domingo, 13 de julio de 2008

Poemas

POEMAS

Por: Alberto Galindo,

Medellín, Junio de 2008



Capítulo I



Te pienso...

Mi amor... si, tú de mí te acuerdas,
por esto... por el solo hecho de hacerlo.
El saber, que tú, de mí te acuerdas,
para mí, es un vaso lleno... sin romperlo.

Atándome a ti, a mi vida... con cuerdas,
de esas que no se rompen... con quererlo.
Para entender que de mí... no te pierdas,
y amarte así... toda... toda, y sin saberlo.

Porque son tantas las veces... que me enfermas,
de ese... de tu amor... el no tenerlo.
Porque sin ti, me refugiaría en las tabernas,
aliciente fiel a una pena... por no poseerlo. A. G.

Tú, mujercita...

Tú... mi mujercita, mi linda de bellos ojos,
dime... tú, cómo no admirarte y no quererte,
cómo... así... mi vida, no satisfacer tus antojos.

Y para eso consisto... para contemplar tus ojos,
para consentirte a ti mi amor... para amarte,
para darte mi vida entera y no despojos.

Así será... ser el dueño de tus ojos,
para darte de mi vida todo... y complacerte,
para luego... acariciarte toda... toda... por manojos. A. G.

Tu mirar...

Tiene la fuerza y luz de la ensoñación,
del mar, mi vida... en toda su grandeza.
Que anima, arrulla y fortalece a mi corazón,
esto... cuando me acerco a ti... con entereza.

Nutres mi dueña... a mi alma de pasión,
por estimar, cuán raro estoy por tu tristeza.
Que con solo, admirarte... desde aquella gran ocasión,
fue cuando supe... que serías mía... y con fuerza. A. G.

La Bondad.

La bondad de tu proceder,
me parece a la de un ángel.
Que se me supo aparecer,
sí... fue desde el día aquel.

Sí mi vida... como ayer,
cuando todo sería de miel.
Tú y yo... ese acontecer,
seríamos felices y sin hiel.

Porque yo te sabré comprender,
y siempre... te seré fiel.
Del día... el dulce atardecer,
amor fuerte... y no de papel. A. G.

Junto a ti...

Junto a ti, mi dueña... mi alma llenas,
mi vida, mi ser y mi corazón laten,
como todo lo que corre por mis venas.

Solo tú... y al enamorarte no me apenas,
porque has sabido quitar de mí la parte,
esa que me atormenta... y es tu pena.

Muero, entonces poco a poco en esa faena,
cuando vuelvo a mirar de ti esa parte,
que me reclama a gritos... y es tu pena.

Pero al gozar por un momento del arte,
que es en tu vida... amor... otro tema,
el de amarte de ese modo... al desearte. A. G.

Siempre tuyo.

Como las aves del cielo,
yo soy tuyo por siempre.
A pesar de mi desvelo,
yo te amaré por siempre.

Y mi pensamiento alza vuelo,
hacia ti mi amor... siempre.
Hay veces que me revelo,
por amarte así... por siempre.

No niego... que eres mi cielo,
y lo serás por siempre.
Te llevo en mi vuelo,
a la eternidad... y por siempre.

Y si... te lo revelo,
recuerda... que fue por siempre.
Así... y desde el cielo,
allí, te esperaré... y para siempre. A. G.

Desde que te vi...

Desde el día que te vi... ya te esperaba,
por tu rostro, tu figura... tu alma pura.
Me enamoré de ti, sí de ti... aquella alborada,
para jamás olvidar de ti... tu tierna dulzura.

Y fue así... cielo... pues, ya te esperaba,
desde que vi tu rostro y tu figura.
Para así convertirte... cielo... en mi muy amada,
por siempre mi dueña, en mi... tu alma pura

Por todo eres y serás mi bien amada,
así eres y lo será mi eterna dulzura.
Esto fue lo que me inspiró... mi amada,
el mucho amor que brota de tu alma pura.

Sin cansancio, serás tú mi bien... mi amada,
a través del eterno tiempo y con bravura.
Y en mi mente, estarás tú, mi amada,
hasta que llegue el día de mi sepultura. A. G.

Aquella caricia que me hiciste.

Sábelo bien mi amor... que así te quiero,
desde aquella tierna caricia que tú me hiciste.
Me enamoré de ti y hoy solo espero,
que repitas y termines lo que me hiciste.

Solo tú mi dueña... sabes que me muero,
por sentir de nuevo aquello... que me diste.
Fue como algo que ya hoy siempre espero,
y me acostumbré... a la caricia que me hiciste.

Espero que repitas y termines lo que hiciste,
por eso... solo... tú sabes que me muero.
Por la energía difundida, cuando... lo hiciste,
o, enseñarme a vivir sin ella... eso espero. A. G.

Sentir tu amor...

Sentir el amor que vi en tus ojos,
y para conseguir la dicha y la felicidad.
Como una alegría que solo calma mis antojos,
esos que hoy... y siempre siento en mi intimidad.

