viernes, 4 de junio de 2010

Otros Temas,

“EL RETORNO” (II)

Por: Alberto Galindo Jr.
A mi nieta: Lizzeth Andrea Galindo Atehortúa. Quién, solo, con su risa, llenó de alegría mis últimos años.
Marzo, de 2010.
Escritos, cargados de “notas”; inspiradas en el marco, de lo que creemos, que debe ser.
- “El futuro, será siempre, para los fuertes; y más, si se alimenta de bellas utopías”. - (M. de Cervantes.)

PRÓLOGO

Soñemos, en estos escritos resumidos (sacados de – “Notas al Margen” - obtenidas, de subrayados, hechos por mí, en los textos de mi biblioteca); y volemos nuestra imaginación, dentro de las “notas”; con lo que pudo haber sido, y creo que será o, estaremos perdidos. (Pues, todo… tiene reversa.) Dentro, de sus ocho capítulos, iremos viajando por la historia… ya que creemos, que el “tiempo” no existe; pues está solo en la mente del hombre. Existe, la interpolación del mismo; o sea, la inter-dimensión en el “tiempo”; que para hoy, se espera, que nos hará libres; y preparados, para los grandes acontecimientos del presente Siglo… (sin finales apocalípticos - por lo menos, no por ahora - ; solo, el fiel cumplimiento de “ciclos”, de miles de años) llamado, el Siglo XXI; el de la “era de la mente”; por medio de la cual, llegaremos (como los Mayas) a la suprema inter-dimensión de nuestro espíritu. A.G.


POR EL NACIMIENTO DE UN NUEVO MUNDO.
De: Harlan Cleveland. Ed. Aguilar1994. (Tomado en paráfrasis.)
En busca del gran equilibrio.
Bisagra histórica.
Acotación del autor de estas notas: Quizás (no lo sabemos); las crisis próximas, están ya desarrolladas… pues de pronto, las hemos creado… las respiramos… las vivimos… y hasta las sentimos… están representadas en los “desequilibrios globales”; y sin embargo, no las vemos (por la costumbre de ver nuestro presente); pero, resulta que ese futuro, ya está a las puertas; se está abriendo ante nosotros, en una forma desconcertante; y tomará forma luego, en nuestros hijos y nietos (aunque no creemos en la existencia del “tiempo”; solo, en la de las (21 descubiertas hasta ahora) dimensiones.)
Los grandes inventos, nos anuncian cual pregoneros; de una “nueva época”; a la que la agonía y muerte de la presente… se intuye… pues las obras de los seres humanos, comenzaron a sopesar más que las propias obras de la naturaleza. Y la humanidad ya empezó a consumir su medio ambiente… y para colmo, nos estamos destruyendo sin siquiera pretender destruir nada de lo que hace habitable nuestro planeta. Solo, su equilibrio hemos roto… sin querer, como niños asustados… estamos viviendo los resultados de la travesura.
La revolución, de los (verdaderos) conocimientos (gracias, al trabajo en equipo); comenzó en los años 80 del Siglo XX; fue, el punto culminante de un proceso largo, iniciado en el milenio pasado; precisamente, por la propagación del “conocimiento”. Fue, como se hizo posible, el modo de re-pensar en el “nuevo orden mundial”. Con el nacimiento de las “Naciones Unidas”; se transformó, el escenario del “nuevo orden mundial”; dentro del cual, hoy se vive y se pelea. La “ONU”., es pues, hoy, el ejército de la “Paz”, y de la “Democracia”; que, querámoslo o no, impone el orden (como policía); con el fin de evitar un colapso final (por miedo, a asistir, a una mezcla de doctrinas, generalmente, mal digeridas.)
Una vez, enterrado el “Socialismo-comunismo” ruso (bajo el recuerdo de millones de muertos de la era estalinista); mientras asistimos al delirante y moribundo sistema capitalista; una vez, el cambio de la China continental, se ha cristalizado; mientras la India y el Brasil, se preparan para su elevación, a potencia económica mundial; y finalmente, mientras vivimos el temor de la “era atómica” en manos del terrorismo; se vislumbra pues en el horizonte, la “nueva economía del canje”; mal llamada “economía comercial socialista” (cumpliéndose así, la teoría marxista; al llegar finalmente, a la etapa de la conclusión y el desarrollo); pues, no obstante, aunque ésta, existía desde siempre… pues, fue evolucionando poco a poco, en la conciencia de los humanos. Los mercados, según se afirma, ya existían desde milenios; antes de que apareciera el “capitalismo” (como hoy lo conocemos); pues, los “zocos”, los árabes y los centros de comercio… han estado constantemente; donde se congregan compradores y vendedores, para hacer negocios, con el intercambio del jade y las drogas; barnices y pinceles; verduras frescas y (hoy) Ordenadores y D. C., en fin (tal, como lo pronosticara J. Stalin); con toda clase de baratijas que llenan el planeta. Tanto, que hasta los dirigentes chinos, no consideraron, que su redescubrimiento (de técnicas de mercado); fuese motivo de importación de occidente; sino, solo, una recuperación de cosas.
Pero, lo que realmente descubrieron… fue una “actividad generadora de técnica”, de un gran mercado mundial de exportación de Occidente, a una escala jamás vista. Y, en una época más reciente; las decisiones, ya no dependerán de rígidos “cupones”; que suponen, una demanda centralizada y volumétrica de negocios, caca vez más especializados. Desde entonces, (la camarilla) los dirigentes chinos, vieron que ya no podían permitir, que la libertad de mercado de Occidente, condujese a la libertad de opciones; y así, mantener al mismo tiempo, el rígido monopolio del “partido comunista” en el poder.
Acotación del autor de estas notas: El pueblo (y los estudiantes); empezaron a pedir “democracia”; pues, esto fue lo que comenzó en la plaza de “Tiananmen” (en Mayo 1989); ya no fue, desde entonces, un idioma local; fue uno mundial. El leguaje de los “derechos humanos”; que retumbó por todo el planeta. Así, tanto en China, como en Rusia, al igual que en Europa (sin fronteras del idioma y otros obstáculos); fueron verdaderos centros de modernas tecnologías de información. Nace así, la era de la “información” (y de la “Red Internet”); pues, con ella, el “Nuevo Mundo”; derribó: muros, fronteras y todo lo que le supo a dictadura.
Desde entonces, el mundo, se halló ante dos fuerzas contrarias y enfrentadas… con la reforma desde arriba; y el estallido de la libertad desde abajo; impuestas, por el poder del pensamiento; en la “era de la mente”. Así, la “era del conocimiento”, ya no fue una “utopía”; sino, un verdadero resultado, emanado de circunstancias, que impusieron (por Ley) una mejor distribución (general) de “bienes y servicios”; bajo las firmes garantías (mundiales) de los “derechos humanos”; venciendo así, necesidades básicas insatisfechas, aplicando “Leyes” de avanzada, a toda la humanidad; desde ya, en todos los Países. Así, los estudiantes, no sepan; o, dominen: administración y gobierno (pero, se dan cuenta, de que los mayores, tampoco); dejando en claro, que tal circunstancia, se debe, principalmente: a abrir lo cerrado; y, sobre todo, a repensar; revelar; sustituir… lo infrahumano… por la libertad. Yendo de la periferia al centro; de donde nunca, se debió haber salido; y de abajo hacia arriba; de lo particular a los general.
Un movimiento humanista, democrático, mundial, que acaba con todas las clases sociales, e iguala al hombre (no para que todos aguanten); y que hoy, se expande por el planeta… habla con claridad meridiana… especialmente por la “Red Internet”; logrando, que millones de personas sepan de su destino, al saber elegir en las “urnas”; disponiendo así, su futuro en sus verdaderos representantes. Entonces, surgen nuevos delegados y gobernantes; como el presidente de los E. U. Baraco H. Obama (con millones de seguidores cibernéticos, a los cuales sigue conectado); que interpreta fielmente, las necesidades de su pueblo.

Un mundo de diferencia.
Revolución de la equidad.
Acotación del autor de estas notas: Las esperanzas, cada vez más unidas a los “derechos humanos”; ahora generaliza dos, con las necesidades más apremiantes de la gente. Una vez despejado el peligro (la guerra); hace pensar en la verdad; la utopía, que hoy se vuelve realidad… cuando temores e ilusiones renovadas, despejan el nubarrón de la extinción apocalíptica; para dar paso a la nueva “era de la mente”, en el Siglo XXI.
Y a lo largo de la historia… la equidad y su contrario… la discriminación; han estado siempre, determinadas, por el acceso al recurso principal de la civilización. En otras épocas, tal acceso, implicaba la posesión de armas recién inventadas. Pero, que supone… para la perspectiva de equidad, el hecho de que la “información”; algo tan abundante, tan susceptible de ser compartido y de tan fácil acceso… se esté convirtiendo ahora en el recurso predominante del mundo; por medio del cual, el “nuevo ser”, se esta gestando; y con él, la ¨revolución mundial de los derechos humanos¨.
Acotación del autor de estas notas: La equidad, depende de la educación; la cual, está basada, a su vez, en tres tipos de decisiones: 1 Decidir si las autoridades permiten o, prohíben, el derecho a pensar, debatir, escribir y publicar ideas poco ortodoxas o, corrientes (así sea, por Internet). 2 elección de políticas, consistentes en saber, si en todas las sociedades, se excluye sistemáticamente a los pobres… de la igualdad de oportunidades; en especial, respecto a la posibilidad de aprender a procesar y comunicar información. 3 Por último, determinar, hasta que punto, las políticas públicas, permiten que se trate a las personas, por categorías por sexo: forasteros; religiosos; infieles; en vez de cómo individuos, con derechos y sentimientos propios. Se cumple así la “Ley” de C. Marx: Síntesis, conocimiento y desarrollo en equipo.

Derechos humanos.
Acotación del autor de estas notas: La idea moderna, de los “derechos humanos”; habría sido calificada de “extraordinaria”; siendo, lo ordinario, lo conferido por Dios. Siendo superiores: por (creación) nacimiento; rango; raza; y/o, por la fuerza de las armas. Pero, sin advertirlo, ni expresarlo todavía, es muy posible que hoy, estemos viviendo, uno de los más profundos valores humanos, que se producen solo, una vez, por milenio. Por consiguiente, con la ilustración, se generalizó la idea, de que toda persona (joven o, vieja) tiene “derechos”; que no le son conferidos, por la sociedad; y que se deben reconocer e, incluso proteger.
Hoy, la declaración de los “derechos humanos”; aprobados por la ONU (en1948); que al parecer, nadie comprende a conciencia (pero que impone, en las urnas); ni aplica, seguro que por costumbre; pero, que se ha constituido, en el más alto alcance de la historia de la humanidad y de la filosofía política. La cual, se tiene que enarbolar con orgullo, por encima de todo; como si de verdad importara, y fuese fundamental en la práctica; pues, el núcleo tradicional de los “derechos humanos” internacionales, está formado, por los relativos, a la seguridad de la persona (inclusive de los abusos del Estado.) Primero que todo, la integridad personal. Igual, que con relación a la satisfacción de las necesidades básicas de cada persona. La reacción en cadena de los “derechos humanos”… y de los valores democráticos… está resultando explosiva; y, esa capacidad de detonación, está a punto, de hacer que se estremezcan, los mismos cimientos de la “política mundial”; al establecer claramente (y universalmente) cuán gigantesco, es el número de los necesitados; frente, al mínimo, de los pudientes desperdiciadores; visto de frente, a las ”urnas”; en una contienda, verdaderamente democrática.

Problema del desarrollo.
A pesar, del desmoronamiento de los antiguos sistemas del poder; y, del modo, tan radical en que se ponen en duda, desgastados supuestos témpanos de hielo… que se están empezando a derretir. Pero, sin embargo, los países ricos y pobres; están organizados de tal forma que todavía, se discrimina… haciendo la brecha cada vez más honda… y aunque duela… la ayuda a ciertos países… solo ha servido, para aumentarles su capacidad bélica (por aquello del ajedrez internacional.)
Acotación del autor de estas notas: No obstante, en el resto de mundo, otros centenares de millones de personas, han quedado excluidas del circuito cerrado del desarrollo. Incluso en los sitios donde se toman medidas especiales para dirigir la asistencia exterior hacia el “nivel rural”; las prestaciones no escapan a la presión hidráulica de las bombas sociales que impulsan los recuerdos desde los pobres marginados hasta los (ya muy) ricos y despilfarradores de las grandes ciudades, de todas las regiones de la Tierra. Sin embargo, siempre cabe la posibilidad hecha realidad en los últimos años; de que la gente no quiera ya más, esperar a que la riqueza empiece a generalizarse.
Mientras la ética del crecimiento, tuvo siempre dos importantes fallos. En primer lugar, fomentaba e crecimiento económico, como si éste fuese el objetivo fundamental de la vida y el trabajo, como un sustituto de la satisfacción de las necesidades básicas; y, remediadas ésta, de toda una variedad de deseos humanos, más que como un medio de conseguir tal satisfacción. Este razonamiento era como decir que el objetivo de una industria química, es fabricar productos químicos, sin tener en cuenta; por qué, ni para qué, se fabrican. En segundo lugar, el crecimiento económico parecía generar demasiada basura, peligros, trastornos y disensiones. En el mundo industrializado, la gente, cada vez más consciente del daño causado a la naturaleza, reaccionó cerrando filas, bajo la bandera de “hacer verde” la política y la industria. Pero, sin embargo, el principal problema del desarrollo, resulta de que los “ricos” de los países en vías de desarrollo, tienen más en común con los países industrializados ricos; que, con el destino, de los millones de compatriotas suyos, que viven todavía en la pobreza.
Luego, finalmente, hoy, la esencia del desarrollo, está estrechamente relaciona por tanto, con los asuntos internos de los países todavía soberanos. Abarca, no solo disposiciones económicas, dentro de los países; sino, también, problemas de justicia social; y, conflictos de identidad cultural. Es este, el rompecabezas, que hace necesaria, una nueva estrategia del desarrollo.

Problema de identidad cultural.
La equidad, es un asunto de todos los días, en la política de modernización; resulta, mucho más explosiva, cuando aparece combinada, como ocurre ahora, en la mayoría de las sociedades, con rencores y reacciones, expresadas en nombre de la identidad cultural. Entonces, la identidad cultural, es la década mundial del desarrollo cultural, declarado por las N. U. (1988-1997); así que existe desde esa época, una definición de la ONU., lúcidamente expresada en seis idiomas; mediante un documento de 1987; de la ONU., para la educación, la ciencia y la cultura (UNESCO.)
Acotación del autor de estas notas: La identidad cultural, es ante todo, nuestra comunidad lingüística local, regional y nacional; sus valores específicos (éticos, estéticos etc.); el modo en que adsorbemos su historia, tradiciones, costumbres y estilos de vida; nuestro sentimiento de estar experimentando, compartiendo o, modelando un destino común; el modo en que nos proyectamos en un ser colectivo; en el que vemos continuamente nuestro reflejo, adquiriendo la capacidad de construir nuestra personalidad; por medio de la educación; y, de darle expresión, en obras, que afectan a su vez, al mundo en el que vivimos.
Y la tradición cultural, suele ser un obstáculo para el cambio social. Tal es el caso, no solo, de los hábitos, mitos, ritos y costumbres antiguas; sino, también, de estrechas ideas culturales “modernas” (el concepto de prueba de los beneficios, la devoción al equilibrio de los economistas); que inhiben el pensamiento integrador, capaz de considerar la situación, como un todo y que constituye la esencia del liderazgo en la aplicación de políticas. Es aquí, donde las tecnologías de la información (los ordenadores, satélites y telecomunicaciones integrados en sistemas operativos) ejercen, especial influencia a la hora de despertar, en millones de personas; una conciencia común del medio ambiente mundial; y de crear normas comunes; tales como, la idea, de los “derechos humanos” inherentes.
La diversidad cultural, va de camino, no obstante, intentar un conflicto con otros valores, sobre los que tendrá también que estar fundamentado el Siglo XXI. Uno de estos, es el choque de los “derechos de grupo”; reivindicados, por ambiciosas comunidades culturales y raciales; con la ideología opuesta, de los “derechos humanos” individuales, e inalienables. Según esta última, una persona, tiene derechos, no porque sea miembro de “nación”, grupo, género, clase, categoría étnica o, incluso de familia; sino, en virtud de haber nacido en el seno de la humanidad. El otro desafío que se le presenta a la diversidad cultural, procede de la fuerza centrífuga de la ciencia y la tecnología modernas; que hace posible concebir el mundo, como una unidad, como un mercado global… de bienes y servicios y, dinero; como una biósfera integral, que tiene que ser controlada y protegida; como una comunidad global, en la que la desigualdad, la guerra nuclear y el hambre… podrían estar proscritas.
Acotación del autor de estas notas: Es así, como las personas, protegen su sentido de la individualidad de las incertidumbres de la naturaleza y de la impersonalidad de las grandes ideas (corporaciones, gobiernos, doctrinas religiosas rivales, teorías económicas y abstracciones como el ¨orden mundial¨.) Este, es el motivo, de que cada paso, cooperativo, que se da, hacia afuera de la vecindad, pueblo, estado o, nación; esté, en tensión, con la tracción centrípeta, que ejerce por naturaleza la comunidad. La carga de la prueba, corresponde siempre a quienes se proponen coordinar las políticas y costumbres del grupo, con otras ajenas.

Concepto, de aldea global.
Acotación del autor de estas notas: Es una mera combinación simple, de términos contradictorios; que no constituyen en absoluto, la mejor forma de pensar, en un sistema de cambio pacífico; para el próximo período histórico, que trascienda las fronteras. No obstante, tampoco, es muy probable, que la reconstrucción del ¨sistema¨, se derive, de la visión fragmentada, que tienen del mundo: los físicos nucleares, los oligo-polistas de recursos, los especialistas en patología botánica, los fanáticos religiosos, y aún, las grandes figuras del deporte.
En resumen, la tradición centrípeta de la comunidad, que nos proporciona a todos, parte de nuestra preciada identidad; es parte de la realidad; y también, lo es, el valor de cada persona, como individuo; y, también, lo es, la necesidad de dar forma a comunidades e instituciones más inclusivas, que sea posible; gracias, al conocimiento moderno. Lo que es “universal”, amenaza y está amenazado, por lo que es único. Por consiguiente, aunque celebremos la diversidad cultural y el cambio político que se está provocando ya, en cuatro continentes; es necesario, que nos dediquemos también, a pensar la manera de conciliarla, con los ¨derechos humanos¨ individuales; y las oportunidades humanas globales.

Falsa analogía.
Fracaso de los Estados-nación.
Acotación del autor de estas notas: Las esperanzas y los temores humanos; y las más recientes tecnologías globales; aún, la reciente ¨conciencia pública¨, han hecho necesario, un nuevo “plan” de actuación internacional. Tal “plan”, se ocupa, antes que nada, de viejos asuntos, con apariencia de nuevos: La petición del cambio sin violencia, y la solución de conflictos sin guerra, figura en él; la gestión de una economía verdaderamente mundial, que está a punto de sufrir una depresión nerviosa, por falta de instituciones capaces de hacer que el clima económico resulte previsible. En las dos terceras partes del mundo, se requiere nuevas formas de enfocar el desarrollo que tenga en cuenta, no solo las necesidades de crecimiento económico; sino, también, el anhelo de un impulso más equitativo y la pasión por la identidad cultural.
El “plan”, hace hincapié, también ahora; en la gestión, de las diversas partes del medio ambiente, del planeta (la alta mar, el fondo marino, la Antártida, el clima, el espacio exterior); y la protección de recursos físicos comunes (el suelo, los bosques, las pesquerías y el agua dulce); y los cielos naturales globales (como el calor, la humedad y la energía.) La acción colectiva y cooperativa, en esta variedad de asuntos, exige reconsiderar lo que entendemos por internacional; porque, todos ellos entran de lleno, en lo que ha sido fundamentalmente, el ámbito de los “asuntos internos” de cada País.
Lo que hace necesario, un nuevo “plan” de actuación internacional, en todos estos campos; y es el hecho, de que ahora sea posible; trescientos años de descubrimientos científicos e innovaciones tecnológicas, permitieron la propagación del conocimiento; y ésta, hace posible, que la gente, de casi todas las partes del mundo; tome, nuevas alternativas políticas, que decidan, como quieren ser gobernadas; por quien, y con qué fin. Debido, a estas intimidantes decisiones nuevas; las decadentes instituciones, las desgastadas normas; y, los anticuados supuestos de los años cuarenta, del Siglo pasado; van a necesitar cambios, bastante más profundos, de los que puede realizar la cirugía estética.
Acotación del autor de estas notas: Ahora, es natural, pero equivocado, creer que gobernar una “tribu” o, “nación”; sea, como hacerlo con el “mundo”; la mayor aproximación a ésta forma de orden, ha sido, el Estado-nación¨; y éste, se había atribuido el poder de gobernar… ejerciendo el liderazgo de unos de unos pocos… en nombre (con demasiada frecuencia, a costa) de la mayoría. ¿No ocurrirá lo mismo con la gobernabilidad, a escala mundial? ; La extrapolación de la historia, dice que si.
Por suerte, para el destino de la humanidad y por desgracia, para los planificadores; las expectativas y ambiciones de los hombres y mujeres reales (de este Siglo XXI); resultaron ser demasiado diversas, para las estáticas “estructuras de paz”; con autoridades centrales encargadas de imponer contribuciones, planificar y dirigir. Los conceptos de “arquitectura” del orden mundial; surgidos de la (II) guerra mundial; no sobrevivieron al ímpetu de la ciencia y la tecnología; los movimientos de masa de los pueblos, las rivalidades de las grandes potencias, las ambiciones, el despertar de las razas y clases sumergidas y la inoportuna toma de conciencia de personas sencillas que acabaron dando más importancia a sus derechos universales, que al orden universal y que se originaron para luchar por los beneficios de una modernización, que en su opinión, llevaban demasiado tiempo esperando.
Por último, los gobiernos nacionales, pierden poder por arriba; en beneficio, de organismos, acuerdos y planes internacionales. Esta tendencia, reduce la libertad de acción y el control de los gobiernos, que no pueden actuar, sin consultar antes, con sus socios; y, en ocasiones (como en el control de armamento); incluso con sus adversarios. Curiosamente, tal limitación, no implica necesariamente (ni siquiera normalmente); una perdida de soberanía. Ésta, no ha sido nunca, un derecho absoluto, tiene que ir siempre engranada con otros derechos. A menudo, es la combinación de soberanías, lo que permite a las partes, ofrecer la suya propia.
Luego, la mayoría, de los que mejor representan, la “cooperación internacional”; están donde las nuevas tecnologías hacen posible, las actividades colectivas y modernas; y, moderan el impulso, de los dirigentes políticos, a puntearse juntos; discutiendo asuntos; en vez de decidir que hacer juntos; lo que solo se puede hacer, de acuerdo juntos. Ahí está, la verdadera importancia de la “Asamblea General de las Naciones Unidas”.

SISTEMA INTEGRAL.
¿Qué es lo que funciona y por qué?
Acotación del autor de estas notas: Lo primero, que nos viene a la cabeza, cuando se piensa en asuntos mundiales, probablemente, no sea el concepto del “amor”; ni siquiera de tolerancia; humanidad; o, cooperación. La mayoría de las noticias, sobre cooperación internacional… tratan de la ausencia de esta desconfianza, sospecha, controversia, conflicto, terrorismo; o, guerra. Los logros de la colaboración, lo que está realmente funcionando; y, varias veces, aparecen resultados en la T.V., los periódicos, los libros de historia; que leen nuestros hijos o (enfrentémonos a ello, de una vez por todas); nuestros intereses personales.
El estudio, de la enseñanza de las relaciones internacionales, suele centrarse en lo que está mal, los disturbios y su represión; los golpes de estado militares; el trafico de drogas; las maquinaciones empresariales; la psicosis financiera; las carreras por armamentos; las guerras y los rumores de guerra. Sin embargo; si, se hecha una mirada retrospectiva al conjunto de la situación, aparecen toda clase de sistemas y disociaciones internacionales… que están funcionando de la manera que se supone que deben hacerlo.
Acotación del autor de estas notas: Luego, el mundo del futuro, será diferente; la mayor parte de la historia revisada… comenzó, en una época en que los E.U., era la iniciativa, en asuntos de gran envergadura; para lo que hacía falta, importantes recursos nuevos; y una ambiciosa visión global del mundo. En los años 90; y aún más adelante, los proyectos de cooperación mundial; dependerán inicialmente, de la iniciativa y el liderazgo de Europa y el Japón; y también se les presentará la oportunidad de desempeñar funciones directivas a potencias medias; como, China, Canadá, Brasil, India, Australia y Nigeria. A medida, que los sistemas de cooperación internacional… vayan madurando; podremos, también recurrir cada vez más, a los cargos ejecutivos internacionales… para que se encarguen, de esa función de catalizador; y estímulo, desempeñado recientemente, por el Secretario General, en asuntos políticos y militares.

Gestión de paz.
Acotación del autor de estas notas: Una “sociedad del conocimiento”, es una sociedad que aprende… y aprendimos mucho… sobre lo que debemos y no debemos hacer; durante, los primeros ensayos, del orden mundial. La “Sociedad de Naciones”, que siguió a la I Guerra Mundial; y las Naciones Unidas; y demás organizaciones, surgidas, después de la II Guerra Mundial. Ahora, en este momento nuevo, de la historia mundial; tenemos la oportunidad, de aplicar lo aprendido, al tercer ensayo; sin necesidad, de sufrir antes de la (posible) III Guerra Mundial (ni Dios, lo quiera.)
Para que la “Sociedad de Naciones”; hubiese tenido éxito, tendría que haberse creado un “Club de Países”; de similar mentalidad, decidido a tomar el mando. Pero, ni siquiera en sus comienzos (entre 1919 y 1920); consiguió atraer a un E. U., todavía aislacionista; y así, los miembros que se adhirieron al Club; no tardaron en darse cuenta, de que no tenían la capacidad, ni la voluntad necesarias, para hacer frente al crecimiento en número, de los quebrantamientos de la “Ley”. Primero, el militarismo Japonés; luego, el fascismo italiano; y en seguida, para colmo, el nazismo alemán, en sus ambiciones bélicas. Las doctrinas de “Paz”, quedaron pues, bloqueadas, por un sistema caracterizado, por la ausencia de cambio de maniobra negociadora y de resistencia; que solo, aplicaron, hasta que no hubo otra opción.
Pero, en aquella época, lo que iba a convertirse en una “revolución mundial”… de la equidad; que estuvo paralizada por la dominación colonial; el poder económico y la superioridad bélica naval. Entre tanto, los Países de similar mentalidad, hicieron algunos progresos, creando un lenguaje común, para hablar del tiempo atmosférico; controlando enfermedades contagiosas; y, poniendo de relieve, las condiciones del trabajo en Occidente. Sin embargo, la mayor parte de la humanidad, quedó fuera del radio de acción de estos Países. Pues, en Latinoamérica, África y Asia, prevalecieron sumisas subordinaciones; al igual, que para las demás Colonias y Protectorados del hemisferio occidental. O, para los miembros de la Commonwealth, merecedora todavía del calificativo de británica. En cuanto a la Unión Soviética, está todavía, esforzándose, por tomar la forma concebida por Lenin; absorta, a pesar de la retórica universal del marxismo, en la lucha cuerpo a cuerpo, entre los revolucionarios fundadores y la realidad de una profunda revolución interna.

La ONU. Supuestos erróneos.
Mientras, las N. U., no eran más que una coalición formada durante la II Guerra Mundial, para detener a Hitler; unos aliados a los que de momento, les preocupaba más, contra que estaban luchando; que para que luchaban. Sin embargo, aquellas N. U., se reunieron luego (1945) en San Francisco, para confirmar también la “Paz” de la Posguerra; partiendo de premisas similares, de la Sociedad de Naciones; un orden universal, mantenido por instituciones universales, que reflejaran derechos y deberes igualmente universales; que eran manifestaciones de una voluntad universal, de unión, contra los quebrantamientos de la “Ley”; cuyo funcionamiento, estaba basado en su estricta observación de las “Leyes” y en procedimientos seudo-parlamentarios.
Pero, la estructura resultante de estas premisas, era una “maquinaria del statu-quo”. Analizando la “crisis de madurez” del grandioso proyecto de la posguerra; se observó que los dirigentes políticos, a menudo, estaban convencidos de que “una vez que un objetivo político sea alcanzado… el tiempo se detiene”; y, el mundo ya no evoluciona. Y el mundo (posterior a 1945); era mucho mas fluido; la “Paz”, se presentaba con mayor claridad, como algo que dependía del cambio. La propia Carta, de la ONU., contemplaba cambios radicales y universales (autodeterminación de las naciones, y derechos humanos para todos.) Los miembros de la coalición victoriosa, divulgados por la “guerra fría”; enseguida, comenzaron a poner al servicio de su nueva rivalidad, las ambiciones políticas, en los cinco Continentes.
La arquitectura del “orden mundial”; construida, con la posguerra; no estaba preparada para asistir a los terremotos; que, pronto iban a sacudir, los todavía frágiles procedimientos de la ONU. De hecho, varios de sus supuestos fundamentales, tenían errores de base; estaban arraigados en metáforas occidentales; que no podían tener, ni que tuvieron, ninguna utilidad, cuando el escenario, se amplio a todo el mundo.
Una primera premisa de los fundadores de las N. U., era que, las principales potencias, al haber ganado la guerra; podían sofocar la segregación, para proteger la seguridad colectiva. La idea, resultaba acertada, en el caso del conflicto bélico, que acababa de terminar. Pero la “guerra fría mundial”, y los numerosos conflictos regionales consiguientes, igualmente “hors de categorie”; para la “Carta de las N. U.” Hasta la crisis de Irak (1990); la reacción típica del “Consejo de Seguridad”, a todo conflicto regional que se presentaba, consistía en:
1 No declarar agresor a nadie.
2 Aconsejar a las partes que dejaran de luchar y dialogaran.
3 Hacer los preparativos necesarios, para el envío de mediadores y fuerzas encargadas del mantenimiento de la “Paz”.
En otras palabras, utilizar modos de intervención, no estipulados, de manera explícita, en la “Carta”. La única excepción importante, fue la decisión tomada en 1950; de oponerse, a la agresión en Corea; y se debió, únicamente, a que la delegación soviética, en la ONU; estaba boicoteando, esa semana, al “Consejo de Seguridad”; en relación, con otro asunto, y no pudo variar de postura con la rapidez suficiente, para entrar a la “Cámara del Consejo” y así oponerse.
Un segundo supuesto erróneo, de los fundadores de la ONU; era que las instituciones de tipo legislativo, conocidas; podían implantarse, en la esfera intergubernamental; llamada “diplomacia parlamentaria”; que fueron, en cierto modo, sus escritos; al respecto, los que le convirtieron en brillantes analistas de relaciones internacionales; que el presidente electo, J. F. Kennedy (que no le conocía) estaba buscando, para el cargo de “Secretario de Estado”; tras las elecciones de 1960. En un verdadero “escrito legislativo”, los intereses opuestos, se defienden sin derramamiento de sangre; y una forma de mayoría, decide por todos. Pero, un comité de “Estados Soberanos”, no actúa así.
Un tercer concepto, de los fundadores de la ONU; era el que servía de base, a sus decisiones sobre gestión económica y monetaria, incluido el acuerdo de Breton Woods; por el que se establecieron, el Bco. Mundial y el F. M. I., que consistía, en considerar el equilibrio, como un fin en sí mismo. El “modelo del equilibrio” de los economistas, analogía “newtoniana” de las ideas de estasis de la medicina; daba por supuesto, que las turbulencias del mercado, cesaban, al llegar a un estado natural de equilibrio; entre las fuerzas contrarias, de la “oferta y la demanda”. Sin embargo, gran parte del “Plan” de actuación internacional; en materia económica, de los últimos 40 y pico de años; ha tratado, de asuntos de equidad, no de equilibrio.
Un cuarto supuesto, de quienes crearon el actual “sistema internacional”, era que los “Estados-nación”; serían los “únicos actores” verdaderos e importantes, que aparecerían en el escenario político internacional. Como los fundadores del mundo de la posguerra, eran todos líderes en sus propios “Gobiernos Nacionales”; tal idea, era una deformación profesional lógica; pero que condujo a una importante distorsión de la realidad; el empeño en tratar los problemas entre “Estados Soberanos”, en comités de representación sumisa; como si se pudiera establecer una clara distinción, entres asuntos internos e internacionales. Como, las negociaciones, sobre control de armamento, comercio, ayuda exterior al desarrollo, asignación de frecuencias de radio, control del tráfico aéreo, etc.
Un quinto supuesto. El sistema de las “Naciones Unidas”, fue concebido por occidentales, herederos de una tradición de optimismo, acerca de la inevitabilidad del progreso y la perfección del hombre. De todo ello, infería, que las organizaciones internacionales, tenían que ser consideradas, como pasos hacia el gobierno supra-nacional. En 1948; la Asamblea General, aprobó por abrumadora mayoría, un “Plan” de Estados Unidos, para dejar en manos de una autoridad internacional, las instalaciones nucleares, a la sazón de competencia exclusiva de E. U. El proyecto se tenía que llevar a cabo, sin que ninguna otra gran potencia le impusiese su veto. Pero la U. S., rechazó el ofrecimiento; a la vez que empezaba a construir su propio arsenal nuclear; pero, en última etapa, los E. U., se ahorró tener que decidir, si el pueblo estadounidense quería de verdad renunciar a la “bomba” que acababa de poner fin a la guerra con el Japón.
Acotación del autor de estas notas: Finalmente, Rusia, aceptó (con Brezhnev; y luego con Gorbachov) el “desarme nuclear conjunto”; a condición, de que los E. U., la surtiesen ampliamente de granos y cereales; durante, la racha de producción agrícola, que tumbó a N. Khrushchev (1964.)

Normas y criterios internacionales.
Acotación del autor de estas notas: Igual, que el mundo se hartó de “Reyes”; y “Emperadores”; se hartó también de dictadores y demás sátrapas… (verdaderos causantes de millones de víctimas); considerados como jefes privilegiados de diversas clases. Demostrando con ello, que lo fundamental, era preparar procesos adecuados a la gestión pluralista. Así, la gobernabilidad internacional… no tuvo porque estar en conflicto con la soberanía nacional. De lo que se trataba era de encontrar el modo de que las “Naciones y sus Ciudadanos”, aunaran sus conocimientos colectivos; compartidos en sistemas que beneficiaran a todos; y que permitieran alcanzar objetivos compartidos, sin que se produjese, por ello una homogeneización de las distintas identidades culturales, filosófica y aún éticas.
Algunos, objetivos (normas y criterios) comúnmente compartidos, que gozan hoy, de la aceptación general:
Integridad territorial; inviolabilidad de las misiones diplomáticas; no proliferación e inutilización de armas nucleares; inmunidad de la aviación y la navegación civil; obligación de ayuda a los refugiados; inadmisibilidad del dominio colonial; rechazo a la discriminación racial; igualdad innegable de la mujer; adopción obligatoria de los derechos del hombre, descritos en los derechos humanos (1948) y ratificados en Helsinki (1975).
Un tercer ensayo, señala primordialmente, que el problema, radica, en como hacer que los objetivos, sean operativos, por ejemplo:
Una tercera guerra mundial, es totalmente inadmisible; tanto que habría que descartar totalmente a las armas nucleares, en los conflictos políticos.
Siempre que sea posible, hay que evitar la intervención exterior en los conflictos locales, para que no se agraven. Pero en caso de que esto ocurra; todos los miembros de las N. U. y del Consejo de Seguridad, estarán obligados a tomar urgentes medidas colectivas; y desde luego efectivas… para la supresión de los actos de agresión.
Igualmente, no se debe utilizar la vida de espectadores inocentes, para ejercer presión política.
En todo el mundo, se debe proteger la calidad de vida humana, de la degradación catastrófica de la atmósfera y de la biósfera.
Finalmente, ningún niño del mundo, debe ir a la cama, con hambre.

Principio extra-nacional.
Resulta que, algunas de las ideas expresadas aquí, para reorganizar y reactivar el “sistema internacional”; no se pueden aplicar a las organizaciones y procedimientos ya existentes. Lo que tenemos ahora, son esencialmente asociaciones universales, regionales o, funcionales, de “gobiernos soberanos”, atendidas por funcionarios internacionales… de “gobiernos soberanos”; nombrados por estos; que obran colectivamente, y a los que se suman, a veces, a expertos, que actúan en calidad de tales; y funcionaros, en parte, con contribuciones, que varían de acuerdo con la capacidad de pago, de los gobiernos; y en parte, con fondos voluntarios; a los que solo, algunos de los miembros, de la asociación, contribuyen.
Acotación del autor de estas notas: Entonces, no nos dejemos engañar, por una analogía descriptiva; hubo, un tiempo… en que la “comunidad europea”, no aprovechaba todas sus posibilidades, más recientes; y hoy se ha convertido, en una dinámica fuerza motriz, de tendencia, a estrechar los lazos económicos, monetarios e incluso políticos; entre los ciudadanos de Europa Occidental; y su fuerte, influencia magnética, alcanza ya también, a “Europa del Este”. Pero no es nuestra intención juzgar aquí; como han resultado, en la práctica, las ingeniosas disposiciones del “Tratado de Roma”. Además, el asunto inacabado de la integración europea, es muy distinto; y, a pesar de todas sus complejidades, probablemente más sencillas que los problemas mundiales abordados en el “tercer ensayo”. Pero, el mecanismo más ingenioso de todos, quizá sea, cuando los gobiernos, tienen por fin que considerar una iniciativa de la comisión (después de todo el mundo); los ministros del consejo, no pueden hacer ninguna conexión. Si estos no quieren darle su visto bueno, tienen que devolverla, a la vista de todos, al foro público, de donde surgió el consenso, respecto a ella.

Impuestos internacionales.
Hasta no hace mucho, incluso los “programas” internacionales, considerados en general, como esenciales; sufrían crisis crónicas de financiación. Luego, será necesario, crear “fuentes internacionales” de ingresos, que no dependan del examen de conciencia, que parecen realizar todos los años, medio centenar de gobiernos. Financiar un mundo de cambio pacífico, resultará mucho menos caro, que la amenaza; o, el uso de la fuerza. Y hay gran número de sistemas internacionales y transacciones transnacionales; cuya viabilidad depende de una paz gestionada. El beneficio, que obtendrán de un modo lo suficientemente pacífico, como para hacer posible las transacciones, se vería reflejado, en los pecios que todos pagamos por tales servicios.
Ahora, es de sentido común, que la “recaudación de fondos” para funciones internacionales; debería depender, sobre todo de las actividades que más se beneficien, de un medio ambiente mundial, pacífico y previsible. Los viajes, el transporte, las comunicaciones; y, las transacciones internacionales, deberían depender, sobre todo de las actividades, que más se beneficien, de un medio ambiente mundial pacífico y previsible. Los viajes, el transporte, las comunicaciones y las transacciones internacionales, son las más evidentes. Parece lógico, que alguien que viaje mucho, por todo el mundo; y, haga un amplio uso de los sistemas de comunicación internacionales; pague una décima parte de los derechos de pasaporte; una fracción o, un suplemento sobre la factura de teléfonos, fax o, el envío de datos, a través de las fronteras internacionales; para contribuir, a financiar el privilegio, que supone la circulación de su persona y de sus pensamientos, por un nuevo mundo, que resultará mucho menos justo, más turbulento y peligroso; si el sistema internacional no funciona.

Pluralismo práctico.

Estas directrices del “tercer ensayo”; incluidos, el principio extra-nacional y la necesidad de crear fuentes de ingresos internacionales, con que sostener la capacidad de acción internacional; ¿qué implican, para el futuro, de las diversas organizaciones, establecidas en los años 40 y 50; para gestionar al “segundo ensayo”; especialmente para las N.U.? El futuro de estar siempre, basado por consiguiente; en a carta de la ONU., es un buen punto de partida. Hace algunos años, un diplomático destacado en la sede de las N. U., en N. Y., hizo una importante observación, sobre el asunto: “No hay nada malo, en la primera parte de la “Carta”; dijo… son las siguientes 50 hojas, las que estorban”.
Un segundo ejemplo, es que la “Carta” describe procedimientos de “votación”; pero, que solo se aplican cuando ésta tiene lugar. No dice, que sea necesario “votar”; y, como ya vimos, en la mayoría de las acciones con éxito, emprendidas por organismos de la ONU; cuando, ya se ha llegado al acuerdo “por consenso”; en los casos de este tipo, en que se han realizado “votaciones”; y estas, han servido, para confirmar acuerdos alanzados anteriormente por consenso; o, para dejar constancia de algo, sobre lo que no se ha llegado todavía, a total acuerdo; como el caso, del “Tratado del derecho del mar”.
Tenemos, un tercer ejemplo. Los “procedimientos” de la “carta”, describen una “organización” de miembros, que solo pueden ser “Gobiernos”. Las partes de una disputa, son solo “Gobiernos”. A juzgar, por el texto de la “carta”; las “amenazas a la paz; alteraciones a la paz y actos de agresión”; son cometidos solo por “Gobiernos”. El terrorismo internacional, no era un asunto desconocido antes de 1945; ni tampoco lo eran los carteles internacionales, no gubernamentales, dedicados al crimen, el narcotráfico, u otros fines en apariencia más respetables; tales como, la especulación monetaria y la fijación del precio de los productos. Estas actividades, no se consideran como asuntos de paz y seguridad; pero, hoy sabemos mejor, lo que en realidad son.
Consideradas las N. U., hoy son más necesarias que nunca. Si se pidiese a un “congreso internacional” de juristas; que volviese a redactar el preámbulo, el capítulo I de los artículos 55 y 73 de la “carta”, probablemente, no sabría definir mejor, la necesidad de ejecutar un cambio con “Paz”; y una “Paz” con cambio. Lo que hace fala, es crear nuevas formas de trabajo; para, haciendo caso omiso, no del propósito declarado en la “carta”; sino, de sus procedimientos desfasados:
1 Concebir, un sistema de seguridad mundial; para crear un “mundo, donde la diversidad, esté a salvo”. 2 Regular, los mercados mundiales; de modo que sean, no solo eficaces, sino también equitativos. 3 Impulsar, en todo el mundo, el crecimiento con equidad; por medios más dinámicos, que la ayuda a regañadientes, y malos préstamos. 4 Negociar tantos equitativos y variables a escala mundial, acerca del medio ambiente, que es un bien común de la humanidad.
Acotación del autor de estas notas: Luego, es urgente, construir un “sistema” acertado de “cambio” pacífico; para más pueblos, que nunca, en la historia actual del mundo; es ahora una meta, que se puede alcanzar; y poco a poco, y en la práctica, ya se han dado algunos pasos, en este sentido. Las pautas, que hay que seguir, son ya patentes. El problema, es muy complejo, pero no insoluble; radica, en como seguir avanzando, de manera sin duda desordenada y zigzagueante, para aplicar, lo que hemos aprendido en teoría, (conjuntamente y en equipo) por medio de tanteos, en el último Siglo. Y aplicables; desde, principios del nuevo Siglo XXI.
Todo, parece indicar, que la gestión de la “paz” a escala mundial; va a necesitar un mundo “madisoniano”; un mundo de tratos y arreglos entre facciones nacionales y funcionales; un mundo en el que las personas puedan llegar a un acuerdo, sobre lo siguiente que tiene que hacer juntas, sin sentir la necesidad (ni verse obligadas por un “gobierno mundial”) de estar de acuerdo sobre: creencias religiosas; modelos económicos; e ideologías políticas. Un pluralismo práctico; no un universalismo unitario; es hoy, el destino más probable, de la especie humana (también, lo dice la Biblia.)

Nuevo orden mundial.
Erosión de grandes potencias.
Acotación del autor de estas notas: El mundo, de los años noventa y posteriores; es fundamentalmente distinto, de todas la formas de relaciones internacionales, que se conservan en nuestra memoria cultural. Ninguna “potencia”, tiene ahora, capacidad para emprender bajo su exclusiva responsabilidad, la tarea de modelar un mundo, “donde la diversidad, esté a salvo”. Es evidente, que un mundo, sin nadie al mando, será más volátil y propenso, a la crisis que la terriblemente estable pero fatal en potencia, confrontación de grandes potencia nucleares, empeñadas en una constante vigilancia mutua, desde sus respectivos “bunkers”.
En Europa del Este, y en las Repúblicas de la antigua U. S., la democracia y el desarrollo económico; serán, sin duda, una carretera llena de baches. La aproximación de la “China Comunista”, a la modernización, por el camino ambivalente, de la educación y la represión; garantiza un participante agitado e inestable, en el sistema internacional. Las disensiones internas y las rivalidades regionales del sur de Asia; harán que Cachemira, el Valle del Indo, Sri Lanka y otras zonas conflictivas, sigan estando siempre, de actualidad. En Oriente próximo, las viejas heridas y los nuevos odios, combinados con la mala distribución geológica de la riqueza; parecen destinados, a mantener (y a aguantar) a monarcas y a déspotas dirigentes ricos y a pueblos pobres; a fundamentalistas islámicos y a musulmanes modernizados, judíos y árabes; empeñados en despedazarse mutuamente. En África, el desarrollo, el espíritu de empresa y la gobernabilidad moderna, están todavía compitiendo en desventaja con la pobreza, el tribalismo, el crecimiento demográfico, la incompetencia y la corrupción.
Acotación del autor de estas notas: Solo en Asia Oriental, se vislumbran, cada vez más, puntos luminosos; pero, incluso, aquí, el crecimiento económico, va muy por delante del “conocimiento de los gobernados”. Y cerniéndose, sobre el panorama mundial, haciendo cada problema, más difícil de resolver; y cada solución, menos esperanzadora; y está en continuo y rápido crecimiento el número de personas, nacidas en un nuevo mundo; donde como en Oriente, ha ganado todo individuo, que tiene derecho a la libertad de expresión y de culto; y, de estar libre de la necesidad y el miedo.

Primera prueba
La caída, del “muro de Berlín”… en Otoño de 1989; fue una metáfora del fin de una era y, por consiguiente, del comienzo de otra. El mundo, estuvo (según T. S. Eliot.) “palpitando entre dos vidas”. No tuvo que esperar ni siquiera un año, para hacerse a una buena idea de la “nueva era”. La invasión iraquí, a Kuwait, el dos de Agosto de 1990; proporcionó, la primera metáfora variada, ya que representaba un mundo de culturas variadas; lealtades étnicas y religiosas variadas e ideológicas, acerca de la gobernabilidad internacional. Pero, la naturaleza fundamental del cambio político mundial… quedó ilustrada por la nueva reacción del mundo al anticuado intento iraquí, de tragarse de un solo bocado, a su pequeño y rico vecino meridional.
Pero, resulta, que S. Husein, juzgó muy mal al mundo de la pos-guerra: Los soviéticos, cerraron el grifo de su tradicional ayuda militar a Irak; a las pocas horas de la invasión a Kuwait. Los norteamericanos, que aunque, recibían menos del 5% de su petróleo (del Irak y Kuwait juntos); tenían que importar el 46% de todo el petróleo que necesitaban; optaron enseguida, por adoptar un bloqueo; y los japoneses y los europeos, a pesar de que dependían mucho más, del crudo de Oriente próximo; tomaron en el acto, la misma dirección. Entonces, el “consejo de seguridad” de las N. U., que nunca debía de hacer nada, en asuntos como este; mientras duró la “guerra fría”; decidió activar el, raras veces, utilizado capítulo VII; de la “carta”; prohibiendo la exportación de petróleo y de “todas las demás mercancías y productos de Irak y Kuwait”; la importación de “armas y demás material militar”, y las “transferencias de fondos a Irak y Kuwait”; incluida la inversión extranjera. Y al día siguiente, Turquía, se sumó a la alianza, tomando la decisiva medida de bloquear el oleoducto que llevaba más de las ⅔ partes del petróleo iraquí; a un puerto turco del mediterráneo oriental; para su transporte por mar a consumidores de todo el mundo.
La coalición internacional y el consenso político de Estados Unidos; estuvo a punto de deshacerse, en el transcurso de unas cuantas semanas de un torpe militarismo; a finales de 1990; en ese intervalo, el presidente G. Bush, duplicó el contingente estadounidense del Golfo Pérsico; sin consultar antes, con los aliados, ni con el Congreso de los E. U. Y para proteger la operación del Golfo Pérsico, E. U., no tardó en recurrir a las N. U., y a la diplomacia unilateral, de la clave del consenso en la política estadounidense, y en la formación de la coalición. Enseguida se montó el escenario de la “Tormenta del Desierto”… cuando a la coalición se le agotó la paciencia (y el petróleo); las fuerzas concentradas en el Golfo, eran ya abrumadoras: la guerra aérea duró 40 día, la terrestre, cuatro. Se había defendido el principio de “seguridad colectiva”, si bien los problemas que había provocado la crisis, continuaron ahí.
El muevo plan, de actuación para modelar a un mundo, donde la diversidad este a salvo; se compone, de cinco conjuntos de acciones, cada uno de los cuales, está estrechamente relacionado con los demás:
1 Propiciar el desarme radical y la disuasión permanente del uso de las armas nucleares, para garantizar que cualquiera que sea su forma y tamaño; no tengan utilidad, ni se utilicen. 2 Disuadir, del uso de otros instrumentos de terror, no convencionales, como las armas químicas y biológicas; y sistemas de lanzamiento de misiles, que son más fáciles de conseguir, que las armas nucleares y de más utilidad en esferas limitadas. 3 Organizarse para: Prever, los conflictos regionales, intentar detenerlos y mediar en ellos; gestionar la crisis; mediar en las viejas disputas y aislar las que no puedan resolver todavía; para la guerra; cuando estalle; y, restablecer la “paz”, cuando ésta se quebrante. 4 Fortalecer los sistemas internacionales, para que den respuesta a las “crisis de la humanidad”; que se produzcan, dentro y entre, los países (las amenazas a la “seguridad” de quienes son victimas del terrorismo, la drogadicción, el incumplimiento de los derechos humanos; cualquier circunstancia que les obligue a abandonar sus hogares y vivir como refugiados, o el desencadenamiento repentino de desastres naturales, o no naturales.) 5 Desarrollar un sistema más amplio y flexible de liderazgo mundial; tal como un “club” de la democracia; cuyos miembros, estén dispuestos a actuar, agrupándose, de modo diferente, según los casos, conforme a los propósitos; sino, siempre, según los procedimientos, de la “carta” de las N. U.

Aparición, progresiva, del sentido común, en el problema nuclear.
Acotación del autor de estas notas: En todo el mundo, incluso en los “gobiernos”, se tiene claro que una “Nación”; no necesita tener en su arsenal; la capacidad de provocar muchas y grandes explosiones nucleares; para dirimir, un juego de información totalmente verosímil; un juego de amenazas y disuasión de amenazas, en el objetivo militar; es la mente del adversario; no su territorio, industria o, población. Las amenazas nucleares y su disuasión, son guerras que se hacen, con ideas e impresiones, con conocimientos de lo que los adversarios han hecho, e incertidumbre, respecto a lo que podrían hacer. Concebir las amenazas y la disuasión nuclear, no como montones de material, sino, como un juego de información, que se presenta como una luz nueva, en la cantidad y tipo de armas imprescindibles para jugar.
Es tal y tanto, el poder que ellas contienen, que ni siquiera dan campo a la “rendición”; sino, que apabullan y destruyen todo a su paso, sin que haya lugar, a establecer, un vencedor y un vencido. Hoy, el problema es la existencia de muchas bombas nucleares; todas con la capacidad de destruir totalmente, a la actual civilización; que solo un “loco”, utilizaría; y que al utilizarla, se destruiría, él también. Pero, hoy el problema, gracias a Dios, ya está superado; solo que existen por ahí regadas, algunas que podrían ser utilizadas por el “terrorismo internacional”. En tanto, que solo han servido (por ahora) para amenazar y desestabilizar al mundo; por parte de países como Corea del Norte; e Irán; que aún sabiendo que serían borrados del mapa; continúan anunciando, que las utilizarán, en el caso de que según ellos, sea necesario. No advirtiendo, además, que con solo sus amenazas; ya están incurriendo, en la “sanción” colectiva de los demás países del planeta; y que por lo demás, estos (gobernantes) “locos”; se están arriesgando, a ser apresados y llevados, siete pisos bajo tierra, para esperar su muerte.
Acotación del autor de estas notas: Es así como se ha ido difundiendo el “rumor” de que este tipo de armamento, ya no tiene ninguna utilidad; en el llamado “rompe cabezas nuclear” (igual, para las armas biológicas y químicas.) Tal es el poder, que hoy tiene la ONU y la OTAN (policía mundial); para no solamente, preservar la “Democracia”; sino defenderla, de todo “loco”, que pretenda siquiera socavarla. El mundo de hoy, ya no quiere más guerras, y se está alistando, para la “globalización”; dentro de la cual, se espera con esperanza, que el pasado guerrero de la historia, sea un mal recuerdo (con millones de vidas cobradas); para las nuevas generaciones; que ya tienen bastantes problemas, con el Planeta que heredaron; y que muy seguramente sabrán sortear (con ayuda de la Cibernética Inteligente); para bien de la humanidad.

RESTRICCIÓN QUÍMICA Y BIOLÓGICA.
Las armas químicas (agentes incapacitadores, tales como el gas mostaza y ciertas sustancias letales, que atacan al sistema nerviosos humano); tienen una historia larga y hoy están más perfeccionadas. No obstante los horrores de tales ataques recibieron gran publicidad (en su momento); especialmente, durante y después de la guerra, y la opinión pública, acabó comparándolos; con la terrible epidemia de gripe de 1917-1918; que se cobró más de 25 millones de vidas, e hizo patentes, los daños humanos, que puede llegar a infligir, la propagación de infecciones letales. En 1925; el rechazo en todo el mundo, de este tipo de métodos, condujo al “Protocolo de Ginebra”, firmado ahora por 130 Estados, y que prohíbe el uso (y la fabricación) militar, de gases asfixiantes, venenosos o, de cualquier otra naturaleza, así como de armas bacteriológicas.
Resulta, que, además, la guerra biológica, ofrece a los beligerantes, los instrumentos necesarios para superar las limitaciones técnicas que habían impedido hasta ahora, dar utilidad militar a las armas biológicas. Si se hubiese impuesto el interés militar en ello, por medio de la ingeniería genética, se podrían crear agentes patógenos, para aumentar su virulencia; para burlar el sistema inmuno-defensivo del blanco o, destino final; para aumentar la resistencia de agentes biológicos de modo que puedan almacenarse mejor, resulten más fáciles de envasar en municiones y, una vez liberados, soporten presiones medio-ambientales, tales como la sequías y la radiación ultravioleta; y (cabe pensar también aunque parezca exagerado) para dirigir su acción contra sectores específicos de la población (como armas étnicas, que a la larga, vienen infectando a todos: amigos y enemigos.)
En cuanto, a la tecnología de misiles, el enfoque aplicado hasta ahora, ha sido un cartel de proveedores. No hay ningún tratado, sino, el suscrito por siete países industrializados (más tarde, se le unieron cinco más); Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón); (Rusia, Brasil, Argentina, México y China); que en 1987, decidieron “limitar las exportaciones, que puedan contribuir a la adquisición de misiles con capacidad nuclear”. Se trata, de otro régimen a todas luces discriminatorio. No hay inspección internacional (al menos en el papel); sino, que cada gobierno cumple con la función que le corresponde, utilizando sus propios controles de exportación (lo cual, no funcionó en Irak, ni lo va a hacer, con otros Países, que amenacen; y se les compruebe su acción; pues la comunidad científica, siempre ha estado al tanto.)
Ahora… que no todos los que estén de acuerdo con el principio expresado en la ONU., se hallarán siempre dispuestos a ponerle el cascabel al gato, pero para una “coalición de los que están dispuestos”; se abrirá un amplio abanico de opciones. Es muy discutible, que la pena deba ajustarse al delito; pero, desde luego, la capacidad del transgresor, para hacer la guerra con armas, no convencionales (nucleares, químicas y biológicas, así como los misiles que las lanzan a los Países de los demás); deben ser eliminadas en seguida, con medidas internacionales (suscritas, por ya más de 20 países, altamente industrializados.)
Acotación del autor de estas notas: La amenaza, a la seguridad mundial y a los derechos humanos, es tal, que el antiguo, y a veces, todavía honroso principio, de la no intervención; tendrá, que ser desechado, sino, la victima podría ser, la propia civilización (por lo menos, en cuanto al narco tráfico, ya se ha roto. El caso, de Panamá, Irak y Colombia.) Solo falta esperar, hasta cuando, los E. U., se van a aguantar, que se les siga retando; como hoy lo está haciendo abiertamente: Corea del Norte e Irak, e inclusive (en menor grado) Venezuela. Pues se ha vuelto, de mala espina, que países… dizque, democráticos. Tengan estrechas relaciones, con países dictatoriales y opresores de los “derechos humanos”; que se gastan el “tesoro nacional” (no precisamente en obras sociales) sino, en armamentos innecesarios, para la defensa nacional; y que son claramente, ofensivos; alterando, la seguridad continental, de las naciones integrantes.

CAPÍTULO I

¨El hombre unidimensional¨.

Tomado del libro de Herbert Marcuse.
(Escrito… copiado, resumido, e indirecto; parafraseándolo, con observaciones personales.)

Acotación del autor de estas notas: La mejor satisfacción de las necesidades, es ciertamente el contenido y el fin de toda liberación; pero, al progresar hacia el fin, la misma libertad, debe llegar a ser una necesidad instintiva (y profundamente sentida) en cuanto, tal; debe mediatizar las demás necesidades inmediatas. De esta manera, en atención a nuestra naturaleza primordial, que se aleja de la pura naturalidad del reino de las causas y de los afectos unívocos y específicos; la libertad (verdaderamente profesada); es y así debe ser, el principal sentimiento, que nos comprende y determina. Cualquier, otra consideración, ha de ser entendida, a partir de esta condición básica (en una entidad sana); y solo ella, cuenta con las dignidades suficientes, para la evaluación y el juicio, de una modalidad social.
Así las cosas (en honor a la verdad) cuando miramos las nuevas formas organizativas de la sociedad industrial (y agraria); pese a la creciente conformidad (absurdamente hoy) muy común a la presencia universal de la conciencia feliz, y al éxito en las relaciones con la naturaleza y la productividad; no podemos engañarnos. Pues, más allá de las apariencias y de los prejuicios, la sociedad opulenta (que sigue pagando fortunas por su seguridad); conquistada por el capitalismo industrial contemporáneo (brutalmente cerrado); se ha constituido en la organización más taponada y autoritaria, de que se tenga memoria. Porque, en el lugar en donde, en otros tiempos históricos, campeaban… el terror, la intimidación y el despotismo, como fuente de autoridad y de poder; la sociedad industrializada ha entronizado la conformidad, la abulia, el control y la administración (oligárquica) de todas las pulsiones instintivas y generalmente, contradictorias, negadas asimiladas, absorbidas por la fuerzas del dinamismo histórico de la realidad que se ha tornado en algo absolutamente simple.
Si, la democracia, consolida la dominación, más firmemente que el absolutismo; y la libertad administrada y la represión instintiva, llegan a ser, las fuentes renovadas de la productividad. Más allá de la supresión de los agentes efectivos de la disensión y el conformismo; la sociedad unidimensional, ha conseguido algo, que en la luz de la historia, parecía imposible, reprimir y anular toda posibilidad de crítica, en una forma genuina. En efecto, si dentro de la claridad, eficacia y productividad, de la sociedad industrializada, los hombres, cómoda y suavemente razonables y democráticos, universalizan un proceso destructivo, en el ámbito planetario.
Acotación del autor de estas notas: Así es como la tecnología ha hecho posible conquistar las fuerzas sociales centrífugas, indispensables e irreverentes; debe entregar algo a cambio de semejante rendición. Ya que hoy, no es el terror, un argumento universalmente utilizado, en las etapas preindustriales; sino, la eficacia abrumadora y la calidad de vida. Por supuesto, la práctica de semejante propuesta, se sostiene sobre otra practicidad aún más abrumadora y simplista, como es, la sola posibilidad del despilfarro; la omnipresencia del deseo cumplido, de la avidez satisfecha, de la inacabable apropiación de necesidades falsas. Solo ahí, puede resignarse la conciencia crítica, a la entrega y el facilismo.
Únicamente, en el abandono de la voluntad engañada, en medio de la presunta libre escogencia de bienes y servicios, y en la conquista del lucro, puede abandonarse la vocación fundamental del ser humano. Pero, este mundo que ya se ha apoderado de las nuevas formas de control; que ha conseguido anular la contradicción y el erotismo, como fuerzas renovadoras y que ha logrado convertir en racional su propia irracionalidad; se sostiene sobre la anulación garrafal del mundo externo; sobre una abyecta expoliación de la naturaleza que debe proveer la abundancia que haga posible el despilfarro (causante, de todos los males económicos del planeta); y la relación libidinosa con la mercancía, con los artefactos motorizados agresivos (como la posesión de una sola persona y para su uso personal, de varias limosinas tan grandes como flotas) con la retórica falsa del supermercado. Igual que la diaria indumentaria millonaria, solo para ir de compras.
Las comunicaciones masivas, consiguen reunir de manera armónica, e incluso inadvertida al arte, la política, la religión y la filosofía, con avisos comerciales; que de esta manera, las hermanan, con un destino común, indiferenciado e integrador: a la condición de mercancías. Asimiladas, estas potencias abstractas del espíritu humano, que por definición, podrían transgredir en cualquier momento, los muy concretos límites del buen vivir; y del correcto desear, en la lógica global del mercado; así, se avanza hacia un designio fundamental: la construcción de una totalidad inmune a todo cambio. Se trata pues, de universalizar una forma de razón, desde la cual, diversas pulsiones irracionales del hombre moderno, sean absorbidas e integradas en la lógica implacable, del intercambio productivo.
Acotación del autor de estas notas: Ahora bien, el presupuesto fundamental de la sociedad unidimensional, que le permite, proponer su reduccionismo, como debe ser, inobjetable y universal, es su presunta racionalidad. Pues, dentro de las sociedades opulentas y el camino que se traza desde ellas, el cual habrá de ser seguido, tarde o temprano, por todos los pueblos de la tierra, el faro, es la fuerza omnipresente de la razón. Lejanos, ya, los días ominosos en que los hombres se trenzaban en inútiles confrontaciones sentimentales, instintivas o anárquicas; pues, las nuevas condiciones de la tecnología, hacen posible la racionalidad sobre la tierra.
Subjetividades, imprecisiones, prejuicios y demás vaguedades, desaparecen bajo la luz reveladora del funcionalismo y de la razón práctica. El resultado concreto de las historia, es la mejor comprobación de esta verdad. Las fuerzas, que en otro momento se manifestaban dentro del sistema social, e imponían sus incertidumbres, han sido suprimidas en la sociedad opulenta; y en esa misma medida es posible repartir los bienes, en una escala cada vez mayor; y usar la conquista científica de la naturaleza, para la conquista científica del hombre.
De esta manera, la sociedad industrial avanzada, ha alcanzado el logro más significativo de la historia social, al orientar las fuerzas sociales en términos de una racionalidad que involucra todas las esferas del hacer humano. Los dinamismos políticos, simbólicos y programáticos se orientan en el único sentido de preservar y mejorar el statu-quo; y con ese fin, los antiguos antagonistas, se aúnan en dirección de la razón técnica y funcionalista. Sin embargo, el protagonista de tal situación, no manifiesta de manera alguna, felicidad y salud verdaderas, en su actuar cotidiano.
Acotación del autor de estas notas: Los esclavos de la sociedad industrial, desarrollada; son esclavos sublimizados, pero al fin y al cabo, son esclavos; porque la esclavitud está determinada, no por la obediencia, ni por la rudeza del trabajo, sino por el status de instrumento y la reducción del hombre, al estado de ¨cosa¨. Esta es la forma más pura, de servidumbre; existir como instrumento, como ¨cosa¨. Pero, el hecho de que esa ¨cosa¨, pueda elegir sus objetos de consumo, y viva en la práctica una vida bella, limpia móvil; no lo rescata de su indignidad. El hombre unidimensional, desenmascara la naturaleza profunda, de su constitución espiritual y la del mundo en el cual vive.
Urge, entonces, desarrollar una nueva teoría crítica de la sociedad, que provoque y posibilite la bidimencionalidad; el enfrentamiento, la dialéctica que debe ser, y es, ya de hecho, el fundamento de todo lo existente. La circunstancia, de que en el mundo unidimensional, no se pueda establecer la diferencia; entre la necesidad genuina y la falsa; entre la conciencia verdadera y la errónea; entre el interés inmediato y el real; significa, que tal distinción, nos sea indispensable. Todo lo contrario, la vida misma de los hombres, el futuro de la vida sobre la tierra, dependen precisamente, de esta necesidad; de limitar lo verdadero de lo aparente.
Los resultados de tal confrontación, son impredecibles y sombríos. La misma denominación del ¨bárbaro¨, con toda su carga de valor, podría muy bien ser aplicada a los pulcros hombres unidimensionales, que naufragan en medio de su civilidad. De cualquier manera, abierta cuando menos la posibilidad, de que los extremos históricos se encuentren, esta vez, y los hombres más depauperados y explotados, armonicen con los más prósperos y desarrollados, de la modernidad; tendremos que coincidir con las palabras que Walter B., escribiera… en los principios de la era fascista:
¨Solo, gracias a aquellos sin esperanza, nos es dada la esperanza¨.

La contención del cambio.-
Acotación del autor de estas notas: Ya la teoría marxista clásica, veía la transición del capitalismo, como una revolución política. El proletariado, destruyó el aparato político del capitalismo; pero, ensayó el aparato tecnológico, sometiéndolo a la socialización. Pues, hay una continuidad en la revolución: la racionalidad tecnológica liberada de las restricciones y destrucciones irracionales, que se sostiene y consuma, en la nueva sociedad.
Pero, aunque el desarrollo de la tecnología, está sujeto a las leyes económicas de cada formación social; no termina como otros factores económicos, cuando dejen de actuar las leyes de la formación. Cuando en el proceso de la revolución, las viejas relaciones de producción, sean destruidas, la tecnología permanecerá; y, subordinada, a las leyes económicas de la nueva formación económica, seguirán su desarrollo con una velocidad cada vez mayor.
En el capitalismo avanzado, la racionalidad técnica, se encierra en el aparato productivo, a pesar de su uso irracional. Esto, se aplica, no solo a las industrias mecanizadas; sino también, a la forma del trabajo, como adaptación y manejo del proceso mecanizado; organizado, según la gestión científica.
Acotación del autor de estas notas: Marx, sostuvo que la organización y dirección del aparato productivo, por los productores inmediatos; introduciría un cambio cualitativo, en la continuidad técnica; esto es, que encaminaría la producción hacia la satisfacción de las necesidades individuales; que se desarrollarían libremente. Pero, la negación, es precisamente, una nueva conciencia, en este espacio interior; el espacio de la práctica histórica trascendente; el que está siendo anulado por una sociedad en la que tanto los sujetos, como los objetos, constituyen instrumentos, en una totalidad, que tiene su razón de ser; en las realizaciones, de su toda poderosa… productividad cuyo fruto, es acaparado por el acaudalado empresario.
En cuanto, a otros menos desheredados, la sociedad se ocupa de su necesidad de liberación; satisfaciendo las necesidades que hacen la servidumbre agradable y quizás incluso imperceptible; (como por ejemplo, distribuir parte de su ganancias) y así, se logra esto, dentro del proceso de producción mismo. Pues, bajo este impacto, las clases trabajadoras de la civilización industrial, están pasando por una transformación decisiva, que ha llegado a ser el objeto de una vasta investigación sociológica; bajo factores, como la mecanización; que cada día, disminuye en su intensidad, la energía física gastada en el trabajo. Luego, la buena nutrición, como herramienta productiva, fue haciendo del carácter del trabajador, algo positivo psíquico-somático.
Así que, en las fábricas más automatizadas, se subrayó la transformación de la energía física, en habilidad técnica y mental… habilidades de la cabeza, más bien que de la mano; más que del artesano; o sea, del nervio, más que del músculo; del experto, más que del trabajo manual; el encargado del mantenimiento, más que del trabajador. Así, el proletariado, de las etapas del pasado capitalista, era en verdad, una ¨bestia¨ de carga, que proporcionaba, con el trabajo de su cuerpo; las necesidades y los lujos de la vida; mientras vivía, en la suciedad y en la pobreza. De esta forma se convirtió en la negación viviente de su sociedad. En contraste, con el trabajador organizado, en zonas avanzadas de la sociedad tecnológica.
Entonces, se debe insistir en la estrecha relación, entre los conceptos marxistas de explotación y pauperización; a pesar de las nuevas definiciones posteriores, en las que la de pauperización llegó a ser un aspecto cultural; o hasta que punto relativo, puede aplicarse también al hogar suburbano; que connota la absoluta necesidad y exigencia, en su verter condiciones de vida intolerables; tal necesidad absoluta, aparece al principio, de toda revolución contra las instituciones sociales básicas.
A pesar de que la tendencia hacia la asimilación, se encuentra en la estratificación ocupacional. Pues, en los establecimientos industriales claves, la proporción del trabajo manual declina, en relación con la del elemento de ¨cuello blanco¨. El número de trabajadores separados de la producción, aumenta. Este cambio cuantitativo, remite a un cambio en el carácter de los instrumentos básicos de la producción. Ya que, en la etapa avanzada de la mecanización, como parte de la realidad tecnológica, la máquina no es una unidad absoluta; sino, solamente una realidad técnica, individualizada abierta en dos direcciones: la de la relación con los elementos; y la de las elaciones interindividuales con el aparato técnico.

Una perspectiva de contención.-
¿Hay alguna posibilidad, de que una cadena de productividad y de regresión crecientes, pueda ser rota?
Esto… requiere por lo menos, de un intento de proyectar siempre… los desarrollos contemporáneos hacia el futuro; asumiendo una evolución normal (marginando, la posibilidad de una guerra nuclear.) Pero, en esta, desde luego, es una suposición… el enemigo no dejará de ser casi que, permanente; o sea el comunismo; en coexistencia con el capitalismo y el fascismo. Y al mismo tiempo, el capitalismo, que en este esquema, será siendo capaz de incrementarse (y de subir el nivel de vida, especialmente para los más ricos); dejando por fuera a los más pobres, cada vez en mayor número; más que todo debido al despilfarro de los más ricos y su demanda salarial, cada vez más alta. En esto, no fue suficiente el descontento, materializado, en ya, dos guerras mundiales y las consecuentes hambrunas y el sacrificio de millones de vidas. Pero, no obstante, la creciente (productividad aparente) y el aumento de las tasas de natalidad, produjeron, naturalmente, un sistema dominante de economía a la defensiva, que ya nada, ni nadie podría socavar, ni menos detener.
Así, el sistema, lógicamente, tendería hacia la administración total; como la dependencia, de una administración con dirigentes y organismos públicos; tanto, dentro del gobierno, como en la empresa privada; y sus respectivos clientes y servidores; naturalmente, infiltrados en los respectivos congresos nacionales. Gestión, ya de si, inalterable. Entonces, solo la demanda, por cada día más escaso trabajo, será lo único que desestabilizará al sistema.
Acotación del autor de estas notas: Así, (lo pronosticó Marx) habrá dos tendencias centrifugas, interiores y exteriores; una de ellas, la automatización; que al llegar a límites de posibilidad técnica, se hará incompatible, con una sociedad basada en la explotación. En esta transformación, el gran pilar será el individualismo social. Tan pronto, como el trabajo humano, deje de ser fuente de riqueza; el tiempo de trabajo cesará; el valor del cambio, dejará de ser la medida del valor de uso. Luego, ésta ya no será la base del desarrollo, ni de la riqueza social. Se desplomará el valor del cambio y el patrón oro. Será, el caos económico y bursátil; y el paso, de la cantidad, sobre la calidad, romperá todas las cadenas impuestas.
Y… esta será la trascendencia histórica, hacia una nueva civilización; la civilización, del ¨neo-socialismo¨ del Siglo XXI; ya sin extremismos castrenses; ni satrapías, que lo impongan al acomodo de sus camarillas; será el verdadero socialismo democrático y cristiano; sin engaños ni mentiras subyugadoras. En el cual, sus dirigentes, sin intereses de clases, serán verdaderos sabios; y maestros, sistematizados, en el arte económico.
Esta posibilidad, se hará más realista, conforme la lucha entre el capitalismo y el comunismo, se deslice del campo militar, al campo social y económico. Mediante, el poder de la administración total y la automatización, que permitirá grandes logros en el nivel técnico. Igualmente, que por la desaparición, dentro del proceso, de la conciencia política, fuera de la acción independiente, entre los grupos, en el logro de identificar los verdaderos intereses del trabajador, ya más productivo, por el incentivo, de la repartición de ¨utilidades¨ por parte de empleador.
En esas circunstancias, y las perspectivas de una contención dinámica, de las tendencias centrífugas; dependerá esencialmente de la habilidad de los intereses creados; para ajustarse a sí mismos, y a su economía; a los requerimientos del Estado, en el bienestar colectivo. Así, una inversión y dirección gubernamentales, cada vez mayores en planificación; y en un programa de ayuda exterior, mediante una seguridad social total; y obras públicas a gran escala. Hará del ¨neo-socialismo cristiano¨ del Siglo XXI; la mayor oportunidad para la humanidad actual, que a la larga, verá su verdadera salvación, no solamente, en cuanto a su alma… sino, a su físico, y el de los suyos.

La conciencia feliz.-
Acotación del autor de estas notas: Según la creencia, de que lo real, es irracional; y de que en el sistema social establecido, se producen bienes; es lo que causa, una especie de conformismo general; faceta de la actual nacionalidad tecnológica, que se traduce, en una de las formas modernas, de conducta social. O sea, que se aguanta, solo por no perder conquistas adquiridas.
Esto es nuevo, en cuanto que es racional; hasta un grado (hoy) sin precedentes. Sosteniendo, a una sociedad que ha reducido la irracionalidad más primitiva, de los estadios anteriores, que (según esto) prolonga y valora la vida. Mas, que como ahora, abolidos los campos nazis y sucedido todos los horrores anteriores; siendo la guerra, lo de siempre; ya eliminada toda irracionalidad, que redujo la tortura a lo normal, pero que no sucumbe (por temor) en la aniquilación total; dejando, además, al margen a los países subdesarrollados; que hace, ahora, hasta, reinar a la completa paz.
El poder, sobre el hombre adquirió un valor inmenso, por esta sociedad, que olvidando sin cesar (debido a la productividad) fue capaz de demostrar un nuevo valor cultural. Del mismo modo, ha sido la destrucción de los recursos naturales; y la proliferación del despilfarro, como prueba de su opulencia, y de los altos niveles de bienestar; así la comunidad, la verdad, ya ni se preocupa… del caos que se avecina; y que lo previenen, las caídas de las bolsas económicas, de todo el mundo. Pues, hubo muy pocos para gozar y muchos para sufrir.

Lenguaje de la administración total.
Acotación del autor de estas notas: Pero, este tipo de bienestar, basado en la superestructura productiva, que a su vez descansa sobre la degradación de la sociedad, y las bases de la publicidad. Así, el lenguaje creado, aboga por la identificación, y la unificación, que aunados en una conducta unidimensional, expresa, al parecer, la promoción sistemática del pensamiento y el ataque concentrado a la tradición; surgiendo a la vez formas bidimensionales, dialécticas; y conductas tecnológicas, en los mismos hábitos del pensamiento social.
En la expresión típica de estos hábitos del pensamiento, la tensión entre apariencia y realidad; entre el hecho y el factor que lo provoca; entre distancia y atributo; hoy tiende a desaparecer. Los conceptos de autonomía, descubrimiento, demostración y crítica, dan paso ahora, a los de designación, a sección e imitación; son eventos mágicos autoritarios y hasta rítmales que cubren el idioma. Estas identificaciones que aparecen como un aspecto del operacionalismo; reaparecen, como rasgos del discurso, en el comportamiento social. En este punto, la funcionalización del lenguaje, contribuye a rechazar los elementos no conformistas, de la sintaxis, y se ven igualmente afectados. En lo que sería, en el futuro, el lenguaje binario y los cero errores.
Sin embargo, en los laboratorios de defensa y las oficinas ejecutivas; los gobiernos y las maquinas; los jefes, los expertos y los salones de los políticos, que conciben adecuadamente el idioma, que induce a la gente a actuar, comparar y aceptar, en formas, indicativos y símbolos de razonamiento tecnológico; el cual tiende a identificar las cosas y sus funciones. Así, el rasgo distintivo del operacionalismo, para hacer al concepto, sinónimo del campo de operaciones correspondientes; reside en la tendencia lingüística a considerar los nombres de las cosas, como si fuesen indicativos, al mismo tiempo de su manera de funcionar y los nombres de las propiedades y procesos; como símbolos del aparato empleado para descubrirlos o producirlos. Este es el razonamiento tecnológico, el cual tiende a identificar las cosas y sus funciones.
Así, la palabra y el concepto tiende a coincidir; o sea, que el concepto tiende a ser absorbido por la palabra y aquel no tiene otro contenido, que el designado por la palabra; de acuerdo con el uso común y generalizado, que a su vez se espera de la palabra; que no tenga otra implicación que el comportamiento común y generalizado. Luego la palabra se torna cliché, que gobierna al lenguaje; y su conjugación impide el desarrollo armonioso del significado.
En cambio, la situación se torna diferente, cuando, respecto a los términos, que denotan cosas o, sucesos, que aparezcan más allá del tipo de contexto incontrovertible; en este caso, la funcionalización idiomática, solo expresa una reducción del sentido que tiene; por ejemplo, una connotación política. Luego los nombres de las cosas, son no solo una forma actual; sino, que también, definen su significado, encerrado en una forma autoritaria, totalitaria de gobernar; que en la oración, se convierte, como en una declaración, que debe ser aceptada, rechazada; en la demostración, calificación y negación de su principal significado.
En los sitios claves del mundo lingüístico público, las proporciones con valor propio, analíticas; funcionan como verdaderas fórmulas mágico-rituales, machacadas en la mente del receptor, que producen el efecto de encerrar en un círculo, a las condiciones prescritas. Entonces… adjetivos, como libertad, igualdad, democracia y paz; implican analíticamente, un grupo especial de atributos que se presentan inevitablemente, cuando el nombre se escribe, o se menciona.
En este mundo del lenguaje público, éste se mueve, mediante sinónimos; o, tautologías que en realidad, nunca avanzan hacia una diferencia cualitativa. Pues la estructura analítica aísla al sustantivo principal, de todos aquellos significados que podrían invalidar el uso del sustantivo, aceptado en discursos políticos.

Los universales.-
La posibilidad de las alternativas.
Acotación del autor de estas notas: El compromiso de la filosofía analítica, con la realidad del pensamiento y el habla… se muestra claramente, en el tratamiento de los ¨universales¨. El problema fue referenciado, como parte del carácter general, inherente histórico y al mismo tiempo, trascendente, de los conceptos filosóficos. Pues el tema de los universales; revela la posición de una filosofía nueva, en la cultura intelectual y su función histórica.
Así la filosofía analítica contemporánea, se propone exorcizar «mitos» o «fantasmas» del orden metafísico; tales como: los espíritus; la conciencia; la voluntad; el alma; y el «yo»; disolviendo la intensión… de estos conceptos… en afirmaciones, sobre operaciones; actuaciones; poderes; disposiciones; propensiones y habilidades etc. Particularmente identificables. El resultado muestra, extrañamente la impotencia de la destrucción: por lo tanto, el fantasma sigue persiguiéndonos. Aunque cada interpretación o traducción, puede describir adecuadamente, un proceso ¨mental¨ del orden particular. Por ejemplo: el acto de imaginar lo que se quiere decir… cuando se dice «yo»; o lo que quiere decir el ¨cura¨ cuando dice que ¨María¨ es una buena chica. Pero, ni una sola de estas reformulaciones; ni su suma total; parecen captar; o, incluso, circunscribir el significado total de términos: como, el espíritu; la voluntad; el «yo»; y el bien. Estos ¨universales¨, siguen persistiendo, tanto en el uso común, como en el poético. Y cada uso, se distingue de diferentes formas de conducta; o, disposición; que, según el filósofo analítico, completa su significado.
Sin duda, tales ¨universales¨, no pueden alcanzar validez alguna, mediante la animación, del que denotan, una totalidad que es superior, y diferente, de sus partes. Y aparentemente lo son; pero esta «totalidad»; requiere un análisis, no mutilado, del contexto de la experiencia. Pero, además, si este análisis ¨supra lingüístico¨, es rechazado; si el lenguaje común, se toma como valor inmediato; esto es, sin un universo falaz, de entendimiento general entre la gente; se sustituye por el universo prevaleciente, de incomprensión y comunicación administrada.
Acotación del autor de estas notas: Los universales, en tela de juicio y puestos en cuestión, para bien o, para mal; son traducibles y sustancialmente mitológicos. Pueden ser disueltos, dentro de formas de conducta y disposición. Son obligados por las circunstancias, a identificar su espíritu, con el proceso mental del «yo»; para poder así, llegar a la realidad. Siendo uno de los problemas de la filosofía analítica moderna. Ya que, no son fácilmente correspondientes, con entidades particulares. Pero gozan de un perfecto sentido común. Algo así, como una universidad; compuesta por diferentes facultades, pero que forman una sola entidad particular o, sea, una universidad, que actúa por medio de sus representantes; y son tangibles, por medio de sus manifiestos. Pues, de lo que se trata, en últimas, es de aprender a vivir en comunidad, no de creer. Pero, si aún esto es necesario, bien sea integrado, solo como fe.
Sin embargo, incluso, si le damos tal realidad a los universales, por ejemplo, a los políticos ¿No tienen todos los demás universales, un status muy diferente? Lo tienen, pero su análisis es conservado muy fácilmente, dentro de los límites de la filosofía académica. La irreductible diferencia entre el universal y sus particulares; parece estar enraizada, en la experiencia original de la inconquistable diferencia, entre las dos dimensiones; del único mundo experimental. El universal se comprende en una sola idea; las posibilidades que están realizadas y al mismo tiempo, detenidas en la realidad.
Pero, la protesta, contra el carácter, al parecer vago, oscuro y hasta metafísico; de tales universales; la insistencia en una concreción familiar; y la protectora seguridad (aparente) del sentido común y aún del científico; revela algo, de la angustia primordial, que guió los orígenes conocidos, del pensamiento filosófico; en su evolución, de la religión, a la mitología, y de ésta, a la lógica; y de ella, al cientificismo. Y la defensa, y la seguridad, son todavía grandes apartados, en los presupuestos, tanto intelectuales, como nacionales. Sin embargo, la experiencia cruda, parece estar más familiarizada, con lo abstracto y lo universal; de lo que está, la filosofía analítica; al parecer incrustada, en un mundo metafísico (para muchos inalcanzable.) De aquí, la importancia, al escoger democráticamente (por el voto popular); a los verdaderos representantes del pueblo, en los congresos; pues, deben ser, aparte de honestos; seres muy bien dotados en inteligencia y sabiduría docente; tanto en lo filosófico, como en lo legal, económico y principalmente en lo científicamente humano; ya que la maldad, se cuela por tales vericuetos.
Los universales, son principalmente, elementos primarios de la experiencia; no como conceptos filosóficos, sino como las cualidades propias del mundo, con el que uno es confrontado diariamente. Lo que se experimenta por ejemplo, con la nieve, la vida, el calor, la lluvia en fin las cosas particulares en donde los sucesos, simplemente aparecen; ya que no pueden serlo, sin que su identidad se pierda. Es el terreno en donde viven y están precisamente estructurados, en esos universales; que al parecer, son la organización física de nuestro mundo. Pero, en esto, una cosa son los adjetivos, y otra, los sujetos. Una cosa, es la sustancia, y otra, la esencia. Sin embargo las cualidades son universales que están más cerca de las sustancias. Ahora, el carácter sustantivo de las cualidades, señala el origen relacionado con la experiencia (la madre de la sabiduría) de los universales sustantivos; la manera en que los conceptos se originan en la experiencia inmediata.
Acotación del autor de estas notas: La filosofía del lenguaje, subraya el carácter experimental del concepto, en su relación con el mundo; este le lleva a asumir un parentesco original, no solo, entre conceptos y palabras; sino también entre conceptos y sonidos. Por ejemplo, el habla, no es construida a partir de la palabra; sino, las palabras salen de la totalidad del habla. Así, el sujeto maneja la expresión, y no la expresión maneja al sujeto. Por lo tanto, en la interpretación del sujeto, con base en los universales (bien concebidos) nacen las ideas; no las ideas, salen de las palabras (casi siempre sin sentido.)
Así es como, el sustantivo universal, encierra cualidades que sobrepasan toda experiencia particular; pero, persiste en la mente, no como una invención de la imaginación; ni como posibilidades lógicas; sino, como el material, del que está hecho nuestro mundo. Luego, los universales, aparecen como instrumentos conceptuales, para la comprensión de condiciones particulares de cosas, a la luz de sus potencialidades. Son históricos o, supra-históricos; conceptualizan el material del que consiste el mundo experimentado; y lo conceptualizan con la imagen de sus posibilidades; a la luz de su limitación actual; su supresión y su negación. Ni la experiencia, ni el juicio son privados. Los conceptos filosóficos se forman y desarrollan dentro de la conciencia de una condición general, en una continuidad histórica; se elaboran desde una posición individual; dentro de una sociedad específica.
Los elementos de desorden, figuran entre los puros objetos del pensamiento. También ellos, están separados de una base social, y los contenidos de los que se abstraen; guían la abstracción. De este modo, se levanta el espectro del historicismo. Si el pensamiento, procede de condiciones históricas que siguen operando en la abstracción. ¿Hay alguna base objetiva, sobre la que se pueda hacer la distinción, entre varias posibilidades proyectadas por el pensamiento; entre formas de trascendencia conceptual, diferentes y en conflicto? Es más, la cuestión, no puede ser discutida, sólo, con referencia a diferentes proyectos filosóficos. Así, el término proyecto, subraya, el elemento de libertad y responsabilidad; en la determinación histórica: liga la autonomía, con la contingencia.

Conclusión
Acotación del autor de estas notas: La sociedad unidimensional, avanzada y altera la relación entre lo racional y lo irracional; contrastado con los aspectos fantásticos y enajenados de su racionalidad; así, el reino de lo irracional, se convierte, en el ámbito de lo realmente racional; de las ideas que pueden «promover el arte de la vida». Si la sociedad establecida, administra toda comunicación normal, dándole validez; o, invalidez de acuerdo con exigencias sociales; los valores ajenos a estas exigencias, quizá, no puedan tener otro medio de comunicación, que el anormal de la ficción. La dimensión estética, conserva todavía una libertad de expresión, que le permite al escritor y al artista, llamar a los hombres y a las cosas, por su verdadero nombre.
Pero, al reducir espacio, el aspecto romántico aportado por la imaginación; la sociedad fuerza la imaginación a probarse a sí misma, en nuevos terrenos; en los que las imágenes, se traducen en capacidades y proyectos históricos. La traducción será tan mala y deformada, como la sociedad que la realiza. Separada del dominio de la producción material; y las necesidades materiales; la imaginación sería un mero juego inútil, en el juego del reino de la necesidad, comprometida sólo con la lógica fantástica; y una verdad fantástica.
El carácter científico racional de la imaginación, ha sido reconocido, hace ya mucho tiempo, en las mismas matemáticas; en las hipótesis, y en los experimentos, aplicados a las ciencias físicas. Es igualmente reconocido, en el psicoanálisis teórico, de la aceptación racional específica de lo irracional; así, la imaginación comprendida, llega a ser orientada, en una nueva dirección; entonces, una fuerza terapéutica… puede ir mucho más allá, de lo que la cura misma de la neurosis; así lo aseguran los científicos.
Acotación del autor de estas notas: Luego, liberar la imaginación, para que se pueda disponer de todos los medios expresivos; presupone, una regresión de mucho de lo que ahora este libre, y perpetúe a la sociedad represiva. Tal reversión, no llega a ser asunto concerniente a la psicología; o, a la estética; sino, a la misma política; en el sentido en el que el término ya ha sido usado. Las prácticas, en la que las instituciones sociales básicas, son desarrolladas, definidas, sostenidas y cambiadas; luego, es cosa de los individuos, que sin importar su forma organizativa; deben plantearse, una vez más, las siguientes preguntas: ¿cómo los individuos administrados, y cuya mutilación está inscrita… en sus propias libertades y satisfacciones; así reproducidas a escala más amplia; libérense al tiempo, de sí mismos y de sus ¨amos¨ ? y finalmente; ¿cómo es posible pensar siquiera, que pueda romperse, este círculo vicioso?
En cualquier forma, la combinación de autoridad centralizada y democracia directa, está sujeta a infinitas variaciones, de acuerdo con el grado de desarrollo. La autodeterminación será real, en la medida en que las masas (predominantes) hayan sido disueltas, en individuos liberados de toda propaganda, adoctrinamiento; o, manipulación. Individuos (estudiosos) que sean capaces de conocer y de comprender los hechos; y de evaluar las alternativas. En otras palabras, la sociedad será racional y libre, en la medida en que esté organizada, sostenida y reproducida por un (buen) sujeto histórico, esencialmente nuevo.
Pero los hechos y las alternativas, son como fragmentos que no encajan; o, sea, que son como un mundo de ¨mundo-objeto¨… sin un sujeto; sin la práctica, que movería a estos objetos, en una nueva dirección. La mayoría dialéctica, no es rentable (políticamente); y tampoco puede ofrecer el remedio. No puede ser positiva. Sin duda, el concepto dialéctico, al comprender los hechos dados; los trasciende. Este es el signo de su verdad. Define las posibilidades históricas, incluso las necesidades; pero su realización, solo puede estar en la práctica, que responda a la teoría; y en el presente, la práctica, no da tal respuesta.
Acotación del autor de estas notas: Y, no importa que pueda manifestarse tan claramente, el carácter irracional de la totalidad. Y con él, la necesidad, nunca ha sido suficiente; para utilizar las posibles alternativas, enfrentadas, a la omnipresente eficiencia del ¨sistema¨ de vida dado. Las alternativas, siempre han de ser parecidas, utópicas. El discernimiento de la necesidad, la conciencia del mal estado, no serán lo suficiente; incluso en la fase en la que los logros de la ciencia; y el nivel, de la productividad (gracias al obrero) hayan eliminado, los aspectos utópicos, de las alternativas; cuando, sea utópica la realidad establecida, más bien que su opuesto.
¿Significa esto, que la ¨teoría crítica¨ de la sociedad, abdica y deja el campo libre a una sociedad empírica, libre de toda guía teórica; excepto, la metodología que sucumbe a las falacias de una concreción mal situada; realizando, así, un servicio ideológico, al tiempo que proclama la eliminación de los juicios de valor? ; ¿Los conceptos dialécticos, muestran una vez más su valor, comprendiendo su propia situación, como la de la sociedad que analiza? ; ¿Puede entonces, su crítica, vencer, precisamente, en el punto de su mayor debilidad; y su incapacidad para demostrar la existencia de tendencias liberadoras, dentro de la sociedad establecida?
Por ende, es su estado más avanzado, la dominación funciona como administración; y en las áreas súper-desarrolladas de consumo de masas; la vida administrativa , llega a ser la buena vida de la totalidad, en defensa de la cual, se unen los opuestos. Recíprocamente, su negación, parece ser la ¨forma pura¨ de la negación. Todo contenido perece reducido a la única petición abstracta del fin de la dominación: única exigencia verdaderamente voluntaria; que daría validez a los logros de la ¨civilización industrial¨. Ante su eficaz negación, por parte del ¨sistema¨ establecido; esta negación, aparece bajo una forma políticamente impotente, de la ¨negación absoluta¨ ; una negación que parece más irrazonable, con forme el ¨sistema¨ establecido, desarrolla aún más, su productividad y alivia las cargas de la vida.
Pero, si el carácter abstracto de la negación, es el resultado de la reificación total; el fenómeno concreto para la negación, puede existir todavía; porque, hoy, la ¨reificación¨, es pura ilusión. Por el mismo motivo, la unificación de los opuestos, en medio de la racionalidad tecnológica, debe ser, en toda su realidad, una unificación ilusoria, que no elimina la contradicción, entre la creciente productividad, y por su uso represivo; la necesidad vital, de resolver la contradicción. Sin embargo, la lucha por una solución, ha sobrepasado las formas tradicionales. Las tendencias totalitarias de la ¨sociedad unidimensional¨ hacen ineficaces las formas y los medios de protesta tradicionales, quizás, incluso peligrosos, porque preservan la ilusión de la soberanía popular. Esta ilusión, contiene una verdad: ¨el pueblo¨; que anteriormente, era el fermento del ¨cambio social¨, se ha elevado, para convertirse, en el fenómeno de la cohesión social. En este fenómeno más que en la redistribución de la riqueza y la igualdad de clases, se encuentra la nueva estratificación característica de la ¨sociedad industrial¨ avanzada.
Acotación del autor de estas notas: Sin embargo, bajo la base popular conservadora y liberal; se encuentra el sustrato de los proscritos; y los ¨extraños¨; los explotados y perseguidos (de siempre); los de otras razas y colores; los parados y los que no pueden ser empleados. Ellos existen fuera del proceso democrático; su vida es la necesidad más inmediata; y la más real; para poner fin a las instituciones; y condiciones intolerables. Así, su posición, es revolucionaria, incluso, si su conciencia no lo es. Su oposición golpea al ¨sistema¨, desde el exterior; y por lo tanto, no es derrotada por el ¨sistema¨; es una fuerza elemental, que viola, las reglas del juego; y al hacerlo, lo revela, como una partida truncada. Cuando se reúnen y salen a la calle, sin armas; sin protección alguna, para pedir por sus derechos civiles más primitivos, saben que tienen que enfrentarse a perros, bombas, cárcel; campos de concentración, incluso a la muerte.
Su fuerza está detrás de toda manifestación política, a favor de las víctimas de la ¨Ley¨; y del Orden¨. El hecho de que hayan empezado a negarse a ¨jugar el juego¨, puede ser el hecho que señale, el ¨principio del fin¨ de un período. Pero ¨nada¨ permite suponer que sea un buen fin. Las capacidades económicas y técnicas de las sociedades establecidas, son suficientemente grandes, para permitir ajustes y concesiones a los parias, y a las fuerzas armadas; que están suficientemente entrenadas y equipadas, para ocuparse de las situaciones de emergencia. Sin embargo, el espectro está ahí, otra vez dentro y fuera de las fronteras de las sociedades más avanzadas.

CAPÍTULO I

¨El hombre unidimensional¨.

Tomado del libro de Herbert Marcuse.
(Escrito… copiado, resumido, e indirecto; parafraseándolo, con observaciones personales.)

Acotación del autor de estas notas: La mejor satisfacción de las necesidades, es ciertamente el contenido y el fin de toda liberación; pero, al progresar hacia el fin, la misma libertad, debe llegar a ser una necesidad instintiva (y profundamente sentida) en cuanto, tal; debe mediatizar las demás necesidades inmediatas. De esta manera, en atención a nuestra naturaleza primordial, que se aleja de la pura naturalidad del reino de las causas y de los afectos unívocos y específicos; la libertad (verdaderamente profesada); es y así debe ser, el principal sentimiento, que nos comprende y determina. Cualquier, otra consideración, ha de ser entendida, a partir de esta condición básica (en una entidad sana); y solo ella, cuenta con las dignidades suficientes, para la evaluación y el juicio, de una modalidad social.
Así las cosas (en honor a la verdad) cuando miramos las nuevas formas organizativas de la sociedad industrial (y agraria); pese a la creciente conformidad (absurdamente hoy) muy común a la presencia universal de la conciencia feliz, y al éxito en las relaciones con la naturaleza y la productividad; no podemos engañarnos. Pues, más allá de las apariencias y de los prejuicios, la sociedad opulenta (que sigue pagando fortunas por su seguridad); conquistada por el capitalismo industrial contemporáneo (brutalmente cerrado); se ha constituido en la organización más taponada y autoritaria, de que se tenga memoria. Porque, en el lugar en donde, en otros tiempos históricos, campeaban… el terror, la intimidación y el despotismo, como fuente de autoridad y de poder; la sociedad industrializada ha entronizado la conformidad, la abulia, el control y la administración (oligárquica) de todas las pulsiones instintivas y generalmente, contradictorias, negadas asimiladas, absorbidas por la fuerzas del dinamismo histórico de la realidad que se ha tornado en algo absolutamente simple.
Si, la democracia, consolida la dominación, más firmemente que el absolutismo; y la libertad administrada y la represión instintiva, llegan a ser, las fuentes renovadas de la productividad. Más allá de la supresión de los agentes efectivos de la disensión y el conformismo; la sociedad unidimensional, ha conseguido algo, que en la luz de la historia, parecía imposible, reprimir y anular toda posibilidad de crítica, en una forma genuina. En efecto, si dentro de la claridad, eficacia y productividad, de la sociedad industrializada, los hombres, cómoda y suavemente razonables y democráticos, universalizan un proceso destructivo, en el ámbito planetario.
Acotación del autor de estas notas: Así es como la tecnología ha hecho posible conquistar las fuerzas sociales centrífugas, indispensables e irreverentes; debe entregar algo a cambio de semejante rendición. Ya que hoy, no es el terror, un argumento universalmente utilizado, en las etapas preindustriales; sino, la eficacia abrumadora y la calidad de vida. Por supuesto, la práctica de semejante propuesta, se sostiene sobre otra practicidad aún más abrumadora y simplista, como es, la sola posibilidad del despilfarro; la omnipresencia del deseo cumplido, de la avidez satisfecha, de la inacabable apropiación de necesidades falsas. Solo ahí, puede resignarse la conciencia crítica, a la entrega y el facilismo.
Únicamente, en el abandono de la voluntad engañada, en medio de la presunta libre escogencia de bienes y servicios, y en la conquista del lucro, puede abandonarse la vocación fundamental del ser humano. Pero, este mundo que ya se ha apoderado de las nuevas formas de control; que ha conseguido anular la contradicción y el erotismo, como fuerzas renovadoras y que ha logrado convertir en racional su propia irracionalidad; se sostiene sobre la anulación garrafal del mundo externo; sobre una abyecta expoliación de la naturaleza que debe proveer la abundancia que haga posible el despilfarro (causante, de todos los males económicos del planeta); y la relación libidinosa con la mercancía, con los artefactos motorizados agresivos (como la posesión de una sola persona y para su uso personal, de varias limosinas tan grandes como flotas) con la retórica falsa del supermercado. Igual que la diaria indumentaria millonaria, solo para ir de compras.
Las comunicaciones masivas, consiguen reunir de manera armónica, e incluso inadvertida al arte, la política, la religión y la filosofía, con avisos comerciales; que de esta manera, las hermanan, con un destino común, indiferenciado e integrador: a la condición de mercancías. Asimiladas, estas potencias abstractas del espíritu humano, que por definición, podrían transgredir en cualquier momento, los muy concretos límites del buen vivir; y del correcto desear, en la lógica global del mercado; así, se avanza hacia un designio fundamental: la construcción de una totalidad inmune a todo cambio. Se trata pues, de universalizar una forma de razón, desde la cual, diversas pulsiones irracionales del hombre moderno, sean absorbidas e integradas en la lógica implacable, del intercambio productivo.
Acotación del autor de estas notas: Ahora bien, el presupuesto fundamental de la sociedad unidimensional, que le permite, proponer su reduccionismo, como debe ser, inobjetable y universal, es su presunta racionalidad. Pues, dentro de las sociedades opulentas y el camino que se traza desde ellas, el cual habrá de ser seguido, tarde o temprano, por todos los pueblos de la tierra, el faro, es la fuerza omnipresente de la razón. Lejanos, ya, los días ominosos en que los hombres se trenzaban en inútiles confrontaciones sentimentales, instintivas o anárquicas; pues, las nuevas condiciones de la tecnología, hacen posible la racionalidad sobre la tierra.
Subjetividades, imprecisiones, prejuicios y demás vaguedades, desaparecen bajo la luz reveladora del funcionalismo y de la razón práctica. El resultado concreto de las historia, es la mejor comprobación de esta verdad. Las fuerzas, que en otro momento se manifestaban dentro del sistema social, e imponían sus incertidumbres, han sido suprimidas en la sociedad opulenta; y en esa misma medida es posible repartir los bienes, en una escala cada vez mayor; y usar la conquista científica de la naturaleza, para la conquista científica del hombre.
De esta manera, la sociedad industrial avanzada, ha alcanzado el logro más significativo de la historia social, al orientar las fuerzas sociales en términos de una racionalidad que involucra todas las esferas del hacer humano. Los dinamismos políticos, simbólicos y programáticos se orientan en el único sentido de preservar y mejorar el statu-quo; y con ese fin, los antiguos antagonistas, se aúnan en dirección de la razón técnica y funcionalista. Sin embargo, el protagonista de tal situación, no manifiesta de manera alguna, felicidad y salud verdaderas, en su actuar cotidiano.
Acotación del autor de estas notas: Los esclavos de la sociedad industrial, desarrollada; son esclavos sublimizados, pero al fin y al cabo, son esclavos; porque la esclavitud está determinada, no por la obediencia, ni por la rudeza del trabajo, sino por el status de instrumento y la reducción del hombre, al estado de ¨cosa¨. Esta es la forma más pura, de servidumbre; existir como instrumento, como ¨cosa¨. Pero, el hecho de que esa ¨cosa¨, pueda elegir sus objetos de consumo, y viva en la práctica una vida bella, limpia móvil; no lo rescata de su indignidad. El hombre unidimensional, desenmascara la naturaleza profunda, de su constitución espiritual y la del mundo en el cual vive.
Urge, entonces, desarrollar una nueva teoría crítica de la sociedad, que provoque y posibilite la bidimencionalidad; el enfrentamiento, la dialéctica que debe ser, y es, ya de hecho, el fundamento de todo lo existente. La circunstancia, de que en el mundo unidimensional, no se pueda establecer la diferencia; entre la necesidad genuina y la falsa; entre la conciencia verdadera y la errónea; entre el interés inmediato y el real; significa, que tal distinción, nos sea indispensable. Todo lo contrario, la vida misma de los hombres, el futuro de la vida sobre la tierra, dependen precisamente, de esta necesidad; de limitar lo verdadero de lo aparente.
Los resultados de tal confrontación, son impredecibles y sombríos. La misma denominación del ¨bárbaro¨, con toda su carga de valor, podría muy bien ser aplicada a los pulcros hombres unidimensionales, que naufragan en medio de su civilidad. De cualquier manera, abierta cuando menos la posibilidad, de que los extremos históricos se encuentren, esta vez, y los hombres más depauperados y explotados, armonicen con los más prósperos y desarrollados, de la modernidad; tendremos que coincidir con las palabras que Walter B., escribiera… en los principios de la era fascista:
¨Solo, gracias a aquellos sin esperanza, nos es dada la esperanza¨.

La contención del cambio.-
Acotación del autor de estas notas: Ya la teoría marxista clásica, veía la transición del capitalismo, como una revolución política. El proletariado, destruyó el aparato político del capitalismo; pero, ensayó el aparato tecnológico, sometiéndolo a la socialización. Pues, hay una continuidad en la revolución: la racionalidad tecnológica liberada de las restricciones y destrucciones irracionales, que se sostiene y consuma, en la nueva sociedad.
Pero, aunque el desarrollo de la tecnología, está sujeto a las leyes económicas de cada formación social; no termina como otros factores económicos, cuando dejen de actuar las leyes de la formación. Cuando en el proceso de la revolución, las viejas relaciones de producción, sean destruidas, la tecnología permanecerá; y, subordinada, a las leyes económicas de la nueva formación económica, seguirán su desarrollo con una velocidad cada vez mayor.
En el capitalismo avanzado, la racionalidad técnica, se encierra en el aparato productivo, a pesar de su uso irracional. Esto, se aplica, no solo a las industrias mecanizadas; sino también, a la forma del trabajo, como adaptación y manejo del proceso mecanizado; organizado, según la gestión científica.
Acotación del autor de estas notas: Marx, sostuvo que la organización y dirección del aparato productivo, por los productores inmediatos; introduciría un cambio cualitativo, en la continuidad técnica; esto es, que encaminaría la producción hacia la satisfacción de las necesidades individuales; que se desarrollarían libremente. Pero, la negación, es precisamente, una nueva conciencia, en este espacio interior; el espacio de la práctica histórica trascendente; el que está siendo anulado por una sociedad en la que tanto los sujetos, como los objetos, constituyen instrumentos, en una totalidad, que tiene su razón de ser; en las realizaciones, de su toda poderosa… productividad cuyo fruto, es acaparado por el acaudalado empresario.
En cuanto, a otros menos desheredados, la sociedad se ocupa de su necesidad de liberación; satisfaciendo las necesidades que hacen la servidumbre agradable y quizás incluso imperceptible; (como por ejemplo, distribuir parte de su ganancias) y así, se logra esto, dentro del proceso de producción mismo. Pues, bajo este impacto, las clases trabajadoras de la civilización industrial, están pasando por una transformación decisiva, que ha llegado a ser el objeto de una vasta investigación sociológica; bajo factores, como la mecanización; que cada día, disminuye en su intensidad, la energía física gastada en el trabajo. Luego, la buena nutrición, como herramienta productiva, fue haciendo del carácter del trabajador, algo positivo psíquico-somático.
Así que, en las fábricas más automatizadas, se subrayó la transformación de la energía física, en habilidad técnica y mental… habilidades de la cabeza, más bien que de la mano; más que del artesano; o sea, del nervio, más que del músculo; del experto, más que del trabajo manual; el encargado del mantenimiento, más que del trabajador. Así, el proletariado, de las etapas del pasado capitalista, era en verdad, una ¨bestia¨ de carga, que proporcionaba, con el trabajo de su cuerpo; las necesidades y los lujos de la vida; mientras vivía, en la suciedad y en la pobreza. De esta forma se convirtió en la negación viviente de su sociedad. En contraste, con el trabajador organizado, en zonas avanzadas de la sociedad tecnológica.
Entonces, se debe insistir en la estrecha relación, entre los conceptos marxistas de explotación y pauperización; a pesar de las nuevas definiciones posteriores, en las que la de pauperización llegó a ser un aspecto cultural; o hasta que punto relativo, puede aplicarse también al hogar suburbano; que connota la absoluta necesidad y exigencia, en su verter condiciones de vida intolerables; tal necesidad absoluta, aparece al principio, de toda revolución contra las instituciones sociales básicas.
A pesar de que la tendencia hacia la asimilación, se encuentra en la estratificación ocupacional. Pues, en los establecimientos industriales claves, la proporción del trabajo manual declina, en relación con la del elemento de ¨cuello blanco¨. El número de trabajadores separados de la producción, aumenta. Este cambio cuantitativo, remite a un cambio en el carácter de los instrumentos básicos de la producción. Ya que, en la etapa avanzada de la mecanización, como parte de la realidad tecnológica, la máquina no es una unidad absoluta; sino, solamente una realidad técnica, individualizada abierta en dos direcciones: la de la relación con los elementos; y la de las elaciones interindividuales con el aparato técnico.

Una perspectiva de contención.-
¿Hay alguna posibilidad, de que una cadena de productividad y de regresión crecientes, pueda ser rota?
Esto… requiere por lo menos, de un intento de proyectar siempre… los desarrollos contemporáneos hacia el futuro; asumiendo una evolución normal (marginando, la posibilidad de una guerra nuclear.) Pero, en esta, desde luego, es una suposición… el enemigo no dejará de ser casi que, permanente; o sea el comunismo; en coexistencia con el capitalismo y el fascismo. Y al mismo tiempo, el capitalismo, que en este esquema, será siendo capaz de incrementarse (y de subir el nivel de vida, especialmente para los más ricos); dejando por fuera a los más pobres, cada vez en mayor número; más que todo debido al despilfarro de los más ricos y su demanda salarial, cada vez más alta. En esto, no fue suficiente el descontento, materializado, en ya, dos guerras mundiales y las consecuentes hambrunas y el sacrificio de millones de vidas. Pero, no obstante, la creciente (productividad aparente) y el aumento de las tasas de natalidad, produjeron, naturalmente, un sistema dominante de economía a la defensiva, que ya nada, ni nadie podría socavar, ni menos detener.
Así, el sistema, lógicamente, tendería hacia la administración total; como la dependencia, de una administración con dirigentes y organismos públicos; tanto, dentro del gobierno, como en la empresa privada; y sus respectivos clientes y servidores; naturalmente, infiltrados en los respectivos congresos nacionales. Gestión, ya de si, inalterable. Entonces, solo la demanda, por cada día más escaso trabajo, será lo único que desestabilizará al sistema.
Acotación del autor de estas notas: Así, (lo pronosticó Marx) habrá dos tendencias centrifugas, interiores y exteriores; una de ellas, la automatización; que al llegar a límites de posibilidad técnica, se hará incompatible, con una sociedad basada en la explotación. En esta transformación, el gran pilar será el individualismo social. Tan pronto, como el trabajo humano, deje de ser fuente de riqueza; el tiempo de trabajo cesará; el valor del cambio, dejará de ser la medida del valor de uso. Luego, ésta ya no será la base del desarrollo, ni de la riqueza social. Se desplomará el valor del cambio y el patrón oro. Será, el caos económico y bursátil; y el paso, de la cantidad, sobre la calidad, romperá todas las cadenas impuestas.
Y… esta será la trascendencia histórica, hacia una nueva civilización; la civilización, del ¨neo-socialismo¨ del Siglo XXI; ya sin extremismos castrenses; ni satrapías, que lo impongan al acomodo de sus camarillas; será el verdadero socialismo democrático y cristiano; sin engaños ni mentiras subyugadoras. En el cual, sus dirigentes, sin intereses de clases, serán verdaderos sabios; y maestros, sistematizados, en el arte económico.
Esta posibilidad, se hará más realista, conforme la lucha entre el capitalismo y el comunismo, se deslice del campo militar, al campo social y económico. Mediante, el poder de la administración total y la automatización, que permitirá grandes logros en el nivel técnico. Igualmente, que por la desaparición, dentro del proceso, de la conciencia política, fuera de la acción independiente, entre los grupos, en el logro de identificar los verdaderos intereses del trabajador, ya más productivo, por el incentivo, de la repartición de ¨utilidades¨ por parte de empleador.
En esas circunstancias, y las perspectivas de una contención dinámica, de las tendencias centrífugas; dependerá esencialmente de la habilidad de los intereses creados; para ajustarse a sí mismos, y a su economía; a los requerimientos del Estado, en el bienestar colectivo. Así, una inversión y dirección gubernamentales, cada vez mayores en planificación; y en un programa de ayuda exterior, mediante una seguridad social total; y obras públicas a gran escala. Hará del ¨neo-socialismo cristiano¨ del Siglo XXI; la mayor oportunidad para la humanidad actual, que a la larga, verá su verdadera salvación, no solamente, en cuanto a su alma… sino, a su físico, y el de los suyos.

La conciencia feliz.-
Acotación del autor de estas notas: Según la creencia, de que lo real, es irracional; y de que en el sistema social establecido, se producen bienes; es lo que causa, una especie de conformismo general; faceta de la actual nacionalidad tecnológica, que se traduce, en una de las formas modernas, de conducta social. O sea, que se aguanta, solo por no perder conquistas adquiridas.
Esto es nuevo, en cuanto que es racional; hasta un grado (hoy) sin precedentes. Sosteniendo, a una sociedad que ha reducido la irracionalidad más primitiva, de los estadios anteriores, que (según esto) prolonga y valora la vida. Mas, que como ahora, abolidos los campos nazis y sucedido todos los horrores anteriores; siendo la guerra, lo de siempre; ya eliminada toda irracionalidad, que redujo la tortura a lo normal, pero que no sucumbe (por temor) en la aniquilación total; dejando, además, al margen a los países subdesarrollados; que hace, ahora, hasta, reinar a la completa paz.
El poder, sobre el hombre adquirió un valor inmenso, por esta sociedad, que olvidando sin cesar (debido a la productividad) fue capaz de demostrar un nuevo valor cultural. Del mismo modo, ha sido la destrucción de los recursos naturales; y la proliferación del despilfarro, como prueba de su opulencia, y de los altos niveles de bienestar; así la comunidad, la verdad, ya ni se preocupa… del caos que se avecina; y que lo previenen, las caídas de las bolsas económicas, de todo el mundo. Pues, hubo muy pocos para gozar y muchos para sufrir.

Lenguaje de la administración total.
Acotación del autor de estas notas: Pero, este tipo de bienestar, basado en la superestructura productiva, que a su vez descansa sobre la degradación de la sociedad, y las bases de la publicidad. Así, el lenguaje creado, aboga por la identificación, y la unificación, que aunados en una conducta unidimensional, expresa, al parecer, la promoción sistemática del pensamiento y el ataque concentrado a la tradición; surgiendo a la vez formas bidimensionales, dialécticas; y conductas tecnológicas, en los mismos hábitos del pensamiento social.
En la expresión típica de estos hábitos del pensamiento, la tensión entre apariencia y realidad; entre el hecho y el factor que lo provoca; entre distancia y atributo; hoy tiende a desaparecer. Los conceptos de autonomía, descubrimiento, demostración y crítica, dan paso ahora, a los de designación, a sección e imitación; son eventos mágicos autoritarios y hasta rítmales que cubren el idioma. Estas identificaciones que aparecen como un aspecto del operacionalismo; reaparecen, como rasgos del discurso, en el comportamiento social. En este punto, la funcionalización del lenguaje, contribuye a rechazar los elementos no conformistas, de la sintaxis, y se ven igualmente afectados. En lo que sería, en el futuro, el lenguaje binario y los cero errores.
Sin embargo, en los laboratorios de defensa y las oficinas ejecutivas; los gobiernos y las maquinas; los jefes, los expertos y los salones de los políticos, que conciben adecuadamente el idioma, que induce a la gente a actuar, comparar y aceptar, en formas, indicativos y símbolos de razonamiento tecnológico; el cual tiende a identificar las cosas y sus funciones. Así, el rasgo distintivo del operacionalismo, para hacer al concepto, sinónimo del campo de operaciones correspondientes; reside en la tendencia lingüística a considerar los nombres de las cosas, como si fuesen indicativos, al mismo tiempo de su manera de funcionar y los nombres de las propiedades y procesos; como símbolos del aparato empleado para descubrirlos o producirlos. Este es el razonamiento tecnológico, el cual tiende a identificar las cosas y sus funciones.
Así, la palabra y el concepto tiende a coincidir; o sea, que el concepto tiende a ser absorbido por la palabra y aquel no tiene otro contenido, que el designado por la palabra; de acuerdo con el uso común y generalizado, que a su vez se espera de la palabra; que no tenga otra implicación que el comportamiento común y generalizado. Luego la palabra se torna cliché, que gobierna al lenguaje; y su conjugación impide el desarrollo armonioso del significado.
En cambio, la situación se torna diferente, cuando, respecto a los términos, que denotan cosas o, sucesos, que aparezcan más allá del tipo de contexto incontrovertible; en este caso, la funcionalización idiomática, solo expresa una reducción del sentido que tiene; por ejemplo, una connotación política. Luego los nombres de las cosas, son no solo una forma actual; sino, que también, definen su significado, encerrado en una forma autoritaria, totalitaria de gobernar; que en la oración, se convierte, como en una declaración, que debe ser aceptada, rechazada; en la demostración, calificación y negación de su principal significado.
En los sitios claves del mundo lingüístico público, las proporciones con valor propio, analíticas; funcionan como verdaderas fórmulas mágico-rituales, machacadas en la mente del receptor, que producen el efecto de encerrar en un círculo, a las condiciones prescritas. Entonces… adjetivos, como libertad, igualdad, democracia y paz; implican analíticamente, un grupo especial de atributos que se presentan inevitablemente, cuando el nombre se escribe, o se menciona.
En este mundo del lenguaje público, éste se mueve, mediante sinónimos; o, tautologías que en realidad, nunca avanzan hacia una diferencia cualitativa. Pues la estructura analítica aísla al sustantivo principal, de todos aquellos significados que podrían invalidar el uso del sustantivo, aceptado en discursos políticos.

Los universales.-
La posibilidad de las alternativas.
Acotación del autor de estas notas: El compromiso de la filosofía analítica, con la realidad del pensamiento y el habla… se muestra claramente, en el tratamiento de los ¨universales¨. El problema fue referenciado, como parte del carácter general, inherente histórico y al mismo tiempo, trascendente, de los conceptos filosóficos. Pues el tema de los universales; revela la posición de una filosofía nueva, en la cultura intelectual y su función histórica.
Así la filosofía analítica contemporánea, se propone exorcizar «mitos» o «fantasmas» del orden metafísico; tales como: los espíritus; la conciencia; la voluntad; el alma; y el «yo»; disolviendo la intensión… de estos conceptos… en afirmaciones, sobre operaciones; actuaciones; poderes; disposiciones; propensiones y habilidades etc. Particularmente identificables. El resultado muestra, extrañamente la impotencia de la destrucción: por lo tanto, el fantasma sigue persiguiéndonos. Aunque cada interpretación o traducción, puede describir adecuadamente, un proceso ¨mental¨ del orden particular. Por ejemplo: el acto de imaginar lo que se quiere decir… cuando se dice «yo»; o lo que quiere decir el ¨cura¨ cuando dice que ¨María¨ es una buena chica. Pero, ni una sola de estas reformulaciones; ni su suma total; parecen captar; o, incluso, circunscribir el significado total de términos: como, el espíritu; la voluntad; el «yo»; y el bien. Estos ¨universales¨, siguen persistiendo, tanto en el uso común, como en el poético. Y cada uso, se distingue de diferentes formas de conducta; o, disposición; que, según el filósofo analítico, completa su significado.
Sin duda, tales ¨universales¨, no pueden alcanzar validez alguna, mediante la animación, del que denotan, una totalidad que es superior, y diferente, de sus partes. Y aparentemente lo son; pero esta «totalidad»; requiere un análisis, no mutilado, del contexto de la experiencia. Pero, además, si este análisis ¨supra lingüístico¨, es rechazado; si el lenguaje común, se toma como valor inmediato; esto es, sin un universo falaz, de entendimiento general entre la gente; se sustituye por el universo prevaleciente, de incomprensión y comunicación administrada.
Acotación del autor de estas notas: Los universales, en tela de juicio y puestos en cuestión, para bien o, para mal; son traducibles y sustancialmente mitológicos. Pueden ser disueltos, dentro de formas de conducta y disposición. Son obligados por las circunstancias, a identificar su espíritu, con el proceso mental del «yo»; para poder así, llegar a la realidad. Siendo uno de los problemas de la filosofía analítica moderna. Ya que, no son fácilmente correspondientes, con entidades particulares. Pero gozan de un perfecto sentido común. Algo así, como una universidad; compuesta por diferentes facultades, pero que forman una sola entidad particular o, sea, una universidad, que actúa por medio de sus representantes; y son tangibles, por medio de sus manifiestos. Pues, de lo que se trata, en últimas, es de aprender a vivir en comunidad, no de creer. Pero, si aún esto es necesario, bien sea integrado, solo como fe.
Sin embargo, incluso, si le damos tal realidad a los universales, por ejemplo, a los políticos ¿No tienen todos los demás universales, un status muy diferente? Lo tienen, pero su análisis es conservado muy fácilmente, dentro de los límites de la filosofía académica. La irreductible diferencia entre el universal y sus particulares; parece estar enraizada, en la experiencia original de la inconquistable diferencia, entre las dos dimensiones; del único mundo experimental. El universal se comprende en una sola idea; las posibilidades que están realizadas y al mismo tiempo, detenidas en la realidad.
Pero, la protesta, contra el carácter, al parecer vago, oscuro y hasta metafísico; de tales universales; la insistencia en una concreción familiar; y la protectora seguridad (aparente) del sentido común y aún del científico; revela algo, de la angustia primordial, que guió los orígenes conocidos, del pensamiento filosófico; en su evolución, de la religión, a la mitología, y de ésta, a la lógica; y de ella, al cientificismo. Y la defensa, y la seguridad, son todavía grandes apartados, en los presupuestos, tanto intelectuales, como nacionales. Sin embargo, la experiencia cruda, parece estar más familiarizada, con lo abstracto y lo universal; de lo que está, la filosofía analítica; al parecer incrustada, en un mundo metafísico (para muchos inalcanzable.) De aquí, la importancia, al escoger democráticamente (por el voto popular); a los verdaderos representantes del pueblo, en los congresos; pues, deben ser, aparte de honestos; seres muy bien dotados en inteligencia y sabiduría docente; tanto en lo filosófico, como en lo legal, económico y principalmente en lo científicamente humano; ya que la maldad, se cuela por tales vericuetos.
Los universales, son principalmente, elementos primarios de la experiencia; no como conceptos filosóficos, sino como las cualidades propias del mundo, con el que uno es confrontado diariamente. Lo que se experimenta por ejemplo, con la nieve, la vida, el calor, la lluvia en fin las cosas particulares en donde los sucesos, simplemente aparecen; ya que no pueden serlo, sin que su identidad se pierda. Es el terreno en donde viven y están precisamente estructurados, en esos universales; que al parecer, son la organización física de nuestro mundo. Pero, en esto, una cosa son los adjetivos, y otra, los sujetos. Una cosa, es la sustancia, y otra, la esencia. Sin embargo las cualidades son universales que están más cerca de las sustancias. Ahora, el carácter sustantivo de las cualidades, señala el origen relacionado con la experiencia (la madre de la sabiduría) de los universales sustantivos; la manera en que los conceptos se originan en la experiencia inmediata.
Acotación del autor de estas notas: La filosofía del lenguaje, subraya el carácter experimental del concepto, en su relación con el mundo; este le lleva a asumir un parentesco original, no solo, entre conceptos y palabras; sino también entre conceptos y sonidos. Por ejemplo, el habla, no es construida a partir de la palabra; sino, las palabras salen de la totalidad del habla. Así, el sujeto maneja la expresión, y no la expresión maneja al sujeto. Por lo tanto, en la interpretación del sujeto, con base en los universales (bien concebidos) nacen las ideas; no las ideas, salen de las palabras (casi siempre sin sentido.)
Así es como, el sustantivo universal, encierra cualidades que sobrepasan toda experiencia particular; pero, persiste en la mente, no como una invención de la imaginación; ni como posibilidades lógicas; sino, como el material, del que está hecho nuestro mundo. Luego, los universales, aparecen como instrumentos conceptuales, para la comprensión de condiciones particulares de cosas, a la luz de sus potencialidades. Son históricos o, supra-históricos; conceptualizan el material del que consiste el mundo experimentado; y lo conceptualizan con la imagen de sus posibilidades; a la luz de su limitación actual; su supresión y su negación. Ni la experiencia, ni el juicio son privados. Los conceptos filosóficos se forman y desarrollan dentro de la conciencia de una condición general, en una continuidad histórica; se elaboran desde una posición individual; dentro de una sociedad específica.
Los elementos de desorden, figuran entre los puros objetos del pensamiento. También ellos, están separados de una base social, y los contenidos de los que se abstraen; guían la abstracción. De este modo, se levanta el espectro del historicismo. Si el pensamiento, procede de condiciones históricas que siguen operando en la abstracción. ¿Hay alguna base objetiva, sobre la que se pueda hacer la distinción, entre varias posibilidades proyectadas por el pensamiento; entre formas de trascendencia conceptual, diferentes y en conflicto? Es más, la cuestión, no puede ser discutida, sólo, con referencia a diferentes proyectos filosóficos. Así, el término proyecto, subraya, el elemento de libertad y responsabilidad; en la determinación histórica: liga la autonomía, con la contingencia.

Conclusión
Acotación del autor de estas notas: La sociedad unidimensional, avanzada y altera la relación entre lo racional y lo irracional; contrastado con los aspectos fantásticos y enajenados de su racionalidad; así, el reino de lo irracional, se convierte, en el ámbito de lo realmente racional; de las ideas que pueden «promover el arte de la vida». Si la sociedad establecida, administra toda comunicación normal, dándole validez; o, invalidez de acuerdo con exigencias sociales; los valores ajenos a estas exigencias, quizá, no puedan tener otro medio de comunicación, que el anormal de la ficción. La dimensión estética, conserva todavía una libertad de expresión, que le permite al escritor y al artista, llamar a los hombres y a las cosas, por su verdadero nombre.
Pero, al reducir espacio, el aspecto romántico aportado por la imaginación; la sociedad fuerza la imaginación a probarse a sí misma, en nuevos terrenos; en los que las imágenes, se traducen en capacidades y proyectos históricos. La traducción será tan mala y deformada, como la sociedad que la realiza. Separada del dominio de la producción material; y las necesidades materiales; la imaginación sería un mero juego inútil, en el juego del reino de la necesidad, comprometida sólo con la lógica fantástica; y una verdad fantástica.
El carácter científico racional de la imaginación, ha sido reconocido, hace ya mucho tiempo, en las mismas matemáticas; en las hipótesis, y en los experimentos, aplicados a las ciencias físicas. Es igualmente reconocido, en el psicoanálisis teórico, de la aceptación racional específica de lo irracional; así, la imaginación comprendida, llega a ser orientada, en una nueva dirección; entonces, una fuerza terapéutica… puede ir mucho más allá, de lo que la cura misma de la neurosis; así lo aseguran los científicos.
Acotación del autor de estas notas: Luego, liberar la imaginación, para que se pueda disponer de todos los medios expresivos; presupone, una regresión de mucho de lo que ahora este libre, y perpetúe a la sociedad represiva. Tal reversión, no llega a ser asunto concerniente a la psicología; o, a la estética; sino, a la misma política; en el sentido en el que el término ya ha sido usado. Las prácticas, en la que las instituciones sociales básicas, son desarrolladas, definidas, sostenidas y cambiadas; luego, es cosa de los individuos, que sin importar su forma organizativa; deben plantearse, una vez más, las siguientes preguntas: ¿cómo los individuos administrados, y cuya mutilación está inscrita… en sus propias libertades y satisfacciones; así reproducidas a escala más amplia; libérense al tiempo, de sí mismos y de sus ¨amos¨ ? y finalmente; ¿cómo es posible pensar siquiera, que pueda romperse, este círculo vicioso?
En cualquier forma, la combinación de autoridad centralizada y democracia directa, está sujeta a infinitas variaciones, de acuerdo con el grado de desarrollo. La autodeterminación será real, en la medida en que las masas (predominantes) hayan sido disueltas, en individuos liberados de toda propaganda, adoctrinamiento; o, manipulación. Individuos (estudiosos) que sean capaces de conocer y de comprender los hechos; y de evaluar las alternativas. En otras palabras, la sociedad será racional y libre, en la medida en que esté organizada, sostenida y reproducida por un (buen) sujeto histórico, esencialmente nuevo.
Pero los hechos y las alternativas, son como fragmentos que no encajan; o, sea, que son como un mundo de ¨mundo-objeto¨… sin un sujeto; sin la práctica, que movería a estos objetos, en una nueva dirección. La mayoría dialéctica, no es rentable (políticamente); y tampoco puede ofrecer el remedio. No puede ser positiva. Sin duda, el concepto dialéctico, al comprender los hechos dados; los trasciende. Este es el signo de su verdad. Define las posibilidades históricas, incluso las necesidades; pero su realización, solo puede estar en la práctica, que responda a la teoría; y en el presente, la práctica, no da tal respuesta.
Acotación del autor de estas notas: Y, no importa que pueda manifestarse tan claramente, el carácter irracional de la totalidad. Y con él, la necesidad, nunca ha sido suficiente; para utilizar las posibles alternativas, enfrentadas, a la omnipresente eficiencia del ¨sistema¨ de vida dado. Las alternativas, siempre han de ser parecidas, utópicas. El discernimiento de la necesidad, la conciencia del mal estado, no serán lo suficiente; incluso en la fase en la que los logros de la ciencia; y el nivel, de la productividad (gracias al obrero) hayan eliminado, los aspectos utópicos, de las alternativas; cuando, sea utópica la realidad establecida, más bien que su opuesto.
¿Significa esto, que la ¨teoría crítica¨ de la sociedad, abdica y deja el campo libre a una sociedad empírica, libre de toda guía teórica; excepto, la metodología que sucumbe a las falacias de una concreción mal situada; realizando, así, un servicio ideológico, al tiempo que proclama la eliminación de los juicios de valor? ; ¿Los conceptos dialécticos, muestran una vez más su valor, comprendiendo su propia situación, como la de la sociedad que analiza? ; ¿Puede entonces, su crítica, vencer, precisamente, en el punto de su mayor debilidad; y su incapacidad para demostrar la existencia de tendencias liberadoras, dentro de la sociedad establecida?
Por ende, es su estado más avanzado, la dominación funciona como administración; y en las áreas súper-desarrolladas de consumo de masas; la vida administrativa , llega a ser la buena vida de la totalidad, en defensa de la cual, se unen los opuestos. Recíprocamente, su negación, parece ser la ¨forma pura¨ de la negación. Todo contenido perece reducido a la única petición abstracta del fin de la dominación: única exigencia verdaderamente voluntaria; que daría validez a los logros de la ¨civilización industrial¨. Ante su eficaz negación, por parte del ¨sistema¨ establecido; esta negación, aparece bajo una forma políticamente impotente, de la ¨negación absoluta¨ ; una negación que parece más irrazonable, con forme el ¨sistema¨ establecido, desarrolla aún más, su productividad y alivia las cargas de la vida.
Pero, si el carácter abstracto de la negación, es el resultado de la reificación total; el fenómeno concreto para la negación, puede existir todavía; porque, hoy, la ¨reificación¨, es pura ilusión. Por el mismo motivo, la unificación de los opuestos, en medio de la racionalidad tecnológica, debe ser, en toda su realidad, una unificación ilusoria, que no elimina la contradicción, entre la creciente productividad, y por su uso represivo; la necesidad vital, de resolver la contradicción. Sin embargo, la lucha por una solución, ha sobrepasado las formas tradicionales. Las tendencias totalitarias de la ¨sociedad unidimensional¨ hacen ineficaces las formas y los medios de protesta tradicionales, quizás, incluso peligrosos, porque preservan la ilusión de la soberanía popular. Esta ilusión, contiene una verdad: ¨el pueblo¨; que anteriormente, era el fermento del ¨cambio social¨, se ha elevado, para convertirse, en el fenómeno de la cohesión social. En este fenómeno más que en la redistribución de la riqueza y la igualdad de clases, se encuentra la nueva estratificación característica de la ¨sociedad industrial¨ avanzada.
Acotación del autor de estas notas: Sin embargo, bajo la base popular conservadora y liberal; se encuentra el sustrato de los proscritos; y los ¨extraños¨; los explotados y perseguidos (de siempre); los de otras razas y colores; los parados y los que no pueden ser empleados. Ellos existen fuera del proceso democrático; su vida es la necesidad más inmediata; y la más real; para poner fin a las instituciones; y condiciones intolerables. Así, su posición, es revolucionaria, incluso, si su conciencia no lo es. Su oposición golpea al ¨sistema¨, desde el exterior; y por lo tanto, no es derrotada por el ¨sistema¨; es una fuerza elemental, que viola, las reglas del juego; y al hacerlo, lo revela, como una partida truncada. Cuando se reúnen y salen a la calle, sin armas; sin protección alguna, para pedir por sus derechos civiles más primitivos, saben que tienen que enfrentarse a perros, bombas, cárcel; campos de concentración, incluso a la muerte.
Su fuerza está detrás de toda manifestación política, a favor de las víctimas de la ¨Ley¨; y del Orden¨. El hecho de que hayan empezado a negarse a ¨jugar el juego¨, puede ser el hecho que señale, el ¨principio del fin¨ de un período. Pero ¨nada¨ permite suponer que sea un buen fin. Las capacidades económicas y técnicas de las sociedades establecidas, son suficientemente grandes, para permitir ajustes y concesiones a los parias, y a las fuerzas armadas; que están suficientemente entrenadas y equipadas, para ocuparse de las situaciones de emergencia. Sin embargo, el espectro está ahí, otra vez dentro y fuera de las fronteras de las sociedades más avanzadas.

CAPÍTULO III

Libertad de elegir.

(La historia es cíclica.)
Por: Milton & Rose Friedman.
Ed. Planeta. 1993
Copia-resumen, parafraseado.

I Poder del Mercado.
(En diferentes aspectos.)

Acotación del autor de estas notas: Cotidianamente, analizamos un sinfín de ¨bienes y servicios¨ (básicos); revestidos de protección de los elementos; suponiendo, que los podemos tener, con solo desearlos; pero, analizando, el número de personas necesarias, para producirlos; y ganar lo suficiente, para adquirirlos. Aceptando, además, que alguien, debe dar las órdenes para fabricarlos, en condiciones precisas y necesarias, de disponibilidad y sitio. Se dirá, además, que en el ¨Siglo XXI¨; la ¨inteligencia artificial¨; estará, en condiciones de realizarlos; utilizando, un reducido mando jerárquico; dentro de una economía centralizada; ya que a este ¨tipo¨ de economía, autoriza a los trabajadores (fijos) de las empresas ¨estatales¨; al cultivo de la tierra; o, la cría de ganado; en pequeñas explotaciones ¨privadas¨.
Ahora, en el ¨mercado de trabajo¨; rara vez, se utiliza, a los ¨trabajadores¨, para tareas específicas; pues su reclutamiento, casi nunca se lleva a cabo, con esa intención. Lo que suele pasar, es que se ofrecen salarios, para ejecutar varias tareas; y los demandantes, las utilizan; al igual, que en los países ¨capitalistas¨; donde una vez contratados, pueden, sin embargo, ser despedidos más tarde; o. ir a buscar un trabajo preferido por ellos; pues han de ser numerosas, las restricciones impuestas; ya que las personas, no pueden emplearse como ¨patronos¨. Pues, las asignaciones, son en gran escala y con carácter de ¨obligatoriedad¨; no siendo posible, la completa supresión de las actividades empresariales; pues, suelen ocurrir oportunidades ¨extralegales¨; en las que ganan, tanto, el trabajador, como el empleador.
Sin embargo, este ¨tipo¨ de elementos en el ¨mercado laboral¨, surgen, pese, a la incompatibilidad, con la teoría ¨marxista¨… haciendo de este ¨tipo¨ de economía; poco eficaz. Igualmente, ninguna sociedad funciona completamente, con base, en el principio jerárquico; tampoco ninguna, que lo haga de manera exclusiva, con base a la ¨cooperación¨ voluntaria; ya que, toda sociedad, cuenta con algunos elementos impositivos; que generalmente, adoptan varias formas; optadas, por la ¨legislación¨ vigente; y no se conoce, algún ¨tipo de economía¨ que prospere, sin este principio dominante de organización.

Papel de los precios.
Así como, en la fabricación de algo, interviene, solo, el deseo de obtener ¨bienes y servicios¨. Un ¨intercambio voluntario¨, entre dos partes, es la clave, de la ¨riqueza¨. Luego, el intercambio (que es base, del mecanismo de precios); desempeña tal misión. Y como resultado, el ¨sistema de precios¨; permite que los individuos, cooperen pacíficamente en él; estableciéndose éstos (los precios) en las transacciones voluntarias, entre vendedores y compradores (en su propio beneficio); o ¨mercado libre¨; en el que la oferta y la demanda es el factor de equilibrio. Entonces, los precios, desempeñan tres funciones: La primera, transmitir información económica. Segunda, aportar estímulos, para adoptar ¨medios de producción¨. Tercero, determinar, quién obtiene las distintas cantidades del producto; o sea, la ¨distribución de la ¨renta¨.

Nota del autor: “Con el fin de estudiar, cómo reversar el sistema económico; nos hemos propuesto, estudiar las bases de la economía, para ver, si esto es posible”.

Transmisión de información.
Al aumentar la demanda; aumenta la producción; y los precios del mercado suministran, tal información mecánicamente. Pero ésta transmisión, mediante un ¨sistema de precios¨ queda resuelta. Hoy, ¨sistemas de información¨ especializados, publican electrónicamente, al instante, las variaciones, de las diferentes bolsas de valores, reflejando su estado al mundo; lo que permite, un equilibrado control, oferta-demanda financiera. Fijando precios y acordando una correcta distribución de productos en el mercado; se dispone, de los pedidos y de los envíos a tiempo, para ser empacados y consumidos; según el ¨sistema de precios¨.
Así, por importantes que sean, las distorsiones privadas del ¨sistema de precios¨; el ¨estado¨, es el principal ¨foco¨ de interferencias con el ¨sistema de mercado libre¨; por medio de aranceles y otras medidas de regulación de la ¨política de precios¨ interior y exterior; con reglamentaciones; para, las medidas monetarias y fiscales; que evitan y controlan la inflación.

Incentivos.
La transmisión efectiva, de la información correcta; a menudo se desperdicia; a memos que las personas adecuadas, tengan un ¨incentivo¨ (pecuniario, como, la directa participación en las utilidades) para actuar de acuerdo con dicha información. Ya que esta ¨función¨, está relacionada, con la determinación de la distribución de la renta del productor; o sea, la diferencia, entre lo que cobra por la venta productiva; y los gastos para llevarla a cabo: Entonces, tenemos que el efecto de ¨incentivación¨; se manifiesta, también, sobre los trabajadores y sobre, los propietarios.
Acotación del autor de estas notas: Ahora, la ¨información¨ sobre los precios, tratándose de salarios, en distintas actividades; la rentabilidad de la tierra; o, los rendimientos del capital; a partir de distintas utilizaciones; no es la única ¨información¨, que tenga interés, para decidir, como emplear determinado recurso. Y puede que ésta, no sea la ¨información¨ más importante; sobre todo, en lo referente, a como emplear la ¨fuerza personal¨ de trabajo; y el interés pecuniario; y no pecuniario; de un empleo. Así, vemos como la ¨satisfacción¨; produce una ¨tarea¨; que puede hasta, compensar los ¨bajos salarios¨; y los ¨altos salarios¨, pueden, hasta compensar un trabajo ¨desagradable¨; ¨desempeñado¨ completamente, en el futuro, por los ¨robots¨. Además, y por último, ya, se está probando, como principal incentivo; la distribución (anual) de ¨utilidades¨ entre los trabajadores, que se destaquen en sus respectivas labores, llevadas a cabo, al parecer, bajo una completa satisfacción en lo que hacen.

Distribución de la renta.
Acotación del autor de estas notas: La renta, que cada persona obtiene a través del mercado, se determina, mediante la diferencia, entre lo que ingresa por concepto de la venta de ¨bienes y servicios¨; y el costo, de dicha producción. Así los ¨ingresos¨ consisten principalmente; en pagos directos, por trabajo, por los recursos productivos que poseemos; siendo, el caso del productor, distinto, en cuanto a su forma; pero, no en cuanto a su fondo. Igualmente, en cuanto a su renta; depende de lo que ingresa, por el recurso productivo que posee, y de lo que le paguen, o sea, el precio, que el mercado establece, para los servicios de dichos recursos; aunque en su caso (el del productor), el recurso productivo más importante, que posee, puede ser su capacidad para organizar una empresa; coordinar los recursos que emplea; asumir riesgos etc.
El productor, además, puede poseer, igualmente, otros recursos productivos, utilizados en la empresa; en cuyo caso, parte de su renta, se deriva del precio que fija el mercado, para sus servicios. De un modo parecido, la existencia de la ¨gran empresa¨ moderna; no cambia las cosas; o sea, la ¨renta¨ de la empresa; o, de la compañía, que obtiene ¨beneficios¨ pecuniarios. Así, la empresa, es un intermediario, entre sus propietarios (los accionistas); y los recursos distintos del ¨capital¨ de los accionistas; cuyos servicios adquiere. Únicamente, las personas; tienen rentas y las obtienen, a través del mercado; por medio de los recursos que poseen; ya sea en forma de acciones; de sociedades; de obligaciones; de terrenos; o, de su capacidad de trabajo.
Los campos más lejanos, siempre parecen más verdes; y con esta visión, criticamos al ¨sistema¨; ahora, basado en órdenes: envidia e insatisfacción; que apuntan a los gobernantes. Y que además, en un ¨sistema de mercado libre¨; apuntan al mercado. Como consecuencia de esto; se ha tratado de separar esta función del ¨sistema de precios¨ (la distribución de la renta) de las demás funciones (transmitir información; y procurar incentivos) pero, gran parte de la actividad gubernamental, durante las pasadas décadas, en los países de ¨economía de mercado¨; ha tenido por objeto, adelantar la ¨distribución de la renta¨, generada por el mercado, con el fin de lograr, una ¨distribución de la renta¨, distinta y más equitativa. Pero, la íntima conexión, existente entre las tres funciones del ¨sistema de precios¨; se ha revelado de un modo diferente, en los países con régimen ¨comunista¨. Así, resumiendo: toda su ideología, se basa en la supuesta explotación de la ¨mano de obra¨, en los países ¨capitalistas¨; y en la superioridad, de una sociedad basada en los dictados de Marx: «De cada uno, según su capacidad; y a cada uno según sus necesidades»; en los países ¨socialistas¨. Que hoy, en lo concerniente a los recursos físicos, han llegado lejos; convirtiéndolos en propiedad del ¨estado¨. Y en lo referente a los recursos humanos, no han sido capaces de hacerlo, pues en la práctica fracasaron.

Visión más amplia.
Ahora, tomemos en consideración, el ¨lenguaje¨; que es una compleja estructura, que se ha estado desarrollando y cambiando, en forma continua (como en el orden económico, a través el mercado); que posee un precepto definido, pese a que no fue planificado por ningún organismo central. Nadie, decidió qué palabras deberían ser admitidas; cuáles reglas gramaticales; cuáles adjetivos y cuáles nombres. La academia francesa, trata de controlar y registrar los cambios producidos; pero esta es reciente; tomada tiempo después de que el ¨francés¨ fuese estructurado; y su misión consiste en poner un sello de legitimidad a los cambios que escapen a su control; lo mismo para las otras lenguas; como el ¨español¨; el cual está regido por la ¨Real Academia de la Lengua Castellana¨.
Acotación del autor de estas notas: Palabras, como por ejemplo: endógeno; exógeno; sustentable; sindéresis; catarsis; intrínseco; extrínseco; aleatorio; autárquico; y, tantas otras; usadas, en las diferentes clases de ciencias económicas; preferidas indistintamente, por cada una de ellas. Igual, la ¨modernidad¨, encargada de aumentarlas; a través, de escritos y publicaciones. Los valores de la sociedad; su cultura, sus convenciones sociales, se desarrollan en el mismo sentido; mediante el intercambio voluntario; la cooperación espontánea; la evolución de complejas estructuras científicas; su aceptación y rechazo por ¨ensayo y error¨. El interés personal, no equivale, al egoísmo miope; sino, que engloba todo cuanto interesa a los particulares, en la vida económica; en la que todo es valorado con relación a los objetivos perseguidos. El ¨acreditado¨, que intenta ensanchar las fronteras de la ¨disciplina científica¨; el filósofo; el misionero; el filántropo; en fin, todos ellos, procuran colmar sus intereses personales, de acuerdo con sus propios valores.

Papel del ¨estado¨.
El ¨estado¨, es una forma de cooperación voluntaria; una forma que eligen las personas; pues, es la manera más eficaz de alcanzar sus objetivos, cuando se tiene libertad, de escoger su lugar de residencia. Se puede preferir vivir en una comunidad determinada; pues, es la clase de servicios que dispensa el ayuntamiento. Si emprende actividades, con las que no se está conforme; o, por las que no se debe pagar; lo que se puede hacer, es irse a vivir a otra parte. Pero, el ¨estado¨ es un organismo legítimo; al que se le atribuye, un monopolio del empleo legítimo de la fuerza; o de la amenaza, de emplearla, como un medio por el que unos, podemos imponer limitaciones, a otros.
Sin embargo, en una sociedad, cuyos participantes, deseen alcanzar un grado de libertad más alto, para elegir como individuos; como, familias; como, miembros de grupos voluntarios; como, ciudadanos de un ¨estado¨ organizado. Entonces ¿qué papel se le debe asignar al gobierno? Se debe imponer naturalmente, la ¨libertad¨. Que tiene tres obligaciones; primera, la de proteger, a la sociedad; de la violencia invasora, de otras sociedades independientes; segunda, proteger a cada uno de los miembros de la sociedad, de la injusticia; y de la opresión que puedan recibir de otros miembros de la sociedad; tercera, realizar y conservar determinadas instituciones públicas, cuyo interés, no sea particular; o de grupo, sino general.

Mandato limitado.
El importe, del ¨gasto público¨, sirve para medir el papel del ¨Estado¨; por ejemplo: al margen de las guerras importantes, entre los años 1800 y 1929; los gastos del ¨gobierno¨ no superaron el 12%; de la ¨renta nacional¨; ⅔ de la cifra, fueron gastados por el ¨gobierno de los E. U.¨, y las ¨autoridades locales¨; principalmente, en la construcción de escuelas y carreteras. Incluso en 1928; los gastos del ¨gobierno federal¨, representaron alrededor, del 3% de la ¨renta nacional¨. Pero el éxito de los E. U., se suele atribuir, a sus abundantes recursos naturales; y amplios espacios abiertos. No cabe duda de que influyeron en parte; pero, si su importancia hubiese sido crucial. ¿Qué explicaría el éxito de la Gran Bretaña, y del Japón; durante del S.XIX; o, el éxito de Hong Kong en el S. XX?
Una ¨política económica¨, basada en la limitación de la ¨intervención pública¨, era aplicable, en los E. U., en vía de asentamiento del S. XIX; pues, el ¨estado¨ debió asumir un papel mucho mayor; incluso, predominante. En una ¨sociedad industrial¨ moderna y urbanizada: ¨nuestra sociedad, es tal y como la hacemos¨. Es lo que demuestra, que podemos modelar a nuestras instituciones. Las características físicas y humanas, limitan las alternativas de que disponemos. Pero, nada impide, edificar una ¨sociedad¨ basada esencialmente, en la ¨cooperación voluntaria¨; para organizar, tanto, las actividades económicas; como, las demás actividades; entonces, una ¨sociedad¨ que persevere y estimule, la ¨libertad humana¨; que mantenga al ¨estado¨ en su sitio; haciendo que sea nuestro ¨servidor¨; y no dejando que se convierta, en nuestro ¨amo¨.

II Tiranía del control.
Acotación del autor de estas notas: Tanto, en el comercio interior, como exterior; es de interés, para el «gran conjunto poblacional»; el hecho, de comprar, a quien vende más barato; y vender, al que pueda comprar más caro. Pero, la «retórica interesada»; ha dado lugar, a retribuciones… sobre lo que se puede comprar, y a quienes; y sobre lo que se deba vender, y a quienes. Igualmente, sobre, a quienes dar empleo; o, para quienes, se pueda trabajar. Y dónde, se pueda decidir: comer, beber, y vivir, en general. Siendo esto, como un laberinto de restricciones; que hacen a los pobres, más pobres; y a los ricos más ricos.
Así, que la mayoría, no se beneficia de tales medidas. Así, por ejemplo: en el ¨comercio internacional¨, en donde, las ganancias obtenidas por los ¨productores¨, gracias a los ¨aranceles¨ y otras restricciones; quedarían compensadas por las pérdidas sufridas por otros productores; y especialmente por los consumidores, en su gran conjunto. Luego, la ¨libertad del comercio¨; no solo, procura bienestar general; sino, que también promueve ¨paz¨ y ¨armonía¨, entre los pueblos; y de paso, elimina, la ¨competencia interna¨. Luego, los controles, al comercio, tanto, interior como exterior; se entrelazan (como todo en economía.) Y finalmente, estos controles, es de anotar, que han sido defendidos, principalmente, por los países en desarrollo.
Acotación del autor de estas motas: Tenemos la esperanza, de que podamos salir nuevamente, a la total libertad del sistema económico.

Comercio Internacional.
Acotación del autor de estas notas: Es el punto, que origina más desacuerdo, entre los economistas; pues, la disparidad de intereses es muy grande, debido a la polaridad existente entre ellos. En esto, por ejemplo: no se tiene en cuenta, el valor de la ¨mano de obra¨; y los ¨aranceles¨ y ¨acuerdos¨, son la ¨regla general¨. Hoy, países como la ¨China¨ continental; con su moneda baja; hacen, un apuntalamiento económico, imposible de sostener. Con su ¨socialismo¨ a la ¨China¨, o sea, netamente, ¨colaboracionista¨ (verdaderas enseñanzas de Confucio); con multinacionales (populares); que se acerca a sus 60 años; de mandato unipartidista, ininterrumpido.
Se juntan, a esta gran potencia económica (hoy quizá la primera): La India; y varios países asiáticos; cuyo secreto, fue mejorar su ¨mano de obra¨ barata; con materiales de primera; que los hacen verdaderamente competitivos. Y que, al grupo de los ¨ocho¨; «hoy, de los veinte»; (paradójicamente) les son indispensables, especialmente para: los E. U., y la U. E., pues, en esos países, con respecto al ¨hambre¨: ya no se trata, de que ¨todos¨ la ¨aguanten; ahora: ¨todos¨, ya no la aguantan. Puesto, que aún, en todos los rincones del planeta; ya cualquier País, se está globalizando; y el ¨neo-socialismo¨ del Siglo XXI; como política económica, dispone un intercambio de productos, en forma colaboracionista; y no de grupo; siendo su principal fin, la correcta nutrición de los pueblos. Así, fue como (recodemos) recientemente Rusia, dejó sus ¨misiles¨, a cambio de comida; solucionando de paso, el peligro atómico (por lo menos, entre las grandes potencias; con su famoso, acordado ¨desarme nuclear¨.) Igualmente, pasa entre la mayoría de los países latinoamericanos; cuyos acuerdos para combatir el ¨hambre¨; son una ¨carpeta urgente¨ para cada uno de ellos.

Libertad del comercio.
Las principales, ¨razones económicas¨, para esto; son, que la voz del consumidor ¨individual¨ se pierda; debido a la inmensa ¨retórica¨ interesada, por parte de los comerciantes e industriales; lo cual, distorsiona toda la problemática. Por ejemplo, los partidarios de los aranceles: consideran indiscutible, la creación de más puestos de trabajo. Lo cual se traduce en más ¨bienes y servicios¨ a consumir.
Igualmente, otra falacia, dentro el problema: es que las exportaciones sean buenas; y que las importaciones son malas. Esto, claro, sin tener en cuenta: los ¨equilibrios económicos¨, naturalmente, deseados entre las partes (donde, lo uno es ahorro neto; y lo otro, es alto beneficio; representado; en que lo uno, ahorra ¨divisas¨; lo otro, a veces las malgasta.)
Acotación del autor de estas notas: Pero, la engañosa terminología empleada conjuntamente, refleja además, el ¨ideal económico¨; pues, una ¨balanza comercial¨ favorable; es la que irradia fielmente, las monedas, en que se paga, a los trabajadores. De ahí las ventajas y desventajas, para los países que intervienen; agravadas, por ¨políticas industriales¨; de mejores (copias con) materias primas de calidad; que hacen: no competitivas (económicamente) determinadas producciones, de algunos países.
Luego, finalmente, en toda la voluminosa literatura, escrita sobre la ¨libertad del comercio¨ y el proteccionismo; se expone resumidamente, así: primero, por seguridad nacional (aranceles menos costosos); segundo, industrias nacientes, de competencia leal; por industrias veteranas. Tercero, una explotación, que justifique el proteccionismo. Y cuarto, libertad de comercio exterior, para todos los países, sin restricciones, e igualdad de condiciones.

Razones, para la libertad de comercio.
Interdependencia. Es una característica, en el mundo moderno; más, dentro de la esfera económica. Pero, cuando los gobiernos intervienen, la situación difiere. Pues, entran las subvenciones; bien en forma directa; o, de aranceles; u, otras restricciones al comercio. Así, se generan disputas y roces; entre los gobiernos y sus encargados. Que las hacen convertir en ¨políticas correctivas¨; dentro de cualquier negociación comercial. Volviéndose conflicto, lo que normalmente, sería una negociación.
Así, las ¨transacciones privadas¨, fueron imposibles, entre los ciudadanos, en una ¨economía de mercado¨; dentro de un ¨estado colectivista¨. Cuando, una parte, está representada por funcionarios gubernamentales; las consideraciones políticas son ineludibles; pero las fricciones se minimizan, cuando los gobiernos de las ¨economías de mercado¨, dan a sus ciudadanos, una máxima libertad de acción; para hacer sus propios negocios con ¨gobiernos colectivistas¨. Tratando de emplear el ¨comercio¨, como arma política; o, las ¨medidas políticas¨, como un medio, para incrementar el ¨comercio¨, con los países ¨colectivistas¨; pero, solo se consigue, empeorar las fricciones políticas.

Libertad del comercio exterior-competencia interior.
El grado de competencia, en un país; está íntimamente relacionado, con las disposiciones comerciales internacionales. La protesta pública, contra los «trusts» y los «monopolios»; a finales del S. XIX; provocó la creación de la: ¨Comisión de Comercio Internacional¨; y la promulgación de la ¨Ley Anti Monopolio¨. Que tuvo aspectos ambiguos; y en algunos casos: incrementos competitivos, y hasta, a veces, negativos. A pesar, de que fue, un problema grave, el hecho de existir muy pocas ¨empresas¨ (firmas); especialistas en determinada labor, como por ejemplo: en la fabricación de autos (siempre, protegidas por el ¨estado¨; como grandes generadoras de empleo.)
Acotación del autor de estas notas: Así que, fue un mundo (en la práctica) independiente… del ¨libre comercio¨; y así, los ¨carteles¨ internacionales, no podrían desaparecer; aún en un mundo sin ¨restricciones comerciales¨; mediante la unilateralidad de sus atribuciones y la eliminación, de los peligros del ¨monopolio descarado¨. Al colmo, de llegar (en circunstancias apremiantes) sus directores (quienes ostentaban fabulosos sueldos); en sus propios aviones, a pedirle préstamos al ¨estado¨ (así, se eleve su deuda); con el fin de evitar sus respetivas quiebras económicas.
Acotación del autor de estas notas: Es urgente, un replanteamiento del sistema, con el fin de evitar su colapso total.

Planificación económica central.
Se descubre, también, que la actividad económica, se halla organizada principalmente, a través del ¨mercado libre¨; en todos los sitios, en los que el ¨estado¨, se encarga, de controlar minuciosamente… las ¨actividades económicas¨, de sus ciudadanos (de campo-ciudad); es decir, en todos los países, en los que rige, una… ¨planificación central¨, pormenorizada… los ciudadanos ¨ordinarios¨; están políticamente… encadenados; tienen un ¨nivel de vida bajo¨… y un escaso poder para controlar, aún, su propio destino.
Así, el ¨estado¨, puede prosperar y hasta construir monumentos; las clases privilegiadas, pueden gozar de todas las comodidades materiales; pero, el común de la población, no es más que un instrumento utilizable, para conseguir los fines del ¨estado¨; y no reciben, más de lo estrictamente necesario. «Pobreza colectica». Ejemplos: La antigua y comunista: Alemania del este; La antigua Rusia y China; Yugoslavia; Irán; Malasia; Singapur; y Corea del Sur; y otros tantos.
Aunque, estos ejemplos, solo constituyen una muestra… si ilustran lo que la ¨libertad¨ es ante todo, cualquier cosa que conduzca a ser una parte de nuestras vidas; pero que en lagunas partes del planeta se halla truncada; y, no es lo que podría decirse ¨absoluta¨. Solo, controlada (hoy); inclusive en forma ¨científica¨; con el objeto de poder vivir en una sociedad interdependiente. Entonces, algunas limitaciones son menester; y son consideradas como necesarias, para evitar otras restricciones todavía peores; sin embargo, se ha ido aún más lejos; se tiene la imperiosa necesidad (según, grandes eventos multinacionales) de eliminar barreras para lograrlo, no aumentarlas; y al parecer, el mundo, está de acuerdo con esto. Solo que la mal llamada ¨democracia¨, se encuentra en vía de extinción; para ser reemplazada por el ¨neo-socialismo¨ del S. XXI.
Comentario del autor de éstas notas: Sé que llegaremos a la meta, partiendo de lo particular a lo general; o sea, de abajo hacia arriba.

Anatomía de una crisis.
La depresión, que empezó a mediados de 1929; fue una verdadera catástrofe, cuyas dimensiones, sin precedentes en la historia de los E. U., lograron que la ¨renta monetaria¨ del país, se redujera a la mitad; antes de que la economía, alcanzara el punto más bajo de la crisis en 1933; cuando, la ¨producción total¨ disminuyó en ⅓; y el desempleo, alcanzó la cifra sin precedentes del 25% de la población total activa. Para el resto del mundo, la recesión no fue más suave; a medida que se extendía a otros países; la producción bajaba, el desempleo aumentaba; el hambre y la miseria campeaban por todas partes.
En el ámbito de las ¨ideas¨; la depresión, convenció al ¨hombre de la calle¨, de que el ¨capitalismo¨ (principalmente por su despilfarro); era, un sistema inestable y decadente (como lo es hoy, después de casi un siglo); destinado a sufrir una crisis muy seria; y, cada vez, con más graves consecuencias. Luego, el ¨estado¨, tenía que desempeñar un papel más activo; e, intervenir decididamente, para compensar la ¨inestabilidad¨ provocada por la ¨actividad privada¨ incontrolada; y actuar, como un ¨volante de regulación¨, para proveer estabilidad; y, asegurar bienestar para todos.
Sin embargo, el cambio que produjo en la visión, que la gente tenía, por una parte, del papel adecuado, que debía desempeñar la ¨empresa privada¨; y por otra, del que correspondía al ¨estado¨; desde entonces, un catalizador muy importante, del rápido crecimiento del ¨intervencionismo¨, en la ¨administración central¨. La ¨depresión¨, también provocó un cambo duradero, en la opinión económica, profesional. Pero, la crisis económica del momento, hizo añicos la creencia sostenida durante mucho tiempo; y, reforzar en la década de los años 1920-1930; que la ¨política monetaria¨ constituía un potente ¨instrumento¨, para alcanzar la ¨estabilidad económica¨.
La revolución ¨keynesiana¨… no solo prendió, en la profesión; sino, que suministró, también, una justificación atractiva, para una serie, de medios, que condujeron, a una amplia intervención pública. Hoy sabemos que la ¨gran depresión¨ (de la década 1920-1930); no se debió, a un fallo de la ¨empresa privada¨; sino, más bien, a un fracaso de la ¨administración estatal¨ (según, la constitución de los E. U.); en la zona, de actuación; en la que ésta, desde el principio, se había asignado la responsabilidad de «acuñar moneda; regular su valor; e, igualmente, el de la moneda extranjera». Pero, además, este, no fue un acto de esa época; sino, de la actual.

Origen, del sistema de la reserva federal.
Cinco meses, después, de la ¨gran recesión económica¨ de 1907 (100 años después de la actual); los bancos de N. Y., empezaron a mostrar dificultades financieras; hasta obligar a su cierre, con el respectivo ¨pánico financiero¨; y el de todos los ¨ahorradores¨; que naturalmente, también (como hoy) quisieron retirar sus fondos. Pero, esta situación, duró, relativamente poco, ya que los ¨bancos¨, empezaron a pagar (devolver fondos); en los comienzos de 1908; y poco después, la ¨recuperación económica¨ fue una realidad. Pero, dicho suceso, provocó la aprobación de la ¨Ley de la reserva federal¨ de 1913. Lo que convirtió, determinadas actuaciones, en el campo monetario y financiero; en grandes decisiones políticas, esenciales; sistema, que desde entonces, ha actuado como una ¨autoridad monetaria ¨ clave.

Primeros años, del sistema de reserva federal.
Empezó, a funcionar a finales de 1914; meses después del estallido de la guerra europea; que cambió, drásticamente el papel y la importancia, del sistema de la ¨Reserva Federal¨; de cuando ésta se creó en la Gran Bretaña, centro del mundo financiero (que, pasada la guerra, éste, pasaría a los E. U., con el patrón dólar.) Tanto, que el ¨patrón oro¨, en la práctica, era la ¨Libra Esterlina¨; que consideraba principalmente al sistema de la ¨R. F.¨; como un medio, para evitar el ¨pánico bancario¨; y para facilitar el ¨Sistema de Comercio¨; y luego, como el ¨Banquero del Estado¨. Luego, se daba por sentado, que se movía dentro de los límites del ¨patrón oro mundial¨; reaccionando ante los acontecimientos externos, sin siquiera intentar deteriorarlos.
Así, el S. R. F., ya no era un organismo secundario, que reaccionó pasivamente, ante los acontecimientos. Se había convertido, en una importante fuerza independiente, que determinaba la ¨estructura monetaria mundial¨. Así, se demostró el poder del S. F. R., y desde entonces… la ¨máquina de imprimir billetes de banco¨, se utilizó, cuando los bancos de la R. F. compraron ¨títulos¨, al ¨tesoro¨ de los E. U., efectuando el abono, con ¨billetes¨ de la R. F. Pero el F. E. D., pagó los ¨títulos¨ que había comprado; mediante, un abono al ´tesoro; de su importe, en la cuenta, que se mantenía en los bancos de la R. F. El ¨tesoro¨, extendió cheques, sobre esta cuenta; para pagar las compras, que realizó, cuando los receptores de los cheques; los depositaron en sus propios bancos; y, estos a su vez, en el banco de la R: F; los depósitos, del tesoro (FED); se transfirieron, a los bancos comerciales; aumentando, sus reservas.
Este aumento, permitió al ¨Sistema Bancario Comercial¨, crecer, mediante la compra directa de ¨títulos¨ de la deuda; o, a través de la concesión de préstamos a sus clientes, para que compraran estos valores. Así, la época dorada del Sistema, se produjo durante el resto de la década 1920. Pero, nadie suponía en ese entonces, la lucha por el poder económico, que se desataría posteriormente; que se convertiría luego, en el primer paso de un proceso acelerado, de desplazamiento; del poder del mercado privado, a la administración local; y de ésta, a la estatal; y de allí, a la federal. En fin, cada cual cuida sus intereses; y aún más, dentro del sistema capitalista.

CAPÍTULO III

Libertad de elegir.

(La historia es cíclica.)
Por: Milton & Rose Friedman.
Ed. Planeta. 1993
Copia-resumen, parafraseado.

I Poder del Mercado.
(En diferentes aspectos.)

Acotación del autor de estas notas: Cotidianamente, analizamos un sinfín de ¨bienes y servicios¨ (básicos); revestidos de protección de los elementos; suponiendo, que los podemos tener, con solo desearlos; pero, analizando, el número de personas necesarias, para producirlos; y ganar lo suficiente, para adquirirlos. Aceptando, además, que alguien, debe dar las órdenes para fabricarlos, en condiciones precisas y necesarias, de disponibilidad y sitio. Se dirá, además, que en el ¨Siglo XXI¨; la ¨inteligencia artificial¨; estará, en condiciones de realizarlos; utilizando, un reducido mando jerárquico; dentro de una economía centralizada; ya que a este ¨tipo¨ de economía, autoriza a los trabajadores (fijos) de las empresas ¨estatales¨; al cultivo de la tierra; o, la cría de ganado; en pequeñas explotaciones ¨privadas¨.
Ahora, en el ¨mercado de trabajo¨; rara vez, se utiliza, a los ¨trabajadores¨, para tareas específicas; pues su reclutamiento, casi nunca se lleva a cabo, con esa intención. Lo que suele pasar, es que se ofrecen salarios, para ejecutar varias tareas; y los demandantes, las utilizan; al igual, que en los países ¨capitalistas¨; donde una vez contratados, pueden, sin embargo, ser despedidos más tarde; o. ir a buscar un trabajo preferido por ellos; pues han de ser numerosas, las restricciones impuestas; ya que las personas, no pueden emplearse como ¨patronos¨. Pues, las asignaciones, son en gran escala y con carácter de ¨obligatoriedad¨; no siendo posible, la completa supresión de las actividades empresariales; pues, suelen ocurrir oportunidades ¨extralegales¨; en las que ganan, tanto, el trabajador, como el empleador.
Sin embargo, este ¨tipo¨ de elementos en el ¨mercado laboral¨, surgen, pese, a la incompatibilidad, con la teoría ¨marxista¨… haciendo de este ¨tipo¨ de economía; poco eficaz. Igualmente, ninguna sociedad funciona completamente, con base, en el principio jerárquico; tampoco ninguna, que lo haga de manera exclusiva, con base a la ¨cooperación¨ voluntaria; ya que, toda sociedad, cuenta con algunos elementos impositivos; que generalmente, adoptan varias formas; optadas, por la ¨legislación¨ vigente; y no se conoce, algún ¨tipo de economía¨ que prospere, sin este principio dominante de organización.

Papel de los precios.
Así como, en la fabricación de algo, interviene, solo, el deseo de obtener ¨bienes y servicios¨. Un ¨intercambio voluntario¨, entre dos partes, es la clave, de la ¨riqueza¨. Luego, el intercambio (que es base, del mecanismo de precios); desempeña tal misión. Y como resultado, el ¨sistema de precios¨; permite que los individuos, cooperen pacíficamente en él; estableciéndose éstos (los precios) en las transacciones voluntarias, entre vendedores y compradores (en su propio beneficio); o ¨mercado libre¨; en el que la oferta y la demanda es el factor de equilibrio. Entonces, los precios, desempeñan tres funciones: La primera, transmitir información económica. Segunda, aportar estímulos, para adoptar ¨medios de producción¨. Tercero, determinar, quién obtiene las distintas cantidades del producto; o sea, la ¨distribución de la ¨renta¨.

Nota del autor: “Con el fin de estudiar, cómo reversar el sistema económico; nos hemos propuesto, estudiar las bases de la economía, para ver, si esto es posible”.

Transmisión de información.
Al aumentar la demanda; aumenta la producción; y los precios del mercado suministran, tal información mecánicamente. Pero ésta transmisión, mediante un ¨sistema de precios¨ queda resuelta. Hoy, ¨sistemas de información¨ especializados, publican electrónicamente, al instante, las variaciones, de las diferentes bolsas de valores, reflejando su estado al mundo; lo que permite, un equilibrado control, oferta-demanda financiera. Fijando precios y acordando una correcta distribución de productos en el mercado; se dispone, de los pedidos y de los envíos a tiempo, para ser empacados y consumidos; según el ¨sistema de precios¨.
Así, por importantes que sean, las distorsiones privadas del ¨sistema de precios¨; el ¨estado¨, es el principal ¨foco¨ de interferencias con el ¨sistema de mercado libre¨; por medio de aranceles y otras medidas de regulación de la ¨política de precios¨ interior y exterior; con reglamentaciones; para, las medidas monetarias y fiscales; que evitan y controlan la inflación.

Incentivos.
La transmisión efectiva, de la información correcta; a menudo se desperdicia; a memos que las personas adecuadas, tengan un ¨incentivo¨ (pecuniario, como, la directa participación en las utilidades) para actuar de acuerdo con dicha información. Ya que esta ¨función¨, está relacionada, con la determinación de la distribución de la renta del productor; o sea, la diferencia, entre lo que cobra por la venta productiva; y los gastos para llevarla a cabo: Entonces, tenemos que el efecto de ¨incentivación¨; se manifiesta, también, sobre los trabajadores y sobre, los propietarios.
Acotación del autor de estas notas: Ahora, la ¨información¨ sobre los precios, tratándose de salarios, en distintas actividades; la rentabilidad de la tierra; o, los rendimientos del capital; a partir de distintas utilizaciones; no es la única ¨información¨, que tenga interés, para decidir, como emplear determinado recurso. Y puede que ésta, no sea la ¨información¨ más importante; sobre todo, en lo referente, a como emplear la ¨fuerza personal¨ de trabajo; y el interés pecuniario; y no pecuniario; de un empleo. Así, vemos como la ¨satisfacción¨; produce una ¨tarea¨; que puede hasta, compensar los ¨bajos salarios¨; y los ¨altos salarios¨, pueden, hasta compensar un trabajo ¨desagradable¨; ¨desempeñado¨ completamente, en el futuro, por los ¨robots¨. Además, y por último, ya, se está probando, como principal incentivo; la distribución (anual) de ¨utilidades¨ entre los trabajadores, que se destaquen en sus respectivas labores, llevadas a cabo, al parecer, bajo una completa satisfacción en lo que hacen.

Distribución de la renta.
Acotación del autor de estas notas: La renta, que cada persona obtiene a través del mercado, se determina, mediante la diferencia, entre lo que ingresa por concepto de la venta de ¨bienes y servicios¨; y el costo, de dicha producción. Así los ¨ingresos¨ consisten principalmente; en pagos directos, por trabajo, por los recursos productivos que poseemos; siendo, el caso del productor, distinto, en cuanto a su forma; pero, no en cuanto a su fondo. Igualmente, en cuanto a su renta; depende de lo que ingresa, por el recurso productivo que posee, y de lo que le paguen, o sea, el precio, que el mercado establece, para los servicios de dichos recursos; aunque en su caso (el del productor), el recurso productivo más importante, que posee, puede ser su capacidad para organizar una empresa; coordinar los recursos que emplea; asumir riesgos etc.
El productor, además, puede poseer, igualmente, otros recursos productivos, utilizados en la empresa; en cuyo caso, parte de su renta, se deriva del precio que fija el mercado, para sus servicios. De un modo parecido, la existencia de la ¨gran empresa¨ moderna; no cambia las cosas; o sea, la ¨renta¨ de la empresa; o, de la compañía, que obtiene ¨beneficios¨ pecuniarios. Así, la empresa, es un intermediario, entre sus propietarios (los accionistas); y los recursos distintos del ¨capital¨ de los accionistas; cuyos servicios adquiere. Únicamente, las personas; tienen rentas y las obtienen, a través del mercado; por medio de los recursos que poseen; ya sea en forma de acciones; de sociedades; de obligaciones; de terrenos; o, de su capacidad de trabajo.
Los campos más lejanos, siempre parecen más verdes; y con esta visión, criticamos al ¨sistema¨; ahora, basado en órdenes: envidia e insatisfacción; que apuntan a los gobernantes. Y que además, en un ¨sistema de mercado libre¨; apuntan al mercado. Como consecuencia de esto; se ha tratado de separar esta función del ¨sistema de precios¨ (la distribución de la renta) de las demás funciones (transmitir información; y procurar incentivos) pero, gran parte de la actividad gubernamental, durante las pasadas décadas, en los países de ¨economía de mercado¨; ha tenido por objeto, adelantar la ¨distribución de la renta¨, generada por el mercado, con el fin de lograr, una ¨distribución de la renta¨, distinta y más equitativa. Pero, la íntima conexión, existente entre las tres funciones del ¨sistema de precios¨; se ha revelado de un modo diferente, en los países con régimen ¨comunista¨. Así, resumiendo: toda su ideología, se basa en la supuesta explotación de la ¨mano de obra¨, en los países ¨capitalistas¨; y en la superioridad, de una sociedad basada en los dictados de Marx: «De cada uno, según su capacidad; y a cada uno según sus necesidades»; en los países ¨socialistas¨. Que hoy, en lo concerniente a los recursos físicos, han llegado lejos; convirtiéndolos en propiedad del ¨estado¨. Y en lo referente a los recursos humanos, no han sido capaces de hacerlo, pues en la práctica fracasaron.

Visión más amplia.
Ahora, tomemos en consideración, el ¨lenguaje¨; que es una compleja estructura, que se ha estado desarrollando y cambiando, en forma continua (como en el orden económico, a través el mercado); que posee un precepto definido, pese a que no fue planificado por ningún organismo central. Nadie, decidió qué palabras deberían ser admitidas; cuáles reglas gramaticales; cuáles adjetivos y cuáles nombres. La academia francesa, trata de controlar y registrar los cambios producidos; pero esta es reciente; tomada tiempo después de que el ¨francés¨ fuese estructurado; y su misión consiste en poner un sello de legitimidad a los cambios que escapen a su control; lo mismo para las otras lenguas; como el ¨español¨; el cual está regido por la ¨Real Academia de la Lengua Castellana¨.
Acotación del autor de estas notas: Palabras, como por ejemplo: endógeno; exógeno; sustentable; sindéresis; catarsis; intrínseco; extrínseco; aleatorio; autárquico; y, tantas otras; usadas, en las diferentes clases de ciencias económicas; preferidas indistintamente, por cada una de ellas. Igual, la ¨modernidad¨, encargada de aumentarlas; a través, de escritos y publicaciones. Los valores de la sociedad; su cultura, sus convenciones sociales, se desarrollan en el mismo sentido; mediante el intercambio voluntario; la cooperación espontánea; la evolución de complejas estructuras científicas; su aceptación y rechazo por ¨ensayo y error¨. El interés personal, no equivale, al egoísmo miope; sino, que engloba todo cuanto interesa a los particulares, en la vida económica; en la que todo es valorado con relación a los objetivos perseguidos. El ¨acreditado¨, que intenta ensanchar las fronteras de la ¨disciplina científica¨; el filósofo; el misionero; el filántropo; en fin, todos ellos, procuran colmar sus intereses personales, de acuerdo con sus propios valores.

Papel del ¨estado¨.
El ¨estado¨, es una forma de cooperación voluntaria; una forma que eligen las personas; pues, es la manera más eficaz de alcanzar sus objetivos, cuando se tiene libertad, de escoger su lugar de residencia. Se puede preferir vivir en una comunidad determinada; pues, es la clase de servicios que dispensa el ayuntamiento. Si emprende actividades, con las que no se está conforme; o, por las que no se debe pagar; lo que se puede hacer, es irse a vivir a otra parte. Pero, el ¨estado¨ es un organismo legítimo; al que se le atribuye, un monopolio del empleo legítimo de la fuerza; o de la amenaza, de emplearla, como un medio por el que unos, podemos imponer limitaciones, a otros.
Sin embargo, en una sociedad, cuyos participantes, deseen alcanzar un grado de libertad más alto, para elegir como individuos; como, familias; como, miembros de grupos voluntarios; como, ciudadanos de un ¨estado¨ organizado. Entonces ¿qué papel se le debe asignar al gobierno? Se debe imponer naturalmente, la ¨libertad¨. Que tiene tres obligaciones; primera, la de proteger, a la sociedad; de la violencia invasora, de otras sociedades independientes; segunda, proteger a cada uno de los miembros de la sociedad, de la injusticia; y de la opresión que puedan recibir de otros miembros de la sociedad; tercera, realizar y conservar determinadas instituciones públicas, cuyo interés, no sea particular; o de grupo, sino general.

Mandato limitado.
El importe, del ¨gasto público¨, sirve para medir el papel del ¨Estado¨; por ejemplo: al margen de las guerras importantes, entre los años 1800 y 1929; los gastos del ¨gobierno¨ no superaron el 12%; de la ¨renta nacional¨; ⅔ de la cifra, fueron gastados por el ¨gobierno de los E. U.¨, y las ¨autoridades locales¨; principalmente, en la construcción de escuelas y carreteras. Incluso en 1928; los gastos del ¨gobierno federal¨, representaron alrededor, del 3% de la ¨renta nacional¨. Pero el éxito de los E. U., se suele atribuir, a sus abundantes recursos naturales; y amplios espacios abiertos. No cabe duda de que influyeron en parte; pero, si su importancia hubiese sido crucial. ¿Qué explicaría el éxito de la Gran Bretaña, y del Japón; durante del S.XIX; o, el éxito de Hong Kong en el S. XX?
Una ¨política económica¨, basada en la limitación de la ¨intervención pública¨, era aplicable, en los E. U., en vía de asentamiento del S. XIX; pues, el ¨estado¨ debió asumir un papel mucho mayor; incluso, predominante. En una ¨sociedad industrial¨ moderna y urbanizada: ¨nuestra sociedad, es tal y como la hacemos¨. Es lo que demuestra, que podemos modelar a nuestras instituciones. Las características físicas y humanas, limitan las alternativas de que disponemos. Pero, nada impide, edificar una ¨sociedad¨ basada esencialmente, en la ¨cooperación voluntaria¨; para organizar, tanto, las actividades económicas; como, las demás actividades; entonces, una ¨sociedad¨ que persevere y estimule, la ¨libertad humana¨; que mantenga al ¨estado¨ en su sitio; haciendo que sea nuestro ¨servidor¨; y no dejando que se convierta, en nuestro ¨amo¨.

II Tiranía del control.
Acotación del autor de estas notas: Tanto, en el comercio interior, como exterior; es de interés, para el «gran conjunto poblacional»; el hecho, de comprar, a quien vende más barato; y vender, al que pueda comprar más caro. Pero, la «retórica interesada»; ha dado lugar, a retribuciones… sobre lo que se puede comprar, y a quienes; y sobre lo que se deba vender, y a quienes. Igualmente, sobre, a quienes dar empleo; o, para quienes, se pueda trabajar. Y dónde, se pueda decidir: comer, beber, y vivir, en general. Siendo esto, como un laberinto de restricciones; que hacen a los pobres, más pobres; y a los ricos más ricos.
Así, que la mayoría, no se beneficia de tales medidas. Así, por ejemplo: en el ¨comercio internacional¨, en donde, las ganancias obtenidas por los ¨productores¨, gracias a los ¨aranceles¨ y otras restricciones; quedarían compensadas por las pérdidas sufridas por otros productores; y especialmente por los consumidores, en su gran conjunto. Luego, la ¨libertad del comercio¨; no solo, procura bienestar general; sino, que también promueve ¨paz¨ y ¨armonía¨, entre los pueblos; y de paso, elimina, la ¨competencia interna¨. Luego, los controles, al comercio, tanto, interior como exterior; se entrelazan (como todo en economía.) Y finalmente, estos controles, es de anotar, que han sido defendidos, principalmente, por los países en desarrollo.
Acotación del autor de estas motas: Tenemos la esperanza, de que podamos salir nuevamente, a la total libertad del sistema económico.

Comercio Internacional.
Acotación del autor de estas notas: Es el punto, que origina más desacuerdo, entre los economistas; pues, la disparidad de intereses es muy grande, debido a la polaridad existente entre ellos. En esto, por ejemplo: no se tiene en cuenta, el valor de la ¨mano de obra¨; y los ¨aranceles¨ y ¨acuerdos¨, son la ¨regla general¨. Hoy, países como la ¨China¨ continental; con su moneda baja; hacen, un apuntalamiento económico, imposible de sostener. Con su ¨socialismo¨ a la ¨China¨, o sea, netamente, ¨colaboracionista¨ (verdaderas enseñanzas de Confucio); con multinacionales (populares); que se acerca a sus 60 años; de mandato unipartidista, ininterrumpido.
Se juntan, a esta gran potencia económica (hoy quizá la primera): La India; y varios países asiáticos; cuyo secreto, fue mejorar su ¨mano de obra¨ barata; con materiales de primera; que los hacen verdaderamente competitivos. Y que, al grupo de los ¨ocho¨; «hoy, de los veinte»; (paradójicamente) les son indispensables, especialmente para: los E. U., y la U. E., pues, en esos países, con respecto al ¨hambre¨: ya no se trata, de que ¨todos¨ la ¨aguanten; ahora: ¨todos¨, ya no la aguantan. Puesto, que aún, en todos los rincones del planeta; ya cualquier País, se está globalizando; y el ¨neo-socialismo¨ del Siglo XXI; como política económica, dispone un intercambio de productos, en forma colaboracionista; y no de grupo; siendo su principal fin, la correcta nutrición de los pueblos. Así, fue como (recodemos) recientemente Rusia, dejó sus ¨misiles¨, a cambio de comida; solucionando de paso, el peligro atómico (por lo menos, entre las grandes potencias; con su famoso, acordado ¨desarme nuclear¨.) Igualmente, pasa entre la mayoría de los países latinoamericanos; cuyos acuerdos para combatir el ¨hambre¨; son una ¨carpeta urgente¨ para cada uno de ellos.

Libertad del comercio.
Las principales, ¨razones económicas¨, para esto; son, que la voz del consumidor ¨individual¨ se pierda; debido a la inmensa ¨retórica¨ interesada, por parte de los comerciantes e industriales; lo cual, distorsiona toda la problemática. Por ejemplo, los partidarios de los aranceles: consideran indiscutible, la creación de más puestos de trabajo. Lo cual se traduce en más ¨bienes y servicios¨ a consumir.
Igualmente, otra falacia, dentro el problema: es que las exportaciones sean buenas; y que las importaciones son malas. Esto, claro, sin tener en cuenta: los ¨equilibrios económicos¨, naturalmente, deseados entre las partes (donde, lo uno es ahorro neto; y lo otro, es alto beneficio; representado; en que lo uno, ahorra ¨divisas¨; lo otro, a veces las malgasta.)
Acotación del autor de estas notas: Pero, la engañosa terminología empleada conjuntamente, refleja además, el ¨ideal económico¨; pues, una ¨balanza comercial¨ favorable; es la que irradia fielmente, las monedas, en que se paga, a los trabajadores. De ahí las ventajas y desventajas, para los países que intervienen; agravadas, por ¨políticas industriales¨; de mejores (copias con) materias primas de calidad; que hacen: no competitivas (económicamente) determinadas producciones, de algunos países.
Luego, finalmente, en toda la voluminosa literatura, escrita sobre la ¨libertad del comercio¨ y el proteccionismo; se expone resumidamente, así: primero, por seguridad nacional (aranceles menos costosos); segundo, industrias nacientes, de competencia leal; por industrias veteranas. Tercero, una explotación, que justifique el proteccionismo. Y cuarto, libertad de comercio exterior, para todos los países, sin restricciones, e igualdad de condiciones.

Razones, para la libertad de comercio.
Interdependencia. Es una característica, en el mundo moderno; más, dentro de la esfera económica. Pero, cuando los gobiernos intervienen, la situación difiere. Pues, entran las subvenciones; bien en forma directa; o, de aranceles; u, otras restricciones al comercio. Así, se generan disputas y roces; entre los gobiernos y sus encargados. Que las hacen convertir en ¨políticas correctivas¨; dentro de cualquier negociación comercial. Volviéndose conflicto, lo que normalmente, sería una negociación.
Así, las ¨transacciones privadas¨, fueron imposibles, entre los ciudadanos, en una ¨economía de mercado¨; dentro de un ¨estado colectivista¨. Cuando, una parte, está representada por funcionarios gubernamentales; las consideraciones políticas son ineludibles; pero las fricciones se minimizan, cuando los gobiernos de las ¨economías de mercado¨, dan a sus ciudadanos, una máxima libertad de acción; para hacer sus propios negocios con ¨gobiernos colectivistas¨. Tratando de emplear el ¨comercio¨, como arma política; o, las ¨medidas políticas¨, como un medio, para incrementar el ¨comercio¨, con los países ¨colectivistas¨; pero, solo se consigue, empeorar las fricciones políticas.

Libertad del comercio exterior-competencia interior.
El grado de competencia, en un país; está íntimamente relacionado, con las disposiciones comerciales internacionales. La protesta pública, contra los «trusts» y los «monopolios»; a finales del S. XIX; provocó la creación de la: ¨Comisión de Comercio Internacional¨; y la promulgación de la ¨Ley Anti Monopolio¨. Que tuvo aspectos ambiguos; y en algunos casos: incrementos competitivos, y hasta, a veces, negativos. A pesar, de que fue, un problema grave, el hecho de existir muy pocas ¨empresas¨ (firmas); especialistas en determinada labor, como por ejemplo: en la fabricación de autos (siempre, protegidas por el ¨estado¨; como grandes generadoras de empleo.)
Acotación del autor de estas notas: Así que, fue un mundo (en la práctica) independiente… del ¨libre comercio¨; y así, los ¨carteles¨ internacionales, no podrían desaparecer; aún en un mundo sin ¨restricciones comerciales¨; mediante la unilateralidad de sus atribuciones y la eliminación, de los peligros del ¨monopolio descarado¨. Al colmo, de llegar (en circunstancias apremiantes) sus directores (quienes ostentaban fabulosos sueldos); en sus propios aviones, a pedirle préstamos al ¨estado¨ (así, se eleve su deuda); con el fin de evitar sus respetivas quiebras económicas.
Acotación del autor de estas notas: Es urgente, un replanteamiento del sistema, con el fin de evitar su colapso total.

Planificación económica central.
Se descubre, también, que la actividad económica, se halla organizada principalmente, a través del ¨mercado libre¨; en todos los sitios, en los que el ¨estado¨, se encarga, de controlar minuciosamente… las ¨actividades económicas¨, de sus ciudadanos (de campo-ciudad); es decir, en todos los países, en los que rige, una… ¨planificación central¨, pormenorizada… los ciudadanos ¨ordinarios¨; están políticamente… encadenados; tienen un ¨nivel de vida bajo¨… y un escaso poder para controlar, aún, su propio destino.
Así, el ¨estado¨, puede prosperar y hasta construir monumentos; las clases privilegiadas, pueden gozar de todas las comodidades materiales; pero, el común de la población, no es más que un instrumento utilizable, para conseguir los fines del ¨estado¨; y no reciben, más de lo estrictamente necesario. «Pobreza colectica». Ejemplos: La antigua y comunista: Alemania del este; La antigua Rusia y China; Yugoslavia; Irán; Malasia; Singapur; y Corea del Sur; y otros tantos.
Aunque, estos ejemplos, solo constituyen una muestra… si ilustran lo que la ¨libertad¨ es ante todo, cualquier cosa que conduzca a ser una parte de nuestras vidas; pero que en lagunas partes del planeta se halla truncada; y, no es lo que podría decirse ¨absoluta¨. Solo, controlada (hoy); inclusive en forma ¨científica¨; con el objeto de poder vivir en una sociedad interdependiente. Entonces, algunas limitaciones son menester; y son consideradas como necesarias, para evitar otras restricciones todavía peores; sin embargo, se ha ido aún más lejos; se tiene la imperiosa necesidad (según, grandes eventos multinacionales) de eliminar barreras para lograrlo, no aumentarlas; y al parecer, el mundo, está de acuerdo con esto. Solo que la mal llamada ¨democracia¨, se encuentra en vía de extinción; para ser reemplazada por el ¨neo-socialismo¨ del S. XXI.
Comentario del autor de éstas notas: Sé que llegaremos a la meta, partiendo de lo particular a lo general; o sea, de abajo hacia arriba.

Anatomía de una crisis.
La depresión, que empezó a mediados de 1929; fue una verdadera catástrofe, cuyas dimensiones, sin precedentes en la historia de los E. U., lograron que la ¨renta monetaria¨ del país, se redujera a la mitad; antes de que la economía, alcanzara el punto más bajo de la crisis en 1933; cuando, la ¨producción total¨ disminuyó en ⅓; y el desempleo, alcanzó la cifra sin precedentes del 25% de la población total activa. Para el resto del mundo, la recesión no fue más suave; a medida que se extendía a otros países; la producción bajaba, el desempleo aumentaba; el hambre y la miseria campeaban por todas partes.
En el ámbito de las ¨ideas¨; la depresión, convenció al ¨hombre de la calle¨, de que el ¨capitalismo¨ (principalmente por su despilfarro); era, un sistema inestable y decadente (como lo es hoy, después de casi un siglo); destinado a sufrir una crisis muy seria; y, cada vez, con más graves consecuencias. Luego, el ¨estado¨, tenía que desempeñar un papel más activo; e, intervenir decididamente, para compensar la ¨inestabilidad¨ provocada por la ¨actividad privada¨ incontrolada; y actuar, como un ¨volante de regulación¨, para proveer estabilidad; y, asegurar bienestar para todos.
Sin embargo, el cambio que produjo en la visión, que la gente tenía, por una parte, del papel adecuado, que debía desempeñar la ¨empresa privada¨; y por otra, del que correspondía al ¨estado¨; desde entonces, un catalizador muy importante, del rápido crecimiento del ¨intervencionismo¨, en la ¨administración central¨. La ¨depresión¨, también provocó un cambo duradero, en la opinión económica, profesional. Pero, la crisis económica del momento, hizo añicos la creencia sostenida durante mucho tiempo; y, reforzar en la década de los años 1920-1930; que la ¨política monetaria¨ constituía un potente ¨instrumento¨, para alcanzar la ¨estabilidad económica¨.
La revolución ¨keynesiana¨… no solo prendió, en la profesión; sino, que suministró, también, una justificación atractiva, para una serie, de medios, que condujeron, a una amplia intervención pública. Hoy sabemos que la ¨gran depresión¨ (de la década 1920-1930); no se debió, a un fallo de la ¨empresa privada¨; sino, más bien, a un fracaso de la ¨administración estatal¨ (según, la constitución de los E. U.); en la zona, de actuación; en la que ésta, desde el principio, se había asignado la responsabilidad de «acuñar moneda; regular su valor; e, igualmente, el de la moneda extranjera». Pero, además, este, no fue un acto de esa época; sino, de la actual.

Origen, del sistema de la reserva federal.
Cinco meses, después, de la ¨gran recesión económica¨ de 1907 (100 años después de la actual); los bancos de N. Y., empezaron a mostrar dificultades financieras; hasta obligar a su cierre, con el respectivo ¨pánico financiero¨; y el de todos los ¨ahorradores¨; que naturalmente, también (como hoy) quisieron retirar sus fondos. Pero, esta situación, duró, relativamente poco, ya que los ¨bancos¨, empezaron a pagar (devolver fondos); en los comienzos de 1908; y poco después, la ¨recuperación económica¨ fue una realidad. Pero, dicho suceso, provocó la aprobación de la ¨Ley de la reserva federal¨ de 1913. Lo que convirtió, determinadas actuaciones, en el campo monetario y financiero; en grandes decisiones políticas, esenciales; sistema, que desde entonces, ha actuado como una ¨autoridad monetaria ¨ clave.

Primeros años, del sistema de reserva federal.
Empezó, a funcionar a finales de 1914; meses después del estallido de la guerra europea; que cambió, drásticamente el papel y la importancia, del sistema de la ¨Reserva Federal¨; de cuando ésta se creó en la Gran Bretaña, centro del mundo financiero (que, pasada la guerra, éste, pasaría a los E. U., con el patrón dólar.) Tanto, que el ¨patrón oro¨, en la práctica, era la ¨Libra Esterlina¨; que consideraba principalmente al sistema de la ¨R. F.¨; como un medio, para evitar el ¨pánico bancario¨; y para facilitar el ¨Sistema de Comercio¨; y luego, como el ¨Banquero del Estado¨. Luego, se daba por sentado, que se movía dentro de los límites del ¨patrón oro mundial¨; reaccionando ante los acontecimientos externos, sin siquiera intentar deteriorarlos.
Así, el S. R. F., ya no era un organismo secundario, que reaccionó pasivamente, ante los acontecimientos. Se había convertido, en una importante fuerza independiente, que determinaba la ¨estructura monetaria mundial¨. Así, se demostró el poder del S. F. R., y desde entonces… la ¨máquina de imprimir billetes de banco¨, se utilizó, cuando los bancos de la R. F. compraron ¨títulos¨, al ¨tesoro¨ de los E. U., efectuando el abono, con ¨billetes¨ de la R. F. Pero el F. E. D., pagó los ¨títulos¨ que había comprado; mediante, un abono al ´tesoro; de su importe, en la cuenta, que se mantenía en los bancos de la R. F. El ¨tesoro¨, extendió cheques, sobre esta cuenta; para pagar las compras, que realizó, cuando los receptores de los cheques; los depositaron en sus propios bancos; y, estos a su vez, en el banco de la R: F; los depósitos, del tesoro (FED); se transfirieron, a los bancos comerciales; aumentando, sus reservas.
Este aumento, permitió al ¨Sistema Bancario Comercial¨, crecer, mediante la compra directa de ¨títulos¨ de la deuda; o, a través de la concesión de préstamos a sus clientes, para que compraran estos valores. Así, la época dorada del Sistema, se produjo durante el resto de la década 1920. Pero, nadie suponía en ese entonces, la lucha por el poder económico, que se desataría posteriormente; que se convertiría luego, en el primer paso de un proceso acelerado, de desplazamiento; del poder del mercado privado, a la administración local; y de ésta, a la estatal; y de allí, a la federal. En fin, cada cual cuida sus intereses; y aún más, dentro del sistema capitalista.

CAPÍTULO III

Libertad de elegir.

(La historia es cíclica.)
Por: Milton & Rose Friedman.
Ed. Planeta. 1993
Copia-resumen, parafraseado.

I Poder del Mercado.
(En diferentes aspectos.)

Acotación del autor de estas notas: Cotidianamente, analizamos un sinfín de ¨bienes y servicios¨ (básicos); revestidos de protección de los elementos; suponiendo, que los podemos tener, con solo desearlos; pero, analizando, el número de personas necesarias, para producirlos; y ganar lo suficiente, para adquirirlos. Aceptando, además, que alguien, debe dar las órdenes para fabricarlos, en condiciones precisas y necesarias, de disponibilidad y sitio. Se dirá, además, que en el ¨Siglo XXI¨; la ¨inteligencia artificial¨; estará, en condiciones de realizarlos; utilizando, un reducido mando jerárquico; dentro de una economía centralizada; ya que a este ¨tipo¨ de economía, autoriza a los trabajadores (fijos) de las empresas ¨estatales¨; al cultivo de la tierra; o, la cría de ganado; en pequeñas explotaciones ¨privadas¨.
Ahora, en el ¨mercado de trabajo¨; rara vez, se utiliza, a los ¨trabajadores¨, para tareas específicas; pues su reclutamiento, casi nunca se lleva a cabo, con esa intención. Lo que suele pasar, es que se ofrecen salarios, para ejecutar varias tareas; y los demandantes, las utilizan; al igual, que en los países ¨capitalistas¨; donde una vez contratados, pueden, sin embargo, ser despedidos más tarde; o. ir a buscar un trabajo preferido por ellos; pues han de ser numerosas, las restricciones impuestas; ya que las personas, no pueden emplearse como ¨patronos¨. Pues, las asignaciones, son en gran escala y con carácter de ¨obligatoriedad¨; no siendo posible, la completa supresión de las actividades empresariales; pues, suelen ocurrir oportunidades ¨extralegales¨; en las que ganan, tanto, el trabajador, como el empleador.
Sin embargo, este ¨tipo¨ de elementos en el ¨mercado laboral¨, surgen, pese, a la incompatibilidad, con la teoría ¨marxista¨… haciendo de este ¨tipo¨ de economía; poco eficaz. Igualmente, ninguna sociedad funciona completamente, con base, en el principio jerárquico; tampoco ninguna, que lo haga de manera exclusiva, con base a la ¨cooperación¨ voluntaria; ya que, toda sociedad, cuenta con algunos elementos impositivos; que generalmente, adoptan varias formas; optadas, por la ¨legislación¨ vigente; y no se conoce, algún ¨tipo de economía¨ que prospere, sin este principio dominante de organización.

Papel de los precios.
Así como, en la fabricación de algo, interviene, solo, el deseo de obtener ¨bienes y servicios¨. Un ¨intercambio voluntario¨, entre dos partes, es la clave, de la ¨riqueza¨. Luego, el intercambio (que es base, del mecanismo de precios); desempeña tal misión. Y como resultado, el ¨sistema de precios¨; permite que los individuos, cooperen pacíficamente en él; estableciéndose éstos (los precios) en las transacciones voluntarias, entre vendedores y compradores (en su propio beneficio); o ¨mercado libre¨; en el que la oferta y la demanda es el factor de equilibrio. Entonces, los precios, desempeñan tres funciones: La primera, transmitir información económica. Segunda, aportar estímulos, para adoptar ¨medios de producción¨. Tercero, determinar, quién obtiene las distintas cantidades del producto; o sea, la ¨distribución de la ¨renta¨.

Nota del autor: “Con el fin de estudiar, cómo reversar el sistema económico; nos hemos propuesto, estudiar las bases de la economía, para ver, si esto es posible”.

Transmisión de información.
Al aumentar la demanda; aumenta la producción; y los precios del mercado suministran, tal información mecánicamente. Pero ésta transmisión, mediante un ¨sistema de precios¨ queda resuelta. Hoy, ¨sistemas de información¨ especializados, publican electrónicamente, al instante, las variaciones, de las diferentes bolsas de valores, reflejando su estado al mundo; lo que permite, un equilibrado control, oferta-demanda financiera. Fijando precios y acordando una correcta distribución de productos en el mercado; se dispone, de los pedidos y de los envíos a tiempo, para ser empacados y consumidos; según el ¨sistema de precios¨.
Así, por importantes que sean, las distorsiones privadas del ¨sistema de precios¨; el ¨estado¨, es el principal ¨foco¨ de interferencias con el ¨sistema de mercado libre¨; por medio de aranceles y otras medidas de regulación de la ¨política de precios¨ interior y exterior; con reglamentaciones; para, las medidas monetarias y fiscales; que evitan y controlan la inflación.

Incentivos.
La transmisión efectiva, de la información correcta; a menudo se desperdicia; a memos que las personas adecuadas, tengan un ¨incentivo¨ (pecuniario, como, la directa participación en las utilidades) para actuar de acuerdo con dicha información. Ya que esta ¨función¨, está relacionada, con la determinación de la distribución de la renta del productor; o sea, la diferencia, entre lo que cobra por la venta productiva; y los gastos para llevarla a cabo: Entonces, tenemos que el efecto de ¨incentivación¨; se manifiesta, también, sobre los trabajadores y sobre, los propietarios.
Acotación del autor de estas notas: Ahora, la ¨información¨ sobre los precios, tratándose de salarios, en distintas actividades; la rentabilidad de la tierra; o, los rendimientos del capital; a partir de distintas utilizaciones; no es la única ¨información¨, que tenga interés, para decidir, como emplear determinado recurso. Y puede que ésta, no sea la ¨información¨ más importante; sobre todo, en lo referente, a como emplear la ¨fuerza personal¨ de trabajo; y el interés pecuniario; y no pecuniario; de un empleo. Así, vemos como la ¨satisfacción¨; produce una ¨tarea¨; que puede hasta, compensar los ¨bajos salarios¨; y los ¨altos salarios¨, pueden, hasta compensar un trabajo ¨desagradable¨; ¨desempeñado¨ completamente, en el futuro, por los ¨robots¨. Además, y por último, ya, se está probando, como principal incentivo; la distribución (anual) de ¨utilidades¨ entre los trabajadores, que se destaquen en sus respectivas labores, llevadas a cabo, al parecer, bajo una completa satisfacción en lo que hacen.

Distribución de la renta.
Acotación del autor de estas notas: La renta, que cada persona obtiene a través del mercado, se determina, mediante la diferencia, entre lo que ingresa por concepto de la venta de ¨bienes y servicios¨; y el costo, de dicha producción. Así los ¨ingresos¨ consisten principalmente; en pagos directos, por trabajo, por los recursos productivos que poseemos; siendo, el caso del productor, distinto, en cuanto a su forma; pero, no en cuanto a su fondo. Igualmente, en cuanto a su renta; depende de lo que ingresa, por el recurso productivo que posee, y de lo que le paguen, o sea, el precio, que el mercado establece, para los servicios de dichos recursos; aunque en su caso (el del productor), el recurso productivo más importante, que posee, puede ser su capacidad para organizar una empresa; coordinar los recursos que emplea; asumir riesgos etc.
El productor, además, puede poseer, igualmente, otros recursos productivos, utilizados en la empresa; en cuyo caso, parte de su renta, se deriva del precio que fija el mercado, para sus servicios. De un modo parecido, la existencia de la ¨gran empresa¨ moderna; no cambia las cosas; o sea, la ¨renta¨ de la empresa; o, de la compañía, que obtiene ¨beneficios¨ pecuniarios. Así, la empresa, es un intermediario, entre sus propietarios (los accionistas); y los recursos distintos del ¨capital¨ de los accionistas; cuyos servicios adquiere. Únicamente, las personas; tienen rentas y las obtienen, a través del mercado; por medio de los recursos que poseen; ya sea en forma de acciones; de sociedades; de obligaciones; de terrenos; o, de su capacidad de trabajo.
Los campos más lejanos, siempre parecen más verdes; y con esta visión, criticamos al ¨sistema¨; ahora, basado en órdenes: envidia e insatisfacción; que apuntan a los gobernantes. Y que además, en un ¨sistema de mercado libre¨; apuntan al mercado. Como consecuencia de esto; se ha tratado de separar esta función del ¨sistema de precios¨ (la distribución de la renta) de las demás funciones (transmitir información; y procurar incentivos) pero, gran parte de la actividad gubernamental, durante las pasadas décadas, en los países de ¨economía de mercado¨; ha tenido por objeto, adelantar la ¨distribución de la renta¨, generada por el mercado, con el fin de lograr, una ¨distribución de la renta¨, distinta y más equitativa. Pero, la íntima conexión, existente entre las tres funciones del ¨sistema de precios¨; se ha revelado de un modo diferente, en los países con régimen ¨comunista¨. Así, resumiendo: toda su ideología, se basa en la supuesta explotación de la ¨mano de obra¨, en los países ¨capitalistas¨; y en la superioridad, de una sociedad basada en los dictados de Marx: «De cada uno, según su capacidad; y a cada uno según sus necesidades»; en los países ¨socialistas¨. Que hoy, en lo concerniente a los recursos físicos, han llegado lejos; convirtiéndolos en propiedad del ¨estado¨. Y en lo referente a los recursos humanos, no han sido capaces de hacerlo, pues en la práctica fracasaron.

Visión más amplia.
Ahora, tomemos en consideración, el ¨lenguaje¨; que es una compleja estructura, que se ha estado desarrollando y cambiando, en forma continua (como en el orden económico, a través el mercado); que posee un precepto definido, pese a que no fue planificado por ningún organismo central. Nadie, decidió qué palabras deberían ser admitidas; cuáles reglas gramaticales; cuáles adjetivos y cuáles nombres. La academia francesa, trata de controlar y registrar los cambios producidos; pero esta es reciente; tomada tiempo después de que el ¨francés¨ fuese estructurado; y su misión consiste en poner un sello de legitimidad a los cambios que escapen a su control; lo mismo para las otras lenguas; como el ¨español¨; el cual está regido por la ¨Real Academia de la Lengua Castellana¨.
Acotación del autor de estas notas: Palabras, como por ejemplo: endógeno; exógeno; sustentable; sindéresis; catarsis; intrínseco; extrínseco; aleatorio; autárquico; y, tantas otras; usadas, en las diferentes clases de ciencias económicas; preferidas indistintamente, por cada una de ellas. Igual, la ¨modernidad¨, encargada de aumentarlas; a través, de escritos y publicaciones. Los valores de la sociedad; su cultura, sus convenciones sociales, se desarrollan en el mismo sentido; mediante el intercambio voluntario; la cooperación espontánea; la evolución de complejas estructuras científicas; su aceptación y rechazo por ¨ensayo y error¨. El interés personal, no equivale, al egoísmo miope; sino, que engloba todo cuanto interesa a los particulares, en la vida económica; en la que todo es valorado con relación a los objetivos perseguidos. El ¨acreditado¨, que intenta ensanchar las fronteras de la ¨disciplina científica¨; el filósofo; el misionero; el filántropo; en fin, todos ellos, procuran colmar sus intereses personales, de acuerdo con sus propios valores.

Papel del ¨estado¨.
El ¨estado¨, es una forma de cooperación voluntaria; una forma que eligen las personas; pues, es la manera más eficaz de alcanzar sus objetivos, cuando se tiene libertad, de escoger su lugar de residencia. Se puede preferir vivir en una comunidad determinada; pues, es la clase de servicios que dispensa el ayuntamiento. Si emprende actividades, con las que no se está conforme; o, por las que no se debe pagar; lo que se puede hacer, es irse a vivir a otra parte. Pero, el ¨estado¨ es un organismo legítimo; al que se le atribuye, un monopolio del empleo legítimo de la fuerza; o de la amenaza, de emplearla, como un medio por el que unos, podemos imponer limitaciones, a otros.
Sin embargo, en una sociedad, cuyos participantes, deseen alcanzar un grado de libertad más alto, para elegir como individuos; como, familias; como, miembros de grupos voluntarios; como, ciudadanos de un ¨estado¨ organizado. Entonces ¿qué papel se le debe asignar al gobierno? Se debe imponer naturalmente, la ¨libertad¨. Que tiene tres obligaciones; primera, la de proteger, a la sociedad; de la violencia invasora, de otras sociedades independientes; segunda, proteger a cada uno de los miembros de la sociedad, de la injusticia; y de la opresión que puedan recibir de otros miembros de la sociedad; tercera, realizar y conservar determinadas instituciones públicas, cuyo interés, no sea particular; o de grupo, sino general.

Mandato limitado.
El importe, del ¨gasto público¨, sirve para medir el papel del ¨Estado¨; por ejemplo: al margen de las guerras importantes, entre los años 1800 y 1929; los gastos del ¨gobierno¨ no superaron el 12%; de la ¨renta nacional¨; ⅔ de la cifra, fueron gastados por el ¨gobierno de los E. U.¨, y las ¨autoridades locales¨; principalmente, en la construcción de escuelas y carreteras. Incluso en 1928; los gastos del ¨gobierno federal¨, representaron alrededor, del 3% de la ¨renta nacional¨. Pero el éxito de los E. U., se suele atribuir, a sus abundantes recursos naturales; y amplios espacios abiertos. No cabe duda de que influyeron en parte; pero, si su importancia hubiese sido crucial. ¿Qué explicaría el éxito de la Gran Bretaña, y del Japón; durante del S.XIX; o, el éxito de Hong Kong en el S. XX?
Una ¨política económica¨, basada en la limitación de la ¨intervención pública¨, era aplicable, en los E. U., en vía de asentamiento del S. XIX; pues, el ¨estado¨ debió asumir un papel mucho mayor; incluso, predominante. En una ¨sociedad industrial¨ moderna y urbanizada: ¨nuestra sociedad, es tal y como la hacemos¨. Es lo que demuestra, que podemos modelar a nuestras instituciones. Las características físicas y humanas, limitan las alternativas de que disponemos. Pero, nada impide, edificar una ¨sociedad¨ basada esencialmente, en la ¨cooperación voluntaria¨; para organizar, tanto, las actividades económicas; como, las demás actividades; entonces, una ¨sociedad¨ que persevere y estimule, la ¨libertad humana¨; que mantenga al ¨estado¨ en su sitio; haciendo que sea nuestro ¨servidor¨; y no dejando que se convierta, en nuestro ¨amo¨.

II Tiranía del control.
Acotación del autor de estas notas: Tanto, en el comercio interior, como exterior; es de interés, para el «gran conjunto poblacional»; el hecho, de comprar, a quien vende más barato; y vender, al que pueda comprar más caro. Pero, la «retórica interesada»; ha dado lugar, a retribuciones… sobre lo que se puede comprar, y a quienes; y sobre lo que se deba vender, y a quienes. Igualmente, sobre, a quienes dar empleo; o, para quienes, se pueda trabajar. Y dónde, se pueda decidir: comer, beber, y vivir, en general. Siendo esto, como un laberinto de restricciones; que hacen a los pobres, más pobres; y a los ricos más ricos.
Así, que la mayoría, no se beneficia de tales medidas. Así, por ejemplo: en el ¨comercio internacional¨, en donde, las ganancias obtenidas por los ¨productores¨, gracias a los ¨aranceles¨ y otras restricciones; quedarían compensadas por las pérdidas sufridas por otros productores; y especialmente por los consumidores, en su gran conjunto. Luego, la ¨libertad del comercio¨; no solo, procura bienestar general; sino, que también promueve ¨paz¨ y ¨armonía¨, entre los pueblos; y de paso, elimina, la ¨competencia interna¨. Luego, los controles, al comercio, tanto, interior como exterior; se entrelazan (como todo en economía.) Y finalmente, estos controles, es de anotar, que han sido defendidos, principalmente, por los países en desarrollo.
Acotación del autor de estas motas: Tenemos la esperanza, de que podamos salir nuevamente, a la total libertad del sistema económico.

Comercio Internacional.
Acotación del autor de estas notas: Es el punto, que origina más desacuerdo, entre los economistas; pues, la disparidad de intereses es muy grande, debido a la polaridad existente entre ellos. En esto, por ejemplo: no se tiene en cuenta, el valor de la ¨mano de obra¨; y los ¨aranceles¨ y ¨acuerdos¨, son la ¨regla general¨. Hoy, países como la ¨China¨ continental; con su moneda baja; hacen, un apuntalamiento económico, imposible de sostener. Con su ¨socialismo¨ a la ¨China¨, o sea, netamente, ¨colaboracionista¨ (verdaderas enseñanzas de Confucio); con multinacionales (populares); que se acerca a sus 60 años; de mandato unipartidista, ininterrumpido.
Se juntan, a esta gran potencia económica (hoy quizá la primera): La India; y varios países asiáticos; cuyo secreto, fue mejorar su ¨mano de obra¨ barata; con materiales de primera; que los hacen verdaderamente competitivos. Y que, al grupo de los ¨ocho¨; «hoy, de los veinte»; (paradójicamente) les son indispensables, especialmente para: los E. U., y la U. E., pues, en esos países, con respecto al ¨hambre¨: ya no se trata, de que ¨todos¨ la ¨aguanten; ahora: ¨todos¨, ya no la aguantan. Puesto, que aún, en todos los rincones del planeta; ya cualquier País, se está globalizando; y el ¨neo-socialismo¨ del Siglo XXI; como política económica, dispone un intercambio de productos, en forma colaboracionista; y no de grupo; siendo su principal fin, la correcta nutrición de los pueblos. Así, fue como (recodemos) recientemente Rusia, dejó sus ¨misiles¨, a cambio de comida; solucionando de paso, el peligro atómico (por lo menos, entre las grandes potencias; con su famoso, acordado ¨desarme nuclear¨.) Igualmente, pasa entre la mayoría de los países latinoamericanos; cuyos acuerdos para combatir el ¨hambre¨; son una ¨carpeta urgente¨ para cada uno de ellos.

Libertad del comercio.
Las principales, ¨razones económicas¨, para esto; son, que la voz del consumidor ¨individual¨ se pierda; debido a la inmensa ¨retórica¨ interesada, por parte de los comerciantes e industriales; lo cual, distorsiona toda la problemática. Por ejemplo, los partidarios de los aranceles: consideran indiscutible, la creación de más puestos de trabajo. Lo cual se traduce en más ¨bienes y servicios¨ a consumir.
Igualmente, otra falacia, dentro el problema: es que las exportaciones sean buenas; y que las importaciones son malas. Esto, claro, sin tener en cuenta: los ¨equilibrios económicos¨, naturalmente, deseados entre las partes (donde, lo uno es ahorro neto; y lo otro, es alto beneficio; representado; en que lo uno, ahorra ¨divisas¨; lo otro, a veces las malgasta.)
Acotación del autor de estas notas: Pero, la engañosa terminología empleada conjuntamente, refleja además, el ¨ideal económico¨; pues, una ¨balanza comercial¨ favorable; es la que irradia fielmente, las monedas, en que se paga, a los trabajadores. De ahí las ventajas y desventajas, para los países que intervienen; agravadas, por ¨políticas industriales¨; de mejores (copias con) materias primas de calidad; que hacen: no competitivas (económicamente) determinadas producciones, de algunos países.
Luego, finalmente, en toda la voluminosa literatura, escrita sobre la ¨libertad del comercio¨ y el proteccionismo; se expone resumidamente, así: primero, por seguridad nacional (aranceles menos costosos); segundo, industrias nacientes, de competencia leal; por industrias veteranas. Tercero, una explotación, que justifique el proteccionismo. Y cuarto, libertad de comercio exterior, para todos los países, sin restricciones, e igualdad de condiciones.

Razones, para la libertad de comercio.
Interdependencia. Es una característica, en el mundo moderno; más, dentro de la esfera económica. Pero, cuando los gobiernos intervienen, la situación difiere. Pues, entran las subvenciones; bien en forma directa; o, de aranceles; u, otras restricciones al comercio. Así, se generan disputas y roces; entre los gobiernos y sus encargados. Que las hacen convertir en ¨políticas correctivas¨; dentro de cualquier negociación comercial. Volviéndose conflicto, lo que normalmente, sería una negociación.
Así, las ¨transacciones privadas¨, fueron imposibles, entre los ciudadanos, en una ¨economía de mercado¨; dentro de un ¨estado colectivista¨. Cuando, una parte, está representada por funcionarios gubernamentales; las consideraciones políticas son ineludibles; pero las fricciones se minimizan, cuando los gobiernos de las ¨economías de mercado¨, dan a sus ciudadanos, una máxima libertad de acción; para hacer sus propios negocios con ¨gobiernos colectivistas¨. Tratando de emplear el ¨comercio¨, como arma política; o, las ¨medidas políticas¨, como un medio, para incrementar el ¨comercio¨, con los países ¨colectivistas¨; pero, solo se consigue, empeorar las fricciones políticas.

Libertad del comercio exterior-competencia interior.
El grado de competencia, en un país; está íntimamente relacionado, con las disposiciones comerciales internacionales. La protesta pública, contra los «trusts» y los «monopolios»; a finales del S. XIX; provocó la creación de la: ¨Comisión de Comercio Internacional¨; y la promulgación de la ¨Ley Anti Monopolio¨. Que tuvo aspectos ambiguos; y en algunos casos: incrementos competitivos, y hasta, a veces, negativos. A pesar, de que fue, un problema grave, el hecho de existir muy pocas ¨empresas¨ (firmas); especialistas en determinada labor, como por ejemplo: en la fabricación de autos (siempre, protegidas por el ¨estado¨; como grandes generadoras de empleo.)
Acotación del autor de estas notas: Así que, fue un mundo (en la práctica) independiente… del ¨libre comercio¨; y así, los ¨carteles¨ internacionales, no podrían desaparecer; aún en un mundo sin ¨restricciones comerciales¨; mediante la unilateralidad de sus atribuciones y la eliminación, de los peligros del ¨monopolio descarado¨. Al colmo, de llegar (en circunstancias apremiantes) sus directores (quienes ostentaban fabulosos sueldos); en sus propios aviones, a pedirle préstamos al ¨estado¨ (así, se eleve su deuda); con el fin de evitar sus respetivas quiebras económicas.
Acotación del autor de estas notas: Es urgente, un replanteamiento del sistema, con el fin de evitar su colapso total.

Planificación económica central.
Se descubre, también, que la actividad económica, se halla organizada principalmente, a través del ¨mercado libre¨; en todos los sitios, en los que el ¨estado¨, se encarga, de controlar minuciosamente… las ¨actividades económicas¨, de sus ciudadanos (de campo-ciudad); es decir, en todos los países, en los que rige, una… ¨planificación central¨, pormenorizada… los ciudadanos ¨ordinarios¨; están políticamente… encadenados; tienen un ¨nivel de vida bajo¨… y un escaso poder para controlar, aún, su propio destino.
Así, el ¨estado¨, puede prosperar y hasta construir monumentos; las clases privilegiadas, pueden gozar de todas las comodidades materiales; pero, el común de la población, no es más que un instrumento utilizable, para conseguir los fines del ¨estado¨; y no reciben, más de lo estrictamente necesario. «Pobreza colectica». Ejemplos: La antigua y comunista: Alemania del este; La antigua Rusia y China; Yugoslavia; Irán; Malasia; Singapur; y Corea del Sur; y otros tantos.
Aunque, estos ejemplos, solo constituyen una muestra… si ilustran lo que la ¨libertad¨ es ante todo, cualquier cosa que conduzca a ser una parte de nuestras vidas; pero que en lagunas partes del planeta se halla truncada; y, no es lo que podría decirse ¨absoluta¨. Solo, controlada (hoy); inclusive en forma ¨científica¨; con el objeto de poder vivir en una sociedad interdependiente. Entonces, algunas limitaciones son menester; y son consideradas como necesarias, para evitar otras restricciones todavía peores; sin embargo, se ha ido aún más lejos; se tiene la imperiosa necesidad (según, grandes eventos multinacionales) de eliminar barreras para lograrlo, no aumentarlas; y al parecer, el mundo, está de acuerdo con esto. Solo que la mal llamada ¨democracia¨, se encuentra en vía de extinción; para ser reemplazada por el ¨neo-socialismo¨ del S. XXI.
Comentario del autor de éstas notas: Sé que llegaremos a la meta, partiendo de lo particular a lo general; o sea, de abajo hacia arriba.

Anatomía de una crisis.
La depresión, que empezó a mediados de 1929; fue una verdadera catástrofe, cuyas dimensiones, sin precedentes en la historia de los E. U., lograron que la ¨renta monetaria¨ del país, se redujera a la mitad; antes de que la economía, alcanzara el punto más bajo de la crisis en 1933; cuando, la ¨producción total¨ disminuyó en ⅓; y el desempleo, alcanzó la cifra sin precedentes del 25% de la población total activa. Para el resto del mundo, la recesión no fue más suave; a medida que se extendía a otros países; la producción bajaba, el desempleo aumentaba; el hambre y la miseria campeaban por todas partes.
En el ámbito de las ¨ideas¨; la depresión, convenció al ¨hombre de la calle¨, de que el ¨capitalismo¨ (principalmente por su despilfarro); era, un sistema inestable y decadente (como lo es hoy, después de casi un siglo); destinado a sufrir una crisis muy seria; y, cada vez, con más graves consecuencias. Luego, el ¨estado¨, tenía que desempeñar un papel más activo; e, intervenir decididamente, para compensar la ¨inestabilidad¨ provocada por la ¨actividad privada¨ incontrolada; y actuar, como un ¨volante de regulación¨, para proveer estabilidad; y, asegurar bienestar para todos.
Sin embargo, el cambio que produjo en la visión, que la gente tenía, por una parte, del papel adecuado, que debía desempeñar la ¨empresa privada¨; y por otra, del que correspondía al ¨estado¨; desde entonces, un catalizador muy importante, del rápido crecimiento del ¨intervencionismo¨, en la ¨administración central¨. La ¨depresión¨, también provocó un cambo duradero, en la opinión económica, profesional. Pero, la crisis económica del momento, hizo añicos la creencia sostenida durante mucho tiempo; y, reforzar en la década de los años 1920-1930; que la ¨política monetaria¨ constituía un potente ¨instrumento¨, para alcanzar la ¨estabilidad económica¨.
La revolución ¨keynesiana¨… no solo prendió, en la profesión; sino, que suministró, también, una justificación atractiva, para una serie, de medios, que condujeron, a una amplia intervención pública. Hoy sabemos que la ¨gran depresión¨ (de la década 1920-1930); no se debió, a un fallo de la ¨empresa privada¨; sino, más bien, a un fracaso de la ¨administración estatal¨ (según, la constitución de los E. U.); en la zona, de actuación; en la que ésta, desde el principio, se había asignado la responsabilidad de «acuñar moneda; regular su valor; e, igualmente, el de la moneda extranjera». Pero, además, este, no fue un acto de esa época; sino, de la actual.

Origen, del sistema de la reserva federal.
Cinco meses, después, de la ¨gran recesión económica¨ de 1907 (100 años después de la actual); los bancos de N. Y., empezaron a mostrar dificultades financieras; hasta obligar a su cierre, con el respectivo ¨pánico financiero¨; y el de todos los ¨ahorradores¨; que naturalmente, también (como hoy) quisieron retirar sus fondos. Pero, esta situación, duró, relativamente poco, ya que los ¨bancos¨, empezaron a pagar (devolver fondos); en los comienzos de 1908; y poco después, la ¨recuperación económica¨ fue una realidad. Pero, dicho suceso, provocó la aprobación de la ¨Ley de la reserva federal¨ de 1913. Lo que convirtió, determinadas actuaciones, en el campo monetario y financiero; en grandes decisiones políticas, esenciales; sistema, que desde entonces, ha actuado como una ¨autoridad monetaria ¨ clave.

Primeros años, del sistema de reserva federal.
Empezó, a funcionar a finales de 1914; meses después del estallido de la guerra europea; que cambió, drásticamente el papel y la importancia, del sistema de la ¨Reserva Federal¨; de cuando ésta se creó en la Gran Bretaña, centro del mundo financiero (que, pasada la guerra, éste, pasaría a los E. U., con el patrón dólar.) Tanto, que el ¨patrón oro¨, en la práctica, era la ¨Libra Esterlina¨; que consideraba principalmente al sistema de la ¨R. F.¨; como un medio, para evitar el ¨pánico bancario¨; y para facilitar el ¨Sistema de Comercio¨; y luego, como el ¨Banquero del Estado¨. Luego, se daba por sentado, que se movía dentro de los límites del ¨patrón oro mundial¨; reaccionando ante los acontecimientos externos, sin siquiera intentar deteriorarlos.
Así, el S. R. F., ya no era un organismo secundario, que reaccionó pasivamente, ante los acontecimientos. Se había convertido, en una importante fuerza independiente, que determinaba la ¨estructura monetaria mundial¨. Así, se demostró el poder del S. F. R., y desde entonces… la ¨máquina de imprimir billetes de banco¨, se utilizó, cuando los bancos de la R. F. compraron ¨títulos¨, al ¨tesoro¨ de los E. U., efectuando el abono, con ¨billetes¨ de la R. F. Pero el F. E. D., pagó los ¨títulos¨ que había comprado; mediante, un abono al ´tesoro; de su importe, en la cuenta, que se mantenía en los bancos de la R. F. El ¨tesoro¨, extendió cheques, sobre esta cuenta; para pagar las compras, que realizó, cuando los receptores de los cheques; los depositaron en sus propios bancos; y, estos a su vez, en el banco de la R: F; los depósitos, del tesoro (FED); se transfirieron, a los bancos comerciales; aumentando, sus reservas.
Este aumento, permitió al ¨Sistema Bancario Comercial¨, crecer, mediante la compra directa de ¨títulos¨ de la deuda; o, a través de la concesión de préstamos a sus clientes, para que compraran estos valores. Así, la época dorada del Sistema, se produjo durante el resto de la década 1920. Pero, nadie suponía en ese entonces, la lucha por el poder económico, que se desataría posteriormente; que se convertiría luego, en el primer paso de un proceso acelerado, de desplazamiento; del poder del mercado privado, a la administración local; y de ésta, a la estatal; y de allí, a la federal. En fin, cada cual cuida sus intereses; y aún más, dentro del sistema capitalista.

CAPÍTULO III

Libertad de elegir.

(La historia es cíclica.)
Por: Milton & Rose Friedman.
Ed. Planeta. 1993
Copia-resumen, parafraseado.

I Poder del Mercado.
(En diferentes aspectos.)

Acotación del autor de estas notas: Cotidianamente, analizamos un sinfín de ¨bienes y servicios¨ (básicos); revestidos de protección de los elementos; suponiendo, que los podemos tener, con solo desearlos; pero, analizando, el número de personas necesarias, para producirlos; y ganar lo suficiente, para adquirirlos. Aceptando, además, que alguien, debe dar las órdenes para fabricarlos, en condiciones precisas y necesarias, de disponibilidad y sitio. Se dirá, además, que en el ¨Siglo XXI¨; la ¨inteligencia artificial¨; estará, en condiciones de realizarlos; utilizando, un reducido mando jerárquico; dentro de una economía centralizada; ya que a este ¨tipo¨ de economía, autoriza a los trabajadores (fijos) de las empresas ¨estatales¨; al cultivo de la tierra; o, la cría de ganado; en pequeñas explotaciones ¨privadas¨.
Ahora, en el ¨mercado de trabajo¨; rara vez, se utiliza, a los ¨trabajadores¨, para tareas específicas; pues su reclutamiento, casi nunca se lleva a cabo, con esa intención. Lo que suele pasar, es que se ofrecen salarios, para ejecutar varias tareas; y los demandantes, las utilizan; al igual, que en los países ¨capitalistas¨; donde una vez contratados, pueden, sin embargo, ser despedidos más tarde; o. ir a buscar un trabajo preferido por ellos; pues han de ser numerosas, las restricciones impuestas; ya que las personas, no pueden emplearse como ¨patronos¨. Pues, las asignaciones, son en gran escala y con carácter de ¨obligatoriedad¨; no siendo posible, la completa supresión de las actividades empresariales; pues, suelen ocurrir oportunidades ¨extralegales¨; en las que ganan, tanto, el trabajador, como el empleador.
Sin embargo, este ¨tipo¨ de elementos en el ¨mercado laboral¨, surgen, pese, a la incompatibilidad, con la teoría ¨marxista¨… haciendo de este ¨tipo¨ de economía; poco eficaz. Igualmente, ninguna sociedad funciona completamente, con base, en el principio jerárquico; tampoco ninguna, que lo haga de manera exclusiva, con base a la ¨cooperación¨ voluntaria; ya que, toda sociedad, cuenta con algunos elementos impositivos; que generalmente, adoptan varias formas; optadas, por la ¨legislación¨ vigente; y no se conoce, algún ¨tipo de economía¨ que prospere, sin este principio dominante de organización.

Papel de los precios.
Así como, en la fabricación de algo, interviene, solo, el deseo de obtener ¨bienes y servicios¨. Un ¨intercambio voluntario¨, entre dos partes, es la clave, de la ¨riqueza¨. Luego, el intercambio (que es base, del mecanismo de precios); desempeña tal misión. Y como resultado, el ¨sistema de precios¨; permite que los individuos, cooperen pacíficamente en él; estableciéndose éstos (los precios) en las transacciones voluntarias, entre vendedores y compradores (en su propio beneficio); o ¨mercado libre¨; en el que la oferta y la demanda es el factor de equilibrio. Entonces, los precios, desempeñan tres funciones: La primera, transmitir información económica. Segunda, aportar estímulos, para adoptar ¨medios de producción¨. Tercero, determinar, quién obtiene las distintas cantidades del producto; o sea, la ¨distribución de la ¨renta¨.

Nota del autor: “Con el fin de estudiar, cómo reversar el sistema económico; nos hemos propuesto, estudiar las bases de la economía, para ver, si esto es posible”.

Transmisión de información.
Al aumentar la demanda; aumenta la producción; y los precios del mercado suministran, tal información mecánicamente. Pero ésta transmisión, mediante un ¨sistema de precios¨ queda resuelta. Hoy, ¨sistemas de información¨ especializados, publican electrónicamente, al instante, las variaciones, de las diferentes bolsas de valores, reflejando su estado al mundo; lo que permite, un equilibrado control, oferta-demanda financiera. Fijando precios y acordando una correcta distribución de productos en el mercado; se dispone, de los pedidos y de los envíos a tiempo, para ser empacados y consumidos; según el ¨sistema de precios¨.
Así, por importantes que sean, las distorsiones privadas del ¨sistema de precios¨; el ¨estado¨, es el principal ¨foco¨ de interferencias con el ¨sistema de mercado libre¨; por medio de aranceles y otras medidas de regulación de la ¨política de precios¨ interior y exterior; con reglamentaciones; para, las medidas monetarias y fiscales; que evitan y controlan la inflación.

Incentivos.
La transmisión efectiva, de la información correcta; a menudo se desperdicia; a memos que las personas adecuadas, tengan un ¨incentivo¨ (pecuniario, como, la directa participación en las utilidades) para actuar de acuerdo con dicha información. Ya que esta ¨función¨, está relacionada, con la determinación de la distribución de la renta del productor; o sea, la diferencia, entre lo que cobra por la venta productiva; y los gastos para llevarla a cabo: Entonces, tenemos que el efecto de ¨incentivación¨; se manifiesta, también, sobre los trabajadores y sobre, los propietarios.
Acotación del autor de estas notas: Ahora, la ¨información¨ sobre los precios, tratándose de salarios, en distintas actividades; la rentabilidad de la tierra; o, los rendimientos del capital; a partir de distintas utilizaciones; no es la única ¨información¨, que tenga interés, para decidir, como emplear determinado recurso. Y puede que ésta, no sea la ¨información¨ más importante; sobre todo, en lo referente, a como emplear la ¨fuerza personal¨ de trabajo; y el interés pecuniario; y no pecuniario; de un empleo. Así, vemos como la ¨satisfacción¨; produce una ¨tarea¨; que puede hasta, compensar los ¨bajos salarios¨; y los ¨altos salarios¨, pueden, hasta compensar un trabajo ¨desagradable¨; ¨desempeñado¨ completamente, en el futuro, por los ¨robots¨. Además, y por último, ya, se está probando, como principal incentivo; la distribución (anual) de ¨utilidades¨ entre los trabajadores, que se destaquen en sus respectivas labores, llevadas a cabo, al parecer, bajo una completa satisfacción en lo que hacen.

Distribución de la renta.
Acotación del autor de estas notas: La renta, que cada persona obtiene a través del mercado, se determina, mediante la diferencia, entre lo que ingresa por concepto de la venta de ¨bienes y servicios¨; y el costo, de dicha producción. Así los ¨ingresos¨ consisten principalmente; en pagos directos, por trabajo, por los recursos productivos que poseemos; siendo, el caso del productor, distinto, en cuanto a su forma; pero, no en cuanto a su fondo. Igualmente, en cuanto a su renta; depende de lo que ingresa, por el recurso productivo que posee, y de lo que le paguen, o sea, el precio, que el mercado establece, para los servicios de dichos recursos; aunque en su caso (el del productor), el recurso productivo más importante, que posee, puede ser su capacidad para organizar una empresa; coordinar los recursos que emplea; asumir riesgos etc.
El productor, además, puede poseer, igualmente, otros recursos productivos, utilizados en la empresa; en cuyo caso, parte de su renta, se deriva del precio que fija el mercado, para sus servicios. De un modo parecido, la existencia de la ¨gran empresa¨ moderna; no cambia las cosas; o sea, la ¨renta¨ de la empresa; o, de la compañía, que obtiene ¨beneficios¨ pecuniarios. Así, la empresa, es un intermediario, entre sus propietarios (los accionistas); y los recursos distintos del ¨capital¨ de los accionistas; cuyos servicios adquiere. Únicamente, las personas; tienen rentas y las obtienen, a través del mercado; por medio de los recursos que poseen; ya sea en forma de acciones; de sociedades; de obligaciones; de terrenos; o, de su capacidad de trabajo.
Los campos más lejanos, siempre parecen más verdes; y con esta visión, criticamos al ¨sistema¨; ahora, basado en órdenes: envidia e insatisfacción; que apuntan a los gobernantes. Y que además, en un ¨sistema de mercado libre¨; apuntan al mercado. Como consecuencia de esto; se ha tratado de separar esta función del ¨sistema de precios¨ (la distribución de la renta) de las demás funciones (transmitir información; y procurar incentivos) pero, gran parte de la actividad gubernamental, durante las pasadas décadas, en los países de ¨economía de mercado¨; ha tenido por objeto, adelantar la ¨distribución de la renta¨, generada por el mercado, con el fin de lograr, una ¨distribución de la renta¨, distinta y más equitativa. Pero, la íntima conexión, existente entre las tres funciones del ¨sistema de precios¨; se ha revelado de un modo diferente, en los países con régimen ¨comunista¨. Así, resumiendo: toda su ideología, se basa en la supuesta explotación de la ¨mano de obra¨, en los países ¨capitalistas¨; y en la superioridad, de una sociedad basada en los dictados de Marx: «De cada uno, según su capacidad; y a cada uno según sus necesidades»; en los países ¨socialistas¨. Que hoy, en lo concerniente a los recursos físicos, han llegado lejos; convirtiéndolos en propiedad del ¨estado¨. Y en lo referente a los recursos humanos, no han sido capaces de hacerlo, pues en la práctica fracasaron.

Visión más amplia.
Ahora, tomemos en consideración, el ¨lenguaje¨; que es una compleja estructura, que se ha estado desarrollando y cambiando, en forma continua (como en el orden económico, a través el mercado); que posee un precepto definido, pese a que no fue planificado por ningún organismo central. Nadie, decidió qué palabras deberían ser admitidas; cuáles reglas gramaticales; cuáles adjetivos y cuáles nombres. La academia francesa, trata de controlar y registrar los cambios producidos; pero esta es reciente; tomada tiempo después de que el ¨francés¨ fuese estructurado; y su misión consiste en poner un sello de legitimidad a los cambios que escapen a su control; lo mismo para las otras lenguas; como el ¨español¨; el cual está regido por la ¨Real Academia de la Lengua Castellana¨.
Acotación del autor de estas notas: Palabras, como por ejemplo: endógeno; exógeno; sustentable; sindéresis; catarsis; intrínseco; extrínseco; aleatorio; autárquico; y, tantas otras; usadas, en las diferentes clases de ciencias económicas; preferidas indistintamente, por cada una de ellas. Igual, la ¨modernidad¨, encargada de aumentarlas; a través, de escritos y publicaciones. Los valores de la sociedad; su cultura, sus convenciones sociales, se desarrollan en el mismo sentido; mediante el intercambio voluntario; la cooperación espontánea; la evolución de complejas estructuras científicas; su aceptación y rechazo por ¨ensayo y error¨. El interés personal, no equivale, al egoísmo miope; sino, que engloba todo cuanto interesa a los particulares, en la vida económica; en la que todo es valorado con relación a los objetivos perseguidos. El ¨acreditado¨, que intenta ensanchar las fronteras de la ¨disciplina científica¨; el filósofo; el misionero; el filántropo; en fin, todos ellos, procuran colmar sus intereses personales, de acuerdo con sus propios valores.

Papel del ¨estado¨.
El ¨estado¨, es una forma de cooperación voluntaria; una forma que eligen las personas; pues, es la manera más eficaz de alcanzar sus objetivos, cuando se tiene libertad, de escoger su lugar de residencia. Se puede preferir vivir en una comunidad determinada; pues, es la clase de servicios que dispensa el ayuntamiento. Si emprende actividades, con las que no se está conforme; o, por las que no se debe pagar; lo que se puede hacer, es irse a vivir a otra parte. Pero, el ¨estado¨ es un organismo legítimo; al que se le atribuye, un monopolio del empleo legítimo de la fuerza; o de la amenaza, de emplearla, como un medio por el que unos, podemos imponer limitaciones, a otros.
Sin embargo, en una sociedad, cuyos participantes, deseen alcanzar un grado de libertad más alto, para elegir como individuos; como, familias; como, miembros de grupos voluntarios; como, ciudadanos de un ¨estado¨ organizado. Entonces ¿qué papel se le debe asignar al gobierno? Se debe imponer naturalmente, la ¨libertad¨. Que tiene tres obligaciones; primera, la de proteger, a la sociedad; de la violencia invasora, de otras sociedades independientes; segunda, proteger a cada uno de los miembros de la sociedad, de la injusticia; y de la opresión que puedan recibir de otros miembros de la sociedad; tercera, realizar y conservar determinadas instituciones públicas, cuyo interés, no sea particular; o de grupo, sino general.

Mandato limitado.
El importe, del ¨gasto público¨, sirve para medir el papel del ¨Estado¨; por ejemplo: al margen de las guerras importantes, entre los años 1800 y 1929; los gastos del ¨gobierno¨ no superaron el 12%; de la ¨renta nacional¨; ⅔ de la cifra, fueron gastados por el ¨gobierno de los E. U.¨, y las ¨autoridades locales¨; principalmente, en la construcción de escuelas y carreteras. Incluso en 1928; los gastos del ¨gobierno federal¨, representaron alrededor, del 3% de la ¨renta nacional¨. Pero el éxito de los E. U., se suele atribuir, a sus abundantes recursos naturales; y amplios espacios abiertos. No cabe duda de que influyeron en parte; pero, si su importancia hubiese sido crucial. ¿Qué explicaría el éxito de la Gran Bretaña, y del Japón; durante del S.XIX; o, el éxito de Hong Kong en el S. XX?
Una ¨política económica¨, basada en la limitación de la ¨intervención pública¨, era aplicable, en los E. U., en vía de asentamiento del S. XIX; pues, el ¨estado¨ debió asumir un papel mucho mayor; incluso, predominante. En una ¨sociedad industrial¨ moderna y urbanizada: ¨nuestra sociedad, es tal y como la hacemos¨. Es lo que demuestra, que podemos modelar a nuestras instituciones. Las características físicas y humanas, limitan las alternativas de que disponemos. Pero, nada impide, edificar una ¨sociedad¨ basada esencialmente, en la ¨cooperación voluntaria¨; para organizar, tanto, las actividades económicas; como, las demás actividades; entonces, una ¨sociedad¨ que persevere y estimule, la ¨libertad humana¨; que mantenga al ¨estado¨ en su sitio; haciendo que sea nuestro ¨servidor¨; y no dejando que se convierta, en nuestro ¨amo¨.

II Tiranía del control.
Acotación del autor de estas notas: Tanto, en el comercio interior, como exterior; es de interés, para el «gran conjunto poblacional»; el hecho, de comprar, a quien vende más barato; y vender, al que pueda comprar más caro. Pero, la «retórica interesada»; ha dado lugar, a retribuciones… sobre lo que se puede comprar, y a quienes; y sobre lo que se deba vender, y a quienes. Igualmente, sobre, a quienes dar empleo; o, para quienes, se pueda trabajar. Y dónde, se pueda decidir: comer, beber, y vivir, en general. Siendo esto, como un laberinto de restricciones; que hacen a los pobres, más pobres; y a los ricos más ricos.
Así, que la mayoría, no se beneficia de tales medidas. Así, por ejemplo: en el ¨comercio internacional¨, en donde, las ganancias obtenidas por los ¨productores¨, gracias a los ¨aranceles¨ y otras restricciones; quedarían compensadas por las pérdidas sufridas por otros productores; y especialmente por los consumidores, en su gran conjunto. Luego, la ¨libertad del comercio¨; no solo, procura bienestar general; sino, que también promueve ¨paz¨ y ¨armonía¨, entre los pueblos; y de paso, elimina, la ¨competencia interna¨. Luego, los controles, al comercio, tanto, interior como exterior; se entrelazan (como todo en economía.) Y finalmente, estos controles, es de anotar, que han sido defendidos, principalmente, por los países en desarrollo.
Acotación del autor de estas motas: Tenemos la esperanza, de que podamos salir nuevamente, a la total libertad del sistema económico.

Comercio Internacional.
Acotación del autor de estas notas: Es el punto, que origina más desacuerdo, entre los economistas; pues, la disparidad de intereses es muy grande, debido a la polaridad existente entre ellos. En esto, por ejemplo: no se tiene en cuenta, el valor de la ¨mano de obra¨; y los ¨aranceles¨ y ¨acuerdos¨, son la ¨regla general¨. Hoy, países como la ¨China¨ continental; con su moneda baja; hacen, un apuntalamiento económico, imposible de sostener. Con su ¨socialismo¨ a la ¨China¨, o sea, netamente, ¨colaboracionista¨ (verdaderas enseñanzas de Confucio); con multinacionales (populares); que se acerca a sus 60 años; de mandato unipartidista, ininterrumpido.
Se juntan, a esta gran potencia económica (hoy quizá la primera): La India; y varios países asiáticos; cuyo secreto, fue mejorar su ¨mano de obra¨ barata; con materiales de primera; que los hacen verdaderamente competitivos. Y que, al grupo de los ¨ocho¨; «hoy, de los veinte»; (paradójicamente) les son indispensables, especialmente para: los E. U., y la U. E., pues, en esos países, con respecto al ¨hambre¨: ya no se trata, de que ¨todos¨ la ¨aguanten; ahora: ¨todos¨, ya no la aguantan. Puesto, que aún, en todos los rincones del planeta; ya cualquier País, se está globalizando; y el ¨neo-socialismo¨ del Siglo XXI; como política económica, dispone un intercambio de productos, en forma colaboracionista; y no de grupo; siendo su principal fin, la correcta nutrición de los pueblos. Así, fue como (recodemos) recientemente Rusia, dejó sus ¨misiles¨, a cambio de comida; solucionando de paso, el peligro atómico (por lo menos, entre las grandes potencias; con su famoso, acordado ¨desarme nuclear¨.) Igualmente, pasa entre la mayoría de los países latinoamericanos; cuyos acuerdos para combatir el ¨hambre¨; son una ¨carpeta urgente¨ para cada uno de ellos.

Libertad del comercio.
Las principales, ¨razones económicas¨, para esto; son, que la voz del consumidor ¨individual¨ se pierda; debido a la inmensa ¨retórica¨ interesada, por parte de los comerciantes e industriales; lo cual, distorsiona toda la problemática. Por ejemplo, los partidarios de los aranceles: consideran indiscutible, la creación de más puestos de trabajo. Lo cual se traduce en más ¨bienes y servicios¨ a consumir.
Igualmente, otra falacia, dentro el problema: es que las exportaciones sean buenas; y que las importaciones son malas. Esto, claro, sin tener en cuenta: los ¨equilibrios económicos¨, naturalmente, deseados entre las partes (donde, lo uno es ahorro neto; y lo otro, es alto beneficio; representado; en que lo uno, ahorra ¨divisas¨; lo otro, a veces las malgasta.)
Acotación del autor de estas notas: Pero, la engañosa terminología empleada conjuntamente, refleja además, el ¨ideal económico¨; pues, una ¨balanza comercial¨ favorable; es la que irradia fielmente, las monedas, en que se paga, a los trabajadores. De ahí las ventajas y desventajas, para los países que intervienen; agravadas, por ¨políticas industriales¨; de mejores (copias con) materias primas de calidad; que hacen: no competitivas (económicamente) determinadas producciones, de algunos países.
Luego, finalmente, en toda la voluminosa literatura, escrita sobre la ¨libertad del comercio¨ y el proteccionismo; se expone resumidamente, así: primero, por seguridad nacional (aranceles menos costosos); segundo, industrias nacientes, de competencia leal; por industrias veteranas. Tercero, una explotación, que justifique el proteccionismo. Y cuarto, libertad de comercio exterior, para todos los países, sin restricciones, e igualdad de condiciones.

Razones, para la libertad de comercio.
Interdependencia. Es una característica, en el mundo moderno; más, dentro de la esfera económica. Pero, cuando los gobiernos intervienen, la situación difiere. Pues, entran las subvenciones; bien en forma directa; o, de aranceles; u, otras restricciones al comercio. Así, se generan disputas y roces; entre los gobiernos y sus encargados. Que las hacen convertir en ¨políticas correctivas¨; dentro de cualquier negociación comercial. Volviéndose conflicto, lo que normalmente, sería una negociación.
Así, las ¨transacciones privadas¨, fueron imposibles, entre los ciudadanos, en una ¨economía de mercado¨; dentro de un ¨estado colectivista¨. Cuando, una parte, está representada por funcionarios gubernamentales; las consideraciones políticas son ineludibles; pero las fricciones se minimizan, cuando los gobiernos de las ¨economías de mercado¨, dan a sus ciudadanos, una máxima libertad de acción; para hacer sus propios negocios con ¨gobiernos colectivistas¨. Tratando de emplear el ¨comercio¨, como arma política; o, las ¨medidas políticas¨, como un medio, para incrementar el ¨comercio¨, con los países ¨colectivistas¨; pero, solo se consigue, empeorar las fricciones políticas.

Libertad del comercio exterior-competencia interior.
El grado de competencia, en un país; está íntimamente relacionado, con las disposiciones comerciales internacionales. La protesta pública, contra los «trusts» y los «monopolios»; a finales del S. XIX; provocó la creación de la: ¨Comisión de Comercio Internacional¨; y la promulgación de la ¨Ley Anti Monopolio¨. Que tuvo aspectos ambiguos; y en algunos casos: incrementos competitivos, y hasta, a veces, negativos. A pesar, de que fue, un problema grave, el hecho de existir muy pocas ¨empresas¨ (firmas); especialistas en determinada labor, como por ejemplo: en la fabricación de autos (siempre, protegidas por el ¨estado¨; como grandes generadoras de empleo.)
Acotación del autor de estas notas: Así que, fue un mundo (en la práctica) independiente… del ¨libre comercio¨; y así, los ¨carteles¨ internacionales, no podrían desaparecer; aún en un mundo sin ¨restricciones comerciales¨; mediante la unilateralidad de sus atribuciones y la eliminación, de los peligros del ¨monopolio descarado¨. Al colmo, de llegar (en circunstancias apremiantes) sus directores (quienes ostentaban fabulosos sueldos); en sus propios aviones, a pedirle préstamos al ¨estado¨ (así, se eleve su deuda); con el fin de evitar sus respetivas quiebras económicas.
Acotación del autor de estas notas: Es urgente, un replanteamiento del sistema, con el fin de evitar su colapso total.

Planificación económica central.
Se descubre, también, que la actividad económica, se halla organizada principalmente, a través del ¨mercado libre¨; en todos los sitios, en los que el ¨estado¨, se encarga, de controlar minuciosamente… las ¨actividades económicas¨, de sus ciudadanos (de campo-ciudad); es decir, en todos los países, en los que rige, una… ¨planificación central¨, pormenorizada… los ciudadanos ¨ordinarios¨; están políticamente… encadenados; tienen un ¨nivel de vida bajo¨… y un escaso poder para controlar, aún, su propio destino.
Así, el ¨estado¨, puede prosperar y hasta construir monumentos; las clases privilegiadas, pueden gozar de todas las comodidades materiales; pero, el común de la población, no es más que un instrumento utilizable, para conseguir los fines del ¨estado¨; y no reciben, más de lo estrictamente necesario. «Pobreza colectica». Ejemplos: La antigua y comunista: Alemania del este; La antigua Rusia y China; Yugoslavia; Irán; Malasia; Singapur; y Corea del Sur; y otros tantos.
Aunque, estos ejemplos, solo constituyen una muestra… si ilustran lo que la ¨libertad¨ es ante todo, cualquier cosa que conduzca a ser una parte de nuestras vidas; pero que en lagunas partes del planeta se halla truncada; y, no es lo que podría decirse ¨absoluta¨. Solo, controlada (hoy); inclusive en forma ¨científica¨; con el objeto de poder vivir en una sociedad interdependiente. Entonces, algunas limitaciones son menester; y son consideradas como necesarias, para evitar otras restricciones todavía peores; sin embargo, se ha ido aún más lejos; se tiene la imperiosa necesidad (según, grandes eventos multinacionales) de eliminar barreras para lograrlo, no aumentarlas; y al parecer, el mundo, está de acuerdo con esto. Solo que la mal llamada ¨democracia¨, se encuentra en vía de extinción; para ser reemplazada por el ¨neo-socialismo¨ del S. XXI.
Comentario del autor de éstas notas: Sé que llegaremos a la meta, partiendo de lo particular a lo general; o sea, de abajo hacia arriba.

Anatomía de una crisis.
La depresión, que empezó a mediados de 1929; fue una verdadera catástrofe, cuyas dimensiones, sin precedentes en la historia de los E. U., lograron que la ¨renta monetaria¨ del país, se redujera a la mitad; antes de que la economía, alcanzara el punto más bajo de la crisis en 1933; cuando, la ¨producción total¨ disminuyó en ⅓; y el desempleo, alcanzó la cifra sin precedentes del 25% de la población total activa. Para el resto del mundo, la recesión no fue más suave; a medida que se extendía a otros países; la producción bajaba, el desempleo aumentaba; el hambre y la miseria campeaban por todas partes.
En el ámbito de las ¨ideas¨; la depresión, convenció al ¨hombre de la calle¨, de que el ¨capitalismo¨ (principalmente por su despilfarro); era, un sistema inestable y decadente (como lo es hoy, después de casi un siglo); destinado a sufrir una crisis muy seria; y, cada vez, con más graves consecuencias. Luego, el ¨estado¨, tenía que desempeñar un papel más activo; e, intervenir decididamente, para compensar la ¨inestabilidad¨ provocada por la ¨actividad privada¨ incontrolada; y actuar, como un ¨volante de regulación¨, para proveer estabilidad; y, asegurar bienestar para todos.
Sin embargo, el cambio que produjo en la visión, que la gente tenía, por una parte, del papel adecuado, que debía desempeñar la ¨empresa privada¨; y por otra, del que correspondía al ¨estado¨; desde entonces, un catalizador muy importante, del rápido crecimiento del ¨intervencionismo¨, en la ¨administración central¨. La ¨depresión¨, también provocó un cambo duradero, en la opinión económica, profesional. Pero, la crisis económica del momento, hizo añicos la creencia sostenida durante mucho tiempo; y, reforzar en la década de los años 1920-1930; que la ¨política monetaria¨ constituía un potente ¨instrumento¨, para alcanzar la ¨estabilidad económica¨.
La revolución ¨keynesiana¨… no solo prendió, en la profesión; sino, que suministró, también, una justificación atractiva, para una serie, de medios, que condujeron, a una amplia intervención pública. Hoy sabemos que la ¨gran depresión¨ (de la década 1920-1930); no se debió, a un fallo de la ¨empresa privada¨; sino, más bien, a un fracaso de la ¨administración estatal¨ (según, la constitución de los E. U.); en la zona, de actuación; en la que ésta, desde el principio, se había asignado la responsabilidad de «acuñar moneda; regular su valor; e, igualmente, el de la moneda extranjera». Pero, además, este, no fue un acto de esa época; sino, de la actual.

Origen, del sistema de la reserva federal.
Cinco meses, después, de la ¨gran recesión económica¨ de 1907 (100 años después de la actual); los bancos de N. Y., empezaron a mostrar dificultades financieras; hasta obligar a su cierre, con el respectivo ¨pánico financiero¨; y el de todos los ¨ahorradores¨; que naturalmente, también (como hoy) quisieron retirar sus fondos. Pero, esta situación, duró, relativamente poco, ya que los ¨bancos¨, empezaron a pagar (devolver fondos); en los comienzos de 1908; y poco después, la ¨recuperación económica¨ fue una realidad. Pero, dicho suceso, provocó la aprobación de la ¨Ley de la reserva federal¨ de 1913. Lo que convirtió, determinadas actuaciones, en el campo monetario y financiero; en grandes decisiones políticas, esenciales; sistema, que desde entonces, ha actuado como una ¨autoridad monetaria ¨ clave.

Primeros años, del sistema de reserva federal.
Empezó, a funcionar a finales de 1914; meses después del estallido de la guerra europea; que cambió, drásticamente el papel y la importancia, del sistema de la ¨Reserva Federal¨; de cuando ésta se creó en la Gran Bretaña, centro del mundo financiero (que, pasada la guerra, éste, pasaría a los E. U., con el patrón dólar.) Tanto, que el ¨patrón oro¨, en la práctica, era la ¨Libra Esterlina¨; que consideraba principalmente al sistema de la ¨R. F.¨; como un medio, para evitar el ¨pánico bancario¨; y para facilitar el ¨Sistema de Comercio¨; y luego, como el ¨Banquero del Estado¨. Luego, se daba por sentado, que se movía dentro de los límites del ¨patrón oro mundial¨; reaccionando ante los acontecimientos externos, sin siquiera intentar deteriorarlos.
Así, el S. R. F., ya no era un organismo secundario, que reaccionó pasivamente, ante los acontecimientos. Se había convertido, en una importante fuerza independiente, que determinaba la ¨estructura monetaria mundial¨. Así, se demostró el poder del S. F. R., y desde entonces… la ¨máquina de imprimir billetes de banco¨, se utilizó, cuando los bancos de la R. F. compraron ¨títulos¨, al ¨tesoro¨ de los E. U., efectuando el abono, con ¨billetes¨ de la R. F. Pero el F. E. D., pagó los ¨títulos¨ que había comprado; mediante, un abono al ´tesoro; de su importe, en la cuenta, que se mantenía en los bancos de la R. F. El ¨tesoro¨, extendió cheques, sobre esta cuenta; para pagar las compras, que realizó, cuando los receptores de los cheques; los depositaron en sus propios bancos; y, estos a su vez, en el banco de la R: F; los depósitos, del tesoro (FED); se transfirieron, a los bancos comerciales; aumentando, sus reservas.
Este aumento, permitió al ¨Sistema Bancario Comercial¨, crecer, mediante la compra directa de ¨títulos¨ de la deuda; o, a través de la concesión de préstamos a sus clientes, para que compraran estos valores. Así, la época dorada del Sistema, se produjo durante el resto de la década 1920. Pero, nadie suponía en ese entonces, la lucha por el poder económico, que se desataría posteriormente; que se convertiría luego, en el primer paso de un proceso acelerado, de desplazamiento; del poder del mercado privado, a la administración local; y de ésta, a la estatal; y de allí, a la federal. En fin, cada cual cuida sus intereses; y aún más, dentro del sistema capitalista.

CAPÍTULO III

Libertad de elegir.

(La historia es cíclica.)
Por: Milton & Rose Friedman.
Ed. Planeta. 1993
Copia-resumen, parafraseado.

I Poder del Mercado.
(En diferentes aspectos.)

Acotación del autor de estas notas: Cotidianamente, analizamos un sinfín de ¨bienes y servicios¨ (básicos); revestidos de protección de los elementos; suponiendo, que los podemos tener, con solo desearlos; pero, analizando, el número de personas necesarias, para producirlos; y ganar lo suficiente, para adquirirlos. Aceptando, además, que alguien, debe dar las órdenes para fabricarlos, en condiciones precisas y necesarias, de disponibilidad y sitio. Se dirá, además, que en el ¨Siglo XXI¨; la ¨inteligencia artificial¨; estará, en condiciones de realizarlos; utilizando, un reducido mando jerárquico; dentro de una economía centralizada; ya que a este ¨tipo¨ de economía, autoriza a los trabajadores (fijos) de las empresas ¨estatales¨; al cultivo de la tierra; o, la cría de ganado; en pequeñas explotaciones ¨privadas¨.
Ahora, en el ¨mercado de trabajo¨; rara vez, se utiliza, a los ¨trabajadores¨, para tareas específicas; pues su reclutamiento, casi nunca se lleva a cabo, con esa intención. Lo que suele pasar, es que se ofrecen salarios, para ejecutar varias tareas; y los demandantes, las utilizan; al igual, que en los países ¨capitalistas¨; donde una vez contratados, pueden, sin embargo, ser despedidos más tarde; o. ir a buscar un trabajo preferido por ellos; pues han de ser numerosas, las restricciones impuestas; ya que las personas, no pueden emplearse como ¨patronos¨. Pues, las asignaciones, son en gran escala y con carácter de ¨obligatoriedad¨; no siendo posible, la completa supresión de las actividades empresariales; pues, suelen ocurrir oportunidades ¨extralegales¨; en las que ganan, tanto, el trabajador, como el empleador.
Sin embargo, este ¨tipo¨ de elementos en el ¨mercado laboral¨, surgen, pese, a la incompatibilidad, con la teoría ¨marxista¨… haciendo de este ¨tipo¨ de economía; poco eficaz. Igualmente, ninguna sociedad funciona completamente, con base, en el principio jerárquico; tampoco ninguna, que lo haga de manera exclusiva, con base a la ¨cooperación¨ voluntaria; ya que, toda sociedad, cuenta con algunos elementos impositivos; que generalmente, adoptan varias formas; optadas, por la ¨legislación¨ vigente; y no se conoce, algún ¨tipo de economía¨ que prospere, sin este principio dominante de organización.

Papel de los precios.
Así como, en la fabricación de algo, interviene, solo, el deseo de obtener ¨bienes y servicios¨. Un ¨intercambio voluntario¨, entre dos partes, es la clave, de la ¨riqueza¨. Luego, el intercambio (que es base, del mecanismo de precios); desempeña tal misión. Y como resultado, el ¨sistema de precios¨; permite que los individuos, cooperen pacíficamente en él; estableciéndose éstos (los precios) en las transacciones voluntarias, entre vendedores y compradores (en su propio beneficio); o ¨mercado libre¨; en el que la oferta y la demanda es el factor de equilibrio. Entonces, los precios, desempeñan tres funciones: La primera, transmitir información económica. Segunda, aportar estímulos, para adoptar ¨medios de producción¨. Tercero, determinar, quién obtiene las distintas cantidades del producto; o sea, la ¨distribución de la ¨renta¨.

Nota del autor: “Con el fin de estudiar, cómo reversar el sistema económico; nos hemos propuesto, estudiar las bases de la economía, para ver, si esto es posible”.

Transmisión de información.
Al aumentar la demanda; aumenta la producción; y los precios del mercado suministran, tal información mecánicamente. Pero ésta transmisión, mediante un ¨sistema de precios¨ queda resuelta. Hoy, ¨sistemas de información¨ especializados, publican electrónicamente, al instante, las variaciones, de las diferentes bolsas de valores, reflejando su estado al mundo; lo que permite, un equilibrado control, oferta-demanda financiera. Fijando precios y acordando una correcta distribución de productos en el mercado; se dispone, de los pedidos y de los envíos a tiempo, para ser empacados y consumidos; según el ¨sistema de precios¨.
Así, por importantes que sean, las distorsiones privadas del ¨sistema de precios¨; el ¨estado¨, es el principal ¨foco¨ de interferencias con el ¨sistema de mercado libre¨; por medio de aranceles y otras medidas de regulación de la ¨política de precios¨ interior y exterior; con reglamentaciones; para, las medidas monetarias y fiscales; que evitan y controlan la inflación.

Incentivos.
La transmisión efectiva, de la información correcta; a menudo se desperdicia; a memos que las personas adecuadas, tengan un ¨incentivo¨ (pecuniario, como, la directa participación en las utilidades) para actuar de acuerdo con dicha información. Ya que esta ¨función¨, está relacionada, con la determinación de la distribución de la renta del productor; o sea, la diferencia, entre lo que cobra por la venta productiva; y los gastos para llevarla a cabo: Entonces, tenemos que el efecto de ¨incentivación¨; se manifiesta, también, sobre los trabajadores y sobre, los propietarios.
Acotación del autor de estas notas: Ahora, la ¨información¨ sobre los precios, tratándose de salarios, en distintas actividades; la rentabilidad de la tierra; o, los rendimientos del capital; a partir de distintas utilizaciones; no es la única ¨información¨, que tenga interés, para decidir, como emplear determinado recurso. Y puede que ésta, no sea la ¨información¨ más importante; sobre todo, en lo referente, a como emplear la ¨fuerza personal¨ de trabajo; y el interés pecuniario; y no pecuniario; de un empleo. Así, vemos como la ¨satisfacción¨; produce una ¨tarea¨; que puede hasta, compensar los ¨bajos salarios¨; y los ¨altos salarios¨, pueden, hasta compensar un trabajo ¨desagradable¨; ¨desempeñado¨ completamente, en el futuro, por los ¨robots¨. Además, y por último, ya, se está probando, como principal incentivo; la distribución (anual) de ¨utilidades¨ entre los trabajadores, que se destaquen en sus respectivas labores, llevadas a cabo, al parecer, bajo una completa satisfacción en lo que hacen.

Distribución de la renta.
Acotación del autor de estas notas: La renta, que cada persona obtiene a través del mercado, se determina, mediante la diferencia, entre lo que ingresa por concepto de la venta de ¨bienes y servicios¨; y el costo, de dicha producción. Así los ¨ingresos¨ consisten principalmente; en pagos directos, por trabajo, por los recursos productivos que poseemos; siendo, el caso del productor, distinto, en cuanto a su forma; pero, no en cuanto a su fondo. Igualmente, en cuanto a su renta; depende de lo que ingresa, por el recurso productivo que posee, y de lo que le paguen, o sea, el precio, que el mercado establece, para los servicios de dichos recursos; aunque en su caso (el del productor), el recurso productivo más importante, que posee, puede ser su capacidad para organizar una empresa; coordinar los recursos que emplea; asumir riesgos etc.
El productor, además, puede poseer, igualmente, otros recursos productivos, utilizados en la empresa; en cuyo caso, parte de su renta, se deriva del precio que fija el mercado, para sus servicios. De un modo parecido, la existencia de la ¨gran empresa¨ moderna; no cambia las cosas; o sea, la ¨renta¨ de la empresa; o, de la compañía, que obtiene ¨beneficios¨ pecuniarios. Así, la empresa, es un intermediario, entre sus propietarios (los accionistas); y los recursos distintos del ¨capital¨ de los accionistas; cuyos servicios adquiere. Únicamente, las personas; tienen rentas y las obtienen, a través del mercado; por medio de los recursos que poseen; ya sea en forma de acciones; de sociedades; de obligaciones; de terrenos; o, de su capacidad de trabajo.
Los campos más lejanos, siempre parecen más verdes; y con esta visión, criticamos al ¨sistema¨; ahora, basado en órdenes: envidia e insatisfacción; que apuntan a los gobernantes. Y que además, en un ¨sistema de mercado libre¨; apuntan al mercado. Como consecuencia de esto; se ha tratado de separar esta función del ¨sistema de precios¨ (la distribución de la renta) de las demás funciones (transmitir información; y procurar incentivos) pero, gran parte de la actividad gubernamental, durante las pasadas décadas, en los países de ¨economía de mercado¨; ha tenido por objeto, adelantar la ¨distribución de la renta¨, generada por el mercado, con el fin de lograr, una ¨distribución de la renta¨, distinta y más equitativa. Pero, la íntima conexión, existente entre las tres funciones del ¨sistema de precios¨; se ha revelado de un modo diferente, en los países con régimen ¨comunista¨. Así, resumiendo: toda su ideología, se basa en la supuesta explotación de la ¨mano de obra¨, en los países ¨capitalistas¨; y en la superioridad, de una sociedad basada en los dictados de Marx: «De cada uno, según su capacidad; y a cada uno según sus necesidades»; en los países ¨socialistas¨. Que hoy, en lo concerniente a los recursos físicos, han llegado lejos; convirtiéndolos en propiedad del ¨estado¨. Y en lo referente a los recursos humanos, no han sido capaces de hacerlo, pues en la práctica fracasaron.

Visión más amplia.
Ahora, tomemos en consideración, el ¨lenguaje¨; que es una compleja estructura, que se ha estado desarrollando y cambiando, en forma continua (como en el orden económico, a través el mercado); que posee un precepto definido, pese a que no fue planificado por ningún organismo central. Nadie, decidió qué palabras deberían ser admitidas; cuáles reglas gramaticales; cuáles adjetivos y cuáles nombres. La academia francesa, trata de controlar y registrar los cambios producidos; pero esta es reciente; tomada tiempo después de que el ¨francés¨ fuese estructurado; y su misión consiste en poner un sello de legitimidad a los cambios que escapen a su control; lo mismo para las otras lenguas; como el ¨español¨; el cual está regido por la ¨Real Academia de la Lengua Castellana¨.
Acotación del autor de estas notas: Palabras, como por ejemplo: endógeno; exógeno; sustentable; sindéresis; catarsis; intrínseco; extrínseco; aleatorio; autárquico; y, tantas otras; usadas, en las diferentes clases de ciencias económicas; preferidas indistintamente, por cada una de ellas. Igual, la ¨modernidad¨, encargada de aumentarlas; a través, de escritos y publicaciones. Los valores de la sociedad; su cultura, sus convenciones sociales, se desarrollan en el mismo sentido; mediante el intercambio voluntario; la cooperación espontánea; la evolución de complejas estructuras científicas; su aceptación y rechazo por ¨ensayo y error¨. El interés personal, no equivale, al egoísmo miope; sino, que engloba todo cuanto interesa a los particulares, en la vida económica; en la que todo es valorado con relación a los objetivos perseguidos. El ¨acreditado¨, que intenta ensanchar las fronteras de la ¨disciplina científica¨; el filósofo; el misionero; el filántropo; en fin, todos ellos, procuran colmar sus intereses personales, de acuerdo con sus propios valores.

Papel del ¨estado¨.
El ¨estado¨, es una forma de cooperación voluntaria; una forma que eligen las personas; pues, es la manera más eficaz de alcanzar sus objetivos, cuando se tiene libertad, de escoger su lugar de residencia. Se puede preferir vivir en una comunidad determinada; pues, es la clase de servicios que dispensa el ayuntamiento. Si emprende actividades, con las que no se está conforme; o, por las que no se debe pagar; lo que se puede hacer, es irse a vivir a otra parte. Pero, el ¨estado¨ es un organismo legítimo; al que se le atribuye, un monopolio del empleo legítimo de la fuerza; o de la amenaza, de emplearla, como un medio por el que unos, podemos imponer limitaciones, a otros.
Sin embargo, en una sociedad, cuyos participantes, deseen alcanzar un grado de libertad más alto, para elegir como individuos; como, familias; como, miembros de grupos voluntarios; como, ciudadanos de un ¨estado¨ organizado. Entonces ¿qué papel se le debe asignar al gobierno? Se debe imponer naturalmente, la ¨libertad¨. Que tiene tres obligaciones; primera, la de proteger, a la sociedad; de la violencia invasora, de otras sociedades independientes; segunda, proteger a cada uno de los miembros de la sociedad, de la injusticia; y de la opresión que puedan recibir de otros miembros de la sociedad; tercera, realizar y conservar determinadas instituciones públicas, cuyo interés, no sea particular; o de grupo, sino general.

Mandato limitado.
El importe, del ¨gasto público¨, sirve para medir el papel del ¨Estado¨; por ejemplo: al margen de las guerras importantes, entre los años 1800 y 1929; los gastos del ¨gobierno¨ no superaron el 12%; de la ¨renta nacional¨; ⅔ de la cifra, fueron gastados por el ¨gobierno de los E. U.¨, y las ¨autoridades locales¨; principalmente, en la construcción de escuelas y carreteras. Incluso en 1928; los gastos del ¨gobierno federal¨, representaron alrededor, del 3% de la ¨renta nacional¨. Pero el éxito de los E. U., se suele atribuir, a sus abundantes recursos naturales; y amplios espacios abiertos. No cabe duda de que influyeron en parte; pero, si su importancia hubiese sido crucial. ¿Qué explicaría el éxito de la Gran Bretaña, y del Japón; durante del S.XIX; o, el éxito de Hong Kong en el S. XX?
Una ¨política económica¨, basada en la limitación de la ¨intervención pública¨, era aplicable, en los E. U., en vía de asentamiento del S. XIX; pues, el ¨estado¨ debió asumir un papel mucho mayor; incluso, predominante. En una ¨sociedad industrial¨ moderna y urbanizada: ¨nuestra sociedad, es tal y como la hacemos¨. Es lo que demuestra, que podemos modelar a nuestras instituciones. Las características físicas y humanas, limitan las alternativas de que disponemos. Pero, nada impide, edificar una ¨sociedad¨ basada esencialmente, en la ¨cooperación voluntaria¨; para organizar, tanto, las actividades económicas; como, las demás actividades; entonces, una ¨sociedad¨ que persevere y estimule, la ¨libertad humana¨; que mantenga al ¨estado¨ en su sitio; haciendo que sea nuestro ¨servidor¨; y no dejando que se convierta, en nuestro ¨amo¨.

II Tiranía del control.
Acotación del autor de estas notas: Tanto, en el comercio interior, como exterior; es de interés, para el «gran conjunto poblacional»; el hecho, de comprar, a quien vende más barato; y vender, al que pueda comprar más caro. Pero, la «retórica interesada»; ha dado lugar, a retribuciones… sobre lo que se puede comprar, y a quienes; y sobre lo que se deba vender, y a quienes. Igualmente, sobre, a quienes dar empleo; o, para quienes, se pueda trabajar. Y dónde, se pueda decidir: comer, beber, y vivir, en general. Siendo esto, como un laberinto de restricciones; que hacen a los pobres, más pobres; y a los ricos más ricos.
Así, que la mayoría, no se beneficia de tales medidas. Así, por ejemplo: en el ¨comercio internacional¨, en donde, las ganancias obtenidas por los ¨productores¨, gracias a los ¨aranceles¨ y otras restricciones; quedarían compensadas por las pérdidas sufridas por otros productores; y especialmente por los consumidores, en su gran conjunto. Luego, la ¨libertad del comercio¨; no solo, procura bienestar general; sino, que también promueve ¨paz¨ y ¨armonía¨, entre los pueblos; y de paso, elimina, la ¨competencia interna¨. Luego, los controles, al comercio, tanto, interior como exterior; se entrelazan (como todo en economía.) Y finalmente, estos controles, es de anotar, que han sido defendidos, principalmente, por los países en desarrollo.
Acotación del autor de estas motas: Tenemos la esperanza, de que podamos salir nuevamente, a la total libertad del sistema económico.

Comercio Internacional.
Acotación del autor de estas notas: Es el punto, que origina más desacuerdo, entre los economistas; pues, la disparidad de intereses es muy grande, debido a la polaridad existente entre ellos. En esto, por ejemplo: no se tiene en cuenta, el valor de la ¨mano de obra¨; y los ¨aranceles¨ y ¨acuerdos¨, son la ¨regla general¨. Hoy, países como la ¨China¨ continental; con su moneda baja; hacen, un apuntalamiento económico, imposible de sostener. Con su ¨socialismo¨ a la ¨China¨, o sea, netamente, ¨colaboracionista¨ (verdaderas enseñanzas de Confucio); con multinacionales (populares); que se acerca a sus 60 años; de mandato unipartidista, ininterrumpido.
Se juntan, a esta gran potencia económica (hoy quizá la primera): La India; y varios países asiáticos; cuyo secreto, fue mejorar su ¨mano de obra¨ barata; con materiales de primera; que los hacen verdaderamente competitivos. Y que, al grupo de los ¨ocho¨; «hoy, de los veinte»; (paradójicamente) les son indispensables, especialmente para: los E. U., y la U. E., pues, en esos países, con respecto al ¨hambre¨: ya no se trata, de que ¨todos¨ la ¨aguanten; ahora: ¨todos¨, ya no la aguantan. Puesto, que aún, en todos los rincones del planeta; ya cualquier País, se está globalizando; y el ¨neo-socialismo¨ del Siglo XXI; como política económica, dispone un intercambio de productos, en forma colaboracionista; y no de grupo; siendo su principal fin, la correcta nutrición de los pueblos. Así, fue como (recodemos) recientemente Rusia, dejó sus ¨misiles¨, a cambio de comida; solucionando de paso, el peligro atómico (por lo menos, entre las grandes potencias; con su famoso, acordado ¨desarme nuclear¨.) Igualmente, pasa entre la mayoría de los países latinoamericanos; cuyos acuerdos para combatir el ¨hambre¨; son una ¨carpeta urgente¨ para cada uno de ellos.

Libertad del comercio.
Las principales, ¨razones económicas¨, para esto; son, que la voz del consumidor ¨individual¨ se pierda; debido a la inmensa ¨retórica¨ interesada, por parte de los comerciantes e industriales; lo cual, distorsiona toda la problemática. Por ejemplo, los partidarios de los aranceles: consideran indiscutible, la creación de más puestos de trabajo. Lo cual se traduce en más ¨bienes y servicios¨ a consumir.
Igualmente, otra falacia, dentro el problema: es que las exportaciones sean buenas; y que las importaciones son malas. Esto, claro, sin tener en cuenta: los ¨equilibrios económicos¨, naturalmente, deseados entre las partes (donde, lo uno es ahorro neto; y lo otro, es alto beneficio; representado; en que lo uno, ahorra ¨divisas¨; lo otro, a veces las malgasta.)
Acotación del autor de estas notas: Pero, la engañosa terminología empleada conjuntamente, refleja además, el ¨ideal económico¨; pues, una ¨balanza comercial¨ favorable; es la que irradia fielmente, las monedas, en que se paga, a los trabajadores. De ahí las ventajas y desventajas, para los países que intervienen; agravadas, por ¨políticas industriales¨; de mejores (copias con) materias primas de calidad; que hacen: no competitivas (económicamente) determinadas producciones, de algunos países.
Luego, finalmente, en toda la voluminosa literatura, escrita sobre la ¨libertad del comercio¨ y el proteccionismo; se expone resumidamente, así: primero, por seguridad nacional (aranceles menos costosos); segundo, industrias nacientes, de competencia leal; por industrias veteranas. Tercero, una explotación, que justifique el proteccionismo. Y cuarto, libertad de comercio exterior, para todos los países, sin restricciones, e igualdad de condiciones.

Razones, para la libertad de comercio.
Interdependencia. Es una característica, en el mundo moderno; más, dentro de la esfera económica. Pero, cuando los gobiernos intervienen, la situación difiere. Pues, entran las subvenciones; bien en forma directa; o, de aranceles; u, otras restricciones al comercio. Así, se generan disputas y roces; entre los gobiernos y sus encargados. Que las hacen convertir en ¨políticas correctivas¨; dentro de cualquier negociación comercial. Volviéndose conflicto, lo que normalmente, sería una negociación.
Así, las ¨transacciones privadas¨, fueron imposibles, entre los ciudadanos, en una ¨economía de mercado¨; dentro de un ¨estado colectivista¨. Cuando, una parte, está representada por funcionarios gubernamentales; las consideraciones políticas son ineludibles; pero las fricciones se minimizan, cuando los gobiernos de las ¨economías de mercado¨, dan a sus ciudadanos, una máxima libertad de acción; para hacer sus propios negocios con ¨gobiernos colectivistas¨. Tratando de emplear el ¨comercio¨, como arma política; o, las ¨medidas políticas¨, como un medio, para incrementar el ¨comercio¨, con los países ¨colectivistas¨; pero, solo se consigue, empeorar las fricciones políticas.

Libertad del comercio exterior-competencia interior.
El grado de competencia, en un país; está íntimamente relacionado, con las disposiciones comerciales internacionales. La protesta pública, contra los «trusts» y los «monopolios»; a finales del S. XIX; provocó la creación de la: ¨Comisión de Comercio Internacional¨; y la promulgación de la ¨Ley Anti Monopolio¨. Que tuvo aspectos ambiguos; y en algunos casos: incrementos competitivos, y hasta, a veces, negativos. A pesar, de que fue, un problema grave, el hecho de existir muy pocas ¨empresas¨ (firmas); especialistas en determinada labor, como por ejemplo: en la fabricación de autos (siempre, protegidas por el ¨estado¨; como grandes generadoras de empleo.)
Acotación del autor de estas notas: Así que, fue un mundo (en la práctica) independiente… del ¨libre comercio¨; y así, los ¨carteles¨ internacionales, no podrían desaparecer; aún en un mundo sin ¨restricciones comerciales¨; mediante la unilateralidad de sus atribuciones y la eliminación, de los peligros del ¨monopolio descarado¨. Al colmo, de llegar (en circunstancias apremiantes) sus directores (quienes ostentaban fabulosos sueldos); en sus propios aviones, a pedirle préstamos al ¨estado¨ (así, se eleve su deuda); con el fin de evitar sus respetivas quiebras económicas.
Acotación del autor de estas notas: Es urgente, un replanteamiento del sistema, con el fin de evitar su colapso total.

Planificación económica central.
Se descubre, también, que la actividad económica, se halla organizada principalmente, a través del ¨mercado libre¨; en todos los sitios, en los que el ¨estado¨, se encarga, de controlar minuciosamente… las ¨actividades económicas¨, de sus ciudadanos (de campo-ciudad); es decir, en todos los países, en los que rige, una… ¨planificación central¨, pormenorizada… los ciudadanos ¨ordinarios¨; están políticamente… encadenados; tienen un ¨nivel de vida bajo¨… y un escaso poder para controlar, aún, su propio destino.
Así, el ¨estado¨, puede prosperar y hasta construir monumentos; las clases privilegiadas, pueden gozar de todas las comodidades materiales; pero, el común de la población, no es más que un instrumento utilizable, para conseguir los fines del ¨estado¨; y no reciben, más de lo estrictamente necesario. «Pobreza colectica». Ejemplos: La antigua y comunista: Alemania del este; La antigua Rusia y China; Yugoslavia; Irán; Malasia; Singapur; y Corea del Sur; y otros tantos.
Aunque, estos ejemplos, solo constituyen una muestra… si ilustran lo que la ¨libertad¨ es ante todo, cualquier cosa que conduzca a ser una parte de nuestras vidas; pero que en lagunas partes del planeta se halla truncada; y, no es lo que podría decirse ¨absoluta¨. Solo, controlada (hoy); inclusive en forma ¨científica¨; con el objeto de poder vivir en una sociedad interdependiente. Entonces, algunas limitaciones son menester; y son consideradas como necesarias, para evitar otras restricciones todavía peores; sin embargo, se ha ido aún más lejos; se tiene la imperiosa necesidad (según, grandes eventos multinacionales) de eliminar barreras para lograrlo, no aumentarlas; y al parecer, el mundo, está de acuerdo con esto. Solo que la mal llamada ¨democracia¨, se encuentra en vía de extinción; para ser reemplazada por el ¨neo-socialismo¨ del S. XXI.
Comentario del autor de éstas notas: Sé que llegaremos a la meta, partiendo de lo particular a lo general; o sea, de abajo hacia arriba.

Anatomía de una crisis.
La depresión, que empezó a mediados de 1929; fue una verdadera catástrofe, cuyas dimensiones, sin precedentes en la historia de los E. U., lograron que la ¨renta monetaria¨ del país, se redujera a la mitad; antes de que la economía, alcanzara el punto más bajo de la crisis en 1933; cuando, la ¨producción total¨ disminuyó en ⅓; y el desempleo, alcanzó la cifra sin precedentes del 25% de la población total activa. Para el resto del mundo, la recesión no fue más suave; a medida que se extendía a otros países; la producción bajaba, el desempleo aumentaba; el hambre y la miseria campeaban por todas partes.
En el ámbito de las ¨ideas¨; la depresión, convenció al ¨hombre de la calle¨, de que el ¨capitalismo¨ (principalmente por su despilfarro); era, un sistema inestable y decadente (como lo es hoy, después de casi un siglo); destinado a sufrir una crisis muy seria; y, cada vez, con más graves consecuencias. Luego, el ¨estado¨, tenía que desempeñar un papel más activo; e, intervenir decididamente, para compensar la ¨inestabilidad¨ provocada por la ¨actividad privada¨ incontrolada; y actuar, como un ¨volante de regulación¨, para proveer estabilidad; y, asegurar bienestar para todos.
Sin embargo, el cambio que produjo en la visión, que la gente tenía, por una parte, del papel adecuado, que debía desempeñar la ¨empresa privada¨; y por otra, del que correspondía al ¨estado¨; desde entonces, un catalizador muy importante, del rápido crecimiento del ¨intervencionismo¨, en la ¨administración central¨. La ¨depresión¨, también provocó un cambo duradero, en la opinión económica, profesional. Pero, la crisis económica del momento, hizo añicos la creencia sostenida durante mucho tiempo; y, reforzar en la década de los años 1920-1930; que la ¨política monetaria¨ constituía un potente ¨instrumento¨, para alcanzar la ¨estabilidad económica¨.
La revolución ¨keynesiana¨… no solo prendió, en la profesión; sino, que suministró, también, una justificación atractiva, para una serie, de medios, que condujeron, a una amplia intervención pública. Hoy sabemos que la ¨gran depresión¨ (de la década 1920-1930); no se debió, a un fallo de la ¨empresa privada¨; sino, más bien, a un fracaso de la ¨administración estatal¨ (según, la constitución de los E. U.); en la zona, de actuación; en la que ésta, desde el principio, se había asignado la responsabilidad de «acuñar moneda; regular su valor; e, igualmente, el de la moneda extranjera». Pero, además, este, no fue un acto de esa época; sino, de la actual.

Origen, del sistema de la reserva federal.
Cinco meses, después, de la ¨gran recesión económica¨ de 1907 (100 años después de la actual); los bancos de N. Y., empezaron a mostrar dificultades financieras; hasta obligar a su cierre, con el respectivo ¨pánico financiero¨; y el de todos los ¨ahorradores¨; que naturalmente, también (como hoy) quisieron retirar sus fondos. Pero, esta situación, duró, relativamente poco, ya que los ¨bancos¨, empezaron a pagar (devolver fondos); en los comienzos de 1908; y poco después, la ¨recuperación económica¨ fue una realidad. Pero, dicho suceso, provocó la aprobación de la ¨Ley de la reserva federal¨ de 1913. Lo que convirtió, determinadas actuaciones, en el campo monetario y financiero; en grandes decisiones políticas, esenciales; sistema, que desde entonces, ha actuado como una ¨autoridad monetaria ¨ clave.

Primeros años, del sistema de reserva federal.
Empezó, a funcionar a finales de 1914; meses después del estallido de la guerra europea; que cambió, drásticamente el papel y la importancia, del sistema de la ¨Reserva Federal¨; de cuando ésta se creó en la Gran Bretaña, centro del mundo financiero (que, pasada la guerra, éste, pasaría a los E. U., con el patrón dólar.) Tanto, que el ¨patrón oro¨, en la práctica, era la ¨Libra Esterlina¨; que consideraba principalmente al sistema de la ¨R. F.¨; como un medio, para evitar el ¨pánico bancario¨; y para facilitar el ¨Sistema de Comercio¨; y luego, como el ¨Banquero del Estado¨. Luego, se daba por sentado, que se movía dentro de los límites del ¨patrón oro mundial¨; reaccionando ante los acontecimientos externos, sin siquiera intentar deteriorarlos.
Así, el S. R. F., ya no era un organismo secundario, que reaccionó pasivamente, ante los acontecimientos. Se había convertido, en una importante fuerza independiente, que determinaba la ¨estructura monetaria mundial¨. Así, se demostró el poder del S. F. R., y desde entonces… la ¨máquina de imprimir billetes de banco¨, se utilizó, cuando los bancos de la R. F. compraron ¨títulos¨, al ¨tesoro¨ de los E. U., efectuando el abono, con ¨billetes¨ de la R. F. Pero el F. E. D., pagó los ¨títulos¨ que había comprado; mediante, un abono al ´tesoro; de su importe, en la cuenta, que se mantenía en los bancos de la R. F. El ¨tesoro¨, extendió cheques, sobre esta cuenta; para pagar las compras, que realizó, cuando los receptores de los cheques; los depositaron en sus propios bancos; y, estos a su vez, en el banco de la R: F; los depósitos, del tesoro (FED); se transfirieron, a los bancos comerciales; aumentando, sus reservas.
Este aumento, permitió al ¨Sistema Bancario Comercial¨, crecer, mediante la compra directa de ¨títulos¨ de la deuda; o, a través de la concesión de préstamos a sus clientes, para que compraran estos valores. Así, la época dorada del Sistema, se produjo durante el resto de la década 1920. Pero, nadie suponía en ese entonces, la lucha por el poder económico, que se desataría posteriormente; que se convertiría luego, en el primer paso de un proceso acelerado, de desplazamiento; del poder del mercado privado, a la administración local; y de ésta, a la estatal; y de allí, a la federal. En fin, cada cual cuida sus intereses; y aún más, dentro del sistema capitalista.

CAPÍTULO III

Libertad de elegir.

(La historia es cíclica.)
Por: Milton & Rose Friedman.
Ed. Planeta. 1993
Copia-resumen, parafraseado.

I Poder del Mercado.
(En diferentes aspectos.)

Acotación del autor de estas notas: Cotidianamente, analizamos un sinfín de ¨bienes y servicios¨ (básicos); revestidos de protección de los elementos; suponiendo, que los podemos tener, con solo desearlos; pero, analizando, el número de personas necesarias, para producirlos; y ganar lo suficiente, para adquirirlos. Aceptando, además, que alguien, debe dar las órdenes para fabricarlos, en condiciones precisas y necesarias, de disponibilidad y sitio. Se dirá, además, que en el ¨Siglo XXI¨; la ¨inteligencia artificial¨; estará, en condiciones de realizarlos; utilizando, un reducido mando jerárquico; dentro de una economía centralizada; ya que a este ¨tipo¨ de economía, autoriza a los trabajadores (fijos) de las empresas ¨estatales¨; al cultivo de la tierra; o, la cría de ganado; en pequeñas explotaciones ¨privadas¨.
Ahora, en el ¨mercado de trabajo¨; rara vez, se utiliza, a los ¨trabajadores¨, para tareas específicas; pues su reclutamiento, casi nunca se lleva a cabo, con esa intención. Lo que suele pasar, es que se ofrecen salarios, para ejecutar varias tareas; y los demandantes, las utilizan; al igual, que en los países ¨capitalistas¨; donde una vez contratados, pueden, sin embargo, ser despedidos más tarde; o. ir a buscar un trabajo preferido por ellos; pues han de ser numerosas, las restricciones impuestas; ya que las personas, no pueden emplearse como ¨patronos¨. Pues, las asignaciones, son en gran escala y con carácter de ¨obligatoriedad¨; no siendo posible, la completa supresión de las actividades empresariales; pues, suelen ocurrir oportunidades ¨extralegales¨; en las que ganan, tanto, el trabajador, como el empleador.
Sin embargo, este ¨tipo¨ de elementos en el ¨mercado laboral¨, surgen, pese, a la incompatibilidad, con la teoría ¨marxista¨… haciendo de este ¨tipo¨ de economía; poco eficaz. Igualmente, ninguna sociedad funciona completamente, con base, en el principio jerárquico; tampoco ninguna, que lo haga de manera exclusiva, con base a la ¨cooperación¨ voluntaria; ya que, toda sociedad, cuenta con algunos elementos impositivos; que generalmente, adoptan varias formas; optadas, por la ¨legislación¨ vigente; y no se conoce, algún ¨tipo de economía¨ que prospere, sin este principio dominante de organización.

Papel de los precios.
Así como, en la fabricación de algo, interviene, solo, el deseo de obtener ¨bienes y servicios¨. Un ¨intercambio voluntario¨, entre dos partes, es la clave, de la ¨riqueza¨. Luego, el intercambio (que es base, del mecanismo de precios); desempeña tal misión. Y como resultado, el ¨sistema de precios¨; permite que los individuos, cooperen pacíficamente en él; estableciéndose éstos (los precios) en las transacciones voluntarias, entre vendedores y compradores (en su propio beneficio); o ¨mercado libre¨; en el que la oferta y la demanda es el factor de equilibrio. Entonces, los precios, desempeñan tres funciones: La primera, transmitir información económica. Segunda, aportar estímulos, para adoptar ¨medios de producción¨. Tercero, determinar, quién obtiene las distintas cantidades del producto; o sea, la ¨distribución de la ¨renta¨.

Nota del autor: “Con el fin de estudiar, cómo reversar el sistema económico; nos hemos propuesto, estudiar las bases de la economía, para ver, si esto es posible”.

Transmisión de información.
Al aumentar la demanda; aumenta la producción; y los precios del mercado suministran, tal información mecánicamente. Pero ésta transmisión, mediante un ¨sistema de precios¨ queda resuelta. Hoy, ¨sistemas de información¨ especializados, publican electrónicamente, al instante, las variaciones, de las diferentes bolsas de valores, reflejando su estado al mundo; lo que permite, un equilibrado control, oferta-demanda financiera. Fijando precios y acordando una correcta distribución de productos en el mercado; se dispone, de los pedidos y de los envíos a tiempo, para ser empacados y consumidos; según el ¨sistema de precios¨.
Así, por importantes que sean, las distorsiones privadas del ¨sistema de precios¨; el ¨estado¨, es el principal ¨foco¨ de interferencias con el ¨sistema de mercado libre¨; por medio de aranceles y otras medidas de regulación de la ¨política de precios¨ interior y exterior; con reglamentaciones; para, las medidas monetarias y fiscales; que evitan y controlan la inflación.

Incentivos.
La transmisión efectiva, de la información correcta; a menudo se desperdicia; a memos que las personas adecuadas, tengan un ¨incentivo¨ (pecuniario, como, la directa participación en las utilidades) para actuar de acuerdo con dicha información. Ya que esta ¨función¨, está relacionada, con la determinación de la distribución de la renta del productor; o sea, la diferencia, entre lo que cobra por la venta productiva; y los gastos para llevarla a cabo: Entonces, tenemos que el efecto de ¨incentivación¨; se manifiesta, también, sobre los trabajadores y sobre, los propietarios.
Acotación del autor de estas notas: Ahora, la ¨información¨ sobre los precios, tratándose de salarios, en distintas actividades; la rentabilidad de la tierra; o, los rendimientos del capital; a partir de distintas utilizaciones; no es la única ¨información¨, que tenga interés, para decidir, como emplear determinado recurso. Y puede que ésta, no sea la ¨información¨ más importante; sobre todo, en lo referente, a como emplear la ¨fuerza personal¨ de trabajo; y el interés pecuniario; y no pecuniario; de un empleo. Así, vemos como la ¨satisfacción¨; produce una ¨tarea¨; que puede hasta, compensar los ¨bajos salarios¨; y los ¨altos salarios¨, pueden, hasta compensar un trabajo ¨desagradable¨; ¨desempeñado¨ completamente, en el futuro, por los ¨robots¨. Además, y por último, ya, se está probando, como principal incentivo; la distribución (anual) de ¨utilidades¨ entre los trabajadores, que se destaquen en sus respectivas labores, llevadas a cabo, al parecer, bajo una completa satisfacción en lo que hacen.

Distribución de la renta.
Acotación del autor de estas notas: La renta, que cada persona obtiene a través del mercado, se determina, mediante la diferencia, entre lo que ingresa por concepto de la venta de ¨bienes y servicios¨; y el costo, de dicha producción. Así los ¨ingresos¨ consisten principalmente; en pagos directos, por trabajo, por los recursos productivos que poseemos; siendo, el caso del productor, distinto, en cuanto a su forma; pero, no en cuanto a su fondo. Igualmente, en cuanto a su renta; depende de lo que ingresa, por el recurso productivo que posee, y de lo que le paguen, o sea, el precio, que el mercado establece, para los servicios de dichos recursos; aunque en su caso (el del productor), el recurso productivo más importante, que posee, puede ser su capacidad para organizar una empresa; coordinar los recursos que emplea; asumir riesgos etc.
El productor, además, puede poseer, igualmente, otros recursos productivos, utilizados en la empresa; en cuyo caso, parte de su renta, se deriva del precio que fija el mercado, para sus servicios. De un modo parecido, la existencia de la ¨gran empresa¨ moderna; no cambia las cosas; o sea, la ¨renta¨ de la empresa; o, de la compañía, que obtiene ¨beneficios¨ pecuniarios. Así, la empresa, es un intermediario, entre sus propietarios (los accionistas); y los recursos distintos del ¨capital¨ de los accionistas; cuyos servicios adquiere. Únicamente, las personas; tienen rentas y las obtienen, a través del mercado; por medio de los recursos que poseen; ya sea en forma de acciones; de sociedades; de obligaciones; de terrenos; o, de su capacidad de trabajo.
Los campos más lejanos, siempre parecen más verdes; y con esta visión, criticamos al ¨sistema¨; ahora, basado en órdenes: envidia e insatisfacción; que apuntan a los gobernantes. Y que además, en un ¨sistema de mercado libre¨; apuntan al mercado. Como consecuencia de esto; se ha tratado de separar esta función del ¨sistema de precios¨ (la distribución de la renta) de las demás funciones (transmitir información; y procurar incentivos) pero, gran parte de la actividad gubernamental, durante las pasadas décadas, en los países de ¨economía de mercado¨; ha tenido por objeto, adelantar la ¨distribución de la renta¨, generada por el mercado, con el fin de lograr, una ¨distribución de la renta¨, distinta y más equitativa. Pero, la íntima conexión, existente entre las tres funciones del ¨sistema de precios¨; se ha revelado de un modo diferente, en los países con régimen ¨comunista¨. Así, resumiendo: toda su ideología, se basa en la supuesta explotación de la ¨mano de obra¨, en los países ¨capitalistas¨; y en la superioridad, de una sociedad basada en los dictados de Marx: «De cada uno, según su capacidad; y a cada uno según sus necesidades»; en los países ¨socialistas¨. Que hoy, en lo concerniente a los recursos físicos, han llegado lejos; convirtiéndolos en propiedad del ¨estado¨. Y en lo referente a los recursos humanos, no han sido capaces de hacerlo, pues en la práctica fracasaron.

Visión más amplia.
Ahora, tomemos en consideración, el ¨lenguaje¨; que es una compleja estructura, que se ha estado desarrollando y cambiando, en forma continua (como en el orden económico, a través el mercado); que posee un precepto definido, pese a que no fue planificado por ningún organismo central. Nadie, decidió qué palabras deberían ser admitidas; cuáles reglas gramaticales; cuáles adjetivos y cuáles nombres. La academia francesa, trata de controlar y registrar los cambios producidos; pero esta es reciente; tomada tiempo después de que el ¨francés¨ fuese estructurado; y su misión consiste en poner un sello de legitimidad a los cambios que escapen a su control; lo mismo para las otras lenguas; como el ¨español¨; el cual está regido por la ¨Real Academia de la Lengua Castellana¨.
Acotación del autor de estas notas: Palabras, como por ejemplo: endógeno; exógeno; sustentable; sindéresis; catarsis; intrínseco; extrínseco; aleatorio; autárquico; y, tantas otras; usadas, en las diferentes clases de ciencias económicas; preferidas indistintamente, por cada una de ellas. Igual, la ¨modernidad¨, encargada de aumentarlas; a través, de escritos y publicaciones. Los valores de la sociedad; su cultura, sus convenciones sociales, se desarrollan en el mismo sentido; mediante el intercambio voluntario; la cooperación espontánea; la evolución de complejas estructuras científicas; su aceptación y rechazo por ¨ensayo y error¨. El interés personal, no equivale, al egoísmo miope; sino, que engloba todo cuanto interesa a los particulares, en la vida económica; en la que todo es valorado con relación a los objetivos perseguidos. El ¨acreditado¨, que intenta ensanchar las fronteras de la ¨disciplina científica¨; el filósofo; el misionero; el filántropo; en fin, todos ellos, procuran colmar sus intereses personales, de acuerdo con sus propios valores.

Papel del ¨estado¨.
El ¨estado¨, es una forma de cooperación voluntaria; una forma que eligen las personas; pues, es la manera más eficaz de alcanzar sus objetivos, cuando se tiene libertad, de escoger su lugar de residencia. Se puede preferir vivir en una comunidad determinada; pues, es la clase de servicios que dispensa el ayuntamiento. Si emprende actividades, con las que no se está conforme; o, por las que no se debe pagar; lo que se puede hacer, es irse a vivir a otra parte. Pero, el ¨estado¨ es un organismo legítimo; al que se le atribuye, un monopolio del empleo legítimo de la fuerza; o de la amenaza, de emplearla, como un medio por el que unos, podemos imponer limitaciones, a otros.
Sin embargo, en una sociedad, cuyos participantes, deseen alcanzar un grado de libertad más alto, para elegir como individuos; como, familias; como, miembros de grupos voluntarios; como, ciudadanos de un ¨estado¨ organizado. Entonces ¿qué papel se le debe asignar al gobierno? Se debe imponer naturalmente, la ¨libertad¨. Que tiene tres obligaciones; primera, la de proteger, a la sociedad; de la violencia invasora, de otras sociedades independientes; segunda, proteger a cada uno de los miembros de la sociedad, de la injusticia; y de la opresión que puedan recibir de otros miembros de la sociedad; tercera, realizar y conservar determinadas instituciones públicas, cuyo interés, no sea particular; o de grupo, sino general.

Mandato limitado.
El importe, del ¨gasto público¨, sirve para medir el papel del ¨Estado¨; por ejemplo: al margen de las guerras importantes, entre los años 1800 y 1929; los gastos del ¨gobierno¨ no superaron el 12%; de la ¨renta nacional¨; ⅔ de la cifra, fueron gastados por el ¨gobierno de los E. U.¨, y las ¨autoridades locales¨; principalmente, en la construcción de escuelas y carreteras. Incluso en 1928; los gastos del ¨gobierno federal¨, representaron alrededor, del 3% de la ¨renta nacional¨. Pero el éxito de los E. U., se suele atribuir, a sus abundantes recursos naturales; y amplios espacios abiertos. No cabe duda de que influyeron en parte; pero, si su importancia hubiese sido crucial. ¿Qué explicaría el éxito de la Gran Bretaña, y del Japón; durante del S.XIX; o, el éxito de Hong Kong en el S. XX?
Una ¨política económica¨, basada en la limitación de la ¨intervención pública¨, era aplicable, en los E. U., en vía de asentamiento del S. XIX; pues, el ¨estado¨ debió asumir un papel mucho mayor; incluso, predominante. En una ¨sociedad industrial¨ moderna y urbanizada: ¨nuestra sociedad, es tal y como la hacemos¨. Es lo que demuestra, que podemos modelar a nuestras instituciones. Las características físicas y humanas, limitan las alternativas de que disponemos. Pero, nada impide, edificar una ¨sociedad¨ basada esencialmente, en la ¨cooperación voluntaria¨; para organizar, tanto, las actividades económicas; como, las demás actividades; entonces, una ¨sociedad¨ que persevere y estimule, la ¨libertad humana¨; que mantenga al ¨estado¨ en su sitio; haciendo que sea nuestro ¨servidor¨; y no dejando que se convierta, en nuestro ¨amo¨.

II Tiranía del control.
Acotación del autor de estas notas: Tanto, en el comercio interior, como exterior; es de interés, para el «gran conjunto poblacional»; el hecho, de comprar, a quien vende más barato; y vender, al que pueda comprar más caro. Pero, la «retórica interesada»; ha dado lugar, a retribuciones… sobre lo que se puede comprar, y a quienes; y sobre lo que se deba vender, y a quienes. Igualmente, sobre, a quienes dar empleo; o, para quienes, se pueda trabajar. Y dónde, se pueda decidir: comer, beber, y vivir, en general. Siendo esto, como un laberinto de restricciones; que hacen a los pobres, más pobres; y a los ricos más ricos.
Así, que la mayoría, no se beneficia de tales medidas. Así, por ejemplo: en el ¨comercio internacional¨, en donde, las ganancias obtenidas por los ¨productores¨, gracias a los ¨aranceles¨ y otras restricciones; quedarían compensadas por las pérdidas sufridas por otros productores; y especialmente por los consumidores, en su gran conjunto. Luego, la ¨libertad del comercio¨; no solo, procura bienestar general; sino, que también promueve ¨paz¨ y ¨armonía¨, entre los pueblos; y de paso, elimina, la ¨competencia interna¨. Luego, los controles, al comercio, tanto, interior como exterior; se entrelazan (como todo en economía.) Y finalmente, estos controles, es de anotar, que han sido defendidos, principalmente, por los países en desarrollo.
Acotación del autor de estas motas: Tenemos la esperanza, de que podamos salir nuevamente, a la total libertad del sistema económico.

Comercio Internacional.
Acotación del autor de estas notas: Es el punto, que origina más desacuerdo, entre los economistas; pues, la disparidad de intereses es muy grande, debido a la polaridad existente entre ellos. En esto, por ejemplo: no se tiene en cuenta, el valor de la ¨mano de obra¨; y los ¨aranceles¨ y ¨acuerdos¨, son la ¨regla general¨. Hoy, países como la ¨China¨ continental; con su moneda baja; hacen, un apuntalamiento económico, imposible de sostener. Con su ¨socialismo¨ a la ¨China¨, o sea, netamente, ¨colaboracionista¨ (verdaderas enseñanzas de Confucio); con multinacionales (populares); que se acerca a sus 60 años; de mandato unipartidista, ininterrumpido.
Se juntan, a esta gran potencia económica (hoy quizá la primera): La India; y varios países asiáticos; cuyo secreto, fue mejorar su ¨mano de obra¨ barata; con materiales de primera; que los hacen verdaderamente competitivos. Y que, al grupo de los ¨ocho¨; «hoy, de los veinte»; (paradójicamente) les son indispensables, especialmente para: los E. U., y la U. E., pues, en esos países, con respecto al ¨hambre¨: ya no se trata, de que ¨todos¨ la ¨aguanten; ahora: ¨todos¨, ya no la aguantan. Puesto, que aún, en todos los rincones del planeta; ya cualquier País, se está globalizando; y el ¨neo-socialismo¨ del Siglo XXI; como política económica, dispone un intercambio de productos, en forma colaboracionista; y no de grupo; siendo su principal fin, la correcta nutrición de los pueblos. Así, fue como (recodemos) recientemente Rusia, dejó sus ¨misiles¨, a cambio de comida; solucionando de paso, el peligro atómico (por lo menos, entre las grandes potencias; con su famoso, acordado ¨desarme nuclear¨.) Igualmente, pasa entre la mayoría de los países latinoamericanos; cuyos acuerdos para combatir el ¨hambre¨; son una ¨carpeta urgente¨ para cada uno de ellos.

Libertad del comercio.
Las principales, ¨razones económicas¨, para esto; son, que la voz del consumidor ¨individual¨ se pierda; debido a la inmensa ¨retórica¨ interesada, por parte de los comerciantes e industriales; lo cual, distorsiona toda la problemática. Por ejemplo, los partidarios de los aranceles: consideran indiscutible, la creación de más puestos de trabajo. Lo cual se traduce en más ¨bienes y servicios¨ a consumir.
Igualmente, otra falacia, dentro el problema: es que las exportaciones sean buenas; y que las importaciones son malas. Esto, claro, sin tener en cuenta: los ¨equilibrios económicos¨, naturalmente, deseados entre las partes (donde, lo uno es ahorro neto; y lo otro, es alto beneficio; representado; en que lo uno, ahorra ¨divisas¨; lo otro, a veces las malgasta.)
Acotación del autor de estas notas: Pero, la engañosa terminología empleada conjuntamente, refleja además, el ¨ideal económico¨; pues, una ¨balanza comercial¨ favorable; es la que irradia fielmente, las monedas, en que se paga, a los trabajadores. De ahí las ventajas y desventajas, para los países que intervienen; agravadas, por ¨políticas industriales¨; de mejores (copias con) materias primas de calidad; que hacen: no competitivas (económicamente) determinadas producciones, de algunos países.
Luego, finalmente, en toda la voluminosa literatura, escrita sobre la ¨libertad del comercio¨ y el proteccionismo; se expone resumidamente, así: primero, por seguridad nacional (aranceles menos costosos); segundo, industrias nacientes, de competencia leal; por industrias veteranas. Tercero, una explotación, que justifique el proteccionismo. Y cuarto, libertad de comercio exterior, para todos los países, sin restricciones, e igualdad de condiciones.

Razones, para la libertad de comercio.
Interdependencia. Es una característica, en el mundo moderno; más, dentro de la esfera económica. Pero, cuando los gobiernos intervienen, la situación difiere. Pues, entran las subvenciones; bien en forma directa; o, de aranceles; u, otras restricciones al comercio. Así, se generan disputas y roces; entre los gobiernos y sus encargados. Que las hacen convertir en ¨políticas correctivas¨; dentro de cualquier negociación comercial. Volviéndose conflicto, lo que normalmente, sería una negociación.
Así, las ¨transacciones privadas¨, fueron imposibles, entre los ciudadanos, en una ¨economía de mercado¨; dentro de un ¨estado colectivista¨. Cuando, una parte, está representada por funcionarios gubernamentales; las consideraciones políticas son ineludibles; pero las fricciones se minimizan, cuando los gobiernos de las ¨economías de mercado¨, dan a sus ciudadanos, una máxima libertad de acción; para hacer sus propios negocios con ¨gobiernos colectivistas¨. Tratando de emplear el ¨comercio¨, como arma política; o, las ¨medidas políticas¨, como un medio, para incrementar el ¨comercio¨, con los países ¨colectivistas¨; pero, solo se consigue, empeorar las fricciones políticas.

Libertad del comercio exterior-competencia interior.
El grado de competencia, en un país; está íntimamente relacionado, con las disposiciones comerciales internacionales. La protesta pública, contra los «trusts» y los «monopolios»; a finales del S. XIX; provocó la creación de la: ¨Comisión de Comercio Internacional¨; y la promulgación de la ¨Ley Anti Monopolio¨. Que tuvo aspectos ambiguos; y en algunos casos: incrementos competitivos, y hasta, a veces, negativos. A pesar, de que fue, un problema grave, el hecho de existir muy pocas ¨empresas¨ (firmas); especialistas en determinada labor, como por ejemplo: en la fabricación de autos (siempre, protegidas por el ¨estado¨; como grandes generadoras de empleo.)
Acotación del autor de estas notas: Así que, fue un mundo (en la práctica) independiente… del ¨libre comercio¨; y así, los ¨carteles¨ internacionales, no podrían desaparecer; aún en un mundo sin ¨restricciones comerciales¨; mediante la unilateralidad de sus atribuciones y la eliminación, de los peligros del ¨monopolio descarado¨. Al colmo, de llegar (en circunstancias apremiantes) sus directores (quienes ostentaban fabulosos sueldos); en sus propios aviones, a pedirle préstamos al ¨estado¨ (así, se eleve su deuda); con el fin de evitar sus respetivas quiebras económicas.
Acotación del autor de estas notas: Es urgente, un replanteamiento del sistema, con el fin de evitar su colapso total.

Planificación económica central.
Se descubre, también, que la actividad económica, se halla organizada principalmente, a través del ¨mercado libre¨; en todos los sitios, en los que el ¨estado¨, se encarga, de controlar minuciosamente… las ¨actividades económicas¨, de sus ciudadanos (de campo-ciudad); es decir, en todos los países, en los que rige, una… ¨planificación central¨, pormenorizada… los ciudadanos ¨ordinarios¨; están políticamente… encadenados; tienen un ¨nivel de vida bajo¨… y un escaso poder para controlar, aún, su propio destino.
Así, el ¨estado¨, puede prosperar y hasta construir monumentos; las clases privilegiadas, pueden gozar de todas las comodidades materiales; pero, el común de la población, no es más que un instrumento utilizable, para conseguir los fines del ¨estado¨; y no reciben, más de lo estrictamente necesario. «Pobreza colectica». Ejemplos: La antigua y comunista: Alemania del este; La antigua Rusia y China; Yugoslavia; Irán; Malasia; Singapur; y Corea del Sur; y otros tantos.
Aunque, estos ejemplos, solo constituyen una muestra… si ilustran lo que la ¨libertad¨ es ante todo, cualquier cosa que conduzca a ser una parte de nuestras vidas; pero que en lagunas partes del planeta se halla truncada; y, no es lo que podría decirse ¨absoluta¨. Solo, controlada (hoy); inclusive en forma ¨científica¨; con el objeto de poder vivir en una sociedad interdependiente. Entonces, algunas limitaciones son menester; y son consideradas como necesarias, para evitar otras restricciones todavía peores; sin embargo, se ha ido aún más lejos; se tiene la imperiosa necesidad (según, grandes eventos multinacionales) de eliminar barreras para lograrlo, no aumentarlas; y al parecer, el mundo, está de acuerdo con esto. Solo que la mal llamada ¨democracia¨, se encuentra en vía de extinción; para ser reemplazada por el ¨neo-socialismo¨ del S. XXI.
Comentario del autor de éstas notas: Sé que llegaremos a la meta, partiendo de lo particular a lo general; o sea, de abajo hacia arriba.

Anatomía de una crisis.
La depresión, que empezó a mediados de 1929; fue una verdadera catástrofe, cuyas dimensiones, sin precedentes en la historia de los E. U., lograron que la ¨renta monetaria¨ del país, se redujera a la mitad; antes de que la economía, alcanzara el punto más bajo de la crisis en 1933; cuando, la ¨producción total¨ disminuyó en ⅓; y el desempleo, alcanzó la cifra sin precedentes del 25% de la población total activa. Para el resto del mundo, la recesión no fue más suave; a medida que se extendía a otros países; la producción bajaba, el desempleo aumentaba; el hambre y la miseria campeaban por todas partes.
En el ámbito de las ¨ideas¨; la depresión, convenció al ¨hombre de la calle¨, de que el ¨capitalismo¨ (principalmente por su despilfarro); era, un sistema inestable y decadente (como lo es hoy, después de casi un siglo); destinado a sufrir una crisis muy seria; y, cada vez, con más graves consecuencias. Luego, el ¨estado¨, tenía que desempeñar un papel más activo; e, intervenir decididamente, para compensar la ¨inestabilidad¨ provocada por la ¨actividad privada¨ incontrolada; y actuar, como un ¨volante de regulación¨, para proveer estabilidad; y, asegurar bienestar para todos.
Sin embargo, el cambio que produjo en la visión, que la gente tenía, por una parte, del papel adecuado, que debía desempeñar la ¨empresa privada¨; y por otra, del que correspondía al ¨estado¨; desde entonces, un catalizador muy importante, del rápido crecimiento del ¨intervencionismo¨, en la ¨administración central¨. La ¨depresión¨, también provocó un cambo duradero, en la opinión económica, profesional. Pero, la crisis económica del momento, hizo añicos la creencia sostenida durante mucho tiempo; y, reforzar en la década de los años 1920-1930; que la ¨política monetaria¨ constituía un potente ¨instrumento¨, para alcanzar la ¨estabilidad económica¨.
La revolución ¨keynesiana¨… no solo prendió, en la profesión; sino, que suministró, también, una justificación atractiva, para una serie, de medios, que condujeron, a una amplia intervención pública. Hoy sabemos que la ¨gran depresión¨ (de la década 1920-1930); no se debió, a un fallo de la ¨empresa privada¨; sino, más bien, a un fracaso de la ¨administración estatal¨ (según, la constitución de los E. U.); en la zona, de actuación; en la que ésta, desde el principio, se había asignado la responsabilidad de «acuñar moneda; regular su valor; e, igualmente, el de la moneda extranjera». Pero, además, este, no fue un acto de esa época; sino, de la actual.

Origen, del sistema de la reserva federal.
Cinco meses, después, de la ¨gran recesión económica¨ de 1907 (100 años después de la actual); los bancos de N. Y., empezaron a mostrar dificultades financieras; hasta obligar a su cierre, con el respectivo ¨pánico financiero¨; y el de todos los ¨ahorradores¨; que naturalmente, también (como hoy) quisieron retirar sus fondos. Pero, esta situación, duró, relativamente poco, ya que los ¨bancos¨, empezaron a pagar (devolver fondos); en los comienzos de 1908; y poco después, la ¨recuperación económica¨ fue una realidad. Pero, dicho suceso, provocó la aprobación de la ¨Ley de la reserva federal¨ de 1913. Lo que convirtió, determinadas actuaciones, en el campo monetario y financiero; en grandes decisiones políticas, esenciales; sistema, que desde entonces, ha actuado como una ¨autoridad monetaria ¨ clave.

Primeros años, del sistema de reserva federal.
Empezó, a funcionar a finales de 1914; meses después del estallido de la guerra europea; que cambió, drásticamente el papel y la importancia, del sistema de la ¨Reserva Federal¨; de cuando ésta se creó en la Gran Bretaña, centro del mundo financiero (que, pasada la guerra, éste, pasaría a los E. U., con el patrón dólar.) Tanto, que el ¨patrón oro¨, en la práctica, era la ¨Libra Esterlina¨; que consideraba principalmente al sistema de la ¨R. F.¨; como un medio, para evitar el ¨pánico bancario¨; y para facilitar el ¨Sistema de Comercio¨; y luego, como el ¨Banquero del Estado¨. Luego, se daba por sentado, que se movía dentro de los límites del ¨patrón oro mundial¨; reaccionando ante los acontecimientos externos, sin siquiera intentar deteriorarlos.
Así, el S. R. F., ya no era un organismo secundario, que reaccionó pasivamente, ante los acontecimientos. Se había convertido, en una importante fuerza independiente, que determinaba la ¨estructura monetaria mundial¨. Así, se demostró el poder del S. F. R., y desde entonces… la ¨máquina de imprimir billetes de banco¨, se utilizó, cuando los bancos de la R. F. compraron ¨títulos¨, al ¨tesoro¨ de los E. U., efectuando el abono, con ¨billetes¨ de la R. F. Pero el F. E. D., pagó los ¨títulos¨ que había comprado; mediante, un abono al ´tesoro; de su importe, en la cuenta, que se mantenía en los bancos de la R. F. El ¨tesoro¨, extendió cheques, sobre esta cuenta; para pagar las compras, que realizó, cuando los receptores de los cheques; los depositaron en sus propios bancos; y, estos a su vez, en el banco de la R: F; los depósitos, del tesoro (FED); se transfirieron, a los bancos comerciales; aumentando, sus reservas.
Este aumento, permitió al ¨Sistema Bancario Comercial¨, crecer, mediante la compra directa de ¨títulos¨ de la deuda; o, a través de la concesión de préstamos a sus clientes, para que compraran estos valores. Así, la época dorada del Sistema, se produjo durante el resto de la década 1920. Pero, nadie suponía en ese entonces, la lucha por el poder económico, que se desataría posteriormente; que se convertiría luego, en el primer paso de un proceso acelerado, de desplazamiento; del poder del mercado privado, a la administración local; y de ésta, a la estatal; y de allí, a la federal. En fin, cada cual cuida sus intereses; y aún más, dentro del sistema capitalista.

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