización» ; y también: «la civilización neolítica, revelada en Catal Hüyük, brilla como una supernova en la galaxia, más bien borrosa, de las culturas campesinas contemporáneas». Bien puede ser que los descubrimientos futuros, revelen que antaño brillaron otras radiantes estrellas en el firmamento de la civilización neolítica, tanto en Anatolia como en otros lugares.
Finalmente, veremos cómo incluso algunas de las aparentes innovaciones de los humanos, conductualmente modernos, del “paleolítico superior”; en realidad se remontan a una época más lejana, a los “neandertales”, e incluso más atrás, a los orígenes primigenios de la cultura, en el “paleolítico inferior”. Antes de emprender esta investigación sobre la religión, el arte, la ciencia y la tecnología prehistórica, e incluso de los orígenes del bien más preciado de la civilización histórica – es decir, la escritura - , examinaremos alginas importantes líneas de investigación, llevadas a cabo por diversos lingüistas históricos, con el objeto de aproximarse a los lenguajes de la “Edad de la Piedra”.

LA LENGUA MADRE.
Nota:
- Se calcula que existen en el mundo: entre cinco y dies mil lenguas distintas. Pero, sin embargo, hubo alguna vez, un solo lenguaje, en nuestro pasado remoto, que precediera a la (bíblica) confusión de lenguas. –
En 1786, sir William Jones, anunció al mundo erudito, que el “sánscrito”, la antigua lengua de la India, estaba relacionado con el Latín y el Griego; así se identificó la familia lingüística indoeuropea, que se demostró que incluía un gran número de parientes de lugares tan alejados entre sí, como Irlanda y la India; el hindi, el eslavo, el celta, el germánico, el griego, el lituano y el albanés; constituyen diversas ramas de la familia o, grupo indoeuropeo. Partiendo de esta idea, los lingüistas históricos, han podido dividir las lenguas del mundo en toda una serie de familias o, grupos (relacionados entre sí.)
Quienes han tratado de situar la mayoría de las lenguas del mundo (o, algunos casos, incluso todas) dentro de macro-familias, no siempre están de acuerdo en el número de éstas. El influyente y controvertido lingüista norteamericano Joseph Greenberg; y algunos otros lingüistas; son de la opinión: “que se puede demostrar, que la mayoría de los miles de lenguajes humanos; pertenecen a sólo diecisiete grupos.
Pero, la clasificación de las lenguas “africanas” (supuesta, cuna de la humanidad); en sólo cuatro macro-familias: afroasiática, niger-kordofaniana, nilo-sahariana y khoisan); constituyó la principal innovación de Joseph Greenberg; hoy generalmente aceptada. Y su posterior estudio, sobre “lenguas comparadas” en Norteamérica y Suramérica; que concluye, que podría agruparse, en sólo tres macro-familias. Sustentado, además, por estudios dentales, al encontrar sólo tres formas de dientes; lo que señala, tres migraciones prehistóricas (hace 12.000-13.000 años) diferenciadas del Asia a las Américas. Este mismo autor, ha sugerido, que una macro-familia, denominada: euro-asiática; podría abarcar los grupos indo-europeo, urálico-yukaguir, altaico, chukchi-kamchatkino y esquimo-aleutiano; se debería considerar como el “ancestro común” a todas estas lenguas, que se difundieron; incluso en tiempos prehistóricos, a lugares tan alejados entre sí, como Irlanda, en un extremo, y las regiones árticas del Nuevo Mundo.
También, se tiene en cuenta, la dispersión geográfica de los miembros de la familia, para establecer su antigüedad. Por éste medio, no resulta posible obtener datos precisos, y aún en el caso de la – bien conocida – familia indo-europea; los expertos, no logran ponerse de acuerdo, más allá de afirmar que el origen del proto-indo-europeo, se debería situar en el neolítico; en una época comprendida, entre los años seis mil a cuatro mil años A.C., para los lingüistas, que postulan la existencia de una ancestral nostrática; el proto-indo-europeo, el proto-semítico, el proto-euralico y el proto-esquimo-aleutiano, son todos ellos, miembros de una familia nostrática; en consecuencia, resulta evidente, que el proto-nostrático, se debía de hablar en una época, aún más antigua, que la de las diversas lenguas nostráticas.
Por especulativa que sea la idea, de las grandes macro-familias de lenguas, como el amerindio, el dené-chino-caucásico y el euro-asiático; algunos lingüistas – especialmente Merritt Ruhlen – creen que pueden identificar correspondencias entre estos amplios grupos; y están tratando de reconstruir el ancestro primigenio de todas las lenguas del mundo. Una lengua denominada proto-global; o, proto-mundial. Ruhlen; y su colega John D. Bengtson, han propuesto unas 45 etimologías universales; que, según creen, indican la existencia de una conexión entre todas las familias de lenguas del mundo. Por ejemplo: para mostrar lo sorprendente que resultan las correspondencias que se han encontrado. Las siete etimologías universales, son las correspondientes a los términos (generales, básicos y equivalentes): hombre; mujer; niño; agujero; vulva; dedo; y agua. En investigaciones lingüísticas, se encontraron correspondencias, para estos términos, en cien o, más lenguas distintas; pertenecientes a muchas de las diecisiete familias de lenguas; anteriores descritas.
Resulta, un hecho absolutamente extraordinario, que tales correspondencias existan a través del tiempo y del espacio; y que unas lenguas que se hallan alejadas entre sí, como lo están los desiertos de África, la selva amazónica, el Ártico y las ciudades de Europa; sigan conservando vínculos de un pasado remoto, en el que todas ellas, se hallan estrechamente conectadas. Evidentemente, los significados y sonidos de estas palabras, no son ni mucho menos estrictamente idénticos en todo el globo; pero, ¿acaso, somos capaces de dar una explicación a estas sorprendentes correspondencias; a saber, que todas ellas derivan de una lengua madre común? Sólo, hay otras dos explicaciones posibles, de las semejanzas, entre estas palabras, pertenecientes a familias lingüísticas distintas. Por ejemplo: se podría decir que los términos, se prestaron de unas familias de lenguas, a otras. La otra posible explicación, es que estas correspondencias, son meramente accidentales; y que, si un determinado lingüista, se dedicara a rastrear los diccionarios, elaborando listas de palabras, de los miles de lenguas distintas que existen; es seguro, que encontraría algunas correspondencias, que parecerían razonables. Sin embargo, es demasiado improbable, que se encontrara con tales repetidas semejanzas; tanto en significado, como en sonido, a una escala mundial.
La explicación más probable de los datos lingüísticos (fuera de retrasar más y más en el tiempo, la concepción del hombre primitivo); sea, que tal diversidad lingüística, se deriva de la aparición de las personas conductualmente “modernas”; hace, cuarenta mil o, cincuenta mil años. Aunque es muy posible, que los humanos, anatómicamente modernos, aparecieran en África (como ya está establecido); hace más de cien mil años. Sin embargo, al sugerirse, que la “explosión del sapiens”; como también se le suele llamar; supuso, también, el pleno desarrollo del lenguaje humano “moderno”… y fuese transferida a una fecha más reciente… aunque, solo sea, de unos cuarenta mil años o, un poco menos.
Nota:
- Fecha, que además, corresponde, con los cálculos de un posible “diluvio”, en la zona; ocasionado por la “marejada” – súmanme - ; causada por la explosión del volcán Etna (3.295 m); al noroeste de Sicilia. –
LA NUEVA ROSETTA.
En general, se acepta, que la primera “escritura” conocida; proviene del antiguo “Oriente Próximo”; y data, del período comprendido, entre los años 3500 a 2800 A.C. Las opiniones de los expertos, tienden a situar la fecha del año 3100 A.C., como la época más probable, en la que tuvo lugar, este importante acontecimiento histórico. Esta gran innovación ocurrió, en la ciudad de Uruk (hoy sur de Irak); epicentro del mundo sumerio. Y a esta forma inicial de escritura, se la ha denominado. “proto-cuneiforme”; dado que precede a la escritura “cuneiforme”. Poco después, le siguió la escritura proto-elamita, en el suroeste de Irán, y algo más tarde, la escritura jeroglífica egipcia.
Igualmente, se cree que en Uruk, se dieron juntos, por primera vez, lo que se considera: los tres requisitos previos básicos, de cualquier “civilización”: La vida en ciudades; la formación de capital; y el uso de la escritura. Ahora, durante varias décadas de serias excavaciones en Uruk, realizadas por arqueólogos alemanes (guiados… por escritos bíblicos); se ha desenterrado, una rica variedad de fascinantes evidencias del surgimiento de la escritura, que socavan las teorías tradicionales, relativas a la aparición de los primeros textos escritos. Las “tablillas arcaicas” halladas en Uruk; no solo revelan la gran antigüedad de la escritura sumeria, sino que también contenían una serie de evidencias, que apuntarían, a desfechar, todo índice de la aparición de la escritura. Lo cual desvanecería la antigua teoría de la aparición de la escritura. O sea, que ésta surgió tan relativamente… de repente. Y por ende la “civilización” como tal. En otras palabras retrasó, las fechas acostumbradas, en la explicación de la aparición de la escritura.
Cuando los arqueólogos que habían encontrado la (caja hueca) tabilla, la abrieron, y descubrieron 49 piezas; exactamente, el número total de animales enumerados, en el exterior de la caja. Fue evidente que se trató de una especie de sistema para contar; que utilizaba piezas (o, fichas); Fue, entonces, como una “piedra de Rosetta”; y quedaba claro que aquel hallazgo arrojaba luz, sobre las fichas prehistóricas que tanto le preocupaban. El estudio, de las fichas prehistóricas (y su comparación con otras diez mil halladas posteriormente); demostraron que a comienzos del neolítico (8000 a.C.) existía ya en “Oriente Próximo”; un sistema de contar sumamente eficaz. Así mismo, la necesidad, de crear cada vez más tipos de fichas; para representar todo aquello, que se requería contar; a la larga, llevó al colapso del sistema; y hubo de desarrollar, un nuevo sistema, de manejar datos. En resumen, las fichas complejas (y la organización que esto conlleva); se convirtieron en un sistema complejo, y esto precipitó los últimos pasos, hacia el surgimiento de la escritura sumeria.
Entre las innovaciones adicionales, que facilitaron la preservación de estos métodos de contar, hubo dos nuevas maneras de guardar fichas. En el primer procedimiento, las fichas se perforaron y ataron juntas con una cuerda. El segundo procedimiento, desarrollado en torno a los años 3700 y 2500 a.C., implicaba el uso de envoltorios (huecos) de arcilla, para guardar las fichas. Y en el exterior de la caja, se escribieron marcas que reproducían las formas de las fichas guardadas… este procedimiento (precisamente) se cataloga como el paso inicial de la escritura sumeria.

Son éstos signos: ¿escritura o, pre-escritura?
Los arqueólogos teóricos – como V. Gordon Childe – consideraron que “Oriente Próximo”, constituyó la fuente de casi todos los avances culturales de importancia; y en consecuencia, la aparición de un grupo de signos tan desarrollados en las tablillas, se tenía que deber a la influencia directa o, indirecta de las “elevadas” culturas orientales; en resumen, de la civilización mesopotámica. Vlassa, también consideró que las arcaicas tablillas de Uruk; constituían las analogías más próximas a los signos que aparecían en las tablillas de Transilvania.
Siguiendo esta línea, de razonamiento: que en aquella época, parecía perfectamente razonable; surgió que, dado que las tablillas de arcilla de Uruk, databan del período comprendido entre los años 3500 y 3200 a.C., parecía que las de Tartaria, habían de situarse en algún momento comprendido entre 2900 y 2600 a. c., una diferencia de tiempo suficiente para que la innovación mesopotámica, hubiera llegado hasta Transilvania. Esta datación encajaba de manera bastante nítida, con la de los acontecimientos prehistóricos de la Europa suroriental, realizada sin la ayuda del radiocarbono. Vlassa, adoptó una actitud abierta, consciente de que, si las fechas que daba el radiocarbono, para aquella región, se demostraban correctas, entonces las tablillas de Tartaria, resultarían mucho más antiguas, que sus equivalentes de Mesopotamia y se remontarían al año 4000 a.C., es decir, casi un milenio antes de la invención de la escritura en Mesopotamia.
Nota:
- Otra idea, suscitada a raíz de tales acontecimientos, fue la de los “sacerdotes bárbaros” en Europa (aludiendo de plano, una organización superior); que trataron, además, de imitar sus superiores culturales del este, aprovechando supersticiones emanadas de su escritura, con fines mágicos; resulta demasiado valiosa, a la hora de desmarañar esta compleja situación. Que además complementa, el hecho de retrasar las fechas, del principio del desarrollo humano; y de su equipamiento urbano. –
Las antiguas civilizaciones, tanto en Mesopotamia, como en Egipto, estaban saturadas (como siempre) del pensamiento mágico, como muestran claramente, sus respectivas tradiciones escritas. Así, una civilización dotada de escritura y una creencia en la magia, no resultaban en absoluto incompatibles. De ello, se deduce, que las fechas del radiocarbono, que sitúan los yacimientos como el de Tartaria, en períodos prehistóricos muy anteriores al surgimiento de la civilización de Oriente Próximo, resultan erróneas; esta línea de razonamiento se fue haciendo cada vez más insostenible a medida que resultaba evidente que, en general, la fechas del radio carbono eran correctas; agarrándose al pensamiento de la duda. Pero, las tablillas de Tartaria, no constituyeron, en absoluto, los únicos objetos de su tipo; que se han encontrado en el sureste de Europa. Se ha desenterrado, además, toda una serie de objetos de la antigüedad, comparable; y que exhiben una utilización de los signos igualmente compleja. Por ejemplo: La placa (o, vasija con gravados y signos) de Gradesnica (descubierta al oeste de Bulgaria); atribuida a un período: entre 6.000 y 7.000 años de antigüedad.
Nota:
- Comparable (en signos, patrones sistemáticos) a otras… de Bulgaria central, que tienen un mínimo de 5.000 años. Que entretanto, haya más descubrimientos; ya, se puede establecer como “pre-escritura”. Para, no ahondar, en otros hallazgos que dejan perplejos a los arqueólogos… como la calavera de cristal, hallada en México; y el giróscopo (moderno; pero, con miles de años de fabricado) hallado en el mar; igualmente, elementos de metal, fundidos en épocas posteriores; con la necesaria utilización de la electricidad. Lo que nos hace pensar, que se encontraron, en una total perdida, en el “espacio-tiempo”. Y también nos hace pensar en la fecha, de la “explosión cerebral” (Génesis 1:7); y en la “clonación” de Eva (Génesis 2:21-24); o sea, con la misma estructura genética de Adán, pero con predominio del gameto femenino; y además, siendo el famoso “muñeco de barro” (Génesis 2:7); un homínido, del cual, sin duda, salió toda la raza humana. -
Los signos Vinca, constituyen pues, un sofisticado sistema de comunicación que, sin duda, tuvo una gran importancia cultural para sus usuarios. Sin embargo, para Winn, podría resultar engañoso, definirlo, como escritura; puesto, que ni siquiera, las series de signos más complejos, forman “textos”: sencillamente, son demasiado cortas; y las representaciones de signos, son demasiado escasas; para que se les pueda considerar, una escritura comparable; por ejemplo: a la de los sumerios. Sin embargo, el uso es claro, e inequívoco de diferentes signos Vinca; como un sistema de “pre-escritura”. Comparando los signos que únicamente adquieren importancia, aislados con los que frecuentemente, aparecen en grupos, se pone de manifiesto, un importante contraste. Los signos que aparecen en grupo, son los que tienen la forma más sencilla; y muchos de ellos – a diferencia de los signos Vinca; que normalmente se han encontrado representados de manera aislada – recuerdan a los signos que se han hallado en textos escritos en otros lugares.
El distinguido egiptólogo, Sir Flinders Petrie (1853-1942); realizó un amplio estudio de la frecuencia de dichos signos en Egipto, tanto en la época “predinástica”, como más tarde, y, dejó bastante claro que, lejos de que estas antiguas marcas, fueran el origen de la escritura egipcia, constituían en realidad un sistema distinto, que existió antes – e incluso al mismo tiempo – que los jeroglíficos. Petrie, era también consciente de las semejanzas entre los signos egipcios y los hallados, en otros lugares de la región del Mediterráneo; y sugirió que es posible que hubieran constituido algún tiempo de “lingua franca” internacional. Asimismo, manifestó la creencia de que, debido a su semejanza de forma con los signos que más tarde se utilizaron en las escrituras alfabéticas, bien pudiera ser estos antiguos signos, tuvieran algo que ver con el origen del alfabeto. Otros, investigadores expresaron también la opinión de que diversos grupos de signos de las culturas del Egeo y del Mediterráneo, podrían representar una antigua – incluso prehistórica – precursora de la escritura.
Haarmann, señala que existe, una serie de llamativos paralelismos, entre las diversas hebras del tejido cultural “preindoeuropeo”, especialmente, en lo relativo al simbolismo religioso y a la mitología. Entre estos rasgos comunes, se halla el uso del “toro”; y la “serpiente”; ésta, constituye, una forma de la diosa, íntimamente relacionada, con el motivo de la diosa “pájaro”; que aparece tanto, en la iconografía de la antigua Europa, como en la posterior de Creta. También la “abeja” y la “mariposa, constituyen, atributos divinos recurrentes; y la “mariposa”, se representa por el característico motivo del “hacha” de doble filo. Haarmann, considera que la mitología de la diosa de la antigua Europa; se reflejaba en estos motivos, que también ocupaban un papel destacado en la antigua civilización de Creta. Luego, se describe los vínculos entre la escritura de la antigua Europa – tal como se encontró en la cultura Vinca – y otros sistemas de escritura, posteriores, como los de Creta. Una vez más podemos recordar el contraste entre el surgimiento de la escritura en Mesopotamia y en Europa.
El problema central para comprender con cierto detalle, el papel cultural de las escrituras no indoeuropeas; es simplemente, que nadie, al menos, hasta la fecha; ha podido descifrarlas. Ni siquiera los textos cretenses en línea (A); y los escritos jeroglíficos, comparativamente tardíos; nos han revelado su secreto. Mientras, no se encuentre otra “Piedra de Rosetta”, con un texto bilingüe, que contenga una traducción a la lengua indoeuropea; la posibilidad de descifrar estos textos; sigue siendo, un sueño. La escritura europea antigua, enormemente anterior; presenta unas dificultades mucho mayores; aunque se lograra descifrar una o más de las posteriores escrituras; no indoeuropeas, el problema seguiría sin resolverse. Si la escritura europea antigua, constituye una forma de escritura muy desarrollada – y tato Gimbutas, como Haarmann; han presentado argumentos convincentes, que avalan esta posibilidad – su misma antigüedad, la convierte en un libro, que parece estar destinado a permanecer firmemente cerrado.
La noción de una escritura de la antigua Europa, se opone a muchas de las posturas más arraigadas de la arqueología; y a la visión tradicional del desarrollo de la civilización. Las consecuencias de ello, son inmensas. Su aceptación general, como su forma de escritura, llevaría a cuestionar toda una serie de presupuestos básicos. Supondría considerar que las civilizaciones “elevadas” (utilizando el término en su sentido más tradicional y “aceptable” de Oriente Próximo); no inventaron la escritura hace unos cinco mil años; sino que, en lugar de ello, se adelantaron en dicho avance, los europeos de la “Edad de la Piedra”; mucho más antiguos y, lo que es peor, más “bárbaros”. Y algo, aún fundamental: el comienzo de la historia (anunciado por el uso de una escritura; y, por tanto, de la producción de textos escritos); tendría que situarse más atrás, en la “primitiva” oscuridad de la “Edad de la Piedra”. El “muro”, construido, para separar la prehistoria de la historia; a los primitivos, de los civilizados, y la escritura de la pre-escritura; se vendía abajo, de la noche a la mañana, si la escritura de la antigua Europa, se demostrara de manera indiscutible. Sería el anuncio nada menos, que del colapso de la noción actual de la civilización. Pero, la búsqueda de las raíces de la escritura en Oriente Próximo, como en Europa, nos lleva aún más atrás en el tiempo; a épocas de la prehistoria, aún más remotas.
ORÍGENES PALEOLÍTICOS DE LA ESCRITURA.
Las primeras ideas, relativas a la posibilidad de que el hombre del paleolítico, pudiera haber inventado la escritura, no llegaron a convertirse en estudios sistemáticos y en consecuencia, se quedaron en simples sugerencias. La tormenta de intereses en esta posibilidad, se desvaneció cuando, a raíz del descubrimiento de espectaculares pinturas rupestres en la región, la mayoría de los pre-historiadores, desviaron su atención hacia otros temas más tangibles. La idea, de una génesis de la escritura, en el paleolítico, nunca se extinguió del todo, y ha sido abordada de manera transitoria, por eminentes arqueólogos, en una serie de ocasiones. El abate Henri Breuil (1877-1961); uno de los más destacados pre-historiadores de su generación, especuló con la posibilidad de que las marcas abstractas que se encuentran en el techo de la cueva de Altamira, fueran signos alfabéticos. Sin embargo, después de realizar un estudio detallado de la cueva, descartó tal posibilidad. El gran novelista y crítico Georges Bataille, fue también de la opinión, de que algunos de los signos hallados en cuevas, constituían ejemplos de un modo de escritura primitivo.
En esta interpretación de los signos, con su división, entre lo masculino y lo femenino, podemos ver ciertas semejanzas con el “alfabeto de lo metafísico”, de Marija Gimbutas; y, de hecho, Leroi-Gourhan, incluso, describía los signos como un “sistema metafísico”. Pero, las semejanzas son superficiales, ya que, mientras que la interpretación de Gimbutas de los símbolos del neolítico y sus precursores del paleolítico; presenta un alfabeto esencialmente femenino, con vivo telón de fondo emocional y espiritual; el planteamiento intelectual de Leroi-Gourhan, presenta un sistema frío y altamente estructurado; en el que los sexos se equilibran en una armonía más matemática que musical; más cerebral que espiritual. Pero, existen indicios de que al final de su vida empezó a convencerse de que los símbolos del paleolítico superior, eran más avanzados de lo que anteriormente había imaginado.
Ahora, solo se seleccionó un pequeño número de complejos sistemas de signos, que se han conservado desde la época prehistórica. El hecho de habernos centrado en “Oriente Próximo”; y especialmente en Europa, no debería llevarnos a pensar que tales sistemas no existieron en otros lugares del mundo prehistórico. Nada más lejos de la realidad: se están ejecutando investigaciones de numerosas colecciones de signos, en lugares tan alejados entre sí, como la península Arábiga, China; y Australiana. Se han registrado ya millones de signos prehistóricos de todos los continentes, y constantemente se están descubriendo, cada vez más. La mayoría de los investigadores, estarían de acuerdo en que estos incontables signos, en general; no son meramente los garabatos absurdos del hombre prehistórico; pero, el problema de interpretarlos, sigue resultando una empresa esquiva y frustrante. Ya no parece suficiente, retener una secuencia evolutiva simplista, que lleve al gran avance sumerio de hace unos cinco mil años.
Y, se han hecho toda una serie de afirmaciones bastante sospechosas. Por ejemplo: se afirmó que la “cultura”, apenas existe en aquellas sociedades – sean prehistóricas o históricas – que no posean escritura. Ningún antropólogo, aceptaría este punto de vista, y es un hecho universalmente aceptado que todas las comunidades humanas; por muy supuestamente “primitivas” que sean, poseen una herencia cultural reconocible. Además, la idea de que los humanos carecen de intelecto consistente, a menos que posean un sistema de escritura, resulta totalmente absurda y falaz.
Finalmente (según Diringer); es necesario trazar una línea, para poder abordar el tema de manera viable, también resulta discutible. El hecho de que esta tarea – describir el desarrollo de la escritura – resulta más fácil, si se descartan los sistemas de signos del paleolítico superior, junto con muchos otros, calificándolos de “embrio-escrituras”, es innegable. Pero, lo realmente importante, es preguntarse, si esta división tiene un valor por sí misma; aparte, de hacer la vida más fácil. Esto no significa que las opiniones del autor, respecto a la definición de escritura, no sean válidas, ya que éste aborda un punto importante, cuando señala que no hay que echar en el saco de la escritura, todas las formas de expresión gráfica.

PALEOCIENCIA.
Nota:
- “Ya se ha visto, que la escritura y otros sistemas de memoria artificial, han demostrado tener raíces en el paleolítico; ahora centramos nuestra atención, en el origen primordial de las matemáticas y en las raíces de la ciencia. La historia de la ciencia, se anuncia por fuerza, en los avances de la “Edad de Piedra”, y por tanto, es necesario ocuparse de la prehistoria, para poder evaluar lo que ocurrió en este área del esfuerzo humano, antes del advenimiento de lo que comúnmente se entiende por civilización. Dado, que la escritura ya ha demostrado ser el resultado de una larga tradición de notación y de sistemas de signos simbólicos, sería una necedad pensar que el conocimiento científico, apareció de la noche a la mañana”. -
Por tanto, a la historia de la ciencia hay que añadirle otro área de investigación a la que se podría denominar “prehistoria de la ciencia”. Pese a la evidente necesidad de explicar el desarrollo del pensamiento y la práctica científicos; generalmente se supone que poco o nada ocurrió, en los períodos arcaicos, y muchos historiadores de la ciencia, parecen tener la impresión de que, como en el caso de la propia civilización, todo empezó hace cinco mil años; y que antes de eso, sólo tuvieron lugar actividades rudimentarias e insignificantes.
Ahora, no cabe duda de que en el neolítico, se realizaban observaciones astronómicas, pero parece improbable, que se las pueda calificar de ciencia, tal como hoy la entendemos. Esto no supone, de ningún modo, desacreditar el esfuerzo de las poblaciones de la “Edad de la Piedra”, por observar con toda precisión de la que eran capaces, el movimiento del Sol, y el de la Luna. No se puede comparar directamente su manera de estudiar el firmamento, con la de los modernos astrónomos; puesto que estas observaciones del neolítico, se hallaban íntimamente ligadas a actividades rituales y formaban; pues, parte integrante de su vida cultural de manera que al científico profano, le pueden parecer misteriosas.
Nota:
- Frolov, ha señalado un curioso paralelismo existente en diversas partes del mundo, relativo a las “Pleyades”; Se sabe que este cúmulo de estrellas, se conoce con el nombre de: “Las siete hermanas”; entre los nativos de Norteamérica, Siberia y Austria. (Y según la mitología griega: Nombre, que reciben las “siete hijas” de Pleyone y de Atlas. Fueron metamorfoseadas en estrellas, tras darse muerte desesperadas.) Cuestión que se considera imposible que se deba a una simple coincidencia; en otra circunstancia, que apunta a una herencia común. Luego, obedece a una fecha de por lo menos 12.000 a 40.000 años. Entonces sólo queda la alternativa descrita por Frolov: a saber, una tradición de conocimientos comunicables, sobre el firmamento; que existe desde más de cuarenta mil años; en una época que coincide aproximadamente, con el comienzo del paleolítico superior. Durante una serie de observaciones y conocimientos “avanzados” y emanados, tanto de organizadas observaciones del Sol; como de la Luna. Igualmente pasa, con los satélites (ya conocidos) de los planetas de nuestro “Sistema Solar”; o, sea el R-A., de los Egipcios. –
-
- Entonces, al buscar, a través de los registros históricos, los orígenes de las “civilizaciones evolucionadas”; me sentí molesto, por toda una serie de: “circunstancias casuales”: o sea, que la ciencia oficial, se había iniciado “de repente”; tanto, entre los griegos; los mesopotámicos; los egipcios; los antiguos chinos; y más tarde en las Américas… habían aparecido “de repente”… fragmentos de “cuasi-ciencias matemáticas; astronómicas”; y, finalmente la propia “civilización”… apareció “de repente”; - como obedeciendo, a una memoria - genética - común. -
-
- Luego, es lógico pensar que igualmente aparecieron de repente: la escritura, con el sistema cuneiforme de Mesopotamia y los jeroglíficos de Egipto; la agricultura. La base económica de todas las civilizaciones desarrolladas, parecía haber surgido … de repente… hace unos diez mil años; tras un período relativamente corto de iniciación, o cuasi-agricultura, que había desembocado en aquélla; el calendario se había iniciado “de repente”, con la agricultura; el arte y la decoración habían aparecido “de repente”, hace unos 30.000 o, 40.000 años; durante la era glacial, aparentemente, cuando el “homo sapiens” moderno, penetró en Europa y desplazó al hombre de Neandertal. Y sin duda, se puede decir lo mismo, de las sociedades del paleolítico superior. En esta sociedades, de pequeña escala, el cuerpo de conocimientos que integra la cultura, no se había desmembrado, para formar el mundo del arte, de los negocios, académico, etc… sino, que era un cuerpo intacto e integral: arte, ciencia, religión e intereses económicos, se hallan íntimamente vinculados.
La idea, de que los monumentos megalíticos de la Europa noroccidental del neolítico y de comienzos de la “Edad de Bronce”, se inspiraba, de manera directa o indirecta, en otras civilizaciones más “evolucionadas”; recibió un duro golpe cuando el desarrollo de la datación, mediante el radiocarbono, mostró que numerosos megalíticos, resultaban ser, de hecho, mucho más antiguos, de lo que anteriormente, se había creído. Antaño, se creía que los alineamientos astronómicos más famosos, situados en las islas Británicas, como Stonehenge y Newgrange (en Irlanda); se debían a influencias de otras culturas más “civilizadas”; procedentes de Oriente, y la idea de que los bárbaros del norte de Europa, pudieran haber creado dichos monumentos, por propia iniciativa, resultaba para algunos impensables. Dado, que se sabe que estos dos yacimientos, datan de hace unos cinco mil años; hoy está claro que las culturas megalíticas de la Europa noroccidental, se basaron más de sus propios conocimientos autónomos, que en unas ideas “civilizadas” importadas.



“NOTAS AL MARGEN” II

Por: Alberto Galindo Jr.

Medellín, 22 de Abril de 2010.
- (Tomado en paráfrasis… de mis “notas al margen”; y/o, subrayados, hechos durante la lectura del libro: “PASOS LEJANOS”. de: Richard Rudgley. Ed. Grijalbo. 2000;) -

Dedicatoria:

- “Dedico, la terminación este trabajo: a mi hija Sandra Mireya; a su esposo Lloid Powel; y a mis nietecitos Josep y Javier Powel; y a mi hijo Jhon Alexander Galindo; lo mismo que a su esposa Lady Yulima; y muy especialmente, a mi nieta: Lisset Andrea Galindo Atehortua. Quienes fueron mis leales amigos, compañeros y verdaderos báculos en mi vejez; y finalmente, a la familia de Don Jairo Arturo Atehortua Grajales (mi consejero); por quienes no conocí la soledad. Gracias… y que Dios les pague, por su paciencia para conmigo”. - A.G.
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Prefacio:
- “Como C. Marx, lo profetizara; la secuencia, en el desarrollo de cualquier civilización resulta ser: 1. planteamiento; 2. desarrollo; y 3. síntesis. Y… ya estamos llegando, a la “síntesis”… (en todo); tanto… que por ejemplo; ahora… el presidente Obana, de los E.U., propuso al congreso norteamericano; la necesidad urgente… de “replantear, el proceso económico mundial”; con miras, a establecer, una verdadera “unión”: en lo político; en lo social; y en lo económico. (Ver… en mis otros “escritos-resumen”, publicados en la “Blogger”; sobre: “economía y política mundial”; y el “co-gobierno”… de los sabios; enseñado y profetizado, por los tres grandes filósofos griegos: Sófocles; Platón y Aristóteles. Que sin caer ahora, en la “época del pensamiento”; envueltos en una ola “Leninista-socialista-bolchevique”; materialista y militarista; que hoy está invadiendo a Sur-américa; nos guíe por el camino de la democracia igualitaria; y equilibrada; que tanto requiere nuestra actual civilización: al borde del colapso económico-social. Sacando de los errores, la debida reflexión, como grandes “empiristas” que hemos sido, somos y seremos.) - A.G.
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- “Dentro, de la segunda parte, del escrito, basado en el “libro” de Richard Regle; “Pasos Lejanos”; salgo a resumir el “epílogo” del texto; con el objeto, de avanzar, dentro del propósito del autor, de: retroceder aún más en el tiempo… la fecha asignada por la historia, para determinar, la aparición de la “actual civilización”. Agregando, el asombroso parecido; que nos produce los diversos “sistemas” de vida, utilizados por la humanidad; y que, además, nos comprueba, la gran influencia, que ha caracterizado, en el desarrollo humano: la “genética”. Que a través del mapamundi, surge… como una verdadera incógnita, dentro de todas las civilizaciones del orbe; tanto en el (mal) llamado antiguo continente; como el nuevo. Que al parecer, ha prevalecido a través del tiempo; y que, puede llegar a sumar… millones de años”.
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- “Es como si se tratara, de ir acomodando científicamente, al retraso observado en tal “apologética” transformación; hasta llegar a pensar, y a preguntarnos… ¿Qué sería primero? Cuestión, que nos confirma, la existencia de las (24) dimensiones, hasta ahora descubiertas; que indudablemente, vemos, cómo éstas… se están intercalando, en forma cíclica, dentro de la “historia”; en el nivel universal. Pues, asombra, como los “sistemas de vida”… son muy parecidos, en forma secuencial… en el espacio-tiempo”; acoplándolos a las circunstancias. Por ejemplo: las fielmente retratadas, en las “tiras cómicas” denominadas: “Pedro Pica-piedra”; y en otras, como: “Buk Roger en el Siglo XXV”; y tantas más; salidas de la imaginación del artista, quien las transporta sabiamente, en tiempo y lugar”. -

- “Por tanto, además, advertimos… científicamente, que en “tiempo geológico”, cada diez millones de años, ha ocurrido una “glaciación” (¿Cuántas civilizaciones… pues, han sucedido? ; si además, la geografía terrestre, en ese gigantesco “lapso”, habrá cambiado, por lo menos dos veces; debido a la abducción, de las capas continentales, del subsuelo terrestre.) Entonces, registramos, desprevenidamente, que la última, acaeció, solo hace un millón de años (de paso… el mismo tiempo - o, era - ; en el que, al parecer, surgió por primera vez, el “homo sapiens” sobre la Tierra; o, sea… la muy dudosa “evolución” - terrestre del simio al hombre - .) Lo cual, nos demuestra, además; que aún faltan nueve – eras – de millones de años, para que ocurra… la próxima glaciación; dando pié para imaginar, que la cuestión… en este caso; no es de tiempo… sino de lugar; o, sea, el tiempo: “apocalíptico”… que entonces ocurriría… en el Siglo XCMI; o, que coexista, dentro de la espectacular suma: de mil Siglos (o sea, cuatro “eras” de 250 Siglos c/u); contados – solo para la creación del hombre - los cien Siglos ya mencionados.

- Al igual, el “pronóstico” de la segunda venida de Jesucristo; y su co-gobierno correspondiente; (o, de su enviado); alrededor del año 2500; del Siglo XXI; más exactamente, en el año 2238; que curiosamente, pertenece, al célebre año hebreo, número seis mil; el de la primera venida del salvador (para ellos); pues, si un tiempo, son mil años, entonces: un tiempo, más un tiempo, más la mitad de un tiempo, es igual; a, alrededor del año 2.500 - ; Será pues, la venida del “Redentor” (la parusía); quien además, será capaz de realizar la verdadera “unión”; política económica y social; de todos los humanos; bajo su bandera: la del “amor”… ; y entonces… será el único vencedor, de las fuerza del bien; sobre las del mal.

- Además mostrando al mundo la bandera de Marx; que otros pueblos, como la China y la India, han aprovechado, al igual que los tigres asiáticos; africanos; y aún latinoamericanos; principalmente: México, Chile, Colombia y Brasil. Mediante una doctrina completa, centrista, y simétrica, que ofrezca por ende, un panorama equilibrado e, integral mundial. Por fuera, del militarismo y el materialismo absorbente; que raya en la dictadura; como piel de oveja; para luego de instalada, sumir a los pueblos, en una esclavitud; de la que sabe Dios cuando acaba. -
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- Veámoslo así: Si, la verdadera fecha del “Génesis” (en cuanto a la creación y expulsión del hombre se refiere); fue hace… más o, menos, diez mil años; ¿Cuándo ocurrieron, los demás acontecimientos, que a través “ínter-dimensional”; se advierte, que sucedieron?; y de los que, solo sus rastros… nos dejaron; pues, de los seis días bíblicos; a escala cósmica – Segunda de Pedro 3:8 - (multiplicados, en años terrestres, por mil millones c/u., vemos como… entonces… sí caza exactamente, la versión bíblica; con la versión científica); en consecuencia… para el día sexto; que fue el día de la creación del hombre… - habrán transcurrido cinco mil millones de años celestes; anotando, además, que aún faltan mil millones de años… celestes que serían; para la duración de los acontecimientos de la creación y desarrollo del hombre y su (clonada) compañera – mucho tiempo transcurrido verdad; del cual, solo sabemos, lo concerniente a su tentación y caída; con la correspondiente expulsión del “Paraíso Terrenal” (Pues, el “Ser de Luz” que era Adán: y que ya había salido del “Edén”, en las Pléyades de Orión. Para ser puesto, en el “Paraíso Terrenal”.) Luego, está claro que podemos estimar las fechas en forma elástica; no tan rígidas como explica “La Biblia” que sucedió; lo cual hace del relato, algo claro y conciso; fuera de todo razonamiento tendenciosamente cerrado y absurdamente fundamentalista. –
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- Además, recordemos que al parecer… sólo han transcurrido diez mil años terrestres; - aquí, no confundir años celestes, con años terrestres - ; luego, solo nos quedaría, como guía de cálculo; la edad de Adán al morir, que fue de cerca de mil años terrestres; entonces… nos da que, de los diez mil años terrenales transcurridos, solo quedan finalmente (para sus descendientes) nueve mil años terrestres. O sea, el tiempo que al parecer, tiene el hombre: del día sexto; no del día quinto (o sea, el ya evolucionado, como ser de carne y hueso; en otras palabras, de “Ser de Luz” inmortal, a ser mortal); sobre el planeta.
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- Finalmente: (Génesis 6:1-8) Sin embargo, como las fechas no son exactas y casi que simbólicas; démosle un margen, de un millón de años terrestres; para explicar, fielmente, desde el comienzo, el desarrollo de los acontecimientos, sobre el génesis, aquí expuestos; y ocurridos en el amanecer del mundo; o sea, en el despertar de la actual civilización. -
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- Ahora, si consideramos la “mitología”, como algo primordial, las fechas se abren a la realidad, como cristales diamantinos; por ejemplo: En cuanto a las fechas “apocalípticas”; vemos como, los Chinos, los Egipcios, y los Mayas, la vaticinan para el 31 de Diciembre del año 2026 del Siglo XXI - por un intenso desfogue solar que ocurre cada 26 mil años - ; Otras interpretaciones “mitológicas”; la ubican, a causa de la indeseada visita de un “asteroide”… que además nos hablan, del inframundo; del mundo del medio; y del mundo de arriba; y curiosamente, la pronostican para ya (o sea, para Dic.21 del 2012.)
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- Tal mitología ancestral, además, siempre nos la recuerdan”; tanto… que hoy J. R. Tolquin (evangélico); autor del “Señor de los Anillos”; nos la trae a la “pantalla”; en su novela (basada en datos antiguos); dentro de lo que se ha dado en llamar: “Mitología Moderna”; acaecida (según datos emanados de investigaciones recientes) en la llamada: “La Tierra Media” (esto, cuando, la astronomía, aún no estaba “desarrollada”; pero que curiosamente, ya se conocía detalladamente, todo el sistema solar; el – R-A – de los egipcios; y demás ejemplos, interpretados según la existencia de divinidades imperantes, por cada planeta “rocoso” denominados: La Tierra de Adentro; o sea, Venus; la Tierra del Medio; o sea, La Tierra - la nuestra - ; y la Tierra de Afuera; o sea, Marte. También, nos trae, notables conocimientos del universo; especialmente, muchos de ellos, apuntando a las “Pléyades”, de la “Constelación de Orión”; como el verdadero sitio, del origen de la “inteligencia”. Igualmente, la sorprendente existencia, de las innumerables “Galaxias” fuera de nuestra: “Vía Láctea”. Esto, sin siquiera, haber inventado el telescopio. Curioso verdad.) - A.G.
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Retrocediendo, en el “periplo humano”; desde la cúspide de la historia, hasta la inescrutable naturaleza, de los utensilios más antiguos conocidos; que, en última instancia, apenas, resulta distinguibles; de las obras de la naturaleza. Este viaje de regreso… a nuestros orígenes culturales, ha producido algunos resultados sorprendentes. En consecuencia… es, especialmente notable, el hecho de que se haya mostrado, cómo determinadas actividades culturales: la fabricación de alfombras orientales; el uso, de la temida, “fresa odontológica”; y la práctica de la “contabilidad”; que sorprendentemente, forman parte de la vida “neolítica”.
La temprana “datación” de dichas actividades, no constituye simplemente, un caso particular de precocidad; sino, que forma parte de todo un abanico de innovaciones; e, invenciones de la “Edad de la Piedra”. A la luz del amplio “corpus” de evidencias recopiladas y resumidas aquí… resulta obvio, llevar a cabo una nueva evaluación de la contribución de la prehistoria, a la civilización. Hemos mostrado, que cada uno, de los elementos, que constituyen dicha civilización, se había desarrollado sobremanera, mucho antes, del surgimiento del antiguo Egipto y de Mesopotamia. (Las supuestas, primeras civilizaciones.)
En el caso de la “escritura”… hemos visto que, lejos de ser una innovación única de la cultura sumeria; hace cinco mil años; constituye, un elemento de la cultura, que se desarrolló, a partir de sus raíces prehistóricas, en diversas partes del mundo. En el caso de Sumeria, y las zonas adyacentes de “Oriente Próximo”, se ha mostrado, cómo el sistema de “escritura cuneiforme”; que se basó en un sistema anterior de “fichas”; cuya antigüedad, se ha establecido, hasta el momento, en diez mil años. Hoy sabemos, que los jeroglíficos utilizados en los escritos del “Egipto” dinástico; se habían usado ya en la prehistoria, sobre cerámica y otros objetos; mil años antes del inicio de la historia. En la actualidad, algunos estudiosos, predicen, que es posible, que el origen de la “escritura” en Egipto; se deba situar más atrás en el tiempo; y eso, significa que también, se habría de modificar, la fecha en la que se inició la propia historia.
Así como, el estudio de los jeroglíficos prehistóricos; en Egipto, apunta hacia este cambio revolucionario, también el estudio de los signos de la cerámica china, de la “Edad de la Piedra”; puede mostrar que su sistema de escritura, es inmensamente más antiguo, de lo que hoy se cree. También hay rezones para creer en la existencia independiente, de un tipo de escritura, en la antigua Europa; acaso con una antigüedad de hasta ocho mil años.
La “escritura”… constituye el elemento más importante de la civilización, y su aparente ausencia en la “Edad de la Piedra”; se considera, el mejor argumento, para mantener el “statu quo”. Las evidencias de una existencia posiblemente mucho más antigua de la práctica de la “escritura”; en diversas partes del mudo, están empezando a ser demasiadas, como para dejarlas de lado; y la aparentemente firme división, entre la historia y la prehistoria, se están desvaneciendo con rapidez; ya que, lejos de haber terminado, el proceso de desciframiento de los signos antiguos, apenas acaba de empezar. Una situación similar, se da en la reconstrucción de las lenguas arcaicas. Antes de que Sir. William Jones, demostrara, hace doscientos años; que el “sánscrito”, estaba relacionado con las lenguas europeas; tal cosa se habría considerado ridícula. Hoy, diversos lingüistas históricos, están presentando evidencias que muestran que los vínculos entre las familias de lenguas, son mucho más profundos y antiguos, de lo que anteriormente, se habría creído. Esto indica que esta tarea de la lingüística, así como la del desciframiento, está muy lejos de haber terminado. Ni el neolítico, ni el paleolítico superior, presentan barreras insuperables para el descubrimiento de sistemas de signos o, de etimologías que prefiguran posteriormente avances históricos.
No se trata, sólo de que la “escritura”, considerada, todavía una innovación del período histórico; quizás se remonte al neolítico. Otros elementos culturales de lo que antaño se creyó, que tenían un origen neolítico; hoy se remontan al neolítico e, incluso, al paleolítico superior. La alfarería, clásicamente asociada a los agricultores y ganaderos del neolítico, existió miles de años antes, en la cultura “jomon”, en el Japón; y hace unos trece mil años en Siberia. Los descubrimientos realizados en el yacimiento de Dolni Vestonice, en “Europa Oriental”; han multiplicado por dos la antigüedad de la tecnología cerámica. Recientemente, se ha mostrado que la minería subterránea sistemática, que se consideraba que no se había iniciado hasta una época relativamente tardía en el neolítico, existió e Egipto hace, treinta y cinco mil años (casi a comienzos del paleolítico superior.) Del mismo modo, se creía que la última parte del paleolítico superior, mostraba claros signos de haber sido más avanzada que la primera; por ejemplo: en la producción de obras de arte.
Las ideas preconcebidas, han llevado repentinamente a rechazar aquellas evidencias que no encajan con los actuales dogmas arqueológicos. Esto, a su vez, ha llevado a aceptar de manera rutinaria, un hueso grabado del paleolítico superior, procedente de la “cueva” de Hayonim, en Israel; y a rechazar de manera igualmente rutinaria, un hueso grabado, del paleolítico medio, procedente del mismo yacimiento; a pesar de que el hueso del paleolítico medio presenta una marcas más extensas que su equivalente del paleolítico superior.
Parecidas circunstancias, se dan, en el caso de las tablillas de Tartaria, y otros objetos con ellas relacionados, de la antigua Europa. Mientras, se creía que éstos eran posteriores a la escritura sumeria, se consideró legítimo tratarlos como posibles sistemas de “escritura”; pero, cuando se supo que habían precedido a la civilización “sumeria”, se descartaron completamente, basándose sólo en esta circunstancia. El mismo tipo de prejuicio, se ha dado, en el caso de los yacimientos más antiguos de las Américas. El dogma generalmente aceptado de que, ni en Norteamérica ni en Suramérica, hubo humanos, hasta hace unos doce mil años; llevó a rechazar, de manera rutinaria, las afirmaciones sobre la antigüedad, de dichos yacimientos.
Pero también hubo una época, en la que la idea de que las pinturas rupestres de Lascaux; fueran prehistóricas, se consideraba ridícula. En 1980; la mayoría de los arqueólogos, no aceptaban que había evidencias de poblamiento humano, en las islas japonesas, hace más de treinta mil años. Sólo, una década después, se está aceptando, ya que el poblamiento inicial, de estas islas, tuvo lugar, hace nada menos, que seis cientos mil años.
Esto, no significa, que todas las afirmaciones relativas a la extrema antigüedad de determinados yacimientos y utensilios, se deban a aceptar automáticamente, sin someterlas a un examen crítico. Lo que se necesita, es un planteamiento imparcial, que no se vea obstaculizado por ideas preconcebidas respecto a lo que es, o no, posible para cualquier época dada, de la prehistoria. Si un hueso, muestra claros signos de haber sido grabado, su aceptación como auténtico utensilio, se debe producir, basándose en el propio objeto, y no simplemente, en su antigüedad. Existe, abrumadoras evidencias de que toda la cronología convencional, relativa a las diversas innovaciones culturales de la humanidad, es básicamente incorrecta. La secuencia básica, de las etapas de este marco cronológico (paleolítico inferior, paleolítico medio, paleolítico superior, mesolítico, civilización histórica); no resulta especialmente problemática. El auténtico problema, radica en qué, innovaciones culturales debemos colocar, en cada una de estas casillas. Ya hemos visto, que hay buenas razones para cuestionar la idea de que el origen de la escritura, se debe situar en la época histórica; el del arte, en el paleolítico superior, etc. Hay que desplazar firmemente, la balanza hacia atrás, ya que muchas de las innovaciones culturales fundamentales, tuvieron lugar realmente, en un momento de esta secuencia global, muy anterior a lo que generalmente se creía.
El proceso de corrección de esta cronología de acontecimientos culturales, nos lleva a la inevitable conclusión de que la actual división, entre historia y prehistoria, no es tan sólida, como puede parecer. Esta nueva visión de nuestro pasado prehistórico, se fortalece constantemente a medida que se llevan a cabo nuevos descubrimientos; así como nuevas investigaciones, realizadas en torno a objetos durante mucho tiempo olvidados. Al mismo tiempo, cada vez son más las evidencias que inclinan la balanza, aún más hacia atrás, mostrando que los logros culturales prehistóricos, resultan más profundos, complejos y variados, de lo que hasta ahora se había sospechado. Nunca conoceremos plenamente, todo el esplendor de las civilizaciones prehistóricas: hay demasiadas cosas, que se han perdido para siempre, debido a los estragos del tiempo, y a la negligencia y el vandalismo humanos. Sin embargo, no cabe duda, de que los futuros descubrimientos arqueológicos, abrirán nuevas puertas a través de las que podremos vislumbrar un pálido reflejo del esplendor de las civilizaciones perdidas… de la “Edad de la Piedra”.

DE LAS PISADAS… A LAS HUELLAS DACTILARES.
- Ginzgurg, señala que los paralelismo entre Morelli y Freud; fueron establecidos por el propio psicólogo, quien escribió: «me parece que su método de investigación (el de Morelli); se halla estrechamente relacionado, con la técnica del psicoanálisis. Así mismo, está acostumbrado a adivinar cosas secretas y ocultas, partiendo de detalles no considerados o, inadvertidos: por así decirlo, del montón de la basura de nuestras observaciones». –
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- El hombre fue cazador durante miles de años. En el transcurso de incontables cacerías, aprendió a reconstruir las formas y los movimientos de su invisible presa, a partir de huellas en el suelo, ramas rotas, excrementos, mechones de pelo, marañas de plumas y olores persistentes. Aprendió a husmear, registrar, interpretar y clasificar estos trazos infinitesimales, como si se tratara de un rastro de baba. Aprendió, cómo ejecutar complejas operaciones mentales, con la velocidad de la luz; en a profundidad de una selva o, en una pradera, llena de peligros ocultos. Tras este paradigma especulativo o, adivinatorio, percibimos el que podría ser el acto más antiguo en la historia intelectual de la raza humana: el cazador, agazapado en el suelo, estudiando el rastro de su presa. -
Ginzburg, no sigue la pista de la prehistoria, pero su descubrimiento de los rastros de ésta, en importantes aspectos del pensamiento moderno, resulta sumamente esclarecedor. El uso de técnicas de rastreo, es esencial para que las estrategias de caza, tengan éxito. Aunque algunos pre-historiadores, dirían que la caza, de manera sistemática; sólo se inició en la época de los humanos conductualmente modernos, hace unos cuarenta mil años; y que el hombre anterior, no era más que un humilde carroñero; hoy parece claro que existe importantes evidencias de caza con lanza, de hace cientos de miles de años, mucho antes, incluso, de los neandertales. Podemos decir que las actividades intelectuales implicadas en el rastreo, deben hallarse, de hecho, en los primeros usos de dichas facultades, y es posible, que como ha sugerido el antropólogo L. Liebenberg, constituyan el origen último del razonamiento científico.
De este modo, e rastreo, al igual que la psicología y la investigación histórica, trata con circunstancias individuales (únicas) que requieren conjeturas, para tener éxito, en la persecución de sus respectivas presas. Liebenberg, cree, también que es en el arte del rastreo, donde podemos encontrar las fuentes de la investigación científica. Considera que la evolución del arte del rastreo, ha pasado por tres etapas. La primera; a la que denomina “rastreo simple”, es el seguimiento de las pisadas de un animal, en condiciones ideales, en las que la pista, resulta fácil de discernir. La segunda; o, “rastreo sistemático”. Implica esencialmente, el mismo tipo de procesos del pensamiento; pero requiere de la recopilación de datos en condiciones más difíciles. Se trata, pues, de una versión más sofisticada, que el rastreo simple. La tercera; el “rastreo especulativo”, requiere que el cazador desarrolle una hipótesis de trabajo, utilizando diversos tipos de datos: conocimiento de los patrones de conducta del animal; del terreno; etc. A partir, de esta reconstrucción hipotética, de las actividades del animal; el cazador, teniendo todo esto en cuenta, busca el lugar donde existe una mayor probabilidad de encontrar pistas y otros signos.
A primera vista, podría parecer bastante improbable, que unos cazadores tradicionales, realmente, utilicen métodos científicos; o, cuasi-científicos, para perseguir a sus presas. Estamos acostumbrados a pensar que los métodos científicos y el análisis intelectual: pertenecen al laboratorio; el aula; y la biblioteca; y no, a las actividades auténticas de los cazadores. En general, la caza, se considera primordialmente, una actividad práctica, en la que las especulaciones intelectuales, no sólo estarían, fuera de lugar, sino que, de hecho, continuarían una auténtica desventaja. Sin embargo, los antropólogos, que han estudiado de cerca a los cazadores del Kalahari; y de otros lugares, han encontrado, que la caza, no constituye simplemente, una práctica instintiva; sino, que también implica un aprendizaje, y una percepción intelectual considerables; y, en ocasiones, especialmente grandes. No se puede ver a los llamados “primitivos” modernos – y, por extensión, a los “primitivos” prehistóricos – como unos “salvajes”, carentes de pensamiento.
Pero, es que no se trata de simples metáforas; sino, de procedimientos concretos, mediante los cuales, el detective puede realmente seguir la pista de su “presa humana”. Así, como el cazador asecha a su “presa animal”, en el abrevadero; del mismo modo, los detectives buscarán a los delincuentes, también, en sus “abrevaderos” (es decir, en los bares de mala muerte.) Así como el cazador, puede obtener información vital del canto de un pájaro, que acaso indica (o ayuda) la presencia de la presa, el mismo modo un confidente, puede proporcionar pistas al detective. Luego, el problema del historiador consiste, en escudriñar entre una inmensa cantidad de información textual; y avanzar, entre la densa maleza de archivos, para poder cazar y recopilar la información requerida. En cambio, el arqueólogo prehistórico, se encuentra con su base de datos, segada por los estragos del tiempo; y, de alguna manera, ha de “reconstruir” los acontecimientos del pasado remoto, utilizando los restos, a menudo infinitesimales, de culturas arcaicas.
El arqueólogo, realiza una tarea similar, pero en un sentido literal. Puede, que los montones de “basura” antigua y prehistórica, fueran simplemente “lugares”; donde los pueblos anteriores arrojaban todo lo que para ellos, era “desperdicio”; pero para el arqueólogo, la “basura”, puede ser tan importante, como lo es, para el detective; o, para el agente secreto. Esta “escoria cultural”, proporciona pistas, de todos los aspectos de la vida cultural: Del mismo modo, que el cazador puede detenerse a inspeccionar las heces de los animales, en su búsqueda de pistas; así también, el arqueólogo, puede “analizar” los “coprolitos” (es decir los excrementos fósiles); con el fin, de obtener datos de índole dietética. Si, en lugar de ello, utilizamos los tipos de métodos que encontramos en las obras de Morelli; de Conan Doyle; y de Freud; y observamos la “historia humana”, desde esta perspectiva, surge una visión distinta. Descubrimos, entonces, que las partes aparentemente insignificantes de la “historia humana” – es decir, la “época prehistórica” – constituye la clave de la realidad subyacente. En resumen: Descubrimos que las civilizaciones históricas, no representan un salto cuantitativo, respecto a las “sociedades salvajes”; confusas e “ignorantes” de la “Edad de la Piedra”; sino, más bien, una elaboración; una acumulación; y una ampliación de las ideas y creaciones de sus “ancestros históricos”.
Luego, es un error, equiparar la historia documentada, de los logros intelectuales, a una historia del intelecto. En un error, suponer que los cambios acontecidos en aproximadamente: siete mil años de la civilización urbana (actual); representan una etapa final, en un progreso, que se puede extrapolar hacia atrás, hasta nuestro pasado pre-urbano. Así, como ya no se puede calificar la vida primitiva de desagradable, brutal y corta; tampoco, se la puede definir como estúpida, ignorante; o, dominada por la superstición. (A cada cual, lo de cada cual; la gente se exterioriza como puede, como siente; y no como debe, según esquemas impuestos.)

Cirugía en la “Edad de Piedra”.
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- “Creo que debemos mucho, a los arriesgados pioneros que se esforzaron por superarse en cualquier campo de acción… por eso, en memoria de los valerosos “empiristas” que, en el amanecer de mundo, se atrevieron a “hacer”; y que fueron los primeros en establecer los fundamentos de la cirugía craneal… de nuestros días”. ¡Hurra por ellos! -
Resulta, que mientras se dirigía unos estudios “paleo-patológicos”; con esqueletos procedentes de diversos contextos prehistóricos, en etapas históricas tempranas; resultó ser una sorpresa, descubrir un “agujero” cónico, perfectamente redondo, en uno de los “molares superiores” que quedaban en la mandíbula de un “cráneo neolítico”; perteneciente al hombre hallado en 1960; en el enterramiento de la Galería de Hulbjerg; en Langeland (Dinamarca.) En este lugar, se encontraron los restos de más de 50 personas; y aunque este cráneo en particular, era el único que mostraba señales de una “operación dental”; también (asombrosamente) se encontró un caso de trepanación; demostrando, que en esta comunidad “neolítica”, ya se practicaban distintos tipos de operaciones. Igualmente, de vio que aquello fue practicado con un “taladro de arco”; por lo cual, se podría considerar, éste, como el prototipo “prehistórico”; de la moderna “fresa del dentista”. El caso, fue comprobado y demostrado fiel y experimentalmente; que fue practicado en vida del paciente.
Es más, parece ser que la “adormidera”, fuente, tanto de morfina como de heroína, era cultivada por agricultores de la antigua Europa, en el “Mediterráneo Oriental”, desde el año seis mil a.C., aproximadamente. Numerosos hallazgos de semillas en Suiza, Alemania y otros lugares, indican que el cultivo de la “adormidera”, se extendió hacia el oeste, durante el “neolítico”. En la Edad del Hierro”, también se hallaba presente en zonas mucho más septentrionales como las islas Británicas y Polonia. Es muy posible que en la época prehistórica, las semillas de “adormidera”, se utilizaran para cocer al horno; y que su aceite, se extrajera, para cocinar o, para alumbrar. Pero, estos son los usos menores de la planta; y el interés por ella, en la “Edad de la Piedra”; se debería, seguramente a sus propiedades psicoactivas y medicinales.
En muchas culturas, no occidentales, la magia y la medicina son, a menudo, dos caras de una misma moneda; y en la época prehistórica, el “opio”; el “cannabis”; el “betel”; la “coca” y hasta el “tabaco”; se usaba, probablemente, tanto para aliviar el dolor, como para entrar en estados de conciencia, alterados, para potenciar la percepción espiritual; desde ya hacía, por lo menos ocho mil años.
En fin, estaba generalizado en uso del fuego, con lámparas o, antorchas en la vivienda, en cuevas, altamente pulidas, bien adornadas con pinturas y frisos de alta calidad; muy confortables, con acondicionamientos para descansar, cocinar, dormir o, tener vida social; y trabajar (en los inviernos); gozando los “neandertales”, de hace más de ochenta mil años; además, de tuberías, de diversos materiales, para mantener con agua limpia tales lugares. Igualmente estaba altamente desarrollada la cerámica y la fundición de metales; y la alta preparación de alimentos, mediante a utilización de sofisticados utensilios en piedra, madera y obsidiana (molinos, lanzas, arcos y flechas) tanto para labores primarias, como para la caza y la pesca; curiosamente adornados simbólicamente mediante poses en el acto sexual. Lo mismo que instrumentos musicales.
Finalmente, hace tiempo que se ha reconocido la antigüedad del hombre primitivo (en China); y los arqueólogos consideran bien establecida la fecha de aproximadamente: un millón de años, para las herramientas halladas en la cueva de Nihewa, al oeste de Pekín. Pero, con estupor, aún se ha propuesto fechas más antiguas. Por ejemplo es posible que los objetos procedentes del yacimiento de Xihoudu, en Ruicheng (provincia de Shanxi); tengan 1.8 millones de años de antigüedad. A mediados de 1980; otros yacimientos situados en la llanura de Sendai (también en la prefectura de Miyagi); hicieron retroceder notablemente las fechas. Para los utensilios más antiguos procedentes del yacimiento de Babadam, se estimó una antigüedad de 200 mil años. A comienzos de la década de 1990; los objetos hallados en los yacimientos cercanos, continuaron esta tendencia; se descubrió que los yacimientos cercanos de Takamori y Kami-Takamori; podrían tener una antigüedad de incluso hasta 600 mil años.
El moderno análisis del micro desgaste, llevado acabo con algunos de estos antiguos objetos, demostró claramente, que eran obra del hombre “primitivo”. Se cree que, en aquel remoto período de la prehistoria, Japón se hallaba unido al continente asiático, y, por lo tanto, estas herramientas, no se pueden utilizar, como prueba de algún viaje realizado por mar. Vemos así, cómo en el lapso de poco más de una década, las fechas aceptables para el poblamiento humano del Japón (mediante el uso de instrumentos de última generación); han retrocedido; ya, más de medo millón de años.
No solamente en el Japón; sino, al este de China y Siberia, se hace cada vez más evidente la antigüedad del hombre “primitivo”. Ya que difícilmente, con acepción del África, ningún otro continente ha sido objeto de una búsqueda tan persistente de la “cuna de la humanidad; como lo es el norte del Asia. Donde, se cree que hasta había surgido el hombre desde antes de la última extensión de los glaciares. Y también, hasta hoy, se cree que la cuna de la humanidad, fue al norte del Asia.
Pero, a pesar de todo, por lo menos se llegó a establecer para dichos humanos, una edad de 700 mil años. Igualmente se ha especulado (con algo de certeza) que la “cuna de la humanidad”, pudo haber sido en las Américas; pero, lo que pasa, es que en esta región, las fechas resultantes, son aún más antiguas; cosa, que a la postre resulta, sumamente increíble. Y hasta, se ha llegado a dudar, de la llegada del hombre, a través del estrecho de Bering; para aducir, que lo hiso mediante, series de viajes (cortos) por mar, hasta llegar a estas tierras. En fin, la última palabra, la tiene la ciencia, hoy altamente desarrollada.

FIN

El Retorno.

EL RETORNO IV-1
Por: ALBERTO GALINDO Jr.
Marzo de 2010
Serie de escritos, inspirados en las “notas al margen”; hechas por mí (durante más de 50 años); en libretas y aún, en la solapas de los libros de mi biblioteca. Que hoy a través de la: ”Blogger”; quiero, compartir con Uds., mientras, tenga alientos de hacerlo.
Dedicatoria:
A mis nietos.
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Prefacio:
Con la esperanza, de reversar los sentimientos “Bíblicos” del Apocalipsis; específicamente: el aparte, en el cual dice que, volveremos a un “mundo muevo”, y a un “cielo nuevo”; donde, el dolor y la muerte hayan desaparecido. Es do, vamos trabajando, recopilando datos, que nos permitan (científicamente) ir reconstruyendo, mentalmente, un mundo, que ya fue (- “El Edén” - en el espacio-tiempo); y que, indudablemente, volverá a ser; mucho antes de que sea “destruido” – y/o,” transformado” - por su Creador. Pues, Él (a quién, solo tenemos que creer) no va a destruir algo, que hizo con sumo amor. Mucho menos, al vencer a Satanás, su verdadero enemigo. Es así, como con el estudio de la “Historia”… se nos llega la idea, de que ésta, por ser a su vez: cíclica; se repita; pero, ahora, corrigiendo errores, y purificando éticamente las costumbres. A. G.
Sabemos, que el “Apocalipsis”, es historia; pero, también es profecía… escrita como historia… pues la historia revela verdades y se repite, con una frecuencia delatadora; por lo cual… siempre habrá “guerras”, entre los adoradores de la carne y los del espíritu, y solo Dios sabe, hasta cuando. Pero “La Tierra”, será “regenerada”, por mil millones de años, entre tanto, el hombre vivirá un tiempo en la ionósfera, situación ya vivida, por sus antepasados. Que combinaron, historias antiguas, con nuevas; en analogías inspiradoras, para reforzar, lo que deban pensar del futuro. Luego, la primera tarea de la “historia científica”… es convertirse, en netamente científica; y luego someter las hipótesis, a diferentes contradicciones objetivas; que nos permitan, no confundir más, la ilustración con la evidencia. Más hoy cuando los principales “sistemas económicos”; se encuentran a punto de colapsar. A. G.


Es hipotético, pero es verdad, pues todo se debe, a la dimensión en la que nuestro espíritu vagabundo, se encuentre, en el vasto universo; que concibe la historia cíclica, por medio de “analogías”; para luego, posibilitar y valorar los estados: pasado, presente y futuro. Y luego, primero que todo convertirla en científica; y someter la hipótesis resultante, a diferentes contradicciones objetivas; pero, evitando tantos y tantos barullos, como: confundir ilustración con evidencia. Para hacer de nuestros descubrimientos, un bien de todos y con todos compartirlos, dejando el cruel egoísmo, para seres, aún no desarrollados. A. G.

“EL DINERO”

Por: John Kennth.
Ed. Orbis. (1983)
(Tomado en paráfrasis.)

Introducción:
Así se diga, que es una “utopía”, pensar, que los pobres, por ser pobres, sean ayudados (económicamente) por los ricos, por ser ricos; esto, con el fin de que (por diferentes factores) no ocurra un colapso, que puede ser el final. A que ocurra esto, muy pronto; le estamos apostando. Así veremos como el engranaje económico… si funciona, ya sin sobresaltos y casi que por la eternidad. O, por lo menos, durante la existencia de la humanidad; la cual, también podría llegar a ser eterna. En lo que se denomina: “La Nueva Jerusalén”. A. G.
Así que finalmente, estudiemos juiciosamente las diferentes historias; con el fin de concatenarlas; y creo, que entonces… (como diría mi padre) llegaremos muy lejos, sino, materialmente; por lo menos si, espiritualmente. A. G.
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Monedas y tesoros.
El dinero, es una “conveniencia” muy antigua; pero, la idea de que es un objeto digno de confianza, y que puede aceptarse sin examinarlo; o, ponerlo en tela de juicio, es en todos los aspectos, una cosa muy ocasional. Durante cuatro mil años, hubo acuerdo, para utilizarlo, para los intercambios comerciales. Igual, intervinieron uno o, más metales, entre (tres) que fueron los más corrientes: Oro; Plata y Cobre. Si bien la plata y el oro, se emplearon también, durante un tiempo (con diferentes aleaciones); y durante aquellos largos años, la plata, representó un papel predominante; y solo en breves períodos lo hizo el oro (en transacciones especiales.) Sin embargo el cobre y hasta el hierro, en breves períodos fue un elemento de canje. Mucho más tarde, se utilizó el ganado; el tabaco; el whisky; y las piedras preciosas; las joyas y las obras de arte (en transacciones muy especiales.) Pero, resulta que el metal, era algo engorroso de manejar; al igual que los elementos mencionados. Entonces, se comenzó a realizar la acuñación de monedas; con un peso (patrón) determinado, y la efigie del tirano de turno, estampada en una de sus caras (en la otra, el valor correspondiente, representado en su peso; y los miligramos de su aleación, impreso en la moneda correspondiente.)
Pasando rápidamente, por lo que influyó en esto, la “conquista de América”; no sobra agregar, que ello, fue motivo de “inflación y endeudamiento”, para los Países que la realizaron. Pues, dedicaron gran parte de los recursos obtenidos de América, para costear, sus constantes guerras; tanto internas, como externas.
En contraste, con lo expuesto, en el transcurso de la historia, el desarrollo del “sistema monetario”, reveló, un continuo envilecimiento. Y con el tiempo, la tendencia, fue de convertir el “patrón” monetario del oro y la plata, en el “patrón” cobre; más tarde, el porcentaje de las aleaciones bajó considerablemente, lo cual ocasionó graves problemas. Hasta que, mucho después, se inventó la banca, y con ella, el papel moneda. Lo cual, de por sí, ya imprime un sabor “capitalista”.

LOS BANCOS INTERNACIONALES.
Son tres los progenitores del dinero (de papel): Las “casas de moneda”, las “secretarías del tesoro”; o. ministerios de hacienda; y los bancos. Que si, de pronto, se quiera dar un tinte étnico al asunto, se asegura que fue en Italia, el País precursor, más exactamente… Venecia y Génova. Pero, el proceso de la creación del “dinero”, por parte de los Bancos, fue muy simple; y tratándose de algo tan importante, al parecer es un misterio. Resulta que los depósitos en el Banco de Amsterdan, estaban sujetos a las transferencias a otros Bancos, para la liquidación de cuentas. Lo cual había sido una facilidad ofrecida por ellos. La moneda en depósito, no servía como dinero, para estos menesteres económicos, por el hecho de estar sujeto a transferencia, por el rasgo (acuerdo) de una pluma primitiva.
Resulta que el depósito original, seguía siendo acreditado por el depositante primitivo. Pero, ahora, había un nuevo depósito; producido por los réditos del préstamo. Ambos depósitos, producidos, podían ser empleados para hacer pagos, con “dinero”. De este modo, se había creado el “dinero”. Y el descubrimiento, de que los Bancos, podían de este modo crear dinero, produjo muy pronto, la evolución de la Banca. Había interés en ganar. Y con, la perspectiva de esta recompensa, el hombre tiene un instinto natural de motivación e innovación; palabras claves del Capitalismo. Finalmente, había la posibilidad alternativa; la de los “billetes” de Banco, que había de ser maravillosamente explotada, en la futura República Americana. Consistía en dar al prestatario, no un depósito, sino, un “billete”, convertible en dinero efectivo; colocado en el Banco, gracias al primitivo y sedentario depósito. Con este billete, el préstamo, podía hacer su pago correspondiente. Y el receptor de este pago, en vez de convertir el billete en dinero, podía emplearlo para sus propios pagos; y así sucesivamente.
Pero, el valor o, el poder adquisitivo del dinero, depende en primer lugar, de la demanda y de la oferta… La oferta, de dinero… es todo el dinero en circulación, en un momento dado; la demanda de dinero… consiste una vez más, en todos los artículos ofrecidos en venta. Esta explicación, era plenamente adecuada en su época. Y dice… de lo que podían hacer los Bancos con el dinero. Con un depósito original, en dinero efectivo, podían hacerse préstamos. De ello, resultan nuevos billetes o, nuevos depósitos utilizables como dinero. Al permanecer la oferta de artículos, subirán los precios, y el dinero valdría menos; si los bancos eran codiciosos, competitivos o, ambas cosas a la vez; y los préstamos, se nos mostraban adecuadamente eufóricos, la expansión de los préstamos con los intereses resultantes; en consecuencia, los depósitos; o, billetes, podía ser muy grande. Y también podía serlo, el aumento de los precios y la disminución del valor; o, poder adquisitivo del dinero.
Inicialmente, los billetes, eran muy aceptables, no solo para el pago de los impuestos, sino, para todos los fines, Esto se debió a que el célebre financiero: John Law, además de declarar, que cualquier banquero que no tuviese una reserva suficiente en monedas de oro, para rescatar su papel, merecía la muerte; y prometió el reembolso, en moneda del peso del metal que contenía, en la fecha de emisión de papel. Los Reyes de Francia, por ejemplo, siguiendo una antigua práctica, habían estado reduciendo continuamente, el peso del metal, en las monedas francesas, esperando, con ello, que una cantidad menor de oro; o, de plata, conseguiría lo mismo, que una cantidad mayor. Por consiguiente, pareció que Law, ofrecía una garantía, contra la malversación legal. Durante un tiempo, los billetes de Law, tuvieron un precio mayor, que las monedas del mismo valor nominal.
Durante algún tiempo, casi nadie advirtió que el gobierno de Francia, era una inversión, todavía, menos atractiva; que en las ciénagas de Luisiana; o, que era aquel y no éstas, el objeto de las inversiones. Law, cuyo apellido, se convirtió en francés… en el más eufórico… de Lass; era ahora, el hombre más considerado de toda Francia. Convencido, como ocurre, invariablemente… con todos los genios; por sus propias observaciones, volvió su atención, a otras reformas económicas y sociales; la mayoría de ellas sumamente delicadas. Pidió entonces que las tierras baldías del clero, se entregaran a los campesinos; que se aboliesen los peajes; que se redujesen los impuestos y que se eliminase las restricciones en el comercio de granos.
Más tarde, Law, tomó otra medida mucho más enérgica; valiéndose de su nuevo cargo oficial; prohibió la tenencia de oro y plata; salvo en pequeñas cantidades y extendió esta prohibición a las joyas. Se ofreció una comisión a los confidentes que informasen la existencia de tesoros ocultos. Mientras tanto, en la “Banque Royale” de Paris, se acumulaba un número creciente de personas que no querían garantías o, billetes, sino, el dinero constante y sonante; un día de Julio de 1920; la afluencia fue tan grande, que quince personas, murieron asfixiadas. Al menos así se dijo.

EL BANCO.
El “milagro”, de la creación de dinero, por un Banco; según lo demostró John Law (1719); podía estimular a la industria y al comercio; y dar a casi todo el mundo, una agradable sensación de bienestar. Los parisienses, nunca se habían sentido más prósperos, que en aquel año maravilloso. Y como también lo demostró Law; el último resultado, podía ser un terrible ajuste de cuentas. He aquí, escuetamente, el problema que tendría ocupados a los hombres de genio; o. de ambición financiera; durante, los dos Siglos siguientes; ¿Cómo, lograr la maravilla, sin el ajuste de cuentas?
Así, Thomas Jefferson, que aceptaba a los “Bancos”, con fines de depósito, se oponía firmemente a que emitieran “billetes”. Escribiendo a John Taylor, (1816); declaró que los establecimientos bancarios, eran más de temer, que los mismos ejércitos, en pié de guerra. John Adams, sostenía que cada “billete de banco”, emitido con exceso, sobre la cantidad de “oro y de plata” que se guardaba, en las acorazadas “cámaras de seguridad”; «no representaban nada, y es por consiguiente, una estafa, que se hace a alguien». Pero, por encima de estas austeras opiniones; estaba, la circunstancia del poder avasallador ya mencionado: el “oro y la plata”, depositados en el “Banco”, podían ser prestados, con “intereses” y los prestatarios, podían pagar el “interés”; con lo que ganaban, gracias al préstamo; que así, se podía prestar, más de lo que estaba en depósito – dada la improbabilidad, de que todos los depositantes, acudiesen simultáneamente, a re-cobrar, su dinero en metálico - ; se podía atender a más prestatarios, y ganar más “intereses”. El atractivo intrínseco, de esta recompensa; y el consiguiente aumento de bienestar de la comunidad, dieron origen, a una presión abrumadora, en el sentido de conceder los préstamos que aumentaban los “billetes” existentes; y, los depósitos en cantidad muy superior a la de “oro y plata”, guardados, en las cámaras fuertes. Además, estaban las “garantías” exigidas por el “prestamista”, que de esta forma, no perdía; y si ganaba mucho, en el caso de que el prestatario, no pudiese pagar a tiempo.
Después, de ocurrir varias anomalías graves, se hicieron varias “reformas” de consideración. Como, en el futuro, prestar con cautela y asistir económicamente, todos los Bancos del planeta, a la “institución bancaria” afectada. Luego, el instrumento explorador de las reformas, fue el “Banco de Inglaterra”. De todas las instituciones relacionadas con la economía, ninguna ha gozado de tan alto y prolongado prestigio. Es en todos los aspectos, en relación al dinero, lo que San Pedro, lo es, para la Fe. Y su fama está, bien merecida, pues, la mayor parte del arte, así como del misterio, asociadas con el manejo del “dinero”, tuvieron su “origen” en él. No obstante, otros “Bancos Centrales”; se han enorgullecido al imitar fielmente al “Banco de Inglaterra”; o, de introducir, en sus métodos, pequeñas variaciones; que eran tenidas como pruebas de originalidad de ingenio; o, de cultura. En tiempos recientes, la “Banca Central; se convirtió en una profesión muy refinada (exigente, con sus integrantes); pero común. Por lo tanto, los Gobiernos, “atan”, muy corto, a sus “Bancos Centrales”; tal es el caso, entre otros muchos, del “Sistema de Reserva General”, de los E. U., que goza de la misma liturgia; pero, no de la misma realidad de independencia; la mayoría de sus funciones, son desde hace tiempo, “rutinarias”.
Después de altos y bajos de la “Banca Internacional”; sufridos en su propio pellejo, los “Bancos”; supieron superarlos, inclusive en ocasiones de tremendo impacto; como cuando se les exigió el reembolso masivo del “oro” que naturalmente, ya no tenían en su totalidad. Igualmente, cuando se convirtió en “Emisor”; con el fin de poder atender las necesidades del Gobierno, generalmente por motivos de “guerra”. Como consecuencia, directa, se depreciaba el papel moneda (y el oro subía.) Sin embargo era lo mejor que se podía tener (para evitar altas fluctuaciones de precios del metal) como respaldo económico de una Nación o, conjunto de ellas.
Pero, lo más peligroso de todo… sería la “Democracia”. “El Banco de Inglaterra”; era el instrumento de la “clase dominante”. Entre los poderes que el banco obtenía… de esa “clase dominante”; estaba , el de infligir privaciones. Podía, bajar los precios y los salarios; y aumentar el desempleo. Eran los correctivos que se aplicaban, cuando se perdía “oro”; cuando la euforia, era excesiva. – En la paz y en la guerra. – Pocos – o, nadie – previeron que los “obreros” y los “campesinos”; tendrían, un día… un poder… que haría que los gobiernos, no estuviesen dispuestos a imponer aquellas privaciones; aunque, la causa fuese tan justa; como la defensa de la moneda.
Sin embargo, pronto se vio que los intereses de los “ricos”; podían diferir de los demás, en estas materias. En 1810; se observó que:
«La depreciación, del dinero en circulación, ha sido más perjudicial para los hombres adinerados… puede sentarse como principio de aplicación universal; que cada hombre, se ve perjudicado o, beneficiado por la variación, del valor del dinero circulante; en la proporción, en que su propiedad, consista en dinero; o, en que las demandas fijas, que él pueda hacer a los demás.»
En los cambios; los campesinos, salían beneficiados:
«El campesino, se beneficia más que cualquier otra clase de la comunidad, de la depreciación del dinero, y sufre perjuicio con el aumento de su valor.»
En Inglaterra, el triunfo de la clase adinerada, fue total; o, poco menos. En cambio, en E. U., estuvo sometida al desafío más violento. En una o, en otra forma, este desafío, había de dominar la política americana; durante, el primer Siglo y medio de la República. Sólo, la política, sobre la “esclavitud”; dividiría a los hombres, más cruelmente que la política del dinero.

PAPEL MONEDA.
Si la historia de la “Banca Comercial”; es obra de los italianos; y la de la “Banca Central”, de los ingleses; la del “Papel Moneda”, emitido por el Gobierno; corresponde a los E. U. Entonces, el papel de los bancos, y el papel de los gobiernos, tiene muchas cosas en común. Los “billetes”, prestados por un banco, conservan su paridad total de poder adquisitivo, con el “oro o, plata”, cuya tenencia, prometen; con tal de que puedan ser cambiados por el metal. Siguen conservando esta paridad, aunque los “billetes” en circulación, superen sustancialmente, el valor “nominal” al metal disponible para su redención. Lo único, que importa, es que la insuficiencia del metal que los garantiza, no se ponga de manifiesto por la terrible exigencia de todos; o, demasiados titulares que lo reclamen simultáneamente.
Además, según demostró la experiencia inglesa, durante las “guerras napoleónicas”; los “billetes de banco”, no pierden, forzosamente, todo o. gran parte de su valor en “oro o, en plata”. Los factores decisivos son a primera vista, la cantidad prestada; en relación con el estado general del comercio – más concretamente, el volumen de bienes y servicios, susceptibles de ser comparados - ; y la perspectiva, de una futura redención. Después, del tratado de Gante; y de la victoria (británica y sus aliados) en Waterloo; pareció improbable, que el gobierno británico, siguiera presionando, por mucho tiempo, al Banco, con la petición de préstamos; y de los billetes resultantes. Y, pareció, probable, que las recomendaciones del “Bullion Committeé”, para la plena convertibilidad, se instrumentarían más pronto; o más tarde. Por consiguiente, los billetes del “Banco de Inglaterra”, aumentaron gradualmente, su poder adquisitivo, en relación con el “oro”. Esto ofreció un marcado contraste, con la tendencia contraria, del mucho más abundante e infinitamente menos prometedor, papel de la “Banque Royale”, un Siglo antes.

Muchos Países o, Comunidades, tenían “oro”, o bien “plata”, en relativa abundancia, sin poseer minas. Venecia, Génova, no las tenían. (Ni las tienen hoy en día, Hong Kong o, Singapur.) Si los “colonos”, tenían que pagar en efectivo, en metálico, lo que compraban; Gran Bretaña. también tenía productos: tabaco, cuero, barcos, y servicios de navegación, a cambio de los cuales, habrían estado dispuestos los mercaderes británicos – y podían hacerlo – a gastar “oro y plata”. Era muchos más probable, que la escasez de dinero en “metálico”, en las “Colonias”; fuese otra manifestación de la “Ley” de Gresham. Desde el principio, los “Colonos” hicieron experimentos con sustitutos del metal. Como estos sustitutos, eran menos apreciados que el “oro” o, que la “plata”, los pasaban a otros; y de este modo, los mantenían en circulación. El “oro” y la “plata”, eran atesorados por quienes los recibían o, destinados a compras, como las que se hacían en la “madre patria”, en las que no se aceptaban los sustitutos.
En efecto, los indios eran los “banqueros centrales” del sistema monetario “Wampam”; y las “pieles de castor”, eran la moneda de reserva, en que podían convertirse el – Wampam - . Esta convertibilidad mantenía el poder adquisitivo de las conchas. Con el transcurso del Siglo XVII; y la expansión de la colonización, los castores, se retiraron a bosques y riachuelos más remotos. Al hacerse las pieles inaccesibles, el “wampam”, dejó de ser convertible y como era de esperar, perdió su valor adquisitivo. Pronto dejó de circular, salvo como “moneda” de poco valor. El “patrón oro”, según los cálculo más favorables, duró desde 1971; considerando, todo el lapso de la historia americana; el tabaco, aunque más confinado en el aspecto regional, tuvo un curso dos veces más largo que el “oro”.
Inicialmente, el “tabaco”, pasaba de “mano en mano”, como los “billetes”, y las “monedas”. A parte, de ser un poco frágil, tenía otras características muy importantes. Como medio de cambio, que se cultivaba, en vez de extraerse de las minas; fundirse o, acuñarse; su provisión no dependía de la suerte, de la organización o, de la autoridad estatal; sino, de la voluntad individual. Y se prestaba, de un modo excepcional, a perder en calidad. Ambas características del “tabaco”, eran enérgicamente explotadas. Desde, los primeros días de las “colonias” de Virginia y Maryland, los gobiernos coloniales, se preocuparon de limitar la producción de “tabaco”, para mantener así, su poder adquisitivo.
El precio del “tabaco” (en moneda británica) era un paripassu; “el tipo de cambio”, entre la moneda, de Virginia y Mariland; y la “Libra Esterlina” (£): Cuando el precio del tabaco, era de (10) peniques por libra de tabaco. (Este era el tipo de cambio); es decir, la libra de tabaco, valía 10 peniques; y si el precio del tabaco bajaba a (5) peniques; el tipo de cambo era de (5) peniques por una libra de tabaco (de Virginia y Mariland.) De esta manera, había una sencilla y auténtica acomodación, entre el nivel del precio y el tipo de cambio. Fue una primitiva y excepcionalmente elegante… solución al tipo de cambio flotante… y por los cognoscitivos en “flotación”. Pero, como, una libra de tabaco (malo); seguía siendo de una libra de tabaco, que era de ínfima calidad; si podía hacerse a un coste bajo. Esto hizo que la “Ley” de “Gresham”; operase con una fuerza excepcional, sobre el producto resultante. Nadie pagaba en buen tabaco, si podía hacerlo… con recortes; hebra o, con hojas de tendencia sofocante. Ahora, bien, el empleo del Whisky y del Brandy… como dinero… representó un significativo y sumamente elocuente, consejo, repetido a lo largo de la historia americana; de no beberse (ni fumarse) su propia fortuna. Pero ninguno de estos sustitutos, tuvo importancia, en comparación con el lógico: “papel moneda”: ¿Pero, y si volvemos, a esa época; la de la “Ley del Trueque”?
La primera emisión de “papel moneda”; fue realizada por la Colonia de La Bahía de Massachussetts… en 1690. Esta emisión… ha sido calificada, como «no sólo, el origen del “papel “moneda” en América; sino también, en el Imperio Británico; y en casi todo el mundo cristiano». Como se ha observado, fue ocasionada (la emisión) principalmente por la guerra. En 1690; Sir William Phips – hombre cuya propia fortuna y posición, se debían al “oro” y a la “plata”, recuperados… de una Galeón Español, naufragado… cerca e la costa, de lo que es ahora, Haití y la República Dominicana – mandó Phips, una expedición de tropas irregulares de Massachussets, contra Quebec. Hasta se utilizó el “Naidé-moneda”… en cuyas cartas se escribía el valor (certificado) de las deudas.
Como el “oro” y la “plata”; servían principalmente para pagar impuestos; y además… aquellos “billetes”, eran convertibles en dichos metales; se les dio curso legal, para cancelar impuestos. Durante los (20) años siguientes, los “billetes” circularon al lado del “oro” y la “plata”, de denominación equivalente. Y como los “billetes” y el “metal” eran intercambiables; no hubo depreciación. Sin embargo, los colonos pensaron inestimablemente, que los “billetes” no eran un recurso temporal y esporádico; sino, una alternativa general, para el pago de los impuestos. Se emitían más cuando la ocasión parecía exigirlo y la prometida redención, se aplazaba reiteradamente. Entonces, empezaron a subir los precios especificados en los “billetes” y por consiguiente, subió el precio del “oro” y de la “plata”, A mediados del Siglo XVIII; la cantidad de “oro” o, de ”plata”, por la que podía cambiarse un “billete”; era solamente, una décima parte de lo que había sido (50) años atrás. En definitiva, los “billetes”, fueron redimidos a razón de unos pocos ”chelines”, por libra; tomándolos del “oro”, enviado como contribución colonial a la guerra de la Reina Ana.
Ahora… siempre se ha enseñado, que Benjamín Franklin, fue el profeta del desarrollo; y el exponente… del experimento científico. Pero, raras veces, se ha dicho, que él abogó, por el empleo de la “prensa”, para algo que no fuese, la difusión del conocimiento. Los “experimentos” monetarios coloniales, no despertaron admiración, en las madre patria. Eran prueba, de las abandonadas tendencias de los Colonos. Por consiguiente, en 1751; el Parlamento, prohibió la emisión de más “papel moneda”, en Nueva Inglaterra. Y (30) años más tarde, extendió la prohibición a las demás Colonias. Se hizo, una torpe excepción, a favor del “papel moneda”, emitido para los fines del Rey; es decir para la guerra. Entonces… hubo fuertes protestas en las Colonias. En 1766; franklin, planteó personalmente, el caso del “papel moneda”, ante la Cámara de los Comunes. Fue un esfuerzo elocuente, pero no produjo efecto. La prohibición, se convirtió en una grave fuente de tensiones, entre Gran Bretaña y las Colonias. Esto, ha sido menos comentado de lo que se merecía, pues muchos historiadores famosos, creyentes, que en esto, el “Parlamento”, tenía toda la razón.
La historia del dinero, revela dos tendencias muy seguras. Cuando se ha experimentado una inflación reciente, la gente quiere precios estables; y, después de una larga experiencia en precios estables; se vuelve indiferente, al riesgo de la inflación. Y en conjunto, las comunidades viejas, se muestran menos inclinadas, que las nuevas, al experimento monetario. En el medio Siglo, que precedió a la Independencia, ambos factores funcionaron en la Colonias. Pero, la inflación de la primera mitad del Siglo XVIII; en Nueva Inglaterra, condujo, en la segunda mitad del Siglo XVIII a un creciente, aunque no decisivo, interés en el dinero dotado de un poder adquisitivo, relativamente seguro y estable. Y como Londres, había mirado antaño con horror las tendencias monetarias de Boston; así Boston, llegaría, con el tiempo, a mirar con una parecida repugnancia, a la aparente irresponsabilidad de Kentucky, Tennessy y Ohio.

INSTRUMENTO DE REVOLUCION.
Con la independencia, la prohibición del “papel moneda”; por el Parlamento, se volvió, inoperante. Y aunque las Colonias, hubiesen debido inclinarse por un dinero más sólido, no había una alternativa que oponer al papel del Gobierno; pues, no puede decirse que fuese una alternativa, lo que era acepado de muy mala gana. Antes de que se reuniera el primer Congreso Continental; algunas Colonias incluida Massachusetts; habían autorizado emisiones de “billetes”, para pagar las operaciones militares. Uno de sus primeros actos, fue autorizar una emisión de “billetes”. Después, más Estados, autorizaron más “billetes”. Con éstos, se financió la Revolución Americana. Entre Junio y Noviembre de 1779, hubo (42) emisiones de dinero; por el Congreso Continental; por un valor total de 241’600.000 dólares. En los mismos años, los Estados, emitieron otros 209’500.000 dólares.
En crédito doméstico, prestado en su mayor parte, con “billetes” que se acaba de mencionar; produjo menos de 100’000.000 de dólares. Reflejando el conocido disgusto por este engorro; la tributación era insignificante. Los impuestos recaudados, a consecuencia de órdenes militares en los Estados, produjeron solamente, unos pocos millones de dólares.
Junto a la campaña de la “Libertad”, habría que reservar un sitio a una linda reproducción de un “Billete Continental”. Esta idea, no atrajo a los historiadores posteriores, como en el caso del papel colonial; los historiadores influyentes, eran hombres, para los cuales, el dinero contante y sonante; y el patrón “oro”; eran cuestiones, no de economía, sino, de moral. Las necesidades apremiantes del nuevo país, no podían prevalecer sobre lo que era justo. No, se podía permitir que la gravedad; o, una visión ecléctica del problema, con el que se enfrentaba el “nuevo gobierno”; correspondiese o, desorientase a los ulteriores eruditos; o, políticos.
La experiencia monetaria del “Congreso Continental”, «proporcionó un ejemplo típico, a casi todos los escritores, sobre temas de dinero, ninguna crítica, ha sido demasiado severa». El profesor Bullock, llegó a la conclusión de que «la oposición que encontró el movimiento revolucionario, en muchas de las personas más inteligentes y respetables de América»; de una enérgica y honrada reacción a su miedo, plenamente justificado por los acontecimientos, a un empleo desenfrenado del “Papel Moneda”.
Tal vez, para evitar este abuso, habría valido la pena, aguantar a los Ingleses. No todos los especialistas posteriores, han cedido en aquella actitud. Un libro de texto de: “Historia, de la Economía”; muy leído, después de la “Segunda Guerra Mundial”; confiesa, que «a veces, se arguye que dados, la debilidad del Gobierno Continental; y el odio del pueblo, contra los impuestos; el “Papel Moneda”, era el mejor recurso disponible; y, por consiguiente, insignificante». Pero, el autor replica: «Aceptar, este razonamiento, es adoptar una actitud fatalista, ante los problemas económicos y subversivos, del proceso social».
Pero, en la mente de algunos conservadores de la época, debía de haber también, una idea persistente, del singular servicio, que el “Papel Moneda”, había prestado a la “Revolución Americana”; había sido financiada, de esta manera. También, lo había sido, la erupción, socialmente, mucho más terapéutica de Francia. Si los ciudadanos franceses hubiesen tenido que efectuar dentro de los cánones de las finanzas convencionales, no habrían podido, a semejanza de los Americanos, actuar en absoluto. Si el papel, había servido anteriormente, a los “Revolucionarios”, ¿por qué, no podía volver a hacerlo, como la hará en Rusia, después de 1917; y en China, después de la Segunda Guerra Mundial.
Y, es posible, que esto, nos dé también, la explicación, de porqué la función revolucionaria del “Papel Moneda”; es tan poco celebrada. La “Revolución Americana”, adquiriría una gran respetabilidad, inmediatamente, como lo hiciera, más a la larga, la “Revolución Francesa”. Los libros de texto, explicarán sus maravillas (y sus errores) a los escolares; pero, había que trazar una línea. Ni por decencia, ni por seguridad, se podía aceptar, que algo “tan maravilloso”, se hubiese conseguido, gracias a una cosa tan discutible, como los “Billetes Continentales” de la “Revolución Americana”, o los asignados de la “Revolución Francesa”.
En “economía”, son muy pocas las cosas, que apelan a lo “sobre natural”. Pero, muchos, han sido tentados, por el fenómeno. Al contemplar un “trozo rectangular” de papel; con frecuencia, de calidad indiferente; con un dibujo clásico de Pedro Pablo Rubens; o, de Jacques Louis David; o, de un bien abastecido mercado de verduras; todo ello impreso con tinta verde; o, de color castaño. Se han hecho esta pregunta: ¿Porqué una cosa de nulo valor intrínseco, es tan evidentemente deseable?
En contraste, con un conjunto similar de fibras, recortado del periódico de ayer. ¿Qué es lo que le da el poder de adquirir bienes; contratar servicios, inducir a la codicia, fomentar la avaricia, e incitar al crimen? Aquí hay algo de magia; indudablemente, se requiere alguna explicación metafísica; o. extraterrestre de su valor. Ya, hemos observado, la fama y las tendencias sacerdotales, de las personas que hacen una profesión de su conocimiento del “dinero”. Esto, se debe, en parte, a que se cree que estas personas, saben por que tiene valor, un trozo insignificante de papel. Pero la explicación, es absolutamente profana. Ninguna magia interviene en ella.
Lo ingenioso, de los “asignados”; estaba, en los bienes, por los que podían cambiarse y que por su rareza, les daban valor. No se trataba de “oro” o, de “plata”; que no estaban disponibles, en la cantidad adecuada; pues aquellos contra los cuales, se hacia la revolución; habían sido escondidos; o, enviados; o, llevados al extranjero. El bien que garantizaba y limitaba los asignados, era la “tierra”; cosa que estaba al alcance de la “Revolución”; a la que en gran parte se debía esta. La “tierra” (la mayor parte - ⅕ - en manos de la iglesia y la aristocracia), no podía ocultarse. Y ni siquiera el emigrado… más ingenioso, podía llevarla consigo. Era, también, algo, cuya cantidad total, no podía aumentarse. Por esta razón, era algo, que los que habían permanecido en Francia… apreciaban tanto como el “oro”.

EL RETORNO IV-2
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PREFACIO.
Bueno (ya… nos vamos acercando…) el mismo umbral, “La Biblia”, nos dice que: desde el principio no había nada, solo él. Entonces… hoy está claro que la religión antigua creía que Dios es “energía” (sin átomos) indetectable… y que está en todas partes… capaz de crear… otra “energía”… la luz… y sabemos que ésta, puede ser inteligente… o sea, los “Ángeles”. Además sabemos que ésta “energía”, se encuentra, en el 70 % de todo el universo. Conjuntamente, también hoy sabemos, que existe una “energía” que mantiene unido al universo; que lo anima y revive. Entonces, solo nos basta deducir, que se trata de Dios (YHWH.) Luego impulsados por tales verdades… debemos también investigar, en otras materias, las primicias de género, que nos inspiren… a intentar atravesar verdades (o sea, a “inter-dimensionarnos”); que de otra forma, serían impenetrables y mal enfocadas; tanto, las fuerzas del bien, como las del mal.
Cristo lo dijo: «Yo soy la verdad y la vida». Luego la verdad, es su reino y el reino vendrá… o sea, que la verdad (y sus mandamientos) reinará… sobre todo. Pues, será… esto o, será la nada (del politeísmo.)
Principalmente, solo tratamos con estos escritos (comentarios) resaltar, como la “ínter-dimensión”; que nos determina verdaderos cambios; tanto, sentidos, como experimentados… y que ocurre (curiosamente) mediante el “sueño”… despejado, el simbolismo que la acompaña; vemos con gusto, que nos ayuda, tanto a su cognocimiento; como, a su conocimiento. Destaquemos pues, algunos de sus principales efectos:
1 Nos combina (al describir sus analogías) la historia pasada, presente y lo que podríamos esperar del futuro.
2 Igualmente, nos permite conocer, las fases religiosas de las tres grandes religiones monoteístas.
3 Curiosamente, podemos, casi que descifrar, ocurrencias que (antes) debíamos entender por “fe”… ni (tampoco); ya no más mecánicamente; sino, ahora humanamente… razonable. Pues las hemos desnudado de su “simbolismo” profundo, que así, mantiene dormido su mensaje (dejando a otros, que lo hagan, no siempre con certidumbre, y casi siempre buscando utilidad); procurando la gran confusión que hoy nos mantiene, como estamos (al borde del caos; al borde del triunfo de las fuerzas del mal.)
4 Sencillamente, hoy vemos con sorpresa, que es la separación de la materia con el espíritu; de la materia con in-materia; de la in-candescencía con la luz, por medio de la ciencia (que desde la época de Gorbachov y Reagan); ya solo queda un solo enemigo atómico (o, unos muy pocos); pero esto (s), con tan poco arsenal atómico; que solo le (s) bastaría, mostrar los dientes, para luego desaparecer del mapa.
5 Luego… hoy, es inminente la “unión mundial”, en un solo gobierno, (comprendida La China Continental); que en lo general, terminará con toda sospechosa destrucción; para lograr la completa satisfacción mundial, ya hermanada… por un ejemplar… y esperado “equilibro económico mundial”. Se verá lógica, entonces, la profecía de los mil años (siglos) de Paz.
Finalmente; propongo, en estos escritos, emanados de las “notas al margen” hechas por mí, en mis libros; en los que estudio, históricamente, las ciencias, tanto astronómicas, matemáticas, físicas y médicas; económicas, y duchas en el Derecho, Filosofía y Religión. Con el fin de darles un tinte… más humano y curiosamente, ético-desarrollador… de confianza; en el género y la comprensión vital de tales temas… en este caso… (y, como corolario) por ejemplo: El “Econo-Bursátil” (como, otro falso dios.)
Tema que veremos (a continuación) muy resumidamente; pero, lo más compresiblemente posible; a fin de establecer, las verdaderas bases, en las cuales se sustenta. Luego, veremos cómo estas “fallan” desde sus inicios; pues (inhumanamente) se confundió… “Capital”… con “Dinero”, y éste, con “Lucro”; que es, lo que en el fondo se buscaba… solo el lucro (sobre todo, más tarde… en “La Bolsa”); sin importar el bienestar (humanista) del “trabajador”; que a la larga… fue el principio de todos los males del “Capitalismo”… y seguramente, que la causa de su colapso, por lo menos, en la forma como hoy se conoce. A. G.
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LA GUERRA DEL DINERO.
De: John Kenneth & Galbraith. (Ed. Hyspamerica 1983; tomado en paráfrasis.)

“Como hemos visto, nada suscita un mayor interés, por los “precios estables” y el “dinero sólido”; que una experiencia de inflación. Y este interés aumenta considerablemente, después de un derrumbamiento total del dinero; como el que se produjo, durante la “Revolución Americana”; o, la Alemana de 1923 (o, las ocurridas, en tiempos modernos del Siglo XXI); que emergieron de una inundación de “dinero sin valor”. Sus primeros años, estuvieron marcados, por una firme e, impecable afición al “dinero en metálico”; y a los medios de asegurarse, contra una vuelta a la antigua situación. Entonces, la propia “Constitución“: atribuía exclusivamente al “Gobierno Federal”, la “acuñación de moneda”. Prohibía expresamente, su “emisión” por los Estados; y la restricción, aún más inconveniente; prohibía, también, al Gobierno Nacional, la “emisión de papel moneda”.
La Convención de 1787; votó una moción, para aprobar una cláusula, que permitía al Gobierno “emitir billetes” con la garantía de los Estados Unidos. Esto, sería una lección, sobre “flexibilidad” de la “Constitución”; y también de sus defensores, cuando había necesidad de dinero. La prohibición constitucional, fue oficiosamente derogada, por el “Secretario del Tesoro”; Gallatin (en la guerra de 1812-1814); que bajo las acostumbradas presiones de los tiempos de guerra; emitió billetes del Tesoro; la mayoría de ellos, al interés de 5.4%; aunque los había, que no devengaban, ningún interés; y tenían valores lo bastante pequeños; de 5 dólares el menor de ellos, para pasar de mano en mano; como moneda corriente. Estos billetes, no tenían fuerza legal, para el pago de dudas. Este, era quizás, el débil hilo de constitucionalidad, del que pendían.
Más tarde, se decretó que el “águila de oro” de 10 dólares, debía contener 24.75 gramos de “oro puro” por dólar; y el dólar de plata, 371.25 gramos de plata pura. Pero, el los primeros años, solo llegó plata a la “Casa de Moneda”, pues fuera de ella, podía obtenerse, algo más de 371.25 gramos de plata; con 24.75 gramos de oro. Por consiguiente, podía hacerse una pequeña, pero tentadora ganancia; fundiendo la plata, en vez del oro. Siempre existen personas a las que nadie conoce, que se aprovechan de estas cosas. En lenguaje monetario, el “oro” estaba depreciado.
Pero, pronto, dejó también, de acudir, la plata, a la “Casa de Moneda”. El brillante resplandeciente; y de peso, un poco inferior, al del “duro de plata”, de las Colonias Españolas; del que tomó su nombre el “dólar” (moneda dura) americano. Los colonos españoles, no tardaron en descubrir, que el más brillante; ligero “dólar” estadounidense, podía pesar igual, que la más pesada (y más valiosa por su peso en plata) moneda local. Y los comerciantes norteamericanos, descubrieron que los “duros españoles”, obtenidos en las colonias españolas; seguramente, con una pequeña prima, podían llevarse a los E. U., fundirse y convertirse en dólares americanos; con un beneficio de un par de dólares, por c/100 “duros” fundidos. Así, después de haber puesto el “oro”, fuera de circulación, en los E. U., puso fuera de circulación al “duro” español, en el sur.
Los bancos y su dinero, constituyeron, para los ciudadanos de la joven República, un descubrimiento más sombroso, que el que, habían hecho los colonos con el “papel moneda”; que podía salvar al país, de los hombres de la imposición. Y usando, con moderación, como en la Pensilvania colonial, podían prevenir la deflación, con los consiguientes efectos de depresión, en los negocio. Estos beneficios, tenían, no obstante, un efecto general, y requerían, una acción pública. Las ventajas del dinero bancario, eran sumamente específicas y dependientes de la voluntad del individuo. Los “billetes de banco”, en particular, eran tomados por el prestatario, a un tipo de interés que beneficiaba directa y debidamente, a los dueños del Banco. Y los mismos “billetes”, permitían al prestatario, poseer tierra, edificios, herramientas, materia prima y mano de obra necesarios, si era agricultor o, fabricante; o, los géneros fabricantes necesarios, si era comerciante. En realidad, la “función del crédito”. En una sociedad simple, resulta notablemente igualitaria. Permite, al hombre enérgico y sin dinero, participar en la economía. Y cuanto más accidentes se tengan, más pobres serán los que reciben el crédito; más igualitario es el crédito. Además esta cómoda igualdad… eleva el nivel, en vez de rebajarlo; o, al menos, así parece. De aquí, el enorme afán de creación de “Bancos”, en los E. U. (Afán que duró, todo el Siglo antepasado, el pasado, y aún hasta hoy.) Aquí también, la marcada, pero inconfesada afición a los “bancos”, a prestar a los más pobres. (o, al que sea que le pague bien; o, pueda respaldarlos.)
Había también, una oposición más específica, por parte de otros Bancos, grandes y pequeños. Para estos “Bancos del Estado”, principalmente, el “Banco de los E. U.”, era un competidor privilegiado. Pues, tenía los depósitos del “Gobierno Federal”; que eran buena cosa, y hacía los mismos negocios; que ellos, como un “Banco Comercial” ordinario. Pero, el “Banco”, no era solo, un competidor; sino, también, un maestro; que imponía su disciplina, a los otros “Bancos”; y les obligaba a respaldar sus “billetes”; con dinero en metálico. Las operaciones, habrían podido ser mucho más elásticas, sin el “Banco”. Es indudable, que este resentimiento de los bancos, se contagiaba a los parroquianos, sobre todo, cuando se les negaba un préstamo, o se les obligaba a reembolsarlo, a costa de sus propiedades, muebles e inmuebles, movientes y semovientes.
La historia posterior de “Biddle”, es un cuento con cierta moraleja. Su “Banco”, fue autorizado de nuevo, por la “Comonwealh de Pensilvania”; y, a consecuencia de la especulación, en el algodón; y de los excesivos adelantos, a los funcionarios; suspendió los pagos en 1839; y fue más tarde, declarado en quiebra; “Biddle” fue detenido y acusado de “estafa”. El “Tribunal Supremo”, le absolvió por falta de pruebas. Murió poco después, mientras proseguía, aún, el “Pleito Civil”. Su suerte, fue la de casi todos los que han introducido innovaciones, en la manejo del dinero. (Recuérdese que el mismo “J. Law”, - 1671-1729 – Creador de la “Compañía de las Indias”; escapó, por los pelos, de la “chusma” de París; y murió, en Venecia, dentro de una pobreza digna.)
“Paterson”, se libró por poco, de la muerte, en el desastre, del Darién; que le dejó, financieramente, arruinado. Robert Morris, que había sido el “financiero de la revolución”; después de ser expuesto, a la vergüenza pública, por sus relaciones, con la espantosa Mss. Reynblos; y su “codicioso” marido; fue fusilado. Cooke, que vendió los “bonos” que junto los “greenback”, sirvieron para pagar la “Guerra Civil”; se arruinó más tarde estrepitosamente. En el Siglo pasado, Harry D. White y Lauchlin Currie (quien trabajara en el D. N. P., de Colombia); los dos hombres que con Marriner S. Engles, llevaron la economía “keynesiana” a Waschington; fueron expulsados de sus altos cargos; el uno para morir, y el otro para ir al exilio (en Colombia); con otros simpatizantes del “comunismo” (y/o, socialismo); W. J. Bryan, cuya voz poderosa tronó contra la “Cruz de Oro”; se vio, reducido al final de su vida, a vender fincas en la Florida.
Finalmente, desafiado por Clarence Darrow, a probar su “verdad literal” sobre “La Biblia”: Donde sostuvo la “historia” de Jonás (como verdadera); con convencimiento y aplomo, y sin el sentido simbólico que encierra. Titubeó irremediablemente, cuando… después de afirmar que Noé, había introducido dentro del “Arca”; “realmente”; a una pareja de todos los animales vivos existentes… entonces, le preguntaron si esta afirmación incluía a las… ballenas. Murió pocos días después. Además, y aunque solo se trate de un personaje modesto… en la historia monetaria… tenemos el caso de John B. Connally, quien ingresó al gabinete de R. Nixon como “Secretario del Tesoro”; concluyó acuerdos; pero, en el curso normal de los acontecimientos, fue sometido a juicio.


EL GRAN COMPROMISO.
Según la opinión aceptada (hay que añadir, que poco inspirada); sobre la “historia monetaria de los E. U.”; los años que siguieron a 1832; fueron desfavorables. “La banca libre”… los resultantes fracasos bancarios; los ulteriores “billetes” del Gobierno; la agitación en demanda de mas billetes del Gobierno; y, las presiones en parte con éxito, para la acuñación de “plata” barata; se combinaron con los pánicos resurgentes, para hacer del sistema financiero de los E. U.; según palabras de Andrés Carnige: “el peor del mundo civilizado” (con algo de razón, desde el punto de vista social); sin embargo, no debió de ser tan malo; porque (en ese momento) los que hablaban despectivamente, de las aberraciones monetarias de los E. U., en el Siglo antepasado (S.XIX); admiraban siempre, a veces con arrobo, el desarrollo económico de la nación. Pues, nunca, se había visto una cosa igual (una economía capitalista, disfrazada hábilmente de socialista); luego, algo debía de ser verdad; ya que los manejos monetarios, debieron tener algún aspecto redentor; o en otro caso, debieron ser muy poco importantes. Pero, visto de un modo más serio (y más profundo); el Siglo que siguió a (1832-1932); fue de un compromiso básico, para cada una de las partes; y llenaba las necesidades; o las predilecciones de aquellas partes del país; o, de la economía, a cuyo servicio estaba. Es de anotar, que existía entre las partes, integrantes; una inquieta, coexistencia, interrumpida, por conflictos ocasionales.
La “Paz”, se fundaba principalmente, en la incapacidad, de cada Banco; para destruir, el sistema favorecido por el otro. Y en cada bando, esta incapacidad, era fuente de justificado disgusto. A la creciente comunidad financiera, comercial y crediticia; radicada principalmente en el “Este”; pero, que con el transcurso de los decenios, extendía su influencia hacia el “Oeste”; y hacia el “Sur”; el compromiso, le proporcionaba un dinero básico y sólido: “oro y plata”. Y para esta “comunidad”, había Bancos. Cada vez más dignos de confianza; – primero de “Estado”; y después, bajo reglamentación federal. – Firmemente dispuestos a reprimir sus “billetes y depósitos”; con dinero en metálico; si, así se lo pedían. De este modo, los “Billetes de Banco”, y los “Depósitos”, tenían un poder adquisitivo, absolutamente igual, al del “oro y plata”. En cuanto, a las nuevas “zonas” del país, que se iban abriendo; tenían derecho a crear “Bancos “, a voluntad; y con ellos los “billetes y depósitos” resultantes de sus préstamos.
Ningún “Banco Central”, comprobaba la capacidad de estos Bancos, para la redención de sus “billetes”. Aunque había reglamentos estatales que especificaban el “metálico” que debía tenerse en reserva; como garantía de los “billetes” y los “depósitos”; pero, tales normar, eran impuestas con ligereza y benevolencia. En consecuencia, al implantarse, en los años cruciales de 1830-1840; una “nueva civilización”; o, algo parecido, en Indiana o, en Michigan; se implantaron también los “Bancos”. Sus “billetes”, emitidos y prestados… a un agricultor, para comprar tierras, ganados; o, semillas; permitían, que este, iniciara sus negocios. Si él y otros, no prosperaban; y no pagaban, el “Banco” quebraba, y alguien… - tal vez un acreedor local, quizás un proveedor del Este – se quedaba con unos “billetes”, que no veían nada; pero, algunos prestatarios del “Banco”, habían puesto en marcha su negocio. Y en alguna parte, el poseedor de los “billetes”, había contribuido (involuntariamente) al desarrollo del Oeste.
Era una disposición, que los banqueros y los comerciantes prestigiosos del Este; miraban con gran repugnancia. Sin embargo, para ellos, no era intolerable. Tenían “dinero bueno”; para hacer negocios entre sí, y con extranjeros. Y también, tenían buenos “Bancos”. Con un poco de atención, podían distinguir, entre los “billetes buenos”; y, los “dudosos” del Oeste; y rechazar, estos últimos; o, aceptarlos con el descuento adecuado. Así, sufrían pérdidas, pero también vendían… cada vez más. Los entendidos en “economía” (que por entonces, eran los “portavoces” de la “comunidad seria en los negocios”); ya hablaban, que los “colonos”, en su afán de obtener “Billetes de Banco”; (y casi siempre) con su “primitiva visión”, confundían: “dinero con capital”. (Igual que hoy, se confunde el “Dinero” con el Capitalismo; y el Socialismo con el Comunismo.)
Nota: – Principio y fin de todos nuestros males, pues, es la hora, que no hay distinción, entre un “Capitalismo” aberrante y despilfarrador; y un “Socialismo” colaborador, hermanable, sin ningún tinte militarista; son demócratas, pero mal entendidos; sobretodo en el sentido estrictamente electoral: Y de “libre albedrío”. Igualmente, los avispados de siempre, se privilegian de tal circunstancia. Ya que mientras los unos pretenden terminar con todo lo excepcional; los otros se aferran en ello, por cuestiones del “thimo”; que tales aberrantes ideas, despiertan en sus seguidores… ciegos de todo tacto y luz, meramente social. Ya que, una cosa es pretender, que todos estemos bien, dentro de un “sistema” equilibrado; a que solo, los “ricos”, inclusive, puedan comer. Pues, han acostumbrado al pueblo, a “medrar”, sus propios derechos y necesidades básicas; a las cuales el “Estado” es el único “ente” dispensador, no hay otro; por lo menos en el Siglo XXI. – A. G.
La anarquía, benefició más a la frontera, de lo que lo habría hecho un “sistema” de “mano firme”, sobre el “crédito”. Y no había ninguna ingenua confusión, entre “capital y dinero”. Para el “colono”, los “billetes”, que le daba el “Banco”, eran “Capital”; pues, le proporcionaban la formación, de su propio “Capital”; en cuanto, a la mera acumulación de “billetes”. No es frecuente, que la gente juzgue mal, sus intereses pecuniarios, en gran escala y a largo plazo. El gran movimiento hacía el Oeste, en el Siglo XIX; no los juzgo mal. Los que pensaban, de otro modo, demostraron entonces, como ahora, que la llamaban “economía sensata”, puede reflejar las necesidades de la gente opulenta y respetable.
En 1836; el “Gobierno Federal”, decretó que en adelante, las “Tierras Públicas”, debían pagarse en “Dinero Contante”; o, en “Billetes de Banco”; que los convirtiesen en “metálico”. Esta engorrosa y criticadísima exigencia, puso a prueba, la calidad, de las Emisiones de “Billetes” de los Bancos de los E. U., de manera parecida, a como lo había hecho, la insistencia de dos Bancos de los E. U., en devolver los “billetes” para su redención. Fue, una clara ”traba”, puesta a la creación de Bancos, y a sus concesiones de préstamos. Después, el año siguiente, vino el “pánico”. Sobrevino el arrepentimiento que sigue siempre a la euforia de la especulación; y que habrá sido útil, si se hubiese producido antes. Las “Leyes”, sobre la “Banca de los Estados”, y su aplicación, se hicieron mucho más severas. Entre 1840-1847; menguó el número de “Bancos”, y mucho más la “circulación de billetes”. No obstante, a continuación, ambos volvieron a aumentar, pero de un modo más reposado. Sin embargo, al estallar la “Guerra Civil”, el “sistema monetario americano”, seguía siendo, sin rival, el más “desconcertante”, en la larga histórica del comercio y de la codicia humana.
Con la “Guerra Civil”, las fuerzas partidarias del “Dinero Sólido”; cobraron una apreciable ventaja sobre sus oponentes, en el compromiso; o, al menos, esto pareció al principio. Los Congresistas y Senadores del Sur y del Valle del Misisipi; se habían marchado. Podían aprovecharse las exigencias de la guerra contra el desorden y la confusión de los Bancos de los Estados y de sus “Billetes”. No podía pensarse en un nuevo “Banco Central”; pero si, en un nuevo “sistema” de bancos autorizados y regulados por el “Gobierno Federal”.
Los salarios subieron menos. Así como los precios eran en 1865; noventa veces más altos que en 1861; los salarios, se calcula, que sólo, se multiplicaron por diez. (Los precios suben por el ascensor; y, los salarios por la escalera… decía mi padre.) Los inspectores de precios, trataron de detener el alza, estableciendo unos precios “tope”; para los principales artículos. En algunas ocasiones, los periódicos publicaron estos precios, al lado de los que se apagaban en realidad. Los “billetes” confederados y otros “bonos” parecidos, no tuvieron ningún valor, después del “Appomatox”… ningún especialista serio, ha defendido, este método de financiación de la guerra. Pero tampoco se pararon ahí. Unos escritores norteños de mentalidad económica, han atribuido a menudo, el derrumbamiento de la “Confederación”; a su “papel moneda”.
Es inconfundible, que se habrían podido imponer más fuertes contribuciones; y con ellas se habrían nivelado un poco las cargas de la guerra. El caos inherente a los brutales aumentos de precios, se habría mitigado; la reputación de estabilidad y sensatez de la “Confederación”, habría mejorado, y probablemente, también, la moral de las tropas; por no hablar, de la de los trabajadores. Pero, no es menos cierto, que un nuevo y pequeño “País”, sometido al bloqueo aislado de sus fuentes de “productos industriales”… y de sus “mercados”; luchando, casi exclusivamente, dentro de su propio territorio; tuvo que sostener un gran “Ejército”. Los cálculos, - oscilan entre 600 mil, y, un improbable millón. – En el “campo de batalla”, durante cuatro años; lo cual era una empresa formidable. Que lo hiciese con unos “recursos en metálico”; de unos 37 millones de dólares; fue como mínimo, una hazaña de prestidigitación financiera. El milagro… de la “Confederación”, como el milagro… de “Roma”; no fue que cayera… sino, que sobreviviera tanto tiempo.
Nota:
Una historia futurista, hace elocuente, el ejemplo del efecto, que ha tenido para la “humanidad”, el uso del “papel moneda”. - Resulta, que dentro de diez mil años; un “arqueólogo” de esa época, y dentro de su trabajo habitual, encuentra en una de sus excavaciones (seguramente que muy profundas); de un – “retrete de pagos” - en un lugar, en el cual se creyó, estuvo parte de la ciudad de N. Y. (La Capital financiera del mundo antiguo.) Pero, al descubrir, también, el uso a que estaba destinado aquel “papel moneda”; llegó a la conclusión: de que esa “civilización”, se hundió, porque “algo” relacionado con “eso”; hizo que les fuese muy mal. – Y no estaba tan mal enfocado, aquel… explorador del futuro.
Fue tal, la depreciación (por las deudas de guerra) que éste, ya no valió… más; y surgió el caos financiero. Que nuevamente puso a los poderosos en bienes y en armas, al frente del poder; pero, esta vez, sin trabas de ninguna naturaleza. Fibra exacta, para los “dictadores y sátrapas” de turno… que valiéndose de sus prerrogativas; e, imponiendo, unos un “comunismo” sin fronteras y otros, un “capitalismo” avasallante y absorbente, en base al “thimo”. Prácticamente, subyugaron a la mayoría, de un pueblo que creyó en ellos. Algo peor, que el famoso “oscurantismo”, en el cual fue sumido durante la “Edad Media”. Pero esta vez, al desconocer sus derechos, tanto espirituales y morales; como físicos y sociales. Puso a trabajar, a toda una mayoría, en actividades bélicas, que solo frenaría la “amenaza atómica”; al desaparecer los ganadores. Surgiendo… el “humanismo”, como la panacea del problema (y un razonable equilibrio) frene a un mundo caótico y sin rumbo; con ya, todos los “sistemas” ensayados y fracasados. Que llevaron al colmo, de distribuir toneladas de “oro”, a los “sátrapas suramericanos” del momento; a cambio, de un poco de seguridad, comida y bienestar. Pues, paradójicamente, “el hambre”, en lugar de acabar a la humanidad, por circunstancias de fortaleza, la ha unido.

Entonces, solo algo especialmente: “Ético- científico”, pudo sostener (como Atlas); a un mundo (hambriento de todo) que solo salvaría, la razón de sus mandatarios; elegidos por el “voto mayoritario” de sus electores (esta vez, ya enterados, de lo bueno y de lo malo, en política); puestos al mando, en un mundo globalizado; que ya no vería otra solución, que el mismo “equilibrio”, que tanto despilfarraron y despreciaron. (Prácticamente… cambiaron estabilidad, por comida y oportunidades para crecer, dentro del equilibrio, que solo ofrece el “humanismo”.) Mientras la China y la India, se perfilaban como los futuros “amos” del planeta (de seguir así las cosas); pero esta vez, con verdadera ética, que solo sabe Dios, si se cumplirá. O, ganará la razón (de la sin razón); del “equilibrio financiero”, tantas veces anunciado. Hoy vemos, como. un aguerrido luchador (Obama); en el mundo moderno, que solo persigue “salud” para todos; es atacado por un parlamento fuerte (republicano) que aún se niega tozudamente… a entregar algo, de su fortuna, a los pobres y desfavorecidos de la heredad; a la cual (la verdad), nunca tuvieron franco acceso. A. G.

EL PRECIO.
Nunca, pudo haber un tiempo en el que fuese tan bueno, ser “rico”; como lo fue, a finales del Siglo XIX; y en la primera década del XX; cuando no había “impuestos sobre la renta”, al suprimirse… poco después de la “guerra”; el impuesto de la “Guerra Civil”. Existía un agradable contraste, con la inmensa mayoría que seguía siendo (desde luego) muy “pobre”. Se observó que la propiedad, era entonces – la prueba más visible, de un notable grado de existo; distinto del “heroísmo” de las grandes hazañas. Por consiguiente, se convirtió en base convencional de estimación. - Con certero instinto, los historiadores (pagos y no pagos) llaman a estos años… “La Edad Dorada”. O, de “oro”; pues, parte; o, buena parte, del valor dado a la riqueza, se debía a la naturaleza del “dinero”. Entonces, si la “moneda” es débil y se devalúa; incluso, los “ricos” carecen de una certidumbre sobre el valor de lo que poseen. Su mente, como la de los demás, solo prevé el momento en el que el “dinero” se habrá desintegrado, como en el caso de los famosos “billetes continentales”; o, los del “reichsmark”. Tienen, una estrategia, para defenderse; pero esta, puede no dar resultado y entonces: ¿De que serviría el dinero? Pero, esta idea, no surge en la mente del “rico”; ni de los que lo denigran; pensando… si la “moneda” es fuerte y eterna. O sea, con gran capacidad adquisitiva.
Los grandes pánicos financieros (cíclicos); hicieron también, que se acudiera, a dos clases de acciones “curativas”; que siempre gozaron de gran prestigio; aunque sin pruebas de que hubiesen tenido alguna vez, cierta “eficacia”. Una de ellas, tratar de “exorcizar”, el desastre económico: diciendo que este no existe. Y otro remedio predilecto, fue “aconsejar”… que se busque “consuelo”, en el campo religioso, como sustituto de una acción aún más costosa. Lo cual, la verdad, no deja de ser, una burla cruel, con los pobres; al volver, inclusive hasta profético y aún apocalípticamente merecido. Sin embargo, hubo factores que diferenciaron “claramente” los “booms” y los pánicos económicos; de anteriores desdichas. En el Siglo antepasado, por ejemplo: la fuerza de los trabajadores (urbanos), fue relativamente pequeña y grande la del campo. Después del pánico de 1820: entre los 209 millones de “obreros” de los E. U., unos 2.1 millones correspondieron al sector agrícola. Y 50 años más tarde la fuerza de trabajo agrícola, equivalía todavía a la mitad del total. En los tiempos de la “Gran depresión”, fue menos de la cuarta parte.
Pero, en el sector agrícola, bajan los precios; y la gente, pudo llegar a perder sus “fincas”; al dejarlas en manos de sus acreedores (generalmente los bancos); pero con todo, son pocos los que llegaron a perder el “trabajo”. – Al campesino, se lo tragan los intereses (descarado negocio de los bancos); e inclusive, al ciudadano (principalmente, por falta de legislación “bondadosa”, al respecto); hasta que llegó a parecerse la situación, tanto en el campo, como en la ciudad; más cuando la burocracia, logró acumular tal poder, hasta llegar a mantener (ficticiamente) los precios. En la depresión de los años treinta, el empleo agrícola aumentó en cierto modo (al retirarse la gente, a las ciudades); en el Siglo XIX; las empresas urbanas, se parecieron más que ahora, a las explotaciones agrícolas.
Cuando, todavía, no existían (en esa época) los “sindicatos” (con poder para defender los diferentes “tipos” de salario.) Así, también en las ciudades… bajaban los precios y los salarios (y en algunas industrias… estos bajaban más que aquellos.) Más que el desempleo, era esta reducción de los ingresos de las empresas; y se percibió, por los salarios, como los causantes de gran “penuria”. Esto hizo, que la depresión del Siglo XIX; fuese muy diferente, de las que luego vinieron. – Obsérvese que siempre… el “rico”; el dueño del “Capital”; será favorecido por el “sistema”; con el fin de no perderse la “capacidad” de ofrecer “empleo”. - Pero el fenómeno (si es que, así se le puede llamar); inútilmente, llegó a observarse como tal… solo que más adelante, la situación, obligó (electoralmente) a los “empresarios”, a mirar con otros ojos, a sus trabajadores; pero, que a pesar de todo, éstos, no cedieron, hasta perderlo todo en un colapso final. Al despreciar de plano, todo principio de equidad; pues, fue tal, su avaricia (pecado capital); que resultó incapaz de romper con la ya… costumbre de explotar al “trabajador”; y el “trabajador”, de dejarse explotar. – Luego, resulta inútil, decir que los Bancos, proporcionaron la “noción” de que siempre, tal situación, precediera al “crac”.
Así, los que compraron tierras, géneros; o, acciones y bonos; acudían a los “Bancos”; en petición de préstamos. Como “billetes” y “depósitos”; que resultaron más tarde en “circulación”; sirvieron, no obstante, para hacer más “compras especulativas”. Esto, se verá como más favorecido, por el hecho de que los “Bancos”, eran todavía… pequeños y acaso… locales. Así podían creer, lo que creían los “especuladores”; y dejarse, arrastrar por la misma eufórica convicción (de continuar así); de que los valores, seguirán subiendo eternamente. Y los “bancos y el dinero”, contribuyeron irremediablemente, al siguiente “crac”. Otra constante, en todos los pánicos; fue la resultante “quiebra” de los “Bancos”, origen de los primeros pánicos de la época. Las exiguas empresas de los pantanos y de los (carrefour) cruces de carreteras… desaparecieron; tal como en algunos casos habían previsto sus propios creadores. En la última parte del Siglo XIX, continuaron aumentando las bajas, entre los “Bancos” más pequeños de los diferentes “Estados”.
Resumiendo: En el año (1873) del “pánico”; y en el de 1874; noventa y ocho bancos, suspendieron los pagos; cifra muy alta… en comparación con los veintinueve que lo hicieron en los dos años anteriores, En 1892; hubo ochenta y tres suspensiones; y en el año del “pánico” siguiente fueron cuatrocientos ochenta y seis. En 1907-1908; quebraron doscientos cuarenta y seis; después del año 1920; la situación, se acercó mucho a la “eutanasia”; en los cuatro años, que empezaron en el año 1930; más de mil “Bancos” y sus correspondientes banqueros… mordieron el polvo. La quiebra de un “Banco”… proporciona dos efectos nocivos en la economía… los propietarios pierden su “capital”; y los “depositantes”, sus depósitos; po lo que ambos pierden su capacidad para comprar cosas. Pero la quiebra de un “Banco”, significa también… una mengua en la “oferta y en la demanda” de dinero. Un “Banco”, próspero, hace préstamos y en consecuencia… crea depósitos; que a su vez, son “dinero”. Luego, un “Banco”, que tiene que quebrar, restringe sus préstamos y con esto sus depósitos. Y el que está “quebrado”, liquida sus créditos y sus depósitos “congelados”; que dejan de ser “dinero”. La liquidación… repercute, también, en las reservas, préstamos, depósitos y por ende, la oferta de “dinero” de otros “Bancos”.

EL RETORNO IV-3
(A mis hijos.)
Nota:
“Viajaremos… dentro de las grades dimensiones del tiempo; sin los misterios y tapujos, dados por la ética. Primará, solo el “amor”, en el espacio –tiempo; de ahí, que aquí, el pasado no exista; y que, solo nos asista el presente; y, el futuro; o sea, lo que está ocurriendo, y lo que aún no ha ocurrido; pues, en esto, algo depende de nosotros. Lo que fue… solo fue. Así, la historia… es solo eso… historia (muchas veces, comprada y pagada); mas no siendo ésta, el todo… que sí lo es Dios… y sus grandes; y, “sagrados mandatos divinos” (creo… yo… locuaz y filantrópicamente): del Judaísmo, Cristianismo, e Islamismo (final, social, y humanamente reunidos; más para bien, que para mal; y, con eterna utopía; pero con la tenacidad de mi espíritu; y, del amor, al recuerdo de mi padre.)
Además, en esto del tiempo, se debe establecer: si es “geológico” o, si es “solar”; ya que el uno es notable, en millones de años; y el otro, comprende los días solares de 24 horas c/u. Tanto, que por ejemplo: los “campos magnéticos” de los planetas térreos de nuestro “Sistema Solar” (fuera de “La Tierra”, que se esta debilitando); ya prácticamente no existen (de ahí que estén como muertos); y ni siquiera lo hemos notado. Pero, el tiempo, en días y en años, inclusive, nos permite acordamos de nuestra niñez.
Luego… veremos, como se castigará a los “idólatras” (posiblemente, según Newton: en Diciembre del año 2040; de la “era moderna”); y cómo se premiará (con la inmortalidad) a los verdaderos monoteístas; y además, curiosamente, presenciaremos, como, en una gigantesca “novela” (en donde los protagonistas, son los “Estados”); lo que pudo haber sido y no fue… y lo que fue… y pudo no haber sido; que, aunque parezca redundante… no lo es, dentro de las ínter-dimensiones; que solo los “seres de luz”… pueden ver, asombrados y con horror, pero sobre todo… con “amor”. Y que, no sobra decirlo; es el estado, al cual, finalmente, poco a poco “retornaremos” (de ahí, el nombre, de esta serie de escritos-resumen.)
Ahora, demos paso, a continuar con el estudio (somero) de una de las grandes ciencias de la humanidad: la “económica”; con el objeto de establecer las “bases financieras”, del gran “retorno”; a que la humanidad llegará (si no se auto-aniquila antes.) Pues, es sabido, que ya no hay un camino que recorrer, tanto filosófica… como económicamente… entonces, la humanidad, tiene que volver al principio; como si no hubiera existido. Pues, tanto… se acostumbraron a malgastar… (los poderosos) que hoy cuando el colapso financiero nos abruma… todavía… los “banqueros y accionistas”… piden exorbitantes utilidades; como si no hubiese pasado nada (ya que, al fin de cuentas, es el pueblo, el que paga, con sus impuestos.) Veamos (en la parte final de este trabajo) como se desarrolló este exabrupto (en los E.U., potencia mundial, que irradia los conocimientos y las costumbres, a todos los países del orbe; y más en “economía”, como la ciencia enlazadora, del gran “Sistema Económico Mundial”); que hoy no deja otra salida, que la de volver… a empezar. Pues, sin duda, que (sobretodo… en Colombia y demás países centro y suramericanos) los poderosos oligarcas, los curas, los banqueros y los milicos, son sus verdaderos amos. De ahí, la importancia del ejercicio del “voto”, con pleno conocimiento y sabiduría; la cual, hoy puede depositarse: en profesores, matemáticos y sabios creyentes en Dios; que democráticamente elijamos, como suscritos, en íconos, del “Socialismo Cristiano”. Y los consagremos así; como, nuestros verdaderos… representantes; tal cual, lo soñaron: Sócrates, Platón y Aristóteles. A.G.

Prólogo:
Los grandes pánicos… financieros, como se ha observado, se hundían ante el pasado (sobre todo, en los “Bancos” pequeños, de los “Estados”); y el “dinero sólido”, que solo estaba en los “bancos grandes”. Entonces, solo el “nuevo país” y la frontera, tenían “Empresas”… relajadas, que atendían sus necesidades sin preocupaciones. Hasta que se evidenció… que los “grandes bancos”… de N.Y., podían (en el tiempo) verse afectados. Pues finalmente… estos sintieron la verdadera tensión, venida desde abajo… (los “bancos pequeños”.) Además la especulación, consecuente, se convirtió en un fenómeno nacional; tanto, en la frontera agrícola, como en la industrial. Conjuntamente, se empezó a desarrollar una nueva clase de “bancos”; que reflejaba fielmente la situación… fueron las “Compañías Fiduciarias Estatales” armadas con más y mejores “estatutos”; que, les otorgaban más flexibilidad financiera.
La historia llama a la nueva situación, el poder de la “conquista de nuevas tierras” ricas (en oro y en materia prima) y desarrolladas. Entonces, lo decisivo fue, tener propiedades en el “nuevo continente”. “Pero, ayer como hoy, la situación se tornó tétrica… y el beneficio tuvo que ser pagado con creses; tanto, que hoy… en algunas partes, no se ha acabado de cancelar”. A.G.


SISTEMA IMPECABLE.

Nota:
Viene… del “El Dinero”, de John Kenneth. Tomado en paráfrasis.

El sistema de “Reserva Federal”, fue tratado con suma reverencia por casi todos los economistas. La enseñanza que se dio a los jóvenes, sobre su sutileza, y sobre la bondad de las “instituciones” establecidas; tiene aquí, su más admirable y (en términos de efectos generales) su más eficaz exponente. Las “corporaciones”, tienen el defecto de su instinto monopolizador. Los “sindicatos” perturban el mercado; imponen restricciones al comercio; se resisten a la nueva tecnología y por ende, entorpecen el progreso y pueden caer victimas de los extorsionistas y los chantajistas. Así, las “agencias reguladoras” del Gobierno, son instrumentos visiblemente imperfectos, de la orientación económica. Pero, el “Sistema de Reserva Federal”, no escapa totalmente, a cualquier crítica; pues, contiene muchos errores; pero, éstos son (interesantes) errores de “juicio”.
Durante el “pánico” financiero de 1907; con una alarmante “epidemia” de quiebras de “Bancos”; el País, ya estaba harto de la “anarquía” de una “Banca Privada” inestable. Incluso, los menos avisados, se habrían dado cuenta, de que no se trataba de un conflicto con las circunstancias. Como respuesta a los grandes pánicos, el “sistema”, sin embargo, resultó muy defectuoso. Pues, a los seis años de la fundación del “sistema” (1920-1921); hubo un “pánico financiero”, muy fuerte; seguido (diez años después) por una correspondiente depresión, esta vez, la más fuerte en mucho tiempo; que empeoró muchas cosas, y contribuyó a financiar la especulación; y ayudó, a intensificar la siguiente contracción (tanto en 1920-1921; como en 1929); que tampoco tuvo mejor suerte, como antídoto, de tan alarmante “epidemia” (de quiebras de Bancos.) Pero, en los veinte años que siguieron… al fin de la anarquía… de la inestable “Banca Privada”; hubo no obstante, más de quince mil suspensiones.
Es de subrayar, que en la restricción de préstamos bancarios, como función básica del “Banco Central”, durante el “boom”; el papel del “prestamista”, fue su principal tarea… en última instancia… durante la siguiente “depresión”. Igualmente, es de anotar, que durante la “Gran Depresión”, no fue, precisamente, la “Reserva Federal”, sino, la «Reserva Federal Corporation», a la sazón, recién creada, la que desempeñó esta función.
En los años 30; se descubrió, que una oferta abundante de fondos a prestar por parte de los “Bancos”, no aseguraba su empleo. En consecuencia, el Gobierno, tuvo necesidad, no de permitir el “gasto”, sino, de asegurarlo. Para ello, él mismo, tomó dinero prestado; y lo gastó, mediante una política fiscal, opuesta a la política monetaria. Cuando, la “depresión”, era grave; y se vio que estaba fuera del alcance de la “Reserva Federal”. Por último, está la “inflación”. En 1963; para celebrar el “quincuagésimo aniversario”, de la fundación del “sistema”; el “Consejo de Dirección”, publicó ampliamente, un pequeño volumen, sobre sus objetivos principales, de fomentar el “desarrollo”, a altos niveles de empleo; con un “dólar estable”. Pero, en el decenio siguiente, se produjo la más grave inflación experimentada en tiempo de “paz”. El “Open Market Comitee”; que seguía considerándose, como el grupo más poderoso de ciudadanos privados de América; se reunió repetidas veces, para tratar el problema. La inflación continuó. Cuando esta se mitigaba, y el desempleo aumentaba terriblemente. “El poder, es según lo haga, el poder”.
En 1908; después del “pánico”; el Congreso, aprobó la “Ley” Aldrich-Vreeland. En años anteriores, cuando la gente asustada, había librado, en algunas ocasiones, “pagarés al portador”; para liquidar los saldos entre ellos, o, los de sus más confiados acreedores. De esta manera, los “Bancos”, habían podido conservar el “metálico”, para sus depositantes más exigentes. La nueva “legislación”, regulaba estos acuerdos. Se autorizaba a los “Bancos”, a unirse, para “emitir” una “moneda de emergencia”. Esto, podía hacerse, con la garantía de diversos “bonos y créditos comerciales”; en efecto, podían convertirse en “dinero”, sin ser vendidos. Una “tasa”, aseguraba la retirada de esta “moneda sustituta”; cuando había pasado la emergencia. Esta “Ley”, solo se invocó, una sola vez, al estallar la guerra en 1914; una disposición más importante de la “Ley”, creaba una “Comisión Monetaria Nacional”; para que estudiase un procedimiento permanente, para reducir al mínimo; o, “contrarrestar”, el efecto de “pánico”, y conseguir un “Sistema Monetario” estable.
El “estudio competitivo”, iniciado, poco después; fue presidido, por el “Representante”: Arsene Pujo, de Luisiana. La guía activa… corrió a cargo de Samuel Unterniver. Su objetivo, era examinar las operaciones del “trust” del dinero; el “poder en la sombra” (de N.Y.); que, con razón, se sospechaba que Nelson Aldrich ya quería fortalecer. El día del esplendor, para Pujo y Unterniver; fue el 18 de Diciembre de 1912; al comparecer a declarar como testigo en Washington, al (ahora) viejo… J. P. Morgan; quien conocía el valor de aferrarse a una simple idea, por inverosímil que esta fuese; y, mantenerse en ella. El “dinero” dijo: «no es la fuente del poder; este, permanece en el carácter».
Por otra parte, como, había que evitar la palabra “Banco”. En 1912; propuso una legislación… estableciendo la “Asociación de Reserva Nacional”; que junto con quince “asociaciones regionales”; guardarían las “reservas”; y los “depósitos”, de los “Bancos” participantes. Y éstos acudirían a ellas, para los “créditos”, e, incluso para que les ayudasen, en momentos de apuro financiero. Y todo, estaría bajo el estricto control de los “banqueros”, integrados en “Asociaciones”. Pero, a pesar de que era un concepto funesto; la oposición, aceptó la idea regional. Entonces se pudo excluir la ida de una autoridad central nacional; que poseyera “reservas”. También, podía mitigar el “control bancario”; de las “instituciones regionales” resultantes; bien, pudiesen llamarse… “Bancos”. Así, surgió la forma básica del “Sistema de Reserva Federal”. Sin embargo, la “legislación”, definitiva, no fue obra de Aldrich, y sus colegas “republicanos”; sino, de los “demócratas”. Tal vez, no podría ser de otra forma. Ningún rasgo de la política americana… y hasta cierto punto, de la “anglosajona”, es tan cierto, como la tendencia de los políticos, a convertirse; primero, en “cautivos”; y, después, en “agentes” de su propia oposición.
Por consiguiente, las iniciativas más importantes, no son tomadas por aquellos que al principio las defienden más. Los embargados por una idea, temen (demasiado) a sus contrarios. La acción, se produce, cuando la oposición acepta la necesidad; y desea, desarmar a los “primitivos promotores”. En los años sesentas; por ejemplo: los “demócratas” (liberales) de los E. U.; predicaron la “Paz”; y, la “amistad internacional”; pero, continuaron la “guerra fría”; y sumieron al País, en la guerra del Vietnam. Y lo hicieron, porque, temían que la “derecha”, les tildara de apaciguadores; y de pro-comunistas. Richard Nixson, poseedor de unas credenciales impecables, como partidario de la “guerra fría”; tratando de desarmar a sus contrarios, se retiró del Vietnam y buscó la Paz; o, un arreglo con Moscú y Pekín; desde cuando desbordó, a la oposición liberal.
Por entonces, la “idea regional”, había triunfado en realidad; y la verdadera autoridad residía, en los “Bancos”. Cada uno de éstos, tenía que ser gobernado por una “junta” de nueve directores; seis de los cuales, serían designados por los “Bancos” participantes; o, por sus miembros, aunque solo tres de ellos podían ser “banqueros”. Los demás, serían nombrados por Washington. La “Asociación Americana de Banqueros”, considerados, la prescripción de sus miembros; y, el visiblemente importante “papel” del Gobierno, en el “Sistema”, dijo: «Para, los que no creemos en el Socialismo, es muy difícil de aceptar».
Nota:
Pero, para allá vamos, aunque, alguien diría que esto, hace mucho tiempo llegó a los E. U. Claro que se trata de un “Socialismo”, totalmente democrático; no militarista, ni totalitario; y nunca, arropado, con un “comunismo” leninista y bolchevique. A.G.
Las disposiciones detalladas de la “Ley”; tal como fueron aprobadas, combinaban medidas relativamente rectas, con algunas espléndidas adiciones de ilógicas concesiones, al “ala agraria”, del viejo compromiso. Todos los “Bancos Nacionales”, tenían que pertenecer al “Sistema”; y los “Bancos Estatales”, de mínima importancia, podían adherirse a él. La cuota de los “Bancos Miembros”, como se les llamó en lo sucesivo… era del 6% de su capital; la mitad de esta cuota, sólo debía entregarse, cuando fuese exigida. Esta inversión constituía, a su vez, el capital del “Banco de Reserva Federal”, local. El rendimiento de este capital, era limitado. Desde el principio, quedó claro, que el “Sistema”, no debía ser probado por su capacidad de hacer dinero. Los bancos miembros, estaban obligados a tener un mínimo específico de reservas, contra sus depósitos y al menos, un tercio de estas reservas, tenía que guardarse, en depósito, en el “Banco de la Reserva”.
Las reservas, podían ser de “oro”; o, en certificados de “oro”, equivalente; emitidos por el “Tesoro”; a cambio del “oro” ingresado en la “Casa de la Moneda”; o adquirido de otra manera, por el Gobierno; o bien, podía consistir, en todo el barullo de dinero, a la sazón existente; “Certificados de plata” y billetes del “Tesoro”, designados, con el honroso apelativo de “Dinero Legal”. Y nunca se dijo, cual era el “dinero ilegal”; dejando aparte, los billetes falsificados. Naturalmente, todo el dinero legal, podía cambiarse por “oro”, en cualquier Banco; y en cualquier momento, con solo pedirlo. Las reservas de los “Bancos” miembros, se convirtieron en depósitos, en los “Bancos de la Reserva Federal”.
La primera ventaja de los “miembros”, era la posibilidad de pedir prestado, al “Banco de la Reserva”; por necesidad o, por conveniencia. La garantía de estos préstamos, era precisamente: las deudas, a corto plazo, generalmente: agrícolas, o, comerciales; llamadas (o respaldadas por) Documentos; o, “Pagarés Comerciales”; citados también… como “Redescuentos “; hoy firmados por el “Secretario del Tesoro”. Que, en teoría, contra estos “Depósitos”, el “Banco de la Reserva Federal”; estaba obligado a tener una escueta “Reserva” del 35%; en dinero legal. Y contra los “billetes” de la “Reserva Federal”; tenía que haber una Reserva del 40% en “oro”; o, en “Certificados de oro”; representativos del “oro”, depositado en el “Tesoro”. Que en lo sucesivo… el “Sistema”… sería el lugar del “Depósito” de Fondos del Gobierno. Que a diferencia del “Banco de Inglaterra”, los “Bancos de la Reserva Federal; no podían negociar directamente con el público; sin embargo, había muchos más detalles, en la “legislación”, casi todos carentes de aparente importancia.
Nota:
En adelante, se impuso, a una moneda “elástica” (capaz de cambiar fácilmente, con autonomía, una clase de dinero – los depósitos – por otra – la moneda - constante y sonante); por un dinero (*billetes) fuerte; que, precisamente… eso… es lo que quiere decir “dollar”: “moneda”, que inclusive (a pesar del patrón oro); es hoy respaldada financieramente (en Paz o, en Guerra); por las “Naciones Integrantes del Club, de los (ya) 20; Países Industriales”. A. G.
( * Pagarés, billetes y bonos del Gobierno. Las operaciones del mercado abierto; incluyen la compra y venta de “moneda” extranjera.)
En 1935; se abandonó el “experimento regional”, como parte de una “reforma general”. La administración Roosevelt, mucho más temerosa del poder financiero, que la de Wilson; decidió, dar al País, un solo “Banco Central”. Las funciones de los “Bancos de Reserva Federal”, de los Distritos, se convirtieron, como observa el profesor Freidman; en funciones mecánicas y de asesoramiento. Es curioso, observar que esta privación del apoyo oficial, no ha sido nunca reconocida. Los doce “Bancos de Distrito” y. sus edificios, permanecieron como sucursales. Sus tareas mecánicas, principalmente, la compensación de cheques; el movimiento rutinario de moneda; y, el manejo de las transacciones financieras del Gobierno; fueron numerosas y útiles. Los Directores, no establecieron dividendos ni, supervisaron las operaciones (como el término parece implicar.) Tampoco, nombraron empleados, ni fijaron salarios. Pero, permanecieron sujetos a la aprobación de la “Junta de Gobernadores”. Y proporcionaron “información fresca”, sobre las condiciones de los negocios (mejoradas hoy, con el progreso en las comunicaciones.)

La Caída.
En la creación del “Sistema de Reserva Federal”, terminó en los E.U., la larga lucha para lograr un sistema monetario sensato y conservador, en todos los países industriales del mundo; donde la “moneda”, de cualquier clase, que fuese, era cambiable en “oro”; sin excusas, ni dilaciones. La plata, quedaba pues, curiosamente, para los plateros. Era especialmente importante, que los americanos: la gente más desaforada y dada a los experimentos en cuestiones de “dinero”; y a la vez, la más recelosa, cuando se menciona el “oro”; se hubiera puesto ahora, aunque a regañadientes, a la altura de los otros. Con el “Sistema de Reserva Federal”, tenían un instrumento para hacer, todo lo que un “Estado” moderno, necesita hacer por el “dinero”: monopolizar la emisión de “billetes”; regular el “crédito bancario”; y, la resultante creación de depósitos; y, proporcionar “prestamos de socorro” a los “Bancos”; cual, última instancia.
Pero, como, (todos) los historiadores, disfrutan con la extraña “conciencia” de los grandes acontecimientos; y creen que ésta, alivia del tedio al “lector”… (aterrándolo a veces.) Muestra pues, la sensibilidad del autor, a la paradoja y sugiere (incluso, a los más lerdos); que una mano benévola; maligna; o, juguetona (si se quiere); dirige en definitiva los sueños; como si fuese la misma “mano de Dios”. Tal como pareció acaecer, el 10 de Agosto de 1914; mientras prestaba juramento de sus cargos, la nueva “Junta de la Reserva Federal”; reunida, en el despacho del “Secretario del Tesoro”. Cuando, empezaron a sonar los cañones, anunciando el fin de un “Sistema Monetario”; y que los nuevos “Bancos”, podían considerarse, como el paso culmínate de una nueva “era”.
Pero (vuelve y juega); al estallar la guerra mundial (la primera); los principales, beligerantes industriales – Alemania, Francia y, Austria; - suspendieron los pagos en “metálico”. Esto quiso decir, que los “billetes” y “depósitos”; no eran ya, convertibles en “oro”; y que estos Países, abandonaban el “Patrón Oro”. En los E.U., aunque, se presumía que seguiría… la (acostumbrada) no intervención; se propuso y se discutió, una acción similar. El motivo para salir del “Patrón Oro”, pareció evidente. Y repercutió en la bolsa; se volcaron las obligaciones públicas en el mercado de N.Y., y Londres. Pero (como siempre) la previsión de los expertos financieros, fue como suele ocurrir, una guía muy pobre para el futuro. Y cuando, por motivos bélicos (el hundimiento de buques con “oro”); se abrió mercado en el Canadá, los E.U. se inundaron en “oro”; tal aumento pasó de 1.5 mil millones, a finales de 1914; a dos mil millones (en 1915); y a 2.9 mil millones (1917); y así, fue como se destruyó el “patrón oro”, tanto en los países provenientes, como en los países destinatarios del metal.
Y como, parte del “oro”, llegaba para su depósito y guarda; y parte, para ser invertido en valores públicos americanos; pero, la fuerza fundamental que impulsaba la corriente, era la necesidad que tenían las potencias beligerantes, de los artículos americanos. Hasta, que en nuestra época (al principio… de agricultura socialista; terminada principalmente por los “bonos” alimenticios obligatorios); y al acortarse este mercado, los E.U., se convirtieron en el más grande productor de alimentos, que el mundo haya conocido; tanto que fue (y es) capaz de alimentarlo. Además de otros importantes productos, tanto bélicos, como industriales. Así, que con ellos… subyugaron al planeta; hasta llegar (a la larga) al “desarme nuclear”; tanto de Rusia, como de otras “Naciones, Sub-potencias Atómicas”.
Surgieron, a la sazón, inteligencias financieras; como la de J. M. Keynes (1883-1946); principal promotor (socializante); de que - el gobierno, debe intentar mantener el pleno empleo laboral; procediendo, a una redistribución de la renta; que permita, que el poder adquisitivo de los trabajadores, aumente proporcionalmente, al desarrollo de los medios de producción - que también llevaron a Europa a sacar sus reservas; para, ser convertidas en “papel moneda” , hasta eliminar el “oro” de la circulación; y sustituirlo por “papel moneda”; que aumentó en gran manera, la proporción de la oferta de dinero, que daba la “convertibilidad”; que estaría desde luego, sujeta a su conversión (de hecho) en “oro”. Pero ocurrió, que por momentos, había más “papel” a convertir, que “oro”; procurando el obvio efecto, sobre el futuro del “patrón oro”. Hasta que los E.U., se vieron abocados a una “inflación”, ocasionada precisamente por el “oro”. Hasta que se separó, la oferta de “dinero”, de la oferta de “oro”. Así los E.U., prescindieron del “patrón oro”, por lo menos en las transacciones internacionales; y demás juegos de “prestidigitación financiera”; que a la larga vino a salvar, el “milagro”, de la costumbre del pueblo americano, del “ahorro”.
En todo caso, por ejemplo, el “control de precios”, resultó ser una influencia modificadora, sobre los precios de los productos, objeto de una demanda excepcional. Así, la primera, como la segunda guerra mundial, se desarrolló, principalmente, bajo la égida del “mercado”; circunstancia que nunca se lamentó lo suficiente. La financiación de la primera guerra mundial, dejando aparte, el disfraz; fue casi idéntica a la de la guerra civil norteamericana, Y también lo fue el consecuente, movimiento de precios. Bien considerado, la dirección de la guerra civil, podía ser más fácil de defender. La guerra mundial, marcó el principio del fin, del “patrón oro”; a toda costa. Tampoco, había ahora, una razonable distribución de las “reservas de oro”, entre los países industriales: abundancia en los E.U., e indigencia (y hambre) en casi todos los demás sitios del planeta.
En la década de los años 20; se hicieron esfuerzos de recuperación en Gran Bretaña, Francia, y otros países industriales; salvo los E.U., y por poco tiempo… Francia. Ningún otro País importante, se sintió seguro, con solo mirar sus “reservas de oro”; ninguna, permitió que los ciudadanos, cambiasen, sus “billetes”; o, sus “depósitos bancarios” – por oro – en su forma desarrollada, de “patrón oro”. Fue un breve experimento, de unos pocos decenios de medio siglo; como máximo. Fue solo, la impresión de que era el último paso, en el “dinero definitivo”, lo que hacía que pareciese mucho más antiguo.


Inflación Final.
El papel principal del “patrón oro”; fue la unificación económica, en la política de las Naciones; que durante dos períodos se consiguió. Siendo buenos los negocios en Inglaterra, los precios se mantuvieron firmes; e igual, el fluido de los artículos para la venta; haciendo, que el “oro” para pagarlos, también saliera. Lo que condujo, a la reducción de las “Reservas” de los “Bancos Comerciales”; y, al aumento de los “tipos de interés”; lo mismo, que a su consiguiente “contracción de precios”; y, disminuciones en la producción, y en el empleo. Mientras, por el “oro”, que fluía; la expansión de los préstamos, y la actividad mercantil, fue opuesta. Lo que produjo, aumento de precios; y que la corriente cambiara de rumbo, para volver a Inglaterra.
Lo que también gestionó, el aprovechamiento de más altos intereses y de precios. Pero, tuvo también, el hecho, de responsabilizar a los Gobiernos, por la realización económica y la subordinación internacional; debido a las tensiones producidas por la presencia del “oro”, al no comprenderse, que la moralidad de los políticos, es difícil de modificar, en el corto plazo. Así, todos los principales Países beligerantes (fuera de los E.U.); abandonaron el “patrón oro”; por consiguiente, ninguno de ellos, se debió preocupar, de que se convirtiese, “depósitos” en “billetes” y éstos en “oro”. O sea, que cada Nación estaba en libertad de realizar una política económica “interna” que reflejara sus preferencias; o, sus necesidades; sin que le importase de inmediato, lo que pudiesen hacer otros Países. La disciplina coordinadora, impuesta por el “oro”; había dejado de existir; durante por lo menos 15 años. Así, los Franceses y los Ingleses, sufrieron las consecuencias. Pero, para los Alemanes, la inflación se tornó muy grave; igual en los E.U. Fue la época más instructiva en materia de “manejo económico”.
Luego, de guerra en guerra (mundiales); se vio… como las deudas y los estragos ocasionados, casi… que acaban (económica y físicamente) con los “Países” que intervinieron directamente en ellas. Los unos, guiados por el patriotismo; y otros, por políticas, casi que esclavistas… procuraron salir… de tal aniquilamiento (final); bajo, un costo gigantesco, en vidas y en recursos. Sin embargo, permanecieron dos graves problemas; en todos los Países y en todos esos tiempos… resulta que hay un gran volumen de “partidas” disponibles, que inciden en el “mercado”: el metálico; los depósitos bancaros; las cuentas de ahorro; los bonos del Gobierno y otras obligaciones… pueden convertirse en caso de necesidad y gastarse… si esto conviene. En los tiempos modernos, los economistas, al observar los efectos de la política “monetaria” y “fiscal”; sobre el volumen de la demanda en economía; han pensado poco, en la posibilidad, de que las “partidas líquidas” fuesen lanzadas al mercado; trastornando así, los mejores cálculo macroeconómicos.

“EL RETORNO IV-4”

- Abril de 2010-04-12 -

(A mi padre.)

Prólogo.

Nota:
- “Hoy, sabemos que (visto desde, lo micro a lo macro); tenemos un cerebro, construido, tal como el universo – activado por electro-gravedad - ; pero, con un peso mínimo (3.700 Grms., contando el peso, de la masa de sus redes nerviosas - activadas por electro-química - ; extendidas por todo el organismo humano); y a la imagen espiritual de Dios; y muy seguramente… somos también, parte de su infinita escencia. Pero, todos… sus contrastes… hacen pensar, que el hombre, no ha llegado a utilizar, ni siquiera, el porcentaje mínimo de su capacidad; tanto, que el hombre, ha sido capaz de auto-hacerse daño… y hasta, ha conseguido, obrar mal; como si éste (cerebro prodigioso) no existiera, para gobernarnos; y así (como los animales) dejarnos llevar por los sentidos. -
-
- Pero, intuimos, que muy pronto regresaremos, al “estado”, del cual (según “La Biblia” – ver en Job - ) salimos del – “Edén”; – ubicado en el cúmulo de Galaxias, llamado: “La Osa Mayor”; en la Constelación de Orión; - Sistema planetario “Las Pléyades”; - pues, además, allí mismo, fuimos creados… como ángeles: o sea, como “seres de luz”; con la mayor de las riquezas… la “sabiduría”; y luego (tomados, por Dios, en ese lugar); fuimos traídos al “Jardín de las Delicias”; o, “Paraíso Terrenal”; ubicado en “La Tierra del Centro”; tercer Planeta – Térreo - del “Sistema Solar”, denominado “Ra- o, R-e-1”. Planeta, que al principio… era de tinieblas sombra y muerte; para luego… (dentro, de un muñeco de barro, modelado por Dios) ser vestido, con piel, y carne; y tejidos, con nervios y huesos (o sea, ser encarnado, junto con su compañera); en un “Planeta” incipiente, en el cual, no existían, los factores, que hoy… los cuales; al ser expulsados de allí; por rebeldía, y descubrir nuestra desnudez; que casi, nos llevan al “colapso” final. Como soberbios humanos; y ciegos pecadores que somos; abandonados de Dios; y nuestra alma muerta, sin luz ni esperanza. Pero (según Jesucristo, nuestro Redentor) solo nos vasto con “creer”; y hacer un pacto con Dios; para, volver a levantar el rostro; y por el sacrificio en la Cruz; del hijo de Dios; ya limpio de toda mancha; ser fuertes, sin temor; y, sobretodo, con confianza; pues, pasado un tiempo, renació… así, nuestra verdadera “esperanza”. La misma que finalmente, hará volver… en el anciano: la sabiduría profunda; en el hombre: la inteligencia; en la mujer: el “amor” desinteresado; y en Dios: la seguridad del total reconocimiento “humano”; de su infinito poder y gloria. Y finalmente, ser trascendidos (únicamente los creyentes, o sea, ⅓ de la humanidad) nuevamente, al lugar de donde salimos; ya, definitivamente, como “seres de luz”. -
-
- Sí, hoy… “pecadores”, porque a pesar de todo, sabemos también, que creemos en otros dioses; entre ellos “el dinero” ($.U.S.); hasta hacerlo, irremplazable”. Luego, veamos aquí, (al estudiar… el fenómeno económico, con algo de profundidad) si de verdad esto es así.
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- Por ejemplo: En nuestra “era”: alguien diría (utópicamente, pero) con cierta razón, que al dinero, hay que: - «Remplazarlo, por “dinero plástico”» - ; o sea, que un equivalente justo; sea repartido (consignado) equitativamente, entre (c/u de) los miembros de la respectiva “fuerza laboral”; dejando (y respetando, pero haciendo valer – por Ley - el compromiso y el deber moral, de la propiedad) la “plusvalía” del “capital”, al propietario; junto con solo… una quinta parte: (1/5) de las “utilidades”; según, el balance anual (en tiempos de Paz); para, el trabajador.
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- Es que (la verdad); por ejemplo: para qué, un alto financista (banquero, negociante, gobernante; o, simplemente un poderoso y sus familiares); necesitan, solo para desplazarse, de tanto aparato… flota de carros, aviones y buques; sin contar con lo que se ponen encina (y se comen); que representa millones de “dólares” al día. Esto, además, fuera de sus propiedades “privadas”, distribuidas por todo el planeta. Y sus hospedajes, en hoteles (suits- presidenciales); de 8 estrellas, con altos costos, de hasta de 25 mil dólares diarios.
-
- Es la desigualdad, llevada al extremo; naturalmente, auspiciada y tolerada por los “curas”, inventores de la “religión”; que no precisamente, reconocen (verdaderamente) a Dios; porque, si así fuese, la situación seria muy diferente; y, entonces, el pecado y las drogas, desaparecerían de la faz de la tierra”.
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- Perdón, amigo lector, por tanta cruda franqueza. Pero, si solo se tratara de los ricos; y en el planeta, no hubiesen pobres; bueno, la cosa sería muy diferente. ¿Verdad? Es cierto que hay que dar seguridad, a todos; pero a que “costo”. Si por ejemplo: hoy los banqueros (en una crisis financiera) mientras, siguen gozando de sus altas “prebendas” económicas y ahogando a su clientela; son capaces, de ir a pedir ayuda al “Estado”; viajando, en sus aviones privados de lujo… ¿De qué, no serán capaces, en otras circunstancias?)
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- O, los políticos… que cuidan sus barrigas; e, intereses de familia; en sus “curules” (heredadas muchas); mientras la niñez y la vejez; permanece sorda y ciegamente, desamparada; sin salud; y, con altos índices de pobreza y de ”NBI”; además, de sufrir el desempleo, sin siquiera un digno “subsidio económico”; mientras el “Estado”… sacrifica lo “social”, por la “estabilidad económica” de los “Bancos” ¿Verdad, que no hay derecho?
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- Sigo creyendo, que la solución, sin embargo; radica, el “voto” popular… luego, se tiene que llevar gente al “Parlamento”, pero que sean verdaderos representantes del pueblo; y elegir “Gobernantes” (a humanistas; profesores; matemáticos; físicos; y científicos, que sepan rodearse de otros profesionales, en las diversas ramas del saber); no a los politiqueros… de siempre. O sea, los mismos con las mismas. ¡La eterna… y rancia oligarquía! Y por último, cuidado… con los “zorros” con piel de oveja… aficionados a la lectura (algunos militares); sin tener el juicio necesario para juzgar y digerirla. Y no digo, con los curas y banqueros; no, ellos permanecen, en líneas secundarias; en las cuales, les es más fácil actuar, con sus tentáculos, como verdaderos “pulpos” asfixiantes.
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- Pero, curiosamente, uno de los mejores Presidentes Liberales (1934-1938 y 1942-1945); que tuvo mi País (Colombia); fue, Alfonso López Pumarejo. (1886-1959): que, sin ser profesional; supo, rodearse de la gente necesaria, para lograr, una de las reformas tributarias y sociales, más efectivas, que ha visto el País. Fue, su “Revolución en Marcha”; la que elevó al trabajador; con la Caja de Vivienda Popular; y al campesino, con la creación de la INA; a obtener mejores salarios y prestaciones sociales desconocidas hasta el momento; como la jubilación y las cesantías. Fue, además, el fundador de la “Universidad Universitaria Nacional de Colombia”. UN.
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- El camino a seguir, entonces, consistió en poner en ejecución un conjunto de proyectos, que en el plano constitucional, educativo, laboral, tributario; y, a nivel de las relaciones Estado-Iglesia, diera respuesta positiva, a los anhelos de democratización de la sociedad; de ampliación y reconocimiento, de ciertos derechos sociales, de carácter colectivo; y de modernización institucional. E impulsor, del Sindicalismo en Colombia; como: la CSC y CTC. Lo cual, no dejó de levantar ampolla en la alta clase social; que le fue cobrada, durante su segundo mandato, hasta hacerlo renunciar. - A.G.


LAS AUTO-HERIDAS.
Tomado en paráfrasis; de “El Dinero”., por John Kenneth Galbraith. Ed. Orbis 1983. (Continuación)

Nota:
- Así, como Francia… eligió (en materia económica) en la época de mayor dispersión monetaria, la línea de menor resistencia; y la Gran Bretaña, la línea, de mayor resistencia. El experimento francés, dio un mejor resultado; y aunque, esto, no demuestra, una mayor sabiduría; Francia, tendió a creerse en la desdicha. E Inglaterra, debido a su gran dependencia del “comercio exterior”; fue un País muy difícil de manejar; durante los acontecimientos ocurridos, poco antes; y poco después, de las I-II “Guerras Mundiales”. – A.G.

Entrando en materia. La política económica de la Gran Bretaña, tuvo que ser mejor, que la de la mayoría de los demás Países; y lo que a menudo se toma por una deficiente actuación inglesa, refleja en realidad, las mayores dificultades de la labor británica. Sin embargo, en la década de los años veinte; los ingleses, después de pensarlo… y discutirlo ampliamente, hicieron lo peor. Resulta, que la (£) “Libra Esterlina”, y el “oro” eran “intercambiables”; y, la £., como “moneda”, no fue considerada inferior al “oro”; y viceversa. Para una nación, obligada a conservar su anterior “preeminencia económica” y otras clases; el restablecimiento de esta “entidad”, era un paso normal. Su gran error (natural); fue defender su “moneda”; o sea, que la medida, devolvía el mismo contenido de 123.27 gramos; de “oro puro” (de antes de la guerra); al cambio antiguo de 4.87 dólares; lo que significo una baja a 3.40 “dólares oro”; aunque éste subió y siguió subiendo, su contenido en “oro”; el “índice de cambio” con el “dólar”, fue demasiado elevado, por ser los precios ingleses, demasiado altos para estos “tipos de cambio”.
Dada, la elevación de los “precios ingleses”, cualquiera que poseyese “oro”; o, “dólares”; podía beneficiarse, cambiándolos por el “dinero” de uno de sus competidores (de Inglaterra); y comprándolo allí mismo. De una manera parecida, convenía a los ingleses, el hecho de cambiar £ por Ș U.S.; por “oro” y otras monedas al cambio “churchilliano” (más favorable); y, comprar en el extranjero (con una ventaja del 10%.)
Como siempre… las exportaciones, eran esenciales; el carbón; los tejidos (paños); y otros productos manufacturados (ingleses); que solo podían ser competidos, bajo los nuevos “tipos de cambio “; siempre y cuando sus precios bajaran en un 10% aproximadamente. (Costoso, el experimento acaecido por la falta de sentido económico del político – W. Churchill – y sus expertos.) Fatal consecuencia, notada por una dolorosa “depresión” de precios y salarios; con los consiguientes estancamientos; desempleo y todo… lo que siguió.
La descomunal acción de suspender los pagos en “metálico”; y abandonar el “patrón oro”; según se dijo… requería: un “Gobierno de Unión Nacional”; que en cierto sentido, conminó a pensar que Sir W. Churchill, había triunfado; ayudado claro está… por el complejo de inferioridad, de los “socialistas”; en estas cuestiones. Su acción de 1925; había anulado toda “amenaza” de la izquierda… por otros 15 años. El retorno del “patrón oro” de 1925; fue quizá, la más decisiva acción perjudicial; de los tiempos modernos, en lo tocante al “dinero”.
En los E.U., el “boon” de la pos-guerra, continuó a lo largo de 1919 y 1920. Después vino la “gran depresión”. El “Sistema de la Reserva Federal”, en suspenso; y su papel de “guardián” contra el auge y contra la ruina; facilitó, al menos, ambas cosas. Mientras se elevaban los precios; y, continuaba la especulación, con géneros y tierras; sin embargo, mantuvo bajo los “tipos de interés”; en los “Bancos de la Reserva Federal”; para atender, las necesidades especulativas; y, de otras clases… de sus clientes.
“El Tesoro” de los E.U., que todavía tenía que vender “bonos”; apoyaba la “política suave”; aunque también, puede atribuirse mucho, al miedo de los hombres cautelosos; a, pinchar la burbuja. Entonces, les echarían personalmente, la culpa, del derrumbamiento. Era mejor, que se produjese por sí solo. Y pronto, ocurrió así. A primeros de 1920; terminadas las necesidades militares; y superada la “escasez” de los “tiempos de guerra”; y acabado el apoyo de los “créditos americanos”, a los pedidos de “ultramar”; los “precios” se nivelaron y empezaron a bajar. Una vez producido el “cambio”, la “Reserva Federal”, recobró su “valor”. El “tipo de redescuento”, se elevó a un 6%; lo cual, no tenía precedentes. Los “créditos” de los “Bancos de la Reserva Federal”; a, los “Bancos Comerciales”; que habían ido en aumento, se interrumpieron y descendieron rápidamente.
En 1921; su nivel era de menos de la mitad del de 1920. Desde mediados de 1920, los E.U., padecieron, la que pudo considerarse… la “mayor depresión” de su historia (hasta ese momento… luego la mayor – entre otras - fue la de 1983 y más recientemente la de 2009.) No puede decirse, que la “Reserva Federal”, se enfrentase con los brazos cruzados a ésta importante “prueba”. Por, común asentamiento, contribuyó al auge; y empeoró la caída. Esto, ha sido siempre considerado, como un error, particularmente interesante. A pesar de las grandes expectativas, los E.U., carecían aún, de una organización, que vigilara la actuación bancaria y la socorriera… cuando demasiadas personas exigieran (al tiempo) “dinero metálico”.
Dados los desórdenes o, dificultades “monetarias”, de Alemania, Francia, e Inglaterra, en aquellos días; no es de extrañar, que a principio de los años vente; muchos poseedores de “oro”, buscasen refugio para sus ahorros, en los E.U. Los “depósitos”, que fueron de 2.9 mil millones, al terminar el año de 1918; fueron de 4.3 mil millones, al terminar el año de 1926; exactamente, antes de la llegada de los peregrinos del “Mauretania”. El “oro”, era depositado, al llegar, en los “Bancos Comerciales”. Donde, si se hubiera permitido, podía haber dado origen a una gran “expansión” de los préstamos en “billetes” y en “depósitos”; siempre presumiendo, que hubiera personas y empresas que buscasen crédito, desde luego con el efecto “inflacionista”.
La “Reserva Federal”, impidió, este efecto, en los años veinte; con operaciones de “mercado abierto”; vendiendo “títulos” del “Gobierno Federal”; adquiridos, durante la guerra, por “oro”; y transfiriendo, de este modo, lo último de las “arcas” de los “Bancos”; donde servía de “Reserva”, para “Préstamos” y “Depósitos”; a las suyas propias (en marzo de 1923); estableció el “Comité Federal de Inversiones”; en el “Mercado Abierto”; y nombraron a poderosos ciudadanos, alumnos del profesor Samuelson, para coordinar estas operaciones. Una vez el “oro” estaba en posesión segura… de la “Reserva Federal”; dejaba de tener relaciones necesarias, con los “préstamos” y “depósitos” de los “Bancos Comerciales”, y por lo tanto, con la “oferta” de “dinero”. La “Reserva Federal”, mantenía sus “prestamos” a los Bancos muy por debajo de lo que sus “Reservas” de “oro” habrían permitido. Lo que se “prestaba”, dependía del “tipo de interés”, cargado a los Bancos; y, hasta cierto punto; de si, animaba o, desanimaba el “crédito bancario”. Fue este “préstamo”, el que afectó, a su vez a las “reservas” de los “Bancos Comerciales”; y a la capacidad, de estos para “prestar”.
Así, aunque los E.U., tuviesen el “patrón oro”; la cantidad de “oro” en su poder, importaba poco. En la Paz, como antes, en la Guerra; el País tenía un “sistema monetario” dirigido. Dado que la influencia del “oro”, no tenía ya, un efecto necesario, en los préstamos; en los depósitos; en los precios; o, en los tipos de interés americanos; – determinados ahora todos ellos, por la acción de la “Reserva Federal”. – Las clásicas fuerzas que retribuían, el “oro” bajo el “patrón oro”; habían dejado de operar. Cuando entraba “oro”, no se producía necesariamente, un descenso en los “tipos de interés”; ni “expansión del crédito”, en los negocios; ni elevación de precios; nada, en suma, que regulara la afluencia de “oro”; y fomentara una nueva salida del mismo, como requería la operación, del clásico “patrón oro”. Así podría sostenerse, que el Gobernador Strong, indiscutido partidario del “oro”; solo hizo… al ceder ante Schacht Norman y Rist; lo que se pretendía que hiciese. Es posible que el viera así la cuestión, aunque es más probable que esta visión, la tuviese después de producirse el hecho.
En los días que siguieron… cedió un poco el “pánico financiero”, pero, la “bolsa” siguió bajando. El 8 de Julio de 1932; la “media industrial” del “Times”; estaba a 58; ligeramente por encima de una octava parte del “nivel industrial”; de tres años antes. Por aquel entonces, casi todo lo demás rozaba el fondo. El “PNB” – La producción total del sistema económico – había bajado más de un cuarto; en relación, con el de 1929; calculado en precios de aquel año; y casi a la mitad, en valor. En 1929; el desempleo – los cálculos con prioridad no puede decirse que sean perfectos – alcanzó una media de 1.6 millones; en el año; o sea, de un 3.2% de la fuerza de trabajo. En 1932; fue de 12.1 millones; o sea, poco menos de la cuarta parte, de la fuerza de trabajo. El año siguiente… fue todavía mayor. No había compensación para el desempleo. De acuerdo con un serio principio constitucional, citado con frecuencia por los “ricos”; el sustento de los indigentes, era una responsabilidad local. (Cómoda – peligrosa - y des-complicada postura.) Todos los precios, habían bajado, aproximadamente un tercio, en relación con el nivel de 1929; los precios, al por mayor, de los productos agrícolas, estaban por término medio, al 92%; en relación con el nivel de 1926.
En 1932; habían bajado al 70%; o sea, un descenso de alrededor de ¼. Los precios, al por mayor, de los productos agrícolas, estaban al 105%, en 1929; en 1932, equivalían por término medio al 48%; del nivel de 1926; o sea, una caída de más de la mitad en tres años. (Una vez más para mejor conocimiento, hay que tener en cuenta, las diferentes fuerzas actuantes, sobre partes diferentes de la economía.) La producción total impidió seguir siendo baja; los precios continuaron bajos; y el desempleo total, siguió siendo alto; durante todo el resto del decenio. Hubo que esperar hasta 1937, para que el PNB, volviera a alcanzar el nivel de 1929; y hasta 1941, para que la “fuerza de trabajo”, volviera a un nivel mejor. O sea, que bajara a menos del 10% de la “Fuerza de Trabajo”. La depresión de 1920-1921; fue fuerte, pero breve. La de los años treinta, fue fuerte y larga.

EPÍLOGO.

Nota:
- La costumbre de los “ricos”; y la de sus acólitos; de ver una virtud, social en lo que consideran que sirve a sus intereses; y de considerar estúpido o, ridículo (o, utópico); lo que no les sirve; se manifestó sobre todo… en su apoyo al “oro”; y en su condena al “papel moneda”. Y la tendencia paralela de los “economistas” a encontrar virtud, en lo que aplauden los hombres distinguidos, opulentos y poderosos; ha sido igualmente evidente. Pero, había también una presión, una armonía y una tendencia unificadora en el manejo del “patrón oro”; que lo recomendaban, incluso a aquellos que inconsciente e involuntariamente, servían a los “ricos”.
-
- – “Personalmente, creo… que el equilibrio, está dentro del factor: “trabajo-remuneración”; tanto, que hay que procurar (por Ley); mejores “salarios”, a costa de menores “utilidades”; y esto, debe ser aprobado, por una política “socialista-cristiana”; cuanto antes mejor (hoy, mañana puede ser tarde.) Así, se revuelquen los “ricos”; hasta, en sus tumbas”; al hacerles imposibles, sus despilfarros, excentricidades y malos ejemplos; dentro de lo que sería “igualar” por lo sano; democráticamente, sin militarismos (bolcheviques) ni excesos carismáticos y hasta “épicos”; que acostumbraron, a los unos, a explotar; y a los otros, a dejarse explotar. - A.G.

¿Pudo, haber sido mejor?

Nota:
- “La (tajante) respuesta es sí. La primera prueba, está en la “gente” que gobierna el “dinero”. Si de la historia… del “dinero”, algo resulta evidente, es que la tarea, atrae… a un nivel muy bajo de talentos, protegidos en su imperfectísima profesión; por la idea, de que un misterio, envuelve el tema de la “economía”, en general; y del “dinero”, en particular. Además, la incapacidad, está protegida por el hecho de que casi nunca, se achaca el fracaso, a los responsables del “dinero”. La mayoría de las veces, éste ha sido, un tema interesante, de discusión; algo, que añade, una nueva dimensión a la personalidad. Al igual, que en la diplomacia; un carácter amablemente conformista (como un buen sastre, y la capacidad de articular el tópico financiero de moda); ha contribuido más al éxito personal, que una mentalidad excesivamente inquisitiva”. – A.G.

Como se ha observado, a menudo, una acción eficaz y el pensamiento asociado a ella, provocan temores y críticas. Lo más probable, es que el individuo, sea recordado por éstos; y no, por los resultados. Así, en el gobierno del “dinero”; como, en la “dirección económica” en general; el fracaso, es con frecuencia, una estrategia personal, más renovadora que el éxito. En nuestros días, se advierte una resistencia, a atribuir grandes consecuencias a la inadecuación humana, a lo que en una era, semánticamente menos cuidadosa, se llamaba: estupidez. Queremos creer que unas fuerzas sociales profundas, controlan todas las acciones humanas. La propia acción (ya) es derivativa, y los que la ejecutan, carecen de importancia. Siempre, se puede decir algo en pro de la tolerancia. Pero, conviene que nos demos cuenta de que la inadecuación – torpeza combinada con energía – es un problema no inevitable. En el pasado, la política económica, tuvo éxito. Debemos presumir que lo tuvo, no por un accidente afortunado, sino por obra de personas informadas y enérgicas.
“Para el hombre; o el político profano, no será más fácil, el futuro de lo que fue, en el pasado; distinguir, entre los individuos adecuados y los que no lo son. En cambio, es muy fácil distinguir entre “el triunfo o, el fracaso”. Por consiguiente, debería haber, en todas las cuestiones económicas y monetarias; una regla, según la cual; todo aquel, que tenga que explicar su fracaso, ya ha fracasado. Luego, debemos ser amables, con aquellos que hayan tenido una pobre actuación. Pero, no debemos llevar nuestra benevolencia, hasta el extremo, de mantenerlos en sus cargos”. No quiere decir esto, que el éxito sea fácil; dos lecciones de la historia, destacan de las demás: La primera, es que el problema del “dinero”, se ha coordinado, con el de la “economía”; y en algunos aspectos, con el de la “política”. El segundo, es que la “realización económica” que hace un Siglo, habría sido aceptada, como inevitable; y hace medio Siglo, como tolerable; no se acepta, en modo alguno, en la actualidad. Pues, lo que antes era desgracia; ahora es fracaso.
En el Siglo XIX; y antes, el “dinero”, era específicamente importante. Las “corporaciones”, no tenían un “poder general”, para mover los “precios”; los “sindicatos” no existían efectivamente; los “impuestos” y los “gastos” de los “Estados Nacionales”, eran controlados por las exigencias de la “Guerra”; y por las necesidades de los tiempos de “Paz”. No, por lo que se requería para una “realización económica adecuada”. Lo que se usaba como “dinero”, y la cantidad que había de ello; marcaban, la diferencia; el instinto, de los seguidores de Bryan (y sus adversarios) era certero. En los tiempos modernos, el “Presupuesto Nacional”, se ha convertido en un factor decisivo de la “realización económica”. Determina, si aumentará la “demanda”; si subirán, los “precios”; y si crecerá el desempleo. Y si, a consecuencia de los “préstamos” al Gobierno; y de la resultante “creación de depósitos”: aumentará la “oferta” de “dinero”. Y más allá del “presupuesto”; está el “poder de los Sindicatos”; y, de las “Corporaciones”, para influir directamente en los “precios”; y, más que incidentalmente; para, anular el efecto restrictivo de la “política monetaria y presupuestaria”.
Como se ha visto de sobra, en el tiempo reciente. La elevación de los “costos”; y, de los “precios”: mientras baja la “demanda”; y sube el “desempleo”. En “economía”: están dentro del alcance del “poder” y de la “influencia” sindicales y “corporativos”. De aquí, la claramente lamentable tendencia, en la “economía moderna”: a que la “recesión económica”, se combine con la “inflación económica”. El poder de las “corporaciones” y de los “sindicatos”, suscita la cuestión interior, de la distribución del poder, como conjunto… en el “Estado Moderno”; y, de la soberanía de los “Gobiernos Modernos”; y, el esfuerzo del “Estado”, por ejercer este “poder”; lleva implícita, la decisión de cómo hay que distribuir la “renta”. Así, la “política monetaria”, se ha convertido, en un aspecto de la política: de la cuestión, de quien ejerce el “poder”; y, de quien controla las “recompensas”. Pero esto, no es todo. Hemos visto, además, como se acumulan, ahora, las “monedas”, en grandes cantidades, fuera del País de su “emisión”. Son los casos recientes de los “euro-dólares”; y los “petro-dólares” (nuevos, amos de la economía); y como el “Banco Transnacional”, y la “Corporación Transnacional”, que tenga, o que posea, estas cantidades, puede convertirlas, en otras “monedas”; en un volumen, que rebase en mucho, la capacidad remediadora y estabilizadora de los mecanismos existentes, para la “estabilización monetaria”. Por esto, el problema moderno, de que la dirección monetaria, tiene una dimensión internacional, mucho mayor de la que tuvo jamás.
Todavía, hay otro problema. Como lo demuestra elocuentemente, los recientes ejemplos del petróleo, y de los comestibles. La “oferta y la demanda”, en economía moderna; solo se equilibran, después de grandes movimientos, en los “precios” y en la “renta”. Estos, producen un efecto grande y estabilizador, sobre los niveles de los “precios domésticos” y sobre los “tipos de cambio internacionales”. Así, los precios estables; y, los cambios internacionales estables; requieren, también, de una acción para evitar los movimientos perturbadores, en los “precios” de los “productos individuales”, de mayor importancia. Esta labor, trasciende, también, los límites nacionales y escapa del alcance de la autoridad nacional. Por último, ya no es aceptable, repetir lo que se consideró una realización adecuada en el pasado. En la Gran Bretaña, después de las “Guerras Napoleónicas”; y en los E.U., después de la “Guerra Civil”, se tomaron medidas para restaurar la “estabilidad monetaria”; y restablecer los pagos en “metálico”. Los “precios agrícolas”, bajaron rápidamente. Y, lo mismo hicieron, los “salarios”. El “desempleo”, aumentó un poco. Hubo muchas quejas, pero de nada sirvieron. La penuria económica, estaba por entonces, muy lejos de ser anti-natural. Los precios bajos; los salarios bajos; y, las pérdidas de empleo, no eran precisamente, actos de Dios. Pero, todavía, no eran actos de Gobierno. Ahora, (inútil decirlo) sí lo son.

Nota:
- Nada, o al menos, muy pocas cosas, duran eternamente. Pero lo que está bien establecido, es probable que dure… algún tiempo. Así, las fuerzas que han modelado la política pasada (o, los que la han resistido); podemos, presumir que seguirán operando al menos, por algún tiempo; en el futuro, si han sido correctamente identificados en la historia. Son, en un sentido más pleno: como imperativos históricos. O sea, que son cuestiones de preferencia ideológica, como vulgarmente se ha pensado. Considerar la política económica, como un problema de elección, entre “ideologías” rivales, es el mayor error de nuestro tiempo. Sólo, raras veces; y generalmente, en cuestiones de la mayor importancia; se secundaría, que permitiesen las circunstancias, este “aparato” (permitírsenos errar; o sea, llegar a los cero errores) que podría considerarse (entonces, ya con la “cibernética inteligente” dominada) un verdadero lujo. Mucho más, a menudo, las instituciones y la circunstancia histórica, proporcionan la misma “camisa de fuerza”; a los liberales; a los conservadores; y también a los socialistas; y, en general, también a los hombres (oligarcas); todavía hoy, de confesada mentalidad “medieval”. Pues, no olvidemos nunca… que: «lo que no sirva para uno, es fatal para todos». – A.G.
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SEIS IMPERATIVOS.

Nota:
- Si el futuro próximo, es una continuación del pasado reciente y/o, más distante; hay; imperativos, que formarán o, controlarán la “política monetaria”; y, la más amplia “política económica” de que ahora, es aquella, una parte muy pequeña: -

Primero. La perversa inutilidad de la “política monetaria”; las frustraciones; y, el peligro, que entraña el hecho de confiar en ella. Esta es quizá, la lección más clara del pasado reciente. El Gobierno del “dinero”; ya no es una política; sino una ocupación. Aunque, recompensa, a los que se ocupan de ello, su historial, ha sido, ostensiblemente, desastroso, en el Siglo XX; y, cada vez, lo es más. La “política monetaria”, fracasó como instrumento, para desarrollar la economía, durante la “gran depresión”. Cuando fue relegada, a un papel secundario, durante la “Segunda Guerra Mundial”. Y, en los años buenos, la “realización económica”; fue, en opinión general: mucho mejor. Su reanimación, como instrumento importante de la “dirección económica”; a finales de los años cincuenta; y, a comienzo de los sesenta; sirvió, para continuar una “inflación masiva”, con una grave recesión económica.
El “Banco Central”; sigue siendo muy importante… para tareas útiles: La compensación de “cheques”; la “sustitución” de “billetes” gastados o, sucios; y los “préstamos”, en última instancia. Estas labores, las realiza bien. Con otras agencias públicas, supervisa también, en los E.U., a los “Bancos Comerciales”; subordinados. Es, sin duda, una tarea, que realiza bien; y, que tiene, que hacer aún mejor. En años recientes, las “agencias reguladoras”; incluida, la “Reserva Federal”; mantuvieron, generalmente, su vigilancia. Al mismo tiempo, numerosos “Bancos”; se dejaron llevar por uno de los viejos “espasmos” de optimismo y de “expansión” exagerada. De ello, podría resultar, una “nueva serie” de fracasos. Y la “Reserva Federal”, tiene, que prestar mucha atención, a estas cuestiones.
Dejando aparte, estas tareas, la fama de los “banqueros centrales”, será, tanto mayor; cuanto, menos responsabilidades asuman. Tal vez, pueden, doblegarse al viento: y resistir un poco, aumentar los “tipos de interés”; cuando la demanda de “préstamos”, sea persistentemente grande; e, inclinarse, en el sentido contrario; cuando, se produzca, la situación contraria. Pero, en términos generales, hay que controlar – como hicieron los E.U., durante la “Guerra”; y, en los años buenos, que la siguieron – las fuerzas, que hacen que las personas, y las empresas, busquen el “crédito”; y no el hecho, de que los “créditos”, les sean concedidos, o negados.
Desde luego, que hay que observar, para ser justos; que los hombres sinceros (y sagaces) dentro del “sistema”: reconozcan a la inteligencia; sino, a los peligros de la “política monetaria”. El presidente, del “Banco de Reserva Federal” de N.Y., (capital del mundo financiero); observó que no puede medirse efectivamente, la cantidad de “dinero”; principal preocupación, de los que ambicionaron su fe, en la “política monetaria”. También, observó, que sus movimientos a corto plazo; no pueden controlarse; y que tales movimientos, carecen de efectos políticos significativos. No quedan muchas esperanzas, en lo que a “política monetaria”, se refiere; sobretodo, si recordamos, que toda acción, debe tomarse en el “corto plazo”. De manera perecida, un reciente gobernador del “Sistema de Reserva Federal”; observó que: «La buena política monetaria; depende, de que reconozcamos, lo mucho que sabemos, sobre el manejo del “dinero”». Fuertes argumentos de grandes financistas, nos hacen desconfiar, de los “instrumentos”; o, de las grandes innovaciones experimentales; pero, aún más, con desconocidos efectos. En seguida acuden a la mente, los ejemplos de la “energía atómica”; el transporte supersónico; y el gas freón. Sin embargo, lo que ocurre, cuando se confía en la política monetaria, es bien sabido; ya se ha hecho su historia; y, este es un concepto negativo.
Segundo. El factor… equilibrador, del “régimen económico”, tiene que ser: “El Presupuesto Nacional”; y aquí, es decisivamente necesario, vencer su fatal “rigidez actual”; para, hacer frente al exceso de “demanda”. Si la “política monetaria”, no sirve para regular la “demanda agregada” en la economía; solo, queda la “política fiscal”. Esta, opera, con mayor seguridad; que la “política monetaria”, para aumentar la “demanda”. Por ésta razón, sustituyó, a la “política monetaria” en la fe, de los economistas, durante la “Gran Depresión”. Y operar con más equidad, en la limitación de la “demanda”. La “reducción de los impuestos”; o, el aumento de los “gastos públicos”; no entrañan, ningún problema gravoso, político; o, de otra clase. Por ejemplo: el Congreso de los E.U., está siempre dispuesto colaborar rápidamente, cuando se trata de reducir impuestos. De una manera parecida, un importante grupo de economistas liberales, recurre homeopáticamente, a la reducción de los impuestos, como remedio para todos los males, incluso a veces, los de la inflación.
En cambio, no se observa, el mismo entusiasmo, cuando hay que aumentar “impuestos”. La “reducción de los gastos”, es igualmente difícil; salvo, para despertar, el entusiasmo “oral”, de los “Conservadores”. Y a menudo, se presenta, otra dificultad estructural, que es como: en el caso de la construcción, y el suministro de armas; un gran retraso, entre la decisión de “reducir un gasto”; y, la “restricción” actual del “desembolso”, con su consiguiente efecto sobre la “demanda”. La salvación, que será mirada con desconfianza, por todos los que temen los excesos del “poder ejecutivo”; es separar el “presupuesto” del “Gobierno Nacional”: de la “Política Fiscal”. Habría, que determinar, los gastos y establecer los impuestos al día. Los ingresos, deberían cubrir los gastos ”netos”; cuando la economía funcione aproximadamente, en el nivel del “pleno empleo”. Los impuestos y los gastos, deberían ajustarse, para producir de este modo, un presupuesto equilibrado.
Los impuestos, así establecidos, redistribuirán la renta… de la manera que se considere… social; y económicamente más deseable; entre, los diferentes grupos. Entonces, podría autorizarse al “Ejecutivo”; a aumentar; o, a reducir, los impuestos, dentro de límites concretos – por razones de política fiscal - ; o sea, económicas. Estos cambios, se proyectarían, de una manera, que no alterasen mucho, las incidencias, de la imposición fiscal, sobre los distintos grupos sociales.
Tercero. El control directo de los precios y salarios, es inevitable, donde hay poder del mercado. Es ésta una política, que pocos desean aceptar; pero, que a pesar de los deseos en contrario, no desaparecerá. El poder del mercado, de las grandes “Corporaciones”; y de los fuertes “Sindicatos”, en una situación de pleno empleo; o, poco menos… puede crear una dinámica inflacionista propia. Aunque, es posible detener este impulso inflacionario; se necesitaría para ello, una mayor recesión y un mayor desempleo; de lo que podría tolerar la compasión; o, los simples dictados de la supervivencia política. Así, se detendría la inflación; por medio de una decisiva política monetaria y fiscal. El desempleo, y la recesión… resultantes, son graves y mucho más dolorosos, de lo que están dispuestos a aceptar los políticos; y estas consecuencias, se han presentado mucho antes de que terminase la inflación… que debía remediar. La inflación… al menos por un tiempo, se está combinando, con una fuerte recesión.
La única alternativa, a estos desagradables efectos, es que el Gobierno, intervenga directamente, donde haya poder de mercado; donde la acción privada, tenga poder para aumentar precios y salarios; y antes, pleno empleo, frente a una demanda menguante. Con esto, se priva a la Corporación privada, de un poder que tiene en gran estima. Y también, a los Sindicatos. Y se reconoce el error de muchos conocimientos económicos pasados y presentes. Pero, también, una vez más, la camisa de fuerza, de las circunstancias. Y así, contra todas las resistencias, surge una y otra vez, la cuestión de los Controles.
Cuarto. Los regímenes, monetario y económico, son parte inextricable (difícil de enredar) del mayor problema de la “distribución de la renta”, en la economía moderna. Esto, será también, cada vez más evidente. Nada más atractivo, para el hombre, de instinto Conservador; que la idea, de que la política económica, es una materia puramente técnica; que no involucra cuestiones de clase social; o, de política social. La hábil afirmación de Nixon de que: - “Con la técnica adecuada, los artesanos, no resultan afectados; si se endereza la economía; el poder; y la renta. Tampoco, los Liberales, han sido inmunes (neutrales) a la idea de la política monetaria y fiscal; e, incluso al control de precios y de rentas. - Pero, no es así, una de las características centrales de la sociedad económica (moderna); es el rechazamiento, por parte de las clases sociales, subordinadas, de los límites establecidos, en su renta y consumo. Este rechazo, trae consigo, unas exigencias sobre la producción; que no pueden atenderse; y de las cuales nace la inflación. Si los salarios y por lo tanto el consumo de los obreros… debe restringirse; en interés de exigencias preventivas de la economía, que están fuera de su capacidad; surgirá también a consideración: la reclamación de otros perceptores de la renta.
También, tendrá que examinarse: lo que se exige por beneficio; otras rentas de la propiedad; sueldos de los ejecutivos; e ingresos de los profesionales. Y no se podrá objetar, que el consumo de los ricos; y aún de los muy ricos; es solo una pequeña parte del total. La cuestión de la equidad de – buscar un tratamiento igual para todos – no es menos importante, que la suma de los ingresos afectados. Por consiguiente, el movimiento… hacia una distribución más conscientemente igualitaria de la renta; tendrá que formar parte de los aspectos indispensables, de una sana política económica, fructífera. – (“Sobre todo hoy… cuando la masa mayoritaria en las urnas, la pide con una exigencia peligrosa. – En otras palabras, que ya no se come cuento.) - Pues, se exige una política eficaz, que requiera de restricciones en las exigencias de los Sindicatos. – “Como el desequilibrio, en el desperdicio, y en las excentricidades de los ricos; que a la larga, la pagan con hambre, los mismos pobres”. - No puede haber futuro político, donde se seleccione, los perceptores de sueldos y salarios; para tal o, cual restricción; y que deje intactos; por muy conveniente que parezca; e indemnes, a otros reclamantes. (El todo, es igual a la suma de las partes. Se está acabando, la prevalencia del yo… ahora, está por encima: el nosotros. La verdad – por las “urnas” - les llegó su hora a los pobres, los cuales forman una mayoría absoluta. Ante esto, nada que hacer; solo, aprender a disfrutar con equilibrio. Pues es esto; o, es la nada… y la nada, la vemos – cautivos - en las selvas; o, en los frecuentes atentados y atracos callejeros. Pues el hambre… es eso, hambre; que no da pauta. O, se come… o, se come. No existe otra alternativa; y más, cuando los hijos lloran de inanición. O, que haría usted amigo lector… dejarlos, que fallezcan escuálidos, desfigurados y abandonados a su suerte. No, de esto, no más… se acabó. Solo se está pidiendo fuera de seguridad, más eficacia, en la distribución de los bienes y servicios básicos… solo eso. Mucho pedir… por ahora… luego llegará la hora, de exigir. Y se recomienda, no esperar, pues esas exigencias, no son precisamente, a las buenas. De esto, la historia mundial, sí que tiene verdaderos ejemplos y muertes a porrillo.)
Quinto: La planificación del suministro y la conservación del uso de productos y servicios importantes; constituirá, cada vez más, un aspecto de la dirección monetaria y económica: Los movimientos en los precios, necesarios, para equilibrar la “oferta”, y el uso de productos importantes. Como los carburantes; los alimentos; y la vivienda; más la salud, la educación; pueden ahora ser muy grandes; lo bastante para producir tensiones perjudiciales… en la estabilidad de los “salarios y precios”. El hecho de que esta acción, haya sido ya, impuesta a “Gobiernos” modernos en tiempos de Paz; y en los que E.U., a una administración “Conservadora”; justifica esta gran expectativa. El carácter de la acción, no cambia, por el hecho de llamarse… “Zares”, planificadores; o, de control, en otras áreas. Dado que hoy, los problemas de la “oferta y el uso”, son transnacionales. Tendrá que haber una colaboración, de las autoridades planificadoras nacionales, para estas tareas. Y una organización “supranacional”, es una excelente perspectiva. Una vez más… sobretodo en los casos de energía y alimentación… las circunstancias marcan el ritmo, como siempre, a los ideológicamente reacios – los ricos- los potentados y poderosos.
Sexto. Volverá a surgir el problema de la inestabilidad, en los cambios internacionales. En el futuro, como en el pasado, lo imprevisible, parecerá una solución. Sin embargo, la estabilización monetaria internacional, solo será posible… cuando las economías nacionales, sean estables; cuando los países industriales, hayan conseguido, combinar racionalmente, el empleo con unos precios tolerablemente estables. Hasta entonces, todo lo que se diga, sobre la reforma monetaria internacional, caerá en el vacío; y se podrá prescindir tranquilamente de ello; salvo por parte de aquellos, cuyo empleo depende de esta discusión. Puede presumirse, que cualquier “Sistema” futuro, necesitará de una capacidad de “crédito”; muy superior al “Sistema” de Bretton Woods; por mucho que éste, se haya ampliado, en los tiempos recientes; y presumiendo que grandes cantidades de divisas móviles… seguirán acudiendo, a manos de los “Bancos”; de las “Corporaciones Multinacionales”, y en un mayor grado… de los especuladores particulares; toda reforma, deberá incluir, una regulación de los movimientos monetarios internacionales.
Nota:
Pero, la solución, no está tan lejos… o, sí, por ejemplo: “La China”… hoy día, el país de los “cero errores”; y con una producción de alta tecnología; y una muy buena materia prima (salvo en algunos productos… ya recogidos) luego, el recurso… no está en pronosticar… mejor y más… sino, en propugnar… una acomodación sin ambages, a lo que existe; y un cambio sin sutilezas, cuando esto deje de ser así. Entonces, a todo… se le puede echar la culpa… a la inflación; y a la recesión. Pero, el error no está el hecho de cambiar de idea; está, en presumir que la inflación, solo puede remediarse con la recesión; y que el “poder” del mercado de las “Corporaciones” y de los “Sindicatos”; solo puede doblegarse, con el desempleo y con la reducción de la producción. Ninguna política económica que solo ofrezca una sola alternativa, entre “inflación” y “depresión”; puede ser satisfactoria. A pesar de que “inflación y recesión” incitan a afrontar actitudes, que engendran una desesperada acción para ponerles fin. – (Pero la acción requerida, para evitar… la cada vez más probable y funesta combinación; puede ser exigente y a la vez compleja… y seguramente, que los que más temen, a tal aciaga combinación (recesión-inflación); y sobre todo, lo que esto conlleva; tal cuestión, solo está en los esfuerzos que “nivelan”; que hacen funcionar el “Sistema”; así, éste esté enfermo. Y se tenga que creer, en la “libre empresa”; pero ahora, con planeación y cierto control estadístico. Lo dicho… equilibrio, en lo “econo-social” y ahora… más que nunca… en lo político.) – A.G.