Ser tuyo así... y sin medida, sin abrojos,
se me vuelve desde ya, en una necesidad.
Extraño el dejar de ver en tus ojos,
ese amor que tu me das... con sinceridad. A. G.

No tardes...

Regresa pronto alma mía, a calmar mi ardor,
ese, mi vida, el que despertaste aquella tarde,
Y tú mi cielo, ven pronto... mi amor,
te necesito... tanto y tanto... no me tardes.

Te esperaré mi vida, por siempre y con amor,
con ese amor... que se aviva cuando tardas.
Cual llamarada... me quema... me llena de ardor,
ese... que me despertaste... desde aquella bella tarde. A. G.



Capítulo II



Te necesito...

Naufrago por ti en la vida yo soy,
Luego... amor, sin rumbo y solitario yo voy.
Pero desde tu llegada, el rumbo yo logré,
por tus ojos... mi faro, el rumbo recobré.

Tus ojos me dijeron... yo soy la fe,
pues, desde hace mucho tiempo yo te esperé.
Hasta el día en el que te hallé,
ya... y desde entonces, siento que... yo soy.

La ilusión recobré... y por el sendero yo voy,
es la esperanza... mi alma que en ti ve.
Luego... ya la tristeza y la soledad olvidé,
ahora... por ti mi vida, contigo yo voy.

Pues, tú llegaste justo cuando cansado... te esperé,
por la sola esperanza de tu amor... hoy.
Con tu cariño... tu presencia que tanto esperé,
me ha devuelto a la vida... así voy. A. G.

Eres canción...

Eres tú en mi amor, canción... eres poesía,
eres tú recuerdo, eres tú para mí todo.
Esto eres, mi amor... desde que fuiste mía,
y así... nunca mi bien... poder olvidarlo todo.

Jamás imaginé mi vida, mi ángel... aquel día,
que todo iba a suceder... de ese modo.
Cómo te amé al saber que tú existías,
y por ese gran amor... se descubrió todo.

Y así comenzó todo, mi vida, aquel día,
en el que con un beso... te di todo.
Para dejar a “Cupido”, con quién se envía,
y llega inspiración... el amor, la pasión... todo.

Y aprovechar el momento en el que porfía,
para escribirte... amor... y poder así, contarte todo.
En estas francas y sinceras líneas, alma mía,
para que perduren ya... cuando yo sea... lodo.

Lo más bello mi vida, fue aquel día,
que a pesar de todo y contra todo.
Con la intención de un beso... fuiste mía,
para amarte por siempre... y de ese modo. A. G.

Tus recuerdos...

Danzan y cantan... y es en mi mente,
son mi vida... son mi amor... tus recuerdos.
Es algo que nace y que nunca miente,
que se llevan... muy dentro, son tus recuerdos.

Son algo que no tiene pasado ni presente,
son constantes... fijos... esos, amor... son tus recuerdos.
Porque, mi cielo... en mi... esos están siempre,
de día, de noche y son tus recuerdos.

Hoy como ayer... a pesar de la gente,
yo mi amor, sigo pensando en esos recuerdos.
Siempre permanecen, se me ven en la frente,
do quiera que voy... y son tus recuerdos.

Tuyos mi amor, esos son hoy y siempre,
de ti mi cielo y son tus recuerdos.
Aunque pase mucho tiempo y tú estés ausente,
acudo y acudiré eternamente, a esos... tus recuerdos.

Y cuando estés lejos y de manera permanente,
siempre llegaré... mi adorada, a esos tus recuerdos.
Para calmar mi ansiedad, por ser tan fervientes,
tan constantes y tan fijos... son tus recuerdos.

Por eso... danzan y cantan en mi mente,
mi amor... mi vida y son tus recuerdos.
Que me atrapan desde ayer, hoy y siempre,
sin dejarme un instante y son tus recuerdos. A. G.

Tu llegada...

Tú llegaste a mí para quedarte,
porque tú fuiste para mí todo.
Hasta quedar en mí... al separarte,
estar siempre así... de ese modo.

Solo estoy... sin dejar de amarte,
porque tú eres como respirarlo todo.
Y fue tu llegada, para quedarte,
tú mi vida, para mí todo.

Fue todo... para mí al quedarte,
tú siempre fuiste para mí todo.
Pues, ya nunca yo pude olvidarte,
te amé tanto... de ese modo.

Con el tiempo... aprendí a amarte,
en mi alcoba... a mi modo.
Tanto... que pienso que al quedarte,
no hubieras sido... para mí... todo. A. G.

El fallo.

Perdido... sin razón... sin ti hoy me siento,
cuando ya ni en el tiempo te hallo.
Es que yo no puedo dejarte... lo presiento,
y al recordarte... y al comprobarlo... yo callo.

No... yo no puedo olvidarte ni un momento,
mi amor... a pesar de estar perdido callo.
Para que en un día... en nuestro encuentro,
los dos sepamos que fue por nuestro fallo.

Así lo quisimos... y entonces hoy al viento,
soltamos este amor, para que como un bayo.
Se reviente por correr solo y en contraviento,
y así permanecer unidos... solo con el pensamiento.

Mi vida, hoy no puedo... decir si miento,
reconocer que es por ti... que me hallo.
Este amor, ahora en sueños y al viento,
y luego, solo... con tu recuerdo... yo callo.

Por eso... yo no puedo soportar el sufrimiento,
lento... muy lento... tortuoso... el de este fallo.
Por vivir sin verte... sentirte... ni un momento,
hasta cuando lo quieras y rompas... ese fallo. A. G.

Tus Ojos de Niña.

Amo tus ojos de niña cuando se cierran y porfían,
por encima de un diminuto beso... estampado en tu mejilla.
Porque amor es... morir a veces en un solo día,
y otras tantas... al devorar el pensamiento en una silla.

Es la resurrección y el tormento de la inmediata agonía,
y es como una fuente de convivencia y de ilusiones.
Hoy en medio de alegrías y dolores sufre y confía,
es este amor que tarde... crece y madura sin pasiones. A. G.

Tú, mi verdadero amor.

Mi vida... yo no lo había sentido así,
hoy mi cielo, tan intenso y tan puro.
Como este cariño que yo siento por ti,
es así, aunque yo sea ya muy maduro.

Así te quiero... por ti ya todo sufrí,
al pensar en perderte cuando más te quiero.
Con pasión... cariño de verdad... así lo sentí,
pues sin advertirlo... eres mi tesoro... te prefiero.

Me inspiras el amor... todo... ya lo intuí,
amor de verdad... y con pasión te quiero,
Con amor... que solo se siente por ti,
ojos de niña... amo a tus labios carmesíes.

Amor... como te quiero... y es a ti,
desde el día que te vi... fue primero,
Este amor tan grande que siento por ti,
y fue, mi amor, tan puro y sincero.

Fueron los detalles... que me enamoraron de ti,
hoy al recordarlo... debo saber que te quiero.
Con sorpresa... veo que te quiero... a ti,
aunque el mundo este lleno... a ti quiero. A. G.



Capítulo III


Amo a la otra...

Amo y recuerdo por siempre a la otra,
y esa otra a quien amo... eres tú.
Y porque ya tú has cambiado... eres otra,
sin embargo, mi amor... hoy sigues siendo tú.

A pesar de todo, quiero a la otra,
y también a mi dueña... que eres tú.
Porque sin dejar de ser tú la otra,
a quien amo y quiero, ella... eres tú.

¿Pero como saber que no eres... la otra?
No puedo olvidar que ella... también eres tú.
¿Será tu ausencia... que hace ser la otra?
Pero en mi corazón... la otra... eres tú.

Mi vida... de cielo a tierra... eres otra,
e igual, mi amor, esa distancia eres tú.
Pues, ya no puedo vivir sin la otra,
así la amo... pues esa distancia eres tú.

Yo vivo en mi pensamiento con la otra,
a quien amo en mis sueños... eres tú.
Y dormido corro a buscar a la otra,
pero cuando yo la alcanzo... ella eres tú.

Así paso el tiempo... queriendo a la otra,
entonces, espero a la otra que eres tú.
A la una amo... quiero a la otra,
hasta olvidar que aquella otra... fuiste solo tú.

Me dio su amor sin sexo... la una,
pero, me dio sexo sin amor... la otra.
Por eso mi vida... amo a la una,
y yo quiero, dueña mía... a la otra. A. G.

Y gracias al fin...

Gracias mi amor... por haberte conocido,
por haber llenado toda mi vida.
Por darme tu amor... ¿tu olvido?
Entonces, no hubieses sido mi vida.

Gracias... por permitir con el olvido,
que nunca esperé en la vida.
Fue llegar a ser un olivo,
Fuerte... tenaz en amor y vida.

Gracias... te doy por tu olvido,
siendo tú... amor de mi vida.
Llenarla... de recuerdo, amor y olvido,
pero feliz... por solo esto... tú mi vida.

Gracias... por ser yo, tu preferido,
de esa forma... en tu vida,
Nunca me contentaré con algo parecido,
solo contigo, mi amada... mi vida.

Gracias mi amor... por haberte conocido,
sé que fui... en tu vida.
Amor secreto... por los dos elegido,
para así, nunca... llegar al olvido. A. G.

Recibir algo de ti...


Mi dueña... al mecerse las palmeras,
sé arrullan, mi vida... nuestras almas.
Mi amor, por tu lado viaja,
por el mío... recibo tus quimeras.

Pero yo... consciente de este amor,
como lo es... un amor imposible.
Yo vida... hasta ser tu señor,
te amaré siempre hasta lo indecible.

Sabes bien... así es este amor,
y así lo será por siempre.
Por tu causa y por siempre,
hasta encontrarnos... solos... así mi amor. A. G.

Tú me enseñaste, con ese beso todo...

Amarte, así... de ese modo... secreto,
privarme tus labios... solo tus mejillas.
A escondidas... ocultos y en secreto,
y nunca poder olvidar... esas hurtadillas.

Siempre... el corredor... a la entrada,
doy mi amor... en un beso.
Solo tus mejillas... a la entrada,
te entrego todo... en ese beso.

Y yo siempre allí te espero,
si me permites en ese beso.
Que siento como si fuese entero,
con agonía yo siempre lo espero.

Muero por esa demostración de amor,
mi ser anhelante... muere un poco.
Hasta que llega... “momento de amor”,
ese encendido beso... dado por pocos.

Por un beso tuyo... me muero,
por ese beso... yo olvido todo.
Con ese beso, me siento entero,
sin saber ya... de mi... todo.

Como me gustas... así te quiero,
cada día más... de ti enamorado.
Este amor por ti... mi lucero,
con ese beso, te he amado. A. G.

Descubrir.

Ayer descubrí, mi vida... que también tu ser,
al besarte las mejillas, eran caricias que sentías.
Lo mismo yo al dártelas, te hacía estremecer,
llenando gozoso el corazón... y sentir mil melodías.

Que diferenciaba de las otras... ese tu ser,
porque eran en mi amor, energía pura contenida.
Desde que me tú permitiste volverlo a hacer,
mi cielo... cuando las reanudé... fue mi vida.

Fueron... el alimento de mi corazón así hambriento,
de esos besos tiernos, dados en tus mejillas.
Tus ojos entrecerrados... al confirmarlo y ya sedientos,
capaces de tocar el fondo de mi ser.

Y que momento más sublime... y todo miré,
aquello aporta en el acto todo mi ser.
Que hace que por ello viva y suspire,
hasta internarme en tu pelo... besarte y estremecer.

Y así darte mucho amor y mucha ternura,
suficiente para el amor... cuando es muy duro.
Que exento de pasión... solo mi alma pura,
es cuando ese amor... se proyecta al futuro. A. G.

Amantes en secreto.

Es muchas veces, el estado preferido,
de los mil enamorados de verdad.
Lejos muy lejos, del mundanal ruido,
los Chismes, los cuentos... la maldad.

Por ello... feliz de lo ocurrido,
Intenso... es este amor de verdad.
Que se manifiesta sin haberse ido,
y hasta aguantar... toda una tempestad.

El amor secreto despierta lo aguerrido,
de un corazón luchando con sinceridad.
Cada palabra es y ha sido,
de un amor secreto... sin maldad.

Son gestos... son lo más querido,
cuando así se siente de verdad.
Amor, es como pocos... muy sufrido,
al sentirlo... es feliz de verdad.

Sin arrepentirse... nunca de lo sucedido,
Por este amor secreto por piedad.
Mata todo, sin aún haberse ido,
es preferible el dulce secreto compartido.

Acostumbra a quien lo ha sufrido,
Hace falta aún hasta con saciedad.
Llena la imaginación... lo ha sentido,
hasta hacer realidad a tanta espontaneidad.

Sufriendo, por quien no se ha ido,
por sentirlo así y de verdad.
Hasta actuar y reventar lo sufrido,
realizarlo y experimentarlo todo sin maldad.

Sin otro camino... el secreto compartido,
amor oculto, se acrecienta de verdad.
Y entonces, todo sentimiento es preferido,
tal acción no conoce la soledad. A. G.

Tuyo en la distancia.

Sentirte... lejos pero cerca de ti mi vida,
es mejor mil veces a no sentirte nunca.
Por la crueldad con que acompañó tu ida,
ya sin sentir por mí... el amor nunca.

No puedo ya dejar de amarte mi vida,
sé mi amor, que no puedo olvidarte nunca,
Ser tuyo mi cielo... lo sabes mi vida,
y lo ignoras sin piedad, no sentida nunca.

Amor por ti más fuerte que mi vida,
a pesar de todo, no te dejaré nunca.
Mi amor, sin ti ya no tengo vida,
Yo prefiero el morir, el desfallecer... dejarte nunca.

Hoy... así este amor me cause la ida,
yo prefiero, el sentirlo que el olvidarlo... nunca.
Por lo maravilloso que es sentirlo mi vida,
representada en ti, para yo no olvidarte nunca.

Pero aún... cómplices del gran secreto, mi vida,
este amor sentido en silencio, sin acabar nunca.
Mejor que renunciar a ti, en otra vida,
vivir sin el secreto que mi alma busca.

A citarte toda entera... en sueños mi vida,
nos encontraremos, mi dueña, allí... tú mi amor.
Amor onírico, ahí... te encuentro a ti vida,
en mis noches... para amarte toda... sin temor. A. G.




Capítulo IV


Seres como tú...

Vida... cuando tú no estás en mi pensamiento,
¿Por qué? me pregunto... y a veces sufriendo.
¿Te llevo muy dentro, solo en mi entendimiento?
¿Quieres que lo nuestro lo lleve el viento?

Y las cosas como tú... son para adorarlas,
permanecen, mi cielo, en uno solo para siempre.
Y sin gastarlas... mi dueña... son para conservarlas,
llevan amor... a cada instante en la mente.

¿Hasta cuando alargarás mi vida, a este tormento?
pude, mi amor, negar que al pensarte miento.
Reconoce mi cielo que pensándote... vivo un momento.
Porque eres mi pasión, mi alegría... buen viento.A. G.

Lágrimas...

Son esas lágrimas tuyas, aquellas las que brotan,
en ti mi vida... torturan mi alma paciente,
y son aquellas las que persisten al brotar.
Lágrimas de dolor en mi alma... celo insuficiente,
son por tu independencia... y así al brotar.

Aquellas que se vierten por este amor intenso,
que hieren a mi alma enamorada y doliente,
con otro andas de la mano, al comienzo.
Así lo siento... aunque tu ser no miente,
Sin importarte, mi amor... este mi dolor intenso.

Será mi vida... corazón... ingrato por no saber,
ignorar... que por ti muero... mi alma matas,
es precisamente cuando tú te paseas... sin entender.
E ignorando mi llanto por tu ausencia... tardas,
sabes tomar fresco, con otro en tú haber.

Son mi vida, el precio de este amor,
pero mi cielo... que cuando me haces feliz,
por ti siento ardor... me mata con dolor.
Así voy eternamente, a pesar de tu desliz,
lo hace siempre de verdad y con amor. A. G.

Tus Ojos de Niña.

Amo tus ojos de niña... cuando cierran... porfían,
debajo de un diminuto beso estampando tu mejilla.
¿Porque morir... muchas veces en un solo día?
¿Y otras tantas, devorar... el pensamiento... una maravilla?

Es la resurrección... tormento de la futura agonía,
este amor propone, surge, crece y se madura.
En medio de alegrías y dolores sufre... confía,
como fuente de convivencia, tú mi alma pura. A. G.

Tú, mi verdadero amor...

Mi vida... yo no lo había sentido así,
tan intenso mi amor... y es tan puro.
Como es este cariño que siento por ti,
y es así, aunque yo sea ya maduro.

Hoy te quiero y por ti todo sufrí,
por temer el perderte cuando más te quiero.
Y con cariño de verdad, así lo sentí,
¿Fuiste ayer en un beso mía? Eso espero.

Te inspiro amor... eso yo ya lo intuí,
amor de verdad, sin pasión yo te quiero.
Con ese amor que solo siento por ti,
ojos de niña... es así como te quiero.

Pero hay amor... como te quiero a ti,
desde que ayer té vi, fue lo primero.
Este amor muy grande que siento por ti,
así fue, mi vida, tan puro y sincero.

Fueron detalles que me enamoraron... solo de ti,
hoy al recordarlo... debo saber que te quiero.
Con sorpresa veo quien amo... es a ti,
en el mundo lleno, solo a ti quiero. A. G.

Poco importa.

Que tengas el otro, eso... ya no importa,
y tampoco... el cómo me llamen... al soportar.
Ser tuyo mi vida... es lo que importa,
si soy yo quien lo va a soportar.

Solo sé que soy, quien así se comporta,
un mundo irreal... solo a mí me importa.
Me conformo con migajas... mi amor así comporta,
y tal cariño, ese... a nadie le importa.

Que tengas otro... es a mí que importa,
y nunca se metan... repite... quien lo soporta.
Así te quiero... así te adoro, que importa,
si me das cariño... mi ser lo soporta. A. G.

Tú, mi vida...

Tú vida... que sin ti no es vida,
y cómo hacer para que vuelva a ser.
Tú mi vida, vida que contigo es vida,
como te amo... como goza así mi ser.

Porque mi vida... yo soy tuyo, solo tuyo,
y ya... de nadie más volveré a ser.
Sábelo bien... tú mi en flor en capullo,
que eres mi única amada y mi ser.

Y así yo nunca... nunca seré de otra,
solo tú ocupas y ocuparás todo mi ser.
Y ya jamás... nadie entrará en la costra,
de heridas por ti dejadas en mi ser.

Tú... vida, mi bien amada y mi adorada,
llegaste a mi... para quedarte en mi ser.
Nunca saldrás de mí... aunque yo sea nada,
porque cosas como tú... llenan todo mi ser.

Yo no podré jamás recuperarme de las heridas,
dejadas por ti... mi dueña... en mi ser.
Cuando no te tengo... mi vida es sufrida,
no aguantaré sin ti... mi cielo... mi ser.

Eso repito... tú vida que contigo es vida,
tú mi vida... sin ti no es vida.
Una vida sin ti... no quiero mi vida,
tú... solo tú... mi amor, llenas mi vida. A. G.

Tu indiferencia...

Es tu indiferencia, a veces sentida hacia mí,
la que me mata... tu falta de cariño.
Mi amor... es que me acostumbré a ti,
sufro, solo por ti... sufro como un niño.

Jamás yo pensé en lo que me embarqué,
y que fuera así... con todo este sufrir.
no me imaginé... que gozo el que experimenté,
el día... en el que te supe descubrir.

Y luego... cuando al fin tu boca besé,
ese día, mi amor... se suspendió mi sufrir.
Nunca con otra volver, eso... yo lo sé,
hoy solo quiero... tus instantes... volver a vivir.

Fueron esos, los primeros instantes de nuestro amor,
así vividos intensamente... hoy, mi cielo, al recordar.
Aquellos que tú seguramente... recuerdas y sin amor,
sábelo... que te sentí mía... al intentarte besar. A. G.

Tu presencia.

Ya solo tu presencia, solo eso me queda,
me has quitado a pocos... de una vez.
Pero mi amor... sigue tal y como quedó,
incólume y fuerte, lleno e invencible, así es.

Solo, sin ti... mi corazón quedó hasta viejo,
así me ha tocado vivir, así... sin ti.
Solo con tus recuerdos... con tu presencia... lejos,
es lo que tengo... poder vivir sin ti.

Y mi vida... no puedo acercarme a ti,
aunque yo lo quiera... porque sé... te molesta.
Luego, tendré que enterrarte viva y en mí,
solo dentro de mi corazón... en forma modesta.

Pero niña... tenerte... hoy solo en mi mente,
es mi quimera... de ti una foto tengo.
Con rayito de tu pelo... mi alma silente,
así amor... siempre en mi mente te retengo.

Y así, sin embargo, vida... yo te quiero,
por el hecho, de cuando en cuando... verte.
Verte... mirarte... aunque sea de lejos, hoy quiero,
porque son tus recuerdos... mi consuelo al verte. A. G.

Morir lentamente.

Y amarte así, verte así, es morir lentamente,
de la mano mientras con otro tú estés.
Y alargo... mi propia agonía por un instante,
cuando en la mejilla te beso... do estés.

Así soy tuyo... así te quiero lo bastante,
como para preferir morir cuando tú no estas.
Desde que la lluvia llegó, fue un instante,
que mis penas lavó, allí do tú estas.

Porque soy tuyo y morir prefiero do estés,
a perderte... a no saber do tú estas.
Te sigo... seguiré toda mi vida do estés,
no puedo ya olvidarte... muero si no estas.

Y tiemblo, vibro cuando delante yo te tengo,
no me explico tu proceder... cuando tú estas.
Te amo y que gozo cuando te retengo,
pero cuando te vas... quedo pensando, do estas.

Y yo sufro mi vida... por ti eternamente,
obsesión... pasión que me lleva do tú estés.
Sin dejar de pensarte por un solo instante,
por la gloria de tenerte... amarte do estés. A. G.

Alborada.

En todas partes, cada día te amo más,
Y cada mañana, mi vida... yo contigo estoy.
Porque lo que ya nos separa... puede más,
es tu juventud... no tu corazón de hoy.

Mi dueña... te amo... lo sé, es más,
tú también... pero aún no lo sabes hoy.
Y si el tiempo volvemos atrás, sabremos más,
que el amor secreto, de tu vida... soy.

Así... amor verdadero que dura ayer y hoy,
por él apuesta, cielo... y así ganas más.
Eso lo yo siento porque trasciende donde estoy,
sé... a pesar de todo... tú me amas.

Es más, nosotros debemos tomar una resolución hoy,
dejemos sin daño al corazón que puede más.
No sigamos, mi amor... hiriendo este amor hoy,
si no puede morir, lo vamos enfermando más.

¿Acaso yo no puedo vivir sin ti hoy?
De pronto yo te hago falta... es más,
tú me extrañas... aún no lo sabes hoy,
y mañana cuando lo descubras, no será más.

Porque mi vida está cifrada en ti hoy,
ya no puede sin ti seguir caminando más.
¿Es acaso amor... que a donde yo voy,
tú no has intentado de mi saber más?

Y hasta cuando seguirá esta trama de hoy,
será que uno de los dos cederá más?
Pero mi dueña que solo eres tú hoy,
¿Porqué sigues excluyéndolo, cada día más y más? A. G.



Capítulo V



Tus ojos...

Vida... que será lo que tienes al mirar,
cuando dejas a tus ojos siquiera el parpadear.
De lejos, de cerca, como trasciende tu mirar,
se siente la fuerza de ese... tu mirar.

Yo soy esclavo... del mirar de tus ojos,
porque son bellos... y como crecen al mirar.
La fuerza del amor expresado en esos ojos,
me pierdo o desfallezco... por ese tu mirar.

Detrás de esas tus pestañas se te escapa,
es el amor que trasciende... desde muy hondo.
Por la fuerza de tu mirar... que atrapa,
en todo el camino y hasta el fondo.

Es el amor sentido que tú al mirar,
y de tu corazón, algo... se te escapa.
Es la energía de tus ojos al mirar,
y mi ser atento... es como la atrapa.

Devuelve la alegría a mi alma en pena,
tus ojos... que irradian fuerza a mi corazón.
Que a la distancia, hacen olvidar mi pena,
derriten y trastornan el todo... en mi armazón.

Y tú sabes caminar... y tú sabes mirar,
así soy tu prisionero... mi vida... solo tuyo.
Pero, triste y necesitando tu forma de mirar,
así te busco para estar al lado tuyo.

Y cuando los dejas mirar... llenan y cautivan,
jamás soltarme... soy el recluso de tu mirar.
Que es a mí a quien quieren cautivar,
atrapan... a la distancia ojos tuyos al mirar.

Desespero... cuando voy... lejos y sin tu mirar,
solo, en la desesperanza a mi alma escapas.
Y concertar una cita para así podernos amar,
ya de lejos puedo verte... si soy capas.

Condenado a la distancia para así poderte ver,
no poder tu rostro con mis manos tocar.
Castigo que me da, el hecho de saber,
que no hay compasión, entonces dame tu mirar.

Pero a tus ojos no dejas ni mirar,
tu carita de ángel... tus ojos de muñeca.
Entonces porqué tú mi vida, esquivas mi mirar,
dando paso a mis caricias... ven y trueca.

Por los rincones me has empujado, sin mirar,
la oscuridad de tu ausencia, has olvidado ya.
Te he perdido y no lo puedo soportar,
entonces... es soñar contigo y no prohibirlo ya.

Madrugo a buscarte y no te puedo hallar,
te amo día y noche... a todas horas.
En la distancia si no te logro mirar,
crueldad a mi alma das... que no deploras.

Ya no quieres a tus ojos dejar mirar,
y recurro a ti... ven suspende tu maldad.
Pero hay veces, que creo... te sientes fastidiar,
¿Por qué tanto castigo y con tanta crueldad? A. G.

Volver...

Cuando tú mi amor, permites volverte a besar,
dejar ver tus ojos... la luz del día.
Confirmando que tú aún me quieres... al revelar,
fue en un momento... todo uno... aquel día.

Supe de tu amor... de ese amor contenido,
inolvidable, tesonero y firme como un gran roble.
Y entonces, hoy así recordé todo lo ocurrido,
que tu visita... revolcó en mi alma noble.

Pensaba mi cielo, algo... como en haberte perdido,
no por mi culpa... causa de tu proceder.
Y mi corazón que estaba lacerado y herido,
llegó a imaginar que todo iba a desaparecer.

Al volver, mi vida... aceptar... tú mis caricias,
tú mi amor divino... mi dueña... yo retorno.
A la gloria de tenerte y sin malicias,
la dicha que con tu recuerdo me conformo.

Todo... un amor grande que sigue siendo puro,
contener... mi tesoro, solo el aire que respiro.
Algo como un diamante... es cristalino y puro,
tú así lo pediste... y así te miro.

Así mi adoración, volver a aceptar mis caricias,
mi amor divino... retorno la gloria de saber.
Que te tengo mía, aunque sea por albricias,
Retorna... mi vida, la dicha... volverte a poseer.

Mi vida, son tus últimas visitas de ahora,
llenan... como un vaso roto por tu ausencia.
Dándole vigor al amor que por ti añora,
tornar a la dicha... no tener tu esencia.

Sentir... tu respiración cerca, muy cerca de mí,
constituye un acto sublime al tenerte y poseerte.
En tus visitas para mí... solo para mí,
Hoy soy el más alegre... solo por tenerte. A. G.




Capítulo VI




Hermosa...

Tú, la hermosa mujercita de junio en flor,
desde que te vi, amor... ya te esperaba.
Eres tú toda sencillez, dulzura, dicha y candor,
tú, llagaste a mí... hasta donde yo estaba.

Yo ya averiguaba por ti y tu esplendor,
tu cuerpo esbelto... y tu juventud me cautivó.
Para en adelante ser tu amigo y servidor,
y así, muy ilusionado... tu ser me motivó.

Para establecer una linda... firme relación de amor,
cuenta tú pues, conmigo... mi bien sin igual.
Yo soy libre y tú también mi amor,
tengamos pues, hermandad y una gran ayuda espiritual.

Ser tu amigo, mi amor, luego porque no,
también tu fiel, asistente y amoroso... tu servidor.
Seamos entonces, mi vida... un gran amor eterno,
de esos que duran la vida con amor.

Hasta que tú quieras, sin irte a estorbar,
será con amor... y con todo... con ternura.
Y entonces... los dos nos sabremos ya amar.
para que dure... y se prolongue sin amargura,

Todo, lo que puede la unión de corazones,
cerca o lejos, ser tu amigo del alma.
Sin escuchar a los demás, en sus opiniones,
Solos... en la vida, hermosa de mi alma. A. G.

Te siento...

Por primera vez te vi... ya te sentí,
hoy registro tu mirar, tu palpitar... tu ser.
No sé cómo, pero presiento hasta tu frenesí,
ya hoy te extraño... necesito todo tu ser.

Mi dueña del alma... ya te me entraste,
y ya sacarte de mi corazón no puedo.
Así te encontré y así tú me encontraste,
ya mucho menos sacarte de mi vida puedo.

Desde esa tarde... te encontré... supe de ti,
y envidié hasta el balcón de tus amores.
Tu ventana, tus recuerdos... tuve celos de ti,
porque iría amarte como se aman las flores.

Sabía que serías la mujer de mis amores,
la diosa... que aún me sacaría del olvido.
La reina de mi vida... de mis amores,
solo a ti, mi hermosa... no te olvido. A. G.

El día que me quieras.

Brillarán todos los luceros del cielo,
esos que quisiera bajarte y ofrecerte.
Mi hermosa del alma... mi desvelo,
porque me quieres... yo mucho verte.

Cuando tú resuelvas ser mi amor,
lo serás mi dueña... con fidelidad.
Serás mía con libertad y amor,
sin otros lazos... solo la lealtad.

Tu vida sola con la mía,
unamos nuestras vidas y nuestros cuerpos.
Y así lo serás novia mía,
siempre iré por ti... en pos.

Así que mía... tú lo serás,
que alegrarás a este tú corazón.
ya es tuyo... ya lo verás,
tú... el ama de mi corazón. A. G.

Nuestro primer beso...

Fue después de unos ligeros roces de labios,
dados a petición, de tu parte... por compasión.
Luego de una queja... sobre una gran decepción,
fue todo aquello... un beso en los labios.

Hoy, sé porqué, ese beso en los labios,
sé que lo sentí, lo experimenté con pasión.
Como un niño, ese beso en los labios,
al hacerlo te sentí mía... con gran emoción.

Aunque amantes... nunca me diste de tus labios,
solo a tu amor sentido, los dabas con pasión.
al permitirme esos besos dados en tus labios
no siendo yo el merecedor de tal distinción.

Unión de nuestros cuerpos, unión de nuestros labios,
solo al entregarte supe... me querías con pasión.
Al saberlo, mi dueña... diste vida y pasión,
Recuperé... esperanza... por ese beso en tus labios.

Vida mía, al fin... me diste tus labios,
con amor inmenso... los acepté con gran emoción.
ser así tu amor, amante... por esa acción,
un gran amor... fue más que un adiós. A. G.

Amor secreto...

Eres mi vida eso... nos ha tocado vivir,
mi cielo... esperar a que llegue el momento.
En el cual si podamos amarnos hasta morir,
entonces aguanto por verte, a pesar del sufrimiento

Esos besos... escondidos de todo y de todos,
son verdaderos... y más intensos de lo esperado.
Que momento... produce felicidad, solo a los dos,
ya no importa nada, sino la entrega esperada.

Sí... es delicia, la miel de tus besos,
esos que nos damos con pasión... que añoramos.
Sí, tú mi amor... quiero muchos de esos,
cadenas que nos unen... así más nos acercamos.

Y... nuestro amor se acrecienta más y más,
al tener la dicha regada por tu miel.
Por esto, nuestro amor secreto, solo vive más,
Se agranda... aún más, desde el día aquel.

Pues, es toda alegría... es la dicha esperada,
por secreto... es mejor así que lo tengamos.
Y desde entonces... solo quiero verte y enamorada,
al confirmar que es verdad que nos amamos

Pero tú mi niña, sábelo bien... eres primavera,
que llegó al otoño... mi vida, para quedarse.
Por siempre... vida, en mis recuerdos y quimeras,
tu mirada... carita enamorada, para mí, la primera. A. G.

El amor...

Cuando el amor... mi cielo... llega... se da,
entero... para y por los dos... y solo.
A nuestras almas, permitiendo que ellas se confundan
en un solo cuerpo... que ya existe solo.

Se manifiesta solo, con ardor, desbordante sin calma,
con una furia volcánica y aún sin murallas.
Es milagro... que se da en el alma,
para entonces, seguir raudo... y ya... sin vallas.

Y dejarlo escapar... es algo realmente muy erróneo,
pues éste aún solo se da por albricias.
Que surge ya como incontenible... grandioso y corpóreo,
real... intenso, como lo son también sus caricias.

El sentirlo así... el gozarlo así... inmenso, diáfano,
recordarlo a cada instante y gozarlo, así todo.
Con afán lo que nos da en vano...
morir por él y con él... fue todo.

Saber que al irnos... extasiados por el amor,
solo queremos repetirlo y sentirlo... más y más...
Hasta el infinito... y llenos de ese amor,
para entonces... sí... ya no dejarlo nunca... jamás.

Por ello el amor es inolvidable y eterno,
pues, luego los que lo sentimos... queramos olvidarlo.
No será posible... no podemos... pues es eterno,
y nos embriaga tanto... hasta no poder olvidarlo. A.G.





FIN

No hay comentarios